Heaven- Sahyo
—¡Sana! —Chaeyoung llama su atención, su pecho sube y baja con respiraciones alteradas —¿Qué te pasa? No debes decirle eso a Nayeon.
La mencionada parpadea un poco y mira a los lados, intenta hacer una recopilación de lo que acaba de pasar.
"—Otra vez, hubo muchos errores —dice la directora de coreografía."
Llevan al menos tres horas en la sala de práctica y aún hay errores, Sana está muy cansada.
"—¡Nayeon! Para de una vez, por tu culpa vamos a empezar otra vez"
Sana mira hacía donde está la mayor, algo apenada por la manera en la que se dirigió a ella antes, se acerca lentamente bajo la mirada de 7 pares de ojos, por qué Nayeon no la mira.
—Unnie, lo siento mucho. El cansancio me llegó a la cabeza y me desquite contigo —. Sana muerde sus labios con nerviosismo, esperando a que la mayor la mire.
Cuando lo hace y ve una sonrisa en su rostro, sabe que todo estará bien. —Sana-yah, te perdono pero entonces deberías descansar si estás cansada. Todas estamos agotadas pero no está bien que saltemos al cuello de las otras.
Jihyo, quien ha estado observando todo desde los sillones de la sala entrecierra los ojos, puede observar como Sana mueve su cabeza de un lado a otro en busca de liberar la tensión. —Por hoy nos vamos todas a casa, bailamos mucho y algunas tuvieron horarios individuales más temprano.
La palabra de Jihyo hace que todos se vean felices, a excepción del staff sin embargo nadie se atreve a decir una palabra. Las chicas toman sus cosas y una a una van saliendo de la sala.
—Sana, yo voy contigo — la japonesa para por un segundo, para ver si es verdad lo que escucho —, no es pregunta.
Ante la voz firme de Jihyo, Sana sabe que se viene un regaño. En camino a su departamento, Jihyo no habla sobre nada, con sus audífonos y la música cierra los ojos hasta que un movimiento en su brazo la despierta y sabe que han llegado.
—¿Quieres algo? —la pregunta de Sana esconde nerviosismo, Jihyo observa con ojos atentos la sala. Desde que Sana se mudo, no había conocido su nueva casa.
—No, gracias. Quedo muy linda la decoración, veo que escogiste las cortinas grises.
—Je, sí. Jeongyeon puede ser muy persuasiva, sé que tú y Momo dijeron que las blancas pero bueno.
Hay un silencio después de eso, Sana se encuentra de pie aún estando en su casa. Es curioso porqué Jihyo está sentada como si fuera dueña del lugar. Sana no sabe que hacer, tener a su líder en su espacio no es algo nuevo. Todas las miembros son sumamente cercanas y pueden confiarse cosas que antes no podían decir en voz alta.
Jihyo observa algunas fotos en el lugar de Sana, le tiene envidia. Ella no puede mantener muchas cosas pues al grabar I Live Alone puede revelar alguna personal. Sana la observa desde donde está, la respiración tranquila de Jihyo hace que se ponga de nervios.
¿Por qué no dice nada?
—¡Jihyo! Me está matando la intriga ¿qué necesitas? —Sana explota después de intentar contenerse.
—¿No puedo visitar a una amiga mía? —Jihyo suele responder a preguntas con más preguntas. Que para variar son bien formuladas y te deja callada —Solo estoy preocupada por ti.
Sana suspira y por fin camina y se sienta a un costado de Jihyo.
—Estoy bien, Jihyo-yah.
—No me mientas, Sana. Apenas estamos empezando con la coreografía y parece que ya estás cansada. Puedes decirmelo, lo sabes.
Sana mira hacía el lado contrario de donde está Jihyo, no quiere verla. Ella sabe que puede decirle. Unos dedos cálidos hacen que gire su cabeza y se encuentre con los orbes grandes y cafés de su líder.
Jihyo la está sosteniendo.
La mira esperando una respuesta.
—Solo estoy estresada. Entre Dive y el segundo álbum mío y de las chicas simplemente estoy cansada — escucha a Jihyo decir un "mmhm" —, sé que no debí hablarle así a Nayeon y sé que no debo hacerlo con ninguna de ustedes... solo creo que explote un poco.
—¿Así que estrés, eh?
—Sí, un poco. No he podido dormir bien y —Jihyo se pone de pie y quita la sudadera que cubre la camisa y los leggins que trae puesto —¿Unnie?
—¿Sabes Sana? Yo sé lo duro que es, hay muy poco tiempo libre cuando no estamos preparándonos con un nuevo álbum. Creeme que yo sé lo difícil que es vivir así.
Habla mientras se pone de rodillas en el sillón, Sana la mira con curiosidad y cuando gatea por detrás de ella y pone esos dedos cálidos en sus hombros; los vellos de la nuca se le erizan.
