Karma

Tienes lo que mereces. Haces algo malo y obtienes algo malo a cambio. Un concepto tan simple de entender y a la vez tan complicado.

Y es que siempre fue así. A Ámbar Smith nunca le importó que así fuera. Ámbar ya no tenía nada que perder, si nadie la quería y ella no quería a nadie...

Pero eso había cambiado. Desde que él llegó a su vida que eso había cambiado...

No midió las consecuencias. La costumbre la llevó por el mal camino.

Y ahora él supo. Ahora él conoció a la verdadera Ámbar.

—Simón, pará...

—¿QUE QUIERES?¿QUE ME DIRÁS AHORA?¿QUE ESCENA ME ACTUARÁS?—Lloraba de rabia, me rompía el corazón verlo así, por mi culpa...

—Simón, por favor... Perdón...

—¿PERDÓN?¿CÓMO QUIERES QUE TE PERDONE SI NI SIQUIERA TE CONOZCO?

—Si lo hacés.

—No, Ámbar. No te conozco. Y para peor, la Ámbar que yo creía conocer seguramente era parte de un plan, para hacer más maldades.

—Simón, yo intenté cambiar

—¿Ah sí? ¿Y qué me dices de lo del patín?

—Yo... Me dejé influenciar.

—¿Sabes qué? Ya no te creo nada. Siquiera debería estar escuchando tus palabras, son falsas, como todo en tí.

—No... Simón...

—Ámbar, ya está, tu juego se acabó.

—Es que esto no es un juego.—Dije, y por primera vez en lo que va de la conversación me miró, me miró a los ojos.

—Lo lamento. Ya no puedo creerte.

—Simón... Por favor... Necesito que me entiendas.

—¡No!¡Tú entiéndeme a mí!¡Ya no te conozco!¡La Ámbar que yo conocía no es ésta! Esta no es la Ámbar que yo...

—¿Que vos que?

—Que yo amo.

—...Yo también te amo

—¡Eso no es cierto!¡Lo nuestro nunca fue real!

Ella lloraba, él lloraba

—Fue lo más real que me pasó en la vida

—Pues entonces despierta Ámbar. Porque yo fuí parte de tu plan. Eso también lo sé.

—...Es cierto, al principio fuiste parte de un plan... Pero... Se me fue de las manos... Me enamoré de vos, Simón. Y vos de mí

—No. Las cosas como son, Ámbar. Yo me enamoré de una mentira.

—Esa Ámbar sí existe.

—Esa Ámbar jamás hubiera roto un patín, ni me hubiera ocultado algo como el incendio de la pista.

—Tenía miedo, Simón. Apenas me quiero a mí misma, la idea de que alguien más me quiera me asustó demasiado... No quería perderte

—Pues lo lograste, te felicito.—Se fué. No había más que decir.

Cada una de sus palabras se clavaron para siempre en el corazón de la rubia. Y desde ese entonces nada fué igual. Desde ese entonces Ámbar se prometió ya no sentir nada por nadie, nunca más. Se prometió que todo iba a ser como antes. O, que todo iba a ser aún peor. Que el mundo se prepare, ahí va Ámbar Smith, y les aseguro que esta vez, no se salvará nadie...

Muy sad no si, se lo dedico a las del grupo de Twitter, ya ellas saben ahre

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top