Recuerdos...
Horacio y Viktor llevaban ya cinco años de relación, desde el momento en el que Volkov le confesó sus sentimientos al menor hasta el dia de hoy, habían llevado orgullosamente lo que sus amigos consideraban la relación perfecta. Esto debido a que a pesar de sus diferencias habían logrado llevar una relación balanceada llena de amor, comunicación y confianza. Por lo que luego de tantos años juntos, siendo compañeros, amigos y hace cinco años pareja; Volkov tenía el detalle perfecto para regalarle a H en su cumpleaños.
— Bien — le iba diciendo V al de cresta mientras le indicaba el camino y seguía cubriéndole los ojos — ten cuidado con el escalón.
— ¿Pero qué es todo esto? – preguntó con una sonrisa e impaciencia.
— Si te lo digo pierde el factor sorpresa — dijo con simpleza — de acuerdo, quédate aquí y no hagas trampa porque ya te conozco.
El moreno chasqueó sus dedos puesto que esas fueron sus intenciones tan pronto el ruso retiró sus manos de sus ojos, pero hizo caso de lo que este pidió. Mientras tanto, él ruso les hacía señas de mantenerse en silencio a sus amigos los cuales se encontraban frente a estos. Volkov había reservado un local por completo para que su pareja pudiese disfrutar de una buena tarde/noche con sus amigos. Por lo que estos se encontraban ahí con un pastel gigante, muchos globos, regalos y una decoración espectacular como el subdirector del FBI había pedido.
— ¿Ya puedo? — preguntó impaciente Horacio puesto que se seguía exasperando más al escuchar murmullos.
— Si — respondió el ruso y este abrió sus ojos los cuales se agrandaron con ilusión al ver todo a su alrededor y las personas presentes.
—SORPRESA — gritaron todos a la misma vez mientras lanzaban confeti hacia el moreno dejándolo sorprendido a la par que comenzaba a sonar música. Si bien sabía que su pareja tramaba algo, jamás pasó por su mente algo así de grande.
—Felicidades jefe — se acercó muy emocionada Alanna a este con una cámara para tomarle una foto ya que seguía teniendo un semblante cómico ante la sorpresa — fotón.
— Esto es... — comenzó a decir aun anonadado — es increíble — dijo ahora con euforia mientras caminaba para abrazar a los ahí presentes.
Pues además de sus agentes, ahí también se encontraba su sobrina quien con mucho sacrificio y trabajo Volkov había logrado traer por el fin de semana jurando a su cuñada que no le pasaría nada y la mantendría al tanto de todo. También se encontraban Loki y Thor los cuales habían seguido siendo muy amigos del director del FBI luego de enterarse quién era este en realidad. Y por último, pero no menos importante, también se encontraba Charlotte, la cual había mejorado mucho con su condición y había ido para poder compartir con su niño.
— No los merezco — dijo el menor con lagrimas en sus ojos mientras abrazaba a Blake y a Loki para luego mirar a todos a su alrededor.
— ¿Pero qué dices? — lo interrumpió Parker — nosotros no te merecemos a ti macho.
—Siempre haz estado para nosotros y aunque en los años anteriores no habíamos podido compartir todos junto a ti — le hablo Blake — no íbamos a permitir que esto volviera a suceder.
— Además — interrumpió Gaia — que mi madre me ha dejado quedarme contigo y el tito V todo el fin de semana, así que no digas esas cosas que hay que celebrar.
Dicho esto, tomó la mano de su tío para luego comenzar a bailar mientras que los demás se les unían y este miraba a Volkov el cual se encontraba junto con Charlotte riendo al verlo con una sonrisa. Pasaron las horas y entre los bailes, el karaoke, las risas y el alcohol, había llegado el momento de abrir los regalos. Momento en el cual todos se acomodaron para ver la reacción de este ante lo que habían conseguido cada uno para él.
— A ver, a ver — comenzó este mientras miraba los regalos sobre la mesa y pensaba cual escoger — a puesto todo lo que tengo en mi cuenta de banco que este es tuyo — dijo refiriéndose a un regalo que estaba un tanto mal envuelto mientras volteaba a ver a Volkov.
— La intención es lo que cuenta hijo — defendió Charlotte al ruso el cual la miró agradecido para luego sentarse junto a Horacio.
—¿Puedo abrirlo? — le preguntó mirando a los ojos grises que tanto amaba.
— Por supuesto solntset — respondió tratando de ocultar su emoción y nervios porque este le gustase el regalo, pero fracasando en el intento — no debes preguntarme, es tuyo.
— Dicho esto, el menor no lo pensó dos veces y quitó el envoltorio para toparse con un álbum de fotos, Horacio lo abrió para encontrarse con una imagen que lo hizo soltar una lágrima — ¿Cómo... cómo la conseguiste...?
— Sigue mirando — fue la respuesta del ruso y este prosiguió.
Mientras Horacio iba pasando las hojas, más fotos antiguas de estos dos iban apareciendo. Fotos de cuando estos eran comisario y agente en pruebas hasta sus fotos más recientes como director y subdirector del FBI.
— ¿Cómo hiciste para conseguir todas estas fotos? — le pregunto de nuevo volviendo atrás y deteniéndose en una muy peculiar.
— A ver — los interrumpió Loki — Cuenten para nosotros que no entendemos nada.
— Exacto — lo apoyo Gaia la cual estaba junto a su abuela.
— No sé cómo, pero Vik consiguió fotos del día en el que nos conocimos y de cuando era agente en pruebas del CNP y el comisario... — les dijo mostrándoles las fotos.
— Hostias... — dijo Blake — sí que ha pasado tiempo.
— ¿Ese es V? — dijo Alanna sorprendida – es que no ha cambiado casi nada.
—No le digas eso que se emociona su ego — le dijo Parker haciendo que todos rieran.
— Solo tuve que mover ciertos hilos y hablar con algunos contactos antiguos para dar con ellas — respondió el ruso a la pregunta inicial del moreno — esto es para que recuerdes siempre por todo lo que haz pasado y lo mucho que haz logrado... y que puede pasar el tiempo que sea... — dijo ahora tomando el álbum y avanzando unas cuantas páginas hasta llegar a la que quería — siempre voy a estar para ti — le dijo entregándoselo de nuevo mientras las fotos de ese 17 de julio eran apreciadas.
Horacio no pudo contenerse y dejó el álbum de lado para abrazar al ruso con todas sus fuerzas mientras que la ya no tan pequeña Gaia aprovechaba la oportunidad para tomar el álbum y comenzar a ojear las páginas junto a Charlotte y Alanna.
— Огромное спасибо, дорогая (Muchas gracias, mi amor) — le dijo el moreno en ruso a su amado solo para recibir una sonrisa por parte de este.
— tu n'as rien à me remercier, soleil (No tienes nada que agradecerme Sol) — le respondió el mayor en francés para luego darle un corto beso en sus labios.
Luego de eso Horacio continúo abriendo sus regalos y disfrutando junto con las personas mas importantes en su vida. Y es que, si bien le había costado muchísimo el poder alcanzar la paz y la estabilidad que tenía ahora en su vida, estaba agradecido por todo lo que habían hecho todos los allí presentes por él. Pero si estaba agradecido mas con alguien, siempre seria con V, después de todo, era la única persona que había permanecido constante en su vida y lo amaba por ser como era, lo amaba por ser "simplemente Horacio".
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