Capítulo especialmente dedicado a mi querida leackermann, espero que te guste.

En las Arenas Calientes habían miles de fiestas, pues Kalim adoraba esas cosas, yo mientras tanto me queda a su lado mirando con sumo aburrimiento el lugar, las personas se veían felices, estaba claro.

¿Quien no estaría feliz si Kalim siempre estaba regalando comida y días festivos? Era muy ingenuo, los veía como amigos cuando solo eran unos aprovechados...

Como siempre, habían bailarinas que hacían el lugar más "alegre", pero no era algo de mi interés, solo esperaba a que acabará el día para poder descansar.

Pero todo cambio cuando ví a una bailarina, no sólo yo, todos los demás la miraban, su manera de bailar era distinta, se movía con un increíble sentimiento al ritmo de la canción, como si estuviera tratando de dar un mensaje con el continuo y suave movimiento de su esbelta figura, mis ojos estaban muy abiertos por la impresión de tan magnífica escena.

Era una chica blanca como un papel, con un cabello negro que llegaba a sus muslos, vestida de un rojo intenso y perfectamente maquillada, con unos ojos amarillos como el oro, que cautivaba a todos con su baile.

Las demás bailarinas quedaban opacadas por su brillo, por lo menos ante mis ojos, cuando el baile acabo sonrei y me puse de pie para unirme a los aplausos de los presentes.

Las chicas se sumaron a la fiesta, ya que siempre era así, me quedé estático, quería acercarme, pero debía cuidar a Kalim, pero el me tocó el hombre y me sonrio cómplice.

—Se llama Lea, yo estare con mis hermanos.

Le mire sorprendido, Kalim no era tan inocente como yo pensaba, asenti agradecido y camine con tranquilidad hacia donde estaba ella.

Su mirada dorada era increíblemente seductora, haciéndome sonreír con una ligera pizca de timidez, pero se acercó sonriendo.

—¿Jamil Viper?

Me dio su mano y la mire impactado, no esperaba que me conociera pues nunca la había visto, pero tome su mano y la bese.

—El mismo, encantado de conocerla Lea.

Ella sonrio, su sonrisa podía dejar ciego a cualquiera, era perfecta.

—Nunca te había visto por aquí.

—Soy nueva en esto, pero es un honor poder bailar para el gran Kalim.

—Su espectáculo fue brillante, es un honor para mi poder haber disfrutado de esta pieza.

Sonrei levemente, ya que podíamos conversar de manera perfecta, teníamos mucho en común, ya que hablamos mucho pude saber que su magia única se basaba en la arena, le explique de mi, aunque increíblemente no fue necesario hablar de mi, ella sabía mucho, no pregunte, pero si la volvía a ver tendría la oportunidad de saber.

Esa noche fue grandiosa,ya que la chica fue bastante madura pero a la vez adorable y encantadora al hablarme.

Me sentía realmente feliz,aunque tuvimos que despedirnos al acabar la fiesta, me dijo que volvería pronto, todos sabian que Kalim las volvería a invitar, así que estaba claro que nos volveríamos a ver.

Y efectivamente fue así, tuve el placer de verla de nuevo unos 5 días después, si aún no superaba la hermosura de su persona hoy menos, cuando llegó con ese traje negro esta vez,algo corto, dejando ver su perfecto abdomen y algo de sus finos muslos, el contoneo de sus caderas era adictivo, por lo menos para mi, que mis ojos estaban clavados en su pequeña cintura.

No pude expresarme bien ese día con ella, ya que la imagen de su cuerpo bailando con suavidad me había provocado problemas que tuve que saciar a solas.

Pero Kalim fiestaba,ella seguía bailando y yo quedaba ahí, perdido en ella, teniendo que lidiar con pensamientos amorosos y momentos de pasión conmigo mismo, pues no me atrevía a decirle lo mucho que me gustaba.

Hasta que una buena noche, antes de acostarme, complaciendo el capricho de Kalim de que le arropara un poco con más mantas el me miro sonriendo.

—Lea te hace diferente.

—No se de que hablas.

Kalim se reia desde su cama,se sento para mirarme.

—Estas enamorado, no puedes mentirme.

Suspire y le mire molesto.

—Si, lo se, eres astuto,pensé que eras más inocente.

Sonrio.

—No lo digas como si lo hubiera hecho a propósito, todos hablan de que Jamil es más amable desde que conoció a esa bailarina. ¿Por qué no le dices lo que sientes?

Suspire, negué y le tape con las otras mantas.

—Claro que no, no tengo tiempo para una relación.

—¡Si lo tienes, yo te ayudaré a conseguir más tiempo!

¿Acaso Kalim quería ser un ángel? ¿Por qué seguía siendo tan amable? Le mire neutral, pero asenti.

—Tal vez se lo diga.

—¡Bien! Estoy seguro de que ella también te quiere.

—¿Cómo estas tan seguro?

—Pues, me lo dijeron sus amigas.

Le mire sorprendido, no esperaba eso, pero al menos tenía algo de esperanzas.

Kalim hizo otra fiesta al otro día, le mire mal. ¿Lo había hecho a propósito? Su sonrisa malvada me lo confirmó, el de nuevo se quedó hablando con los invitados, pero el baile de esa noche también fue genial, esta vez vestía de azul oscuro, se veía demasiado hermosa, sonreía embobado y ella tenía casualmente su vista en mi, todo el tiempo, esta vez en vez de mirar su cuerpo y movimientos me quedé mirando sus ojos, persiguendolos como si mi vida dependiera de ello.

Cuando el baile acabó me puse muy nervioso, ya que Kalim me hizo señas para que le dijera.

Lea se acercaba con su caminar elegante hacia mi, tensandome un poco.

—Hola Jamil.

Sonrei nervioso.

—Hola Lea, tu baile fue el mejor, como siempre.

—Gracias.¿Cómo has estado?

Le mire embobado, estaba bien gracias a que ella estaba ahí.

—Estoy bien, muy bien.

Como siempre hablamos bastante, Kalim me miraba de vez en cuando, haciendo que me ponga más tenso, pero luego de unas horas pensándolo en lo que conversabamos me armé de valor para hablar.

—¿Lea, puedo preguntarte algo?

—Claro que si.

Sonreía de manera radiante como siempre, contagiandome de su alegría.

—¿Tienes... Te... Te gusta alguien?

Me tomó mucho pensarlo, pero ella dejó de sonreír para mirarme sorprendida.

—Si, me gusta alguien.

—Vaya, yo, pues... Solo pregunte porque...

¡¿No podía hablar, que me pasaba!? Estaba mirando molesto al suelo por no saber expresarme, pero levante la vista rápido cuando ella habló.

—¿Te gusto?

Le mire algo temeroso, mis ojos estaban muy abiertos y mi boca entreabierta, no salían las palabras, pero respire hondo y volví a mirarla.

—Si, me gustas mucho, desde la primera vez que te vi.

Me quedé mirando a la Luna desde el balcón de el enorme edificio, pues estaba realmente tenso y nervioso.

—También me gustas, mucho.

Le mire impresionado,Kalim tenía razón al saber sus sentimientos, sonrei aliviado y tome su mano para besarla.

—¿Entonces, me concedes el honor de ser mi novia?

—Se que tu vida es muy ocupada como asistente y amigo de su majestad, pero entiendo eso, siéntete libre de dedicarte a mi cuando quieras, no te sientas obligado a verme todos los días ¿si?

Asenti sonriendo, pero Kalim de acercó sonriendo.

—Lea, dejame decirte algo.

Mire a Kalim de manera sería. ¿Ahora que planes tenía?

—Tienes la oportunidad de quedarte a vivir en el palacio, puedes ser una de las bailarinas mías, aunque entre los tres, seguiras trabajando como siempre, solo que compartiras tu vida con Jamil.

—Kalim, eso no es necesario, yo—Me interrumpió.

—Yo quiero que sea así.

Sonrio amable y junto nuestras manos.

—Así que, no es nada.

Suspire cerrando los ojos.

—Gracias Kalim, eres muy amable.

Negó riendo y se despidió de nosotros, para darnos tiempo, ella miro nuestras manos y sonrio.

—Kalim es genial.

Asenti, pero miraba sus labios, no sabía si ella quería que la besaría pero yo si quería.

—Si, es muy amable.¿Quieres que te muestre nuestra habitación?

Lea se reia levemente pero asintió, así que salimos del enorme salón de fiestas para caminar de la mano hasta mi cuarto, mostrándole la amplia habitación que me correspondía.

—Me gusta mucho este lugar.

Sonrio y me abrazo, haciendo que me sonrojada un poco, acaricie sus cabellos y me acerque.

—¿Puedo?

Asintió de manera serena y cerro los ojos, entendí en ese momento la señal y sin dudar un segundo la besé, deleitandome con la suavidad de sus labios, ese sería el inicio de mi verdadera felicidad.