Recuerdos de luz

Cuando Tsukishima entro a la universidad y noto que en sus clases solo estaba el; le inundo una ola de tristeza y soledad que jamas pensó sentir.
Extrañaba que Hinata o Kageyama empezaran a gritar o correr por los pasillos, a Yachi ayudándolo con la organización y apoyo emocional. Y por supuesto, tener a su lado su radiante estrella, animándolo a seguir las clases, dándole caricias escondidas en su espalda y cabello mientras el profe leía sus apuntes o esa sonrisa alegre que recibía desde temprano al salir de su casa.

Ahora que estaba en la universidad todo era diferente.
Kageyama estaba jugando profesionalmente, Hinata se había ido a Brasil y aunque Yachi y su novio estudiaban en la misma universidad, estaban en secciones muy diferentes, por lo que la única opción para verse era el horario de almuerzo. Si es que estaban libres y no tenían trabajos extra.

Por eso mismo, cuando vio una oferta de un piso departamental para estudiantes no lo pensó dos veces y se lo propuso a Tadashi, esperando que este aceptara con una sonrisa, pero lo que recibió fue una mirada desconcertada y un: "No lo se"

-No lo entiendo. Pense que me abrazaría y alegremente me iba a decir que si sin pensarlo.- Comento mientras tomaba una taza de te, esperando que Yachi lograra contestar las dudas.

-Bueno, Yamaguchi lo hubiera hecho en tercero o en primer año de la universidad, pero ahora...ha madurado mucho.-

-Eso no responde nada.-

-Perdón, perdón es solo que...pensé que tu llegarías a la respuesta solo, eres quien mas lo conoce.-

Eso era verdad, sin duda era quien mas lo conocía o al menos eso pensaba.
Últimamente Tadashi era mas sociable que en la escuela, solía hablar constantemente con Hinata e incluso estaba aprendiendo portugués y mejorando su ingles para ayudarlo, agregado a eso, a pesar de no estar ya en un club o equipo deportivo, sigue ejercitándose y en su facultad era conocido por su amabilidad, generosidad y "sonrisa deslumbrante" como escuchaba en los pasillo.
Habia cambiado, pero seguía siendo el mismo.
Seguía amando las papas fritas, ojala blandas por dentro y crujientes por fuera; al despertar le enviaba un audio dándoles los buenos días con su voz llena de sueño y al anochecer le deseaba buenas noches. Cuando podían juntarse se acomodaba junto a el y acariciaba su cabello, o le llenaba de besos el rostro, incluso le preparaba pequeños porciones de pastel de fresa para que el tuviera durante la semana.
Ah, cuando amaría poder escuchar esa voz directamente, verlo despertar a su lado y notar sus pecas brillando por el sonrojo; comer su deliciosa comida y saber que el estaría animándolo. Realmente quería vivir con el.

-De nuevo estas soñando despierto.-

Inmediatamente Kei tosió de la sorpresa, avergonzándose al mostrase tan débil ante su amiga, pero quien podría juzgarlo; su amor lo había endulzado, al menos pensando en Tadashi, porque cuando estaba frustrado y no podía ver a su novio, todos se ganaban las palabras mas amargas de su vida.

-Tiene miedo de que me aburra de el..- Comento al aire, sabiendo que esa era la verdadera respuesta en la duda de su querida estrella. Porque a pesar de que Yamaguchi había cambiado y mejorado en muchas aptitudes su baja autoestima sigue allí, latente junto a su vida y aunque Tsukishima intentara hacer algo para eliminarla, solo podría pausarla o calmarla por momentos.-Pero jamas lo haría...el fue mi primer amigo.- 

La primera persona en romper mi muralla y crear un puerta para que pueda ampliar mi circulo social.

-Debes demostrarlo. Recuerda lo que hemos aprendido en Karasuno.-Yachi hizo una pausa juntando sus manos, esperando que el rubio complete la frase.

-Vuelen.- Contesto, sintiendo como los miedos se rompían con aquella simple y poderosa palabra.

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Tsukishima espero que la temporada de exámenes acabara para poder tener una cita con Yamaguchi y así poder nuevamente proponerle vivir juntos.
Pero el tiempo no se detenía y la luna ya estaba tomando su lugar en el cielo; sin duda cuando ambos pasaban tiempo juntos un día parecía un instante.

