Worldwide.

Personas: Tom Holland y LunaCruz898 .

Edad: Él 24 y ella 23.

Advertencia: No.

Nota: Inspirado en la canción Worldwide (Big Time Rush) - MULTIMEDIA.
Ponerla cuando lo indique.
Nota 2: Es la primera vez que me inspiro en una canción, lo he hecho lo mejor posible.

-*-

Escucho el ruido de las ruedas girar en el suelo, a la gente hablar con los demás, las voces por megafonía y todo eso con la puerta cerrada. Al menos no soy vista, ya que me encuentro en la sala privada del aeropuerto.

Me encuentro en París grabando la segunda temporada de la serie que protagonizo, Blanco Nuclear. Llevo grabando desde hace cuatro meses y por fin tengo un descanso. Dos meses libres, no puedo estar más feliz.

Más no, pero menos sí. La felicidad se esfumó cuando hace unas horas anunciaron que mi vuelo se retrasaba cuatro horas por lo que ya no llego a Londres a la hora prevista. Nuestro plan se ha destruido.

-¡Cuatro putas horas!- exclamo enfadada.- ¡Llevo cuatro horas y media aquí!

-Tranquila, cariño- me dice Tom a través de la pantalla.

-¡¿Cómo quieres que esté tranquila?! ¡Llevábamos esperando este encuentro seis meses! ¡Eran solo unas horas pero al menos te vería!

-Luna...

-Quería verte- mi enfado se convierte en tristeza. Bajo la mirada a mis piernas.

-Y yo a ti- murmura. Escucho como suelta un suspiro pesado.- ¿Qué tal si buscamos otra fecha?- vuelvo a mirarlo mientras asiento.

-Vale.

-¿Cuántos meses vas a estar en Londres?

-Dos meses aproximadamente- respondo haciendo una mueca.- ¿Cuándo vuelves tú?

-Pues dentro de poco más de una hora estaré rumbo a Tokyo y ahí estaré una o dos semanas como mucho. Después me iré a varios lugares de Estados Unidos. Creo que ahí iré a...

-¿Cuándo, Tom?- le pregunto impaciente.

-Tres meses, puede que cuatro.

-Joder- gruño mientras me froto la cara.- Para entonces ya estaré de nuevo en París. No volveré hasta casi medio año después.

No dice nada. Ambos nos mantenemos en silencio mientras compartimos la impotencia de no poder vernos. Llevamos seis meses sin estar juntos y ahora estaremos como mínimo otros ocho más. Putos vuelos.

-¿Qué tal tu día?- pregunta cambiando de tema.

Lo observo en la pantalla. Está en el asiento de atrás de un taxi camino al aeropuerto mientras intenta infundirme ánimos con una de sus preciosas sonrisas. Se la devuelvo lo más sincera posible antes de contestar.

-Te he estado extrañando a mi lado.

-Yo también te he echado de menos- ambos sonreímos con un poco de tristeza.- Ya sabíamos que nuestro trabajo como actores iba a afectar a nuestra relación. Pero... merece la pena. Pronto estaremos juntos.

-Si por pronto te refieres a más de un año después de habernos visto la última vez, entonces sí- suelta una leve risa que me hace sonreír.

-Es duro, así que necesito que seas fuerte.

-Lo soy, y tú también- ambos nos miramos con una sincera sonrisa.

~Pasajeros del vuelo FlyingTrip número 4790 con destino Londres embarcará en 10 minutos por la puerta número 8.

-¡Aleluya! Tom debo colgar, tengo que embarcar en poco.

-Sí, y yo estoy a punto de llegar- la tristeza se apodera de ambos.- Buen vuelo.

-Igualmente- bajo la mirada entristecida.

-Ey, mírame- murmura.- Luna, mírame- obedezco.- Recuerda, voy a estar pensando en ti en todo el mundo.

-Voy a estar pensando en ti en todo el mundo- repito.

-Te amo.

-Y yo a ti.

Al colgar agarro mi mochila de mano y con la capucha de la chaqueta y unas gafas de sol (que no pintan nada en un aeropuerto) me dirijo a la puerta de embarque de mi vuelo. Enseño mi billete y me dejan pasar.

Algo bueno es que voy en primera clase. Me dejo envolver por las comodidades de esta clase y disfruto del poco tiempo que dura el vuelo. Tenía pensado dormir pero lo descarto, ya que para cuando consiga conciliar el sueño ya tendré que volver a despertarme.

Poco más de una hora después el avión aterriza y van desalojándolo poco a poco. Una vez fuera me encamino a la cinta a por mi maleta. Ahí varias fans me paran para hacerse fotos conmigo y para que firme algún que otro autógrafo.

Al ver mi maleta la agarro y me despido de dos fans antes de encaminarme a la salida. Ahí hay muchísimas personas, entre ellas paparazzis. Los flashes me ciegan y las preguntas sobre mi relación con Tom me invaden. Con ayuda de seguridad consigo llegar al coche.

Una vez dentro espero a que guarden mi maleta y al fin se pone en marcha. Una parte de mí está aliviada y tranquila porque por fin estoy en casa, pero la otra no puede evitar dominar y entristecerme. Hoy iba a pasar unas horas con Tom antes de que se tuviera que ir.

