¿Cómo debería de sentirse ahora? ¿Feliz?¿Dichoso?¿Afortunado?¿Tal vez debería de gritar todo lo que ha estado conteniendose justo en ese momento?¿Tendrían que estar como las típicas chicas enamoradas que salen en las películas románticas?, todas esas preguntas venían a la mente de Walter en cuestión de segundos, lo cual era de esperarse después de todo es un científico, el más listo y joven de toda su agencia internacional de agentes, era un tanto peculiar con una personalidad como ninguna otra pero eso sólo lo hacía resaltar aún mas entre todos los demás, hasta para los ojos del más grande agente de todos, Walter Beckett era el nombre del castaño de ojos azules, era el mismo jovencito novato quién había cautiva sin dudar el corazón de uno de los más grandes y mejores agentes que el mundo halla conocido Lance Steling un hombre que siempre usaba esmoquin lucía perfecto siempre, alto, delgado, fornido y musculoso,ágil, extremadamente guapo y varonil, carismático una alta confianza,era el hombre perfecto para muchos y envidia para otros,y es allí donde el miedo se registraba entre sus sentidos él era perfecto, Lance era todo lo que admiraba, y esa admiración sin igual lo llevó hasta ver qué en verdad era amor y atracción hacia él mayor, mientras más se conocían y pasaban tiempo junto después de todo lo que pasaron.

Es justo hora que se cuestionaba en su mente esas preguntas de nuevo sin cesar una y otra vez, mirando con sus ojos azules, hacía el vacío de la noche y a la tenue luz que daba las linternas de la piscina de cristalina agua, estaba en ese lujoso apartamento dónde nunca creyó ni en sus más alocados sueños estar allí, mucho menos en la enorme cama del mismo Lance dónde estaba en reposó en el suave pecho fornido y musculoso que tenían algunas marcas de sus valerosas misiones anteriores completamente desnudo, podía sentir su respiración entre cortada aún por la acción registrada en su oído suspirando suavemente como el soplo del viento que hacía estremecer a su cuerpo sensible, con un dolor agudo registrado en sus caderas, junto con un líquido pegaso y espeso, todavía caliente bajando por sus piernas, marcas cubriendo todo su cuerpo en especial su cuello de mordidas y chupetones, pero no sé podía quejar él, había hecho bastantes marcas peores de sus uñas en la espalda del tan amado agente salvador del mundo,mientras esté lo embestía, nunca de los jamás pensó algún día estar así, de cerca menos de esta forma con Steling el más grande de todos, ¡Por dios!, El era un nerd de laboratorio y el.... él era todo lo que cualquier chica desearía, sentía que no se lo merecía, que no era lo suficiente, aún después de que Lance le halla confesado su amor y al saber que también era mutuo,aún después de que el mostrará sus inseguridades,aún después de que lo besa con brusquedad y lo metiera a su departamento casi atropezones, dónde las ropas estorbaron la lujuria y la pasión junto en el amor que sentían el uno por el otro ganara,con gemidos y gritos,jadeos gruñidos que hacían en función a sus nombres como alabanzas que ambos se hacían, la angustia incremento en sus pensamientos, y todo se fue en un segundo tal como apareció se esfumó, en un instante cuando sintió los brazos del mayor recorrer su pecho y acariciar cada cosa de él y abrazarlo de tras suyo, besar tiernamente el lunar de naciendo que tenía en su hombro derecho susurrando palabras dulces a su oído quitando todo pensamiento negativo que tuviera de si mismo o de ellos.

— ¿Aún puedes continuar?......¿Te duele mucho?.— Pregunto entre suspiros sensuales en su oído haciéndolo estremecer, recorriendo con besos suaves su cuello junto con sus hombros descubiertos, sus pieles en contacto, sus almas al descubiertos, sus corazones latiendo en la misma danza de amor que se sentían ambos.— ¿Sucede algo?.......— Dijo al verlo reír con dulzura, el castaño menor se volteó para verlo tomó de sus manos.

— Eres lo mejor que me ha pasado Lance.......— Habló con voz ligera y casi susurrante, regalando una sonrisa, el castaño lo comprendió, no importaba sus inseguridades o lo que los demás pensaran, no importaba nada ahora solo el amor que se tenían uno por el otro eso era lo más importante debería tenerlo en cuenta siempre el mayor también sonriera su corazón más que feliz de por fin tener a su castaño sin fingir más, sin mentiras asi mismo del amor que ambos se tenían, no había barrera ya no hay nada que los separa, ahora serían todo lo que esperaron y incluso más.

Dulce, dulce era la palabra para que Lance utilizaría tanto para describir a su tierno y hermoso castaño Walter como para describir su relación que llevaron desde ese día. Dulce era su palabra preferida desde ahora y para siempre.

— Walter eres tan dulce.....— Beso sus labios rosados este correspondió gustoso.— ¿Listo para la segunda ronda?.....— Dijo de forma perversa sonriendo.

— S-Si......¡Espera!.....¿Que-.........— No tuvo tiempo de reaccionar bien del beso anterior, por qué Lance se lanzó de nuevo para llevarlo a su mundo de amor y lujuria, deseo desenfrenado bueno no era como si tampoco podría quejarse por qué muy internamente le encantaba.

[Fin]