-Tsuki.- Tadashi tomo con timidez el abrigo del nombrado y espero a que este le observara, calmado, pero con ese brillo especial.- Perdón, no fui muy amable al responder tu pregunta...sobre vivir juntos.-

-Tranquilo, solo dolió un poco.-Vio los ojos castaños temblar por preocupación.- Calma, nada grave...es solo que pensé...que tu..estarías gritado de emoción si te lo proponía.-

-Oh...bueno...es verdad, pero fue inesperado. Ademas ese día....-El castaño dudo un poco en hablar, pero sentir el cuerpo del mas alto abrazarlo le permitió continuar.- Salio todo mal...me madrugue estudiando para el examen y lo falle, el vecino no paraba de discutir, me deje el la billetera en casa  y mas encima...lo peor de todo...me volvió a dar...un ataque.-

Kei lo abrazo con mas cariño, acariciando la caballera castaña con una delicadeza única para su estrella; permitiendole que esta se ocultara en su pecho el tiempo necesario.

Yamaguchi Tadashi padecía de ansiedad crónica, lo que causaba de vez en cuando ataques incontrolables. Podían ser desde que el joven no pudiera parar de llorar junto a una necesidad de aire excesiva hasta que no poder controlarse y ser gobernado por aquellos demonios que solo llenaban su mente de oscuridad.
Desde que entraron a la universidad la situación se había agravado, causando que debes en cuando Tadashi solo se desplomara hasta recuperarse y cuando lo hacia volvía a ser el mismo chico sonriente, alegre, con la sonrisa mas bella que habías visto.

-Si vivo contigo tendrás que soportar todo eso...mi desorden, mis gritos, mis llantos. Veras la peor cara de mi.-

-No me importa...eres tu quien ha visto lo peor de mi y aun sigues aquí.- Le alzo la mirada notando aquellos ojos cristalizados.- Porque para mi...realmente eres genial.-

-Kei.- El nombrado acaricio la mejilla, trazando constelaciones imaginarias en la piel ajena.- ¿Y si cometo un error? ¿Si hago algo que realmente no quiera hacer?.-

-Buscaremos la forma de resolverlo..Ademas, realmente quiero despertar y ser lo primero que veas en las mañanas.-

-En lasa mañanas...espera...-Y aquellas mejillas y ojos cristalizados temblaron por timidez, tiñendo el rostro de un tono rojo.- Dormir, juntos...peor .porque..nosotros camas separadas y..-

-Si duermes conmigo prometo quedarme a ver esas series que tanto te gustan, ademas así sera mas fácil cuidarte si ocurre algo en la noche.-

-Odio lavar la loza-

-La lavare yo, cuando cocines.-

-No se planchar.-

-Yo tampoco, tendremos que aprender de alguna forma.-

-No quiero desconcentrarte en tus estudios.-

-Tranquilo, al verte me motivo mas en sacar un excelente.-

¿Que dirán tus padres?.-

-Ellos me ayudaron a escoger el departamento.-

-Y si...-

-Tadashi. ¿Te acuerdas cuando dije que te colaras en el campamento?.

-S...si-

-¿Por que crees que te pregunte?.-

-¿Para...pasar tiempo juntos?-

-Correcto.- Acomodo un mechón de cabello y beso suavemente los labios del castaño.- En esa época ya quería compartir mis logros contigo, pensar en tenerte lejos era molesto, pero tu siempre llamabas haciéndome sentir acompañado...pero ahora no me basta con las llamadas, quiero mas. Quiero ser egoísta y ser yo quien calme esos demonios que solo quieren cubrir tus logros, tu dulce sonrisa y esa bella mirada llena de luz....¿Tadashi?-

El rubio pregunto confundido, ya que su novio estaba en silencio observándolo, hasta incluso se pellizco el brazo, pero al soltar un grito de dolor se quedo mirando la extremidad para luego ver a Tsukishima nuevamente.

-Tsuki...eso fue tan..-

-Cállate Yamaguchi- Respondió avergonzado, mientras entrelazaba sus dedos con los contrarios.

-Perdón, Tsukki-Rio, calmando sus temores y apoyando su cabeza en el hombro contrario.-Eso, realmente no suena tan mal.-

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Vivir juntos fue el primer gran paso de su relación y aprender mas sobre el otro el siguiente. 
Aunque ambos se conocían de niños, había cosas que se mantenían en el limite de la amistad o que solo se rebelaban cuando ya estaban seguros de que esto era serio.

Al principio no fue fácil, los diferentes horarios, las diferentes actividades podían causar discusiones o malos entendidos; pero ellos siempre decidían conversar las cosas, con calma y dando sus puntos de vista para llegar a un arreglo.
Otros problemas fueron los quehaceres del hogar, ambos eran novatos en muchas cosas y tuvieron que aprender de prueba y error; logrando sobrevivir con la ayuda de sus madres y sus amigos.