-Ya hemos llegado señorita Luna- comenta el chofer. Observo mi casa la cual consigo ver gracias a las farolas que dan algo de luz.

-Gracias, yo misma me encargo de sacar mi maleta.

-¿Segura?

-Sí, tranquilo- me desabrocho el cinturón.

-Como desee. Que tenga buenas noches- me desea.

-Igualmente.

Una vez saco la maleta el coche se vuelve a poner en marcha y desaparece en la esquina. He llegado tan tarde que ya ha oscurecido. Suelto un suspiro pesado observando la fachada.

Me encamino a la puerta principal y saco las llaves del bolsillo. Abro la puerta y entro con la maleta para después cerrar la puerta a mis espaldas. Palpó la pared en busca del interruptor de la luz hasta que doy con él. Pero al pulsarlo no se enciende.

-Genial, ya han debido saltar los plomos de nuevo- gruño.

Saco el móvil y enciendo la linterna de este. Dejo las llaves en el mueble de la entrada antes de arrastrar la maleta hasta la sala. Esta se encuentra aún más a oscuras, ya que Tom ha bajado casi hasta el final la persiana de los ventanales.

-¿Este chico quiere que me dé miedo caminar hasta por casa o que?

Voy hacia la pared de al lado donde se debería encontrar el mando pero no está. Tom lo habrá dejado por ahí, como siempre. Lo busco por todos lados hasta que lo encuentro entre los cojines del sofá. Pulso el botón para que se alce y lo dejo en la mesa auxiliar.

Saco el teléfono mientras escucho el ruido de la persiana al elevarse. Tengo un par de mensajes de Tom que me molesto en contestar y ya de paso le riño por su descontrol.

Amor❤️: Ya estoy embarcando.
Amor❤️: Cuando aterrice te aviso, haz tú lo mismo.
Amor❤️: Te amo🥰
Luna: Buen vuelo, cariño.
Luna: Ya estoy en casa, el vuelo ha estado bien.
Luna: Por cierto, hay una superficie en la pared donde se deja el mando de la persiana. Déjalo ahí que para eso sirve. Te lo he dicho mil veces.
Luna: Te amo💜

Bloqueo el teléfono y lo dejo caer en el sofá antes de llevarme las manos a la cara. Suelto un suspiro pesado para después apartar las manos.

(Pongan la canción)

Frunzo el ceño cuando escucho música. Presto atención a de dónde proviene pensando que a lo mejor es de algún vecino, pero suena demasiado cerca. Me doy la vuelta quedándome estática en el acto.

Lo observo a través de los ventanales. Camino lentamente hacia ellos y abro uno dejando así que la canción se escuche con más nitidez. Admiro cada detalle del jardín.

De las vallas altas que rodean el jardín cuelgan guirnaldas de luces. Delante de mí hay varios ramos de rosas blancas en macetas coral que forman un camino que me dirigen hasta el columpio para dos que instalamos juntos hace un año. Y ahí, él.

Los ojos se me cristalizan y no puedo evitar soltar un sollozo. Se pone de pie y extiende su brazo ofreciéndome su mano. Camino lentamente por el caminito hasta llegar a su lado. Acepto su mano y me hace sentar en el columpio.

-Antes de que preguntes que qué narices hago aquí déjame decirte lo que llevo planeando desde hace mucho- asiento entre lágrimas.- Luna, haberte conocido ha sido mi mejor casualidad; tenerte como amiga mi mayor suerte; y que fueras mi novia la mayor alegría de mi vida. Hemos vivido muchos altibajos a lo largo de nuestra relación, sobre todo este último año. Pero ambos hemos sabido sobrellevarlo y no rendirnos. Hemos sido fuertes- suelta un suspiro y yo me permito sollozar.- Antes, durante la llamada, te he dicho que pronto estaríamos juntos y henos aquí. Sé que muchas veces vamos a estar a miles de kilómetros de distancia pero eso no quiere decir que nos estemos juntos. Tú siempre estarás en mi corazón y espero estar siempre en el tuyo.

-Lo estás- aseguro a lo que sonríe ampliamente.

-Como dice nuestra canción, la cual está sonando en bucle, no quería que se saltara otra y jodiera el momento- ambos soltamos una leve risa.- Voy a estar pensando en ti en todo el mundo. Llevo pensando en ti mucho tiempo y quiero seguir haciéndolo hasta mi último aliento. Es por eso que...- se arrodilla en frente de mí y más lágrimas surgen mientras me llevo las manos a la boca.- Quiero amarte para siempre.

Saca una pequeña caja de terciopelo roja y al abrirla deja ver un anillo precioso. Este es simple pero con un diamante increíble. Es simplemente perfecto.

-Luna, ¿me harías el hombre con más suerte, alergia y amor del mundo, casándote conmigo?

-S...sí- susurro.- Sí, sí, sí- digo emocionada mientras extiendo mi mano.

Tom saca el anillo y lo coloca en mi dedo. Lo observo unos segundos en lo que