—Has trabajado muy duro, no es bueno para el corazón —cuando hace presión sobre sus hombros y mueve sus dedos despacio Sana cierra los ojos —Necesitamos quitar el estrés, Sana-yah —susurra cerca de su oído y aunque Sana no puede sentir sus labios si puede sentir su aliento.
Jihyo continua así por unos minutos, intentando que Sana relaje sus músculos de una buena vez. Siendo una buena líder, quita la propia sudadera de su compañera y ahora masajea sobre una camisa gris.
Es de Momo.
Aguanta un poco la risa, es común ver que todas roban ropa. Incluso ella lo hace, pero en su mente quiere que Sana pasee por ahí con alguno de sus pantalones o tal vez que robe alguna de sus gorras y la use.
Se vería tan tierna. Es lo que piensa y en un apretón certero, Sana deja salir un quejido de placer.
—Eso se siente bien.
—Mmmm ¿ahora más relajada? —Jihyo dice, otra vez cerca de su oído —¿Esta camisa no es de Momo?
—Sí.
Sana no puede respirar, su piel se encuentra erizada desde hace varios minutos y lo único que quiere es que Jihyo se vaya o...
—Mmmkay.
Pronto, deja de sentir sus manos en su espalda, parpadea con confusión... mejor que no se vaya, mejor que regrese sus manos a ella.
—¿Por qué te detienes?
Jihyo sabe que no debería tener estos sentimientos, menos sobre otra integrante que toma ropa prestada de su mejor amiga. —Se ve bien esa camisa.
Sana mira la dichosa camisa y después observa a Jihyo, su mandíbula se encuentra un poco apretada y la mira fijamente. —¿Qué tiene?
De pronto, su líder la sorprende de nuevo. Trepa sobre ella y hace que su cabeza toque el reposabrazos. Está muy muy cerca. —¿Sabes Sana?
Es la segunda vez que pregunta eso en menos de veinte minutos y la japonesa se está volviendo loca. Su corazón late rápido y fuerte. Ella siempre fue coqueta, demasiado pero nunca ningún miembro se había comportado de está manera, tan intimidante y estando a solas.
—¿Qué? —el aliento de Sana es caliente y roza la barbilla de Jihyo, quien suspira audiblemente.
—Te quiero solo para mi —Jihyo cierra los ojos —sé que no debo de decir estás cosas, ¿pero cómo me puedo contener?
La mente de Sana hace corto circuito, hace no mucho la mujer encima de ella (parcialmente) la creía heterosexual.
Ella misma se creía heterosexual ¿pero por qué los labios de Jihyo parecen tan apetecibles? ¿por qué extraña sus dedos haciendo estragos en su piel?
¿Por qué quiere que Jihyo deje de sostenerse en sus brazos y baje completamente sobre ella?
Jihyo parece entrar en razón pues se aleja de ella lo más rápido que puede, toma su sudadera y camina a la puerta con pasos grandes y apresurados. —¡Jihyo!
Sana se levanta y casi tropieza con la bolsa que traía con ella. Antes de que Jihyo pueda abrir la puerta, es sostenida por el brazo pues Sana la jala y hace que deje su propia bolsa a un lado de los zapatos.
—¿Por qué te vas? —Jihyo observa los ojos de Sana, se han vuelto seductores parecido a cuando está en el escenario, pero está vez no es un performance. Está vez es con toda la intención de seducir a Jihyo —Ha pasado tanto tiempo desde que yo... tu sabes.
—Yo también, me estoy volviendo loca.
—Acompáñame a mi cuarto. —Sana no pregunta, declara y con pasos apresurados guía a Jihyo a la habitación principal.
Jihyo no tiene tiempo de admirar la habitación pues Sana la empuja contra la cama —Me gusto el masaje —Sana dice mientras pasa sus manos por los hombros de la coreana, lo hace con delicadeza y sonríe cuando los vellos de la piel se erizan.
—¿No nos vamos a arrepentir? —pregunta Jihyo con algo de temor en su voz.
Sana se acerca a su cara y a milímetros de los labios ajenos dice: —Vamos a quitarnos el estrés, Jihyo.
Cuando su nombre sale de la boca ajena, los labios colapsan en cuestión de segundos. Jihyo aprieta los ojos y gime cuando Sana mete su lengua, hurgando y buscando puntos sensibles. Aprieta sus manos en la camisa de Sana y responde con fervor, con emoción y espera que pronto se pueda sentir en el cielo.
—Deja que lo haga primero —Jihyo pide, ella comenzó esto pero cuando Sana toma sus manos y las pone sobre su cabeza, sabe que ha perdido.
—Ah, ah. Tu te vas a quedar quieta y hasta que yo lo desee, tu me vas a devolver el favor. ¿Sí?
Sana comienza a repartir besos por su cuello, hace que Jihyo se levante por un momento para sacar su camisa. Pronto se encuentra con un sostén deportivo y sus senos se encuentran apretados y prisioneros de la tela.
Sana observa con atención lo que tiene frente a ella, pura belleza. Coloca sus manos sobre ellos, no aprieta y solo los sientes.
Eso es suficiente para que Jihyo apriete las piernas y se sienta vulnerada por la mirada tan lujuriosa de Sana, quien la besa de nuevo y mientras eso sucede, aprieta un poco. —¿Puedo?
Pregunta tomando un tirante del sostén. Jihyo asiente y en cuestión de diez segundos su torso se encuentra desnudo y la prenda en el suelo. A Sana se le hace agua la boca, ella sabía que su líder está bien dotada.
La ha visto casi desnuda y no es sorpresa que la invitan a pecar. No puede decidirse si está en el cielo o en el infierno. Decide que se encuentra en medio cuando Jihyo acuna la parte de atrás de su cabeza y guía su boca a un pezón duro.
Cuando lo envuelve y golpea con su lengua, Jihyo se retuerce, suspira, aprieta las sábanas, quiere gritar, quiere contarle a todo el mundo, quiere tomar un vídeo para poderlo repetir una y otra vez.
Por qué carajo, Sana lo hace tan bien.
Jala de vez en cuando y después chupa con hambre. Aprieta el otro y después regresa a su deber. El proceso se repite por unos minutos en ambos pechos y Jihyo ya no soporta la temperatura en su ropa interior.
Cuando Sana por fin se separa de sus pecho, es rápida y quita todas las prendas de la parte superior de Sana, pronto se encuentra con sus pechos también y la abraza contra ella. Gimen al sentir por fin piel con piel.
—Desnudame. —Jihyo demanda y Sana siempre ha sido una integrante que obedece.
Quita unos leggins y las bragas negras simples de Jihyo. Ella también se deshace de lo suyo y cuando abraza a Jihyo, gimen de nuevo porque se siente bien.
Se siente increíble que después de tanto tiempo por fin puedan sentir este calor. Ninguna de las dos está acostumbrada a uno femenino, sin embargo saben que pueden hacerlo.
Que quieren hacerlo.
Sana pasa sus uñas por el estomago de Jihyo, disfrutando como se contrae con cada roce. Llega a sus muslos y sin querer esperar tanto, sin querer torturar; llega a su humedad.
—Sana —dice en un susurro, abrazando la espalda ajena y cerrando los ojos cuando comienza a mover sus dedos despacio sobre su manojo de nervios.
—Estás empapada.
Jihyo sale del espacio entre el cuello y el hombro de Sana y mira sus ojos. —¿Sí? ¿Qué vas a hacer con eso?
Sana sonríe y entre un beso apasionado dice —Cogerte.
Al decir esa palabra, aumenta la velocidad en sus dedos y por un segundo, más allá de los gemidos de la menor puede escuchar el sonido de la humedad y la boca se le hace agua.
Para por un momento y baja hasta quedar entre las piernas bronceadas y muy tonificadas, Jihyo la mira con esos ojos grandes y redondos, suplicando porqué haga algo, porqué toque algo.
Cuando Sana prueba, es algo que no puede describir. No es nada parecido a algo que haya hecho antes, pero cierra los ojos y se concentra en cómo le gusta que se lo hagan a ella. Su concentración tiene frutos pues Jihyo toma su cabello y hace que se acerque aún más a ella.
Sana siente que no puede respirar, y ella puede morir así. Con Park Jihyo abierta de piernas y sus gemidos, altos y hasta afinados adornando el espacio.
Sana chupa, lame y acaricia como si su vida dependiera de ello y mientras Jihyo se retuerce en su cama acerca su mano a la entrada de la menor— ¿Lista?
Jihyo no puede hablar, asiente y pronto un dedo entra en ella sin poner resistencia. Sana desliza el segundo y espera un momento para apreciar la majestuosidad de lo que está sintiendo en este momento.
Se da cuenta que ha tardado mucho pues Jihyo baja sobre sus dedos y gime aparatosamente... quiere que le de más.
Sana contínua lamiendo y penetrando, llevando sus dedos profundo y acariciando las paredes apretadas y suaves que la envuelven. Sacude su mano y su boca con fervor y eso hace que Jihyo comience a temblar. —¡Oh Dios mio! Sana, sigue por favor, sigue.
Sana gruñe entre sus piernas, cierra los ojos y se concentra en todo lo que es la mujer que tiene ahí, en su sabor, su textura y cuando abre los ojos, desde abajo puede ver como sus pechos se mueven por buscar más fricción y como pone sus ojos en blanco.
Muerde sus labios y Jihyo acaricia el cielo con la yema de sus dedos, lo siente completamente cuando Sana sigue y no para a pesar de haber llegado una vez. Cuando sucede la segunda Sana ya está a su altura, robando besos sin aliento y ahogando gemidos.
Pequeños gemidos salen de su boca y la mayor por fin se detiene, las piernas de Jihyo tiemblan cuando sale de ella. Sana se recuesta y lleva a Jihyo a su pecho. 3
—Dios, Sana. ¿Dónde aprendiste eso?
—Te juro que no tengo respuesta, solo me deje llevar —hay una pausa y Jihyo la mira con curiosidad — bueno, también intente hacerlo como yo lo hago conmigo misma.
—¡¿Qué?! —Jihyo dice con los ojos bien abiertos.
—Ay Jihyo, ya ni hay que fingir vergüenza.
Se quedan así por un rato, platicando y bromeando sobre muchas cosas. Llega un punto donde Sana entrelaza sus piernas con las de Jihyo y hasta ese momento la coreana se da cuenta que su unnie está chorreando.
Se le corta la respiración y Sana no ha parado de hablar, parece que no se dio cuenta del roce pero Jihyo lo tiene muy presente. La observa directamente y no puede soportar las ganas de robarle un beso. Cuando lo hace, Sana se molesta.
—¡Jihyo! Estoy intentando contar el chisme de Dahyun.
La mencionada no le presta atención y roba otro beso, está vez Sana no protesta y se deja hacer. Jihyo baja por su cuello y succiona un poco, provocando un gemido de satisfacción. Siente que sus rodillas se ponen débiles y caen a los lados, abriendo paso para cualquier cosa que Jihyo quiera hacer.
Jihyo toma el poder que Sana le da y con un último beso, comienza a acariciar la humedad. Es abundante y es perfecto para darle a Sana lo que necesita.
Ella siempre se caracterizó por ser una amante romántica y pasional, pero ver a su compañera tan entregada hace que quiera algo más. Cuando la penetra, empieza lento pero con los estímulos constantes de Sana, aumenta la fuerza y velocidad.
—Ay Jihyo, así me gusta.
La japonesa arquea la espalda y se mueve al ritmo que Jihyo marca, abraza su espalda y no pierde la oportunidad de acariciar esos brazos que muchas veces la han vuelto loca. Pasan los minutos y el placer aumenta.
Sana puede sentir el sudor en la espalda de su amante y gime con fervor cuando Jihyo no para, rasguña los músculos cuando le dice:
"¿Te gusta así?"
"Tal vez deba ponerte encima de mi, así me montas"
Sana no puede con tanto, y cuando escucha que Jihyo le dice... no, le ordena que se corra, no puede detenerse. Sus paredes se aprietan y Jihyo gime con ella al sentir las paredes colapsando.
La menor toma una pierna de Sana y hace que la coloque en su hombro, no ha terminado con ella y agradece la flexibilidad de la mayor. Con unos empujes extra, Sana se viene por segunda vez.
Jihyo cae a su lado rendida y cansada, con el brazo ardiendo por el esfuerzo. —No podía perder.
La respiración de Sana es escandalosa, pero se toma una pausa para tratar de entender lo que ha dicho —¿Qué?
—Tu me diste dos, no podía dejarte con uno.
Un manotazo llega al brazo de Jihyo y Sana ríe a través de sus mejillas sonrojadas —Deja de ser tan competitiva, tonta.
Se quedan ahí, platicando una vez más. Unos minutos después, Sana saca ropa limpia para dormir y caen rendidas. Después de todo, el cansancio les pesa.
En los brazos de Jihyo, Sana sueña con las nubes blancas y esponjosas. Con el cielo azul y despejado que la coreana le ofreció.
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Buenassss nochessssss
Perdon por tener taaan abandonada mi cuenta, he tenido días muy pesados con mi trabajo y muy estresantes:( hasta me enferme y pues no pude escribir en toda la semana. La verdad es que necesito días urgentes de descanso porqué sino, siento que podría colapasar.
En fin, ¿quien emocionada por el Sahyo? Jejeje yo sé que más de alguna porque NO se me olvida lo mucho que les gusta y que muchas veces me pidieron por encuestas de instagram.
No me quería quedar con las ganas de escribir algo inspirado en el último album de Nayeon y honestamente este one shot casi es un extra de Peaches- Namo. Hasta pensé en hacer dos partes con Count it jejeje.
¿Cuál fue su canción fav del álbum?
La mía definitivamente Count it y Heaven, Count it le queda perfecto a Nayeon y siento que es un abracito a las que estamos enamoradas.
En fin, dejenme saber sus opiniones del one shot y prometo intentar escribir pronto en mis historias en emisión, úlitmamente me está costando continuar con ellas.
Besos.
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