Pero fuera de esos problemas, los deseos se habían cumplido.
Cada mañana se organizaban para preparar el desayuno, siempre saludable y apropiado en cantidades. Luego se arreglaban para salir, arreglando al contrario para que estuviese impecable, estudiaban, Yamaguchi iba a comprar la merienda o terminaba sus trabajos mientras Tsukishima iba a los entrenamientos; aunque en ocasiones el dueño de las mejillas estelares iba a verlo, con un bento casero y mimos que alentaban al rubio a mejorar aun mas.Cuando termina el entrenamiento, ambos regresaban al pequeño departamento para cenar, bañarse y relajarse, entre besos y caricias llenas de amor.

Y en ocasiones solo dejaban que aquellas caricias cruzaran el limite de la cordura, para disfrutar en su cama el amor del otro a través de actos piel a piel, dejando que sus cuerpos se rencontraran las veces que quisieran.

Pero en otros momentos no necesitaban mas que una mirada, un beso solitario o un abrazo para amarse y apoyarse. Como cuando el castaño sufría de sus ataques y se escondía en algún rincón del hogar, esperando que el rubio llegase, el cual al verlo no perdería el tiempo y lo abrazaba, acurrucandolo en su torso, para acariciar esas hebras suaves mientras respiraba a su lado, apretando aquella dulce pequeña mano con marcas de estrellas.
O cuando Tsukishima sufría de etapas de estrés por los exámenes o los entrenamientos y su novio le llenaba de besos por el rostro, masajeaba su espalda o dejaba libre su regazo para  que el rubio se acostara en el y recibiera las caricias en su cabello y rostro; mientras el cielo ante ellos se llenaba de estrellas.

Esos pequeños gestos eran todo para el otro, gestos que ambos quería mantener por siempre y así fue.

Poco tiempo después del regreso de Hinata, el y Yamaguchi buscaron un departamento en Miyagi, cerca de ambos trabajos para facilitar el movimiento de ambos y tuvieron la suerte de encontrar el departamento perfecto, con un pequeño balcón para algunas plantas, tres cuartos de diferente tamaño y dos baños; la sala de estar estaba junto al comedor en una vista amplia y la cocina era del tamaño perfecto para poder moverse sin problemas.
Quizás adoptarían a un gato o un cachorro pequeño, ya que había permiso, pero el tiempo diría que ocurriría.
Lo único que ambos sabían es que tendrían al otro para no volar solo por aquel cielo eterno.

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Unas manos blancas, con ligeras manchas y arrugadas volvían a pasar las hojas de aquel álbum de fotos, acariciando con cariño cada una de ellas y recordando los días que reflejaban.

Su graduación en Karasuno, la foto con los 4 amigos que tanto amaba y luego otra igual, pero con los rostros algo rojos por el llanto que ocasiono saber que se separarían.
Una foto con Yamaguchi, ambos llevaban ropa a juego. Su primera cita..

Una foto en el cumpleaños de Yachi, festejando con sus ex-compañeros del Karasuno, menos dos que no estaban libres ese día.

Una foto de Hinata y Tadashi sonrientes al reencontrarse y de fondo un Kageyama y el mismo enojados por tantos abrazos.

Una foto de celebración, otras de despedidas en el aeropuerto.

Una foto en la boda de su hermano, seguida de otra con un Tadashi rojo al recibir el ramo de flores y Tanaka moviendo a un Kei sorprendido.

Una foto de ambos al frente de su casa, con un pequeño cachorro en brazos. Sus rostros mostraban ánimos de diferentes forma, una sonrisa tintineante y una mirada calmada.

Una foto de sus vacaciones en Brasil junto a Hinata, Kageyama, Yachi y el novio de esta. La otra era cuando se encontraron con Oikawa y jugaron voley playa.

Una foto de Yamaguchi y Kei bajo un cielo estrellado, ese día habían decidido hacer algo nuevo y solo tomaron sus cosas y viajaron por Japón, encontrando una montaña para camping en donde lograron ver aquel cielo estrellado.

Una foto de Yamaguchi con cabello largo, mientras cocinaba. El había dejado dejárselo crecer al notar que al jugar con el, ambos se calmaban.

Una foto de Tadashi durmiendo a su lado, con su mano tomando las sabanas para cubrirse. La saco después de una noche secreta, por eso se notaban levemente unas marcas rojas en el cuello.

Una foto del castaño jugando con un gran perro en el patio de la casa, riendo alegre con sus mechones largos siendo guiados por el viento.

Una foto del de ojos castaños besando a su novio, mientras ambos estaban disfrutando del mar. Habían decidido celebrar su boda de plata, viajando a diferentes países con la panteologia de dinosaurios reconocida. Un premio doble para Tsuki, decía el de hebras castañas.

Una foto del pecoso, con su sonrisa amable y deslumbrante; mientras jugaba con sus sobrinos.

Una foto de los 40 años después de su graduación, con la palabra "Vuelen" en sus camisetas a juego.

-¡Abuelito Kei!- Unos niños de cabellera rubia oscura, corrieron hacia al hombre, quien cerro el libro antes de sostenerlos a ambos en un abrazo.-Vinimos a guar.-

-Tengan cuidado...que el abuelo Kei.- Un hombre joven de los mismos cabellos que los niños, suspiro antes de acercarse-Perdonelos, desde que cumplieron los 4 años no se detienen, creo que sacaron esa energía de mi abuela.-

-Si se parecen a Saeko, pero...tienes la paciencia de Tadashi...sabrás que hacer.-

-Abuelo.- Aquel hombre se acerco a Tsukishima y lo ayudo a levantarse, dándole el bastón de madera oscura, que tenia unas estrellas grabadas a lo largo.-¿Mirabas las fotos del abuelo Tadashi?.-

-Si...en esta época siempre me pongo como un tonto sentimental. Pero no llorare...ya no tengo a mi estrella para acariciar mi cabello, así que prefiero burlarme del resto...eso me calma.-

-Realmente lo extrañas...-

-Puede pasar mil vidas y seguiría extrañándolo.-

El despertar cada día con esa sonrisa y esa voz soñolienta dándoles los buenos días.
Hacer el desayuno juntos o simplemente besar el cuerpo de su novio mientras este intentaba cocinar.
Vestirse para el trabajo y sentir esas suaves manos acomodar su camiseta, corbata o chaqueta. Cuando estaba listo el hacia lo mismo con el contrario, tocando de mas para marcar aquellas estrellas en el rostro contrario.
Separarse para ir a sus trabajos, pero haciendo una vídeo llamada para almorzar con el otro de alguna manera.
Mientras Kei iba a entrenar, Yamaguchi compraba lo que faltaba en casa o jugaba con el cachorro que tenían como hijo.
Cuando había partidos, verlo entre la gente usando su camiseta y un cintillo de rana para animarlo era la imagen suficiente para dar mas del 100%.
Si su estrella sufría un ataque de ansiedad, lo envolvía en caricias, besos y palabras dulces. Si era el, quien sufría un ataque de estrés el recibía las caricias y la dulce voz cantando de su estrella.
Las noches que bailaban en el patio, debajo de aquel cielo nocturno, cuando sus pieles se amaban a pesar de la edad y claras marcas del tiempo; y terminar el día con un buenas noches tras un te amo.

Realmente extrañaba esa rutina, esa sensacion de compañía.
Porque ahora su casa se sentía vacía sin el dueño de su alma.

-¿Sabes?...Tu abuelo Tadashi al principio no quería vivir conmigo.-

-¡¿Que?! Es enserio..pero...¿Ah?-

-Abuelito Kei...podemos jugar vo..voey.- Uno de los niños mostró el balón.- Di que si...

-Dejen que su padre hable con su abuelo..yo jugare con ustedes..vamos..después se unen a nosotros.- Los niños asistieron a lo mencionado por su madre, quitándose sus abrigos y dejando ver dos pequeñas camisetas negras con los números 11 y 12; hechos a mano por su madre.

-Bueno quieres saber o te quedaras como un tonto con la boca abierta.-

-¡Abuelo!.- Y tras de eso el joven empezó a reír, esperando aquel hombre de cabellos blancos le contara como su historia se había enlazado con la vida de su alma gemela.

-Todo empezó en la universas....teníamos ya dos años juntos y quería dar un paso mas...aunque no vi su miedo...me sigo preguntando el motivo...pero tu abuelo Tadashi no veía todo lo bueno que el tenia...bueno entonces...-

Y siguió contando, dejándose llevar por los recuerdos de luz.

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------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Día 2: Domestico/compañeros de cuarto

Día 4: Timeskip/Post-canon

Decidí unirlos para de esa forma poder cumplir con los one-shots, pero prometo que el ultimo sera mas largo por eso mismo.



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