El Final Que Merecemos 2/4...
|10 de Septiembre del 2022|
— ¿Estas seguro de que es aquí? — le cuestiono dudoso H a Volkov el cual estaba sentado a su lado de copiloto.
— Por supuesto — respondió este sin dudarlo.
— Es que no creo que — comenzó a decir de nuevo H pero fue interrumpido.
— Hijo — lo llamo su madre desde el asiento de atrás — ¿Crees que Viktor nos habría hecho venir hasta aquí si no estuviese seguro?
— Desde luego que no mamá — respondio — es solo que ¿y si están molestos conmigo?
— ¿Qué dices? — fue ahora el ruso el que lo interrumpió — debes dejar de pensar que todo el mundo esta molesto contigo sin un motivo Horacio — le dijo mientras inconscientemente le tomaba la mano y este clavaba su mirada en él — te lo llevo diciendo durante los últimos dos meses y te lo repetí en incontables ocasiones cuando estábamos en Los Santos, no haces nada malo, nunca lo has hecho y nadie esa molesto contigo por las decisiones que has tomado, eso te lo aseguro.
Dicho esto, a Horacio se le dibujo una sonrisa en el rostro y abrazo a V. Seguido de esto volteo a ver a su adre la cual con otra sonrisa asintió y fue cuando tomo el valor que necesitaba para dar el siguiente paso.
— Está bien — soltó un suspiro — vamos, dijo mirando a V — tu espera aquí mamá, te aviso cuando puedas pasar ¿vale?
— Tranquilo mi niño — le dijo esta de manera calmada — todo estará bien, ahora deja de darle vueltas al asunto y vayan antes de que caiga la noche.
— De acuerdo — le respondio este riendo para luego bajar del vehículo junto con Volkov.
Ambos hombres caminaron en dirección a la casa que estaba frente a ellos. Era una bonita casa en medio de muchas con similar apariencia. Pero a diferencia de las demás, esta tenia colores no muy vivos. Horacio estaba a punto de tocar la puerta cuando esta se abrió dejando a la persona del interior sorprendida.
— Joder — dijo este con sorpresa en un tono bajo — si que demoraron mucho en dar señales — dijo ahora riendo, usando el mismo tono de antes.
— ¿Cómo estás? — pregunto H algo nervioso a pesar de la reacción que este había presentado.
— Estamos estamos bien — respondió este siguiendo la conversación mientras se frotaba la nuca.
— Vengan pasen — les indico este moviéndose hacia un lado para que pudiesen entrar.
— Es que no estamos solos — le respondio mirando hacia el auto donde se encontraba su madre — mi madre esta en el auto.
— Hombre pues dígale que venga, no pasa nada — le dijo haciendo que este sonriera para luego dirigirse al auto y abrirle la puerta a su madre.
— Entonces lograste encontrarlo — le dijo este a Volkov.
— Así es — Respondió asintiendo con una sonrisa para luego ofrecerle la mano a Charlotte la cual iba a subir las pequeñas escaleras que habian para llegar a la entrada de la casa.
— Mamá — hablo ahora Horacio — este es Parker, uno de los amigos de los cuales te hable que ayudo a que lográramos salir de Los Santos.
— Un placer señora — la saludo este tendiéndole la mano, acción que al igual que con Volkov, rechazo para darle un abrazo.
— Gracias por apoyar a mi hijo — le dijo esta una vez rompió el abrazo.
Luego de esto ingresaron al interior de la casa y tomaron asiento en la sala de estar. Horacio tomo asiento en medio de su madre y el ruso mientras que Parker permaneció de pie aun sin poder creer que los estuviese viendo de nuevo.
— ¿Y Alanna? — se atrevió a preguntar Horacio ya que se le hacia extraño el no verla.
- Esta descansando arriba — respondió haciendo que este se aliviara — debe despertar dentro de un rato.
— ¿Y como han estado? — preguntó ahora Volkov.
— Estamos bien afortunadamente — respondio para luego soltar una pequeña risa — aunque puede ser que se lleven una pequeña sorpresita.
Dicho esto, tanto Horacio como Viktor cruzaron miradas para luego ver como Parker les hacia una seña indicándoles que esperaran unos segundo mientras que se dirigía escaleras arriba. No paso mucho cuando se escuchaba como la pareja bajaba las escaleras y fue cuando se llevaron la sorpresa.
— ¿Monier?
— ¿Alanna?
Dijeron Volkov y Horacio respectivamente mientras se ponían de pie.
— ¿Jefe? ¿V? — dijo Alanna con los ojos cristalinos para luego acercarse a estos y abrazarlos a la par — pensé que no los volveríamos a ver han pasado muchos meses y nunca nunca se comunicaron con nosotros y temíamos lo peor...
— Ya cielo — le dijo Parker acercándose y colocando una mano en la espalda de esta — tranquilízate un poco, todo esta bien.
— Lo lamento mucho Alanna — le dijo Horacio luego de que se rompiera el abrazo
— Mi intensión nunca fue preocuparlos, a ninguno de ustedes — dijo ahora mirando también a Parker el cual solo asintió comprendiendo todo.
— No no si es que — le dijo de nuevo Monier mientras secaba sus lágrimas — sabemos sus motivos y estamos muy feliz de que todo le haya salido bien y que V los haya encontrado.
— Gracias — simplemente respondio Horacio mientras le daba otro abrazo.
Tal vez durante todo el tiempo que estuvieron trabajando juntos no les demostró lo mucho que les importaban, pero de verdad los apreciaba como parte importante de su familia, y el hecho de que estos estuviesen bien era un alivio inmenso para él.
— ¿V? — le volvió a hablar Alanna ya que este se había quedado cayado desde que la vio — ¿se encuentra bien? — le preguntó.
— Si es solo que... — comenzó a decir sin saber como expresar de manera correcta lo que pensaba — es solo que no esperaba verla.
— ¿Panzona? — dijo Parker haciendo que todos rieran — que solo tiene 6 meses de embarazo hombre, no es nada de otro mundo.
— Lose, lose — respondio soltando una risa — es solo que no estoy acostumbrado a verla de esta forma y es una verdadera sorpresa.
— Para nosotros también lo fue — dijo esta mientras miraba a Parker.
— ¿Y estas bien? ¿Cómo lo haz estado llevando? — le pregunto el ruso pues tenia entendido que esto no era nada fácil.
Horacio solo observo la escena mientras que Alanna se dirigía hacia la cocina junto con V mientras que Parker intercambiaba algunas palabras con Charlotte. Al igual que él había creado un lazo de amistad muy fuerte con Blake, sabia que Volkov lo había creado con Parker y Alanna quienes, de cierta forma, le gustaba pensar que eran como unos hijos para ellos dos. Y el ver como su eterno amor se mostraba alegre y entusiasmado por esta grata sorpresa por parte de la pareja, le hacia reflexionar sobre las decisiones que había tomado hace unos meses que lo cambiaron todo. Pues si este no hubiese actuado como lo hizo, era muy probable que este hermoso momento no hubiese ocurrido.
— Tal vez después de todo — se dijo Horacio para sí mismo — sí tome una buena decisión.
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