Viktor

Cuando conocí a Viktor Nikiforov, me fue imposible apartar mi vista de él. Era una persona alegre, serena y llena de determinación. 

La primera vez que hablé con él se mostró amable conmigo, a pesar de mi nerviosismo e inseguridad, logré entablar una conversación gracias a él y su paciencia conmigo. 

Intercambiar números y seguir hablando a pesar de la distancia me hizo muy feliz. Viktor Nikiforov era también un hombre misterioso, por ello me encantaba saber cosas sobre él, me alegraba que me tuviera confianza. 

Las personas siempre solían tener una gran sonrisa cuando estaban a su alrededor, siempre con sus comentarios graciosos ante alguna situación o su semblante despreocupado ante cualquier adversidad. Sin duda alguna, era el ejemplo a seguir. No solo como patinador, si no también como persona. 

Por ello cuando, luego de una banquete, lo encontré en el jardín borracho y sollozando, no supe que hacer. Tener a Viktor Nikiforov llorando entre mis brazos era algo que nunca esperé. Sabiendo como era Viktor, pensé que sería yo quien se derrumbaría primero.

Me retiré de ahí con un Viktor a punto de quedarse dormido, había parado de llorar. Yo seguía sin saber por qué lo hacía, no había dado explicación alguna. En cuanto llegamos a la habitación de hotel donde yo me hospedaba, lo acomodé en la cama y se quedó dormido, yo me dispuse a descansar en el sillón. 

Al otro día, al despertarme, Viktor ya no estaba.

Pasó un tiempo para volver a hablarle, ya que no contestaba mis llamadas ni respondía mis mensajes. Me sorprendió el haberlo encontrado en Hasetsu. 

Hablamos un poco, pero siguió sin darme explicaciones acerca de lo ocurrido esa noche, ni el por qué de su ida al otro día. Se estableció en un de las habitaciones del hotel de mis padres y yo volví a la mía. Pero lo que me sorprendió en toda su estancia es el hecho de que nunca tocó sus patines, aun cuando yo practicaba, él nunca lo hizo. 

La temporada reanudó y con ello la noticia de que Viktor Nikiforov se retiraba del patinaje artístico. Lo primero que hice fue buscare. Fue difícil encontrarlo entre tantas personas y reporteros conmocionados por la noticia. 

Yuri Plisetsky junto a Jean-Jacques Leroy trataban de retirar a Viktor de la sala de eventos. Yakov trataba de responder a algunas de las preguntas de los reporteros, todo era un caos.

Mi entrenador me sacó de ahí en cuanto tuvo oportunidad, la prensa sabía de mi amistad con Viktor, así que empezaron a cuestionarme acerca de las decisiones de este. Pero yo no sabía nada, yo también necesitaba respuestas. 

Lo único que pude hacer en ese momento fue mandarle un mensaje.

"¿Por qué?" fue lo que le envié. 

"Ya no puedo seguir" fue todo lo que obtuve por respuesta. 

Los días pasaban y no se sabia nada acerca del patinador. Yuri y JJ habían hablado acerca de que no podían dar detalles de lo ocurrido, pero que Viktor contaba con ellos para cualquier decisión. Entonces yo hice lo mismo, cuando unos reporteros se acercaron a mi preguntándome por él, solo pude contestar que Viktor había tomado la decisión que había creído conveniente en esta situación y que contaba con mi apoyo para lo que se venía.  

Yo ni siquiera sabía cual era la situación, pero sabía que debía ser algo muy fuerte como para que Viktor dejara de hacer lo que más amaba. Ese día recibí un mensaje que decía "gracias por estar para mí, aunque yo no te haya dado explicaciones". Yo no le contesté. 

La estancia en Rusia se prolongó, debido a las distintas dinámicas de integración que la organización había programado con la finalidad de promover la competencia sana y la amistad entre los patinadores. No fue hasta la última semana en que Yuri, JJ y Otabek se acercaron a mi, diciendo algo sobre visitar San Petersburgo con intenciones turísticas. Accedí a su invitación. 

Nos la pasamos muy bien, tomamos fotos por diversos lugares y cenamos en un famoso restaurante. Llegada la noche, me condujeron a un condominio de departamentos. Entramos al lugar, me llevaron hasta el cuarto piso y tocaron una puerta. Viktor la abrió, yo estaba sorprendido, me hicieron pasar y mis demás acompañantes se retiraron de ahí. 

Me instalé en la sala de ese lugar mientras Viktor se encontraba en la cocina, Makkachin llegó ante mi y se recostó a mi lado, en el sofá. Viktor me tendió una taza de café, tomó asiento en frete de mí y no dijo nada.

Tenía tanto que preguntarle, quería saber muchas cosas, pero quería que él fuera quien me contara, quería que él quisiera decirme lo que le pasaba.

-Perdón -fue lo primero que me dijo -Te debo tantas explicaciones, pero no he tenido el valor de decirte lo que sucede. Incluso dijiste, ante todos, que apoyabas mis decisiones y que me brindabas tu apoyo, aún sin que yo te dijera una sola palabra-.

Viktor miraba el piso, tomé su mano entre las mías y le dí un suave apretón, impulsándolo a seguir. 

-Unos pocos días, después del último Grand Prix Final, me encontraba practicando para lo que sería la nueva rutina, traté de incorporar una nueva secuencia, quería innovar, Yakov me advirtió que era muy complicado lo que quería hacer pero yo no le hice caso. Practiqué cada salto por separado -sentí las lágrimas de Viktor caer sobre mis manos y temí mucho por lo que me fuera a decir -Entonces decidí realizar la secuencia, ni siquiera se que fue lo que salió mal, cuando me dí cuenta me encontraba en el hielo con un gran dolor en mi rodilla derecha. Yakov rápidamente me llevó al hospital, sacaron placas de ambas rodilla, me inmovilizaron la pierna derecha. Nada más pasó, me dieron terapia y luego lucía como nuevo. 

Yo me levanté del sofá para tomar asiento a su lado, para ese entonces yo también lloraba en silencio. 

-El doctor me dijo que podía practicar nuevamente, pero poco a poco, así lo hice. Pero, tiempo después, cuando volví a practicar saltos sencillos, el dolor volvió. Ese día que me encontraste borracho y llorando, fue porque el doctor me había dicho que no podía practicar más, que mi rodilla tenía un esguince y que la única solución era una operación. 

Dejó de hablar debido a los sollozos, yo me abracé a él. No podía creer lo que había ocurrido, no quería creerlo. Pasó un tiempo para que pudiera calmarse, seguía sin verme, yo también intenté calmarme. 

-Al otro día, cuando desperté en tu habitación, huí de ahí porque no quería que supieras lo que había pasado, no quería preocuparte, no a ti. Pero era inevitable el que no lo supieras. Fui a Hasetsu porque pensaba decírtelo, pero no tuve el valor de hacerlo, verte practicar felizmente me hacía pensar en que no merecías que te arrebatara esa felicidad al contarte mi condición -supe que había terminado de hablar cuando pasó un tiempo y ya no dijo más, era el momento de decir algo.

-Eres un idiota -fue lo único que salió de mi boca, él volteó a verme -No querías preocuparme por tu condición, pero estaba más preocupado al no saber nada. No sabes por lo que he pasado en estos días, tratando de que alguien me explicara la situación. Pensando que no era lo suficientemente cercano a ti para que confiaras en mí y me contaras lo que te pasaba. Sintiéndome impotente por no poder ayudarte, saber que tú estabas al pendiente de mi con cada mensaje que recibía pero yo sin saber nada de ti. Pensando que no era importante para ti -me encontraba gritando todo lo que había callado todos estos días. 

-Claro que eres importante para mí -contestó Viktor de la misma manera -Eres tan importante para mi que no quería preocuparte, no quería que me vieras de esta forma. Conociéndote sabía que llorarías en cuanto te contara, así que no quise hacerlo, no podía verte llorar y menos por mi culpa-. 

-Sé que hubiera llorado -me abracé a él y me correspondió, presionándome contra su cuerpo -Pero hubiera estado ahí para ti, no te hubiera dejado sólo. Quiero ser tu apoyo, quiero que confíes en mi, que me digas lo que sucede, quiero estar aquí contigo para que juntos afrontemos esto y salgamos adelante. ¿Sabes por qué? Porque Te Amo-.

Viktor me abrazó más fuerte y sentí como volvía a llorar. 

-Yo también Te Amo, Yuuri, Te Amo tanto -me dijo para luego separarme de mi y besarme. 

Esa noche me explicó todo, desde lo que había dicho el doctor hasta los preparativos para la operación, me dijo todo lo que había empezado a sentir por mí luego de conocerlo y yo también lo hice.

Decidí no competir este año, para poder estar a su lado, en la operación, en las rehabilitaciones, en todo. Al principio se negó, pero sabía que iba a necesitar a alguien que estuviera con él y ese alguien sería yo.

Porque le demostraría lo mucho que lo amaba cuidando de él, apoyándolo en todo y ayudándolo a salir adelante.

Espero que les haya gustado. Me dolió un poco escribir esto, pero la idea me surgió de repente y tenia que desarrollarla.

La segunda parte de ¿Por qué? Aún está en proceso y espero tenerla terminada pronto

Lamento la demora, pero primeramente la computadora tuvo un fallo, que afortunadamente pudieron reparar. Y luego mis padres contrajeron matrimonio, así que estuve muy ocupada con los últimos preparativos y la fiesta, fue todo un caos pero estoy muy feliz que al fin contrajeron nupcias.

Gracias por leer. Me gustaría leer sus comentarios acerca de este OS para saber si les gusta. No se me da bien poner a los personajes en malas situaciones así que quiero saber si lo hice bien.

Sin mas que decir, nos leemos pronto. 💖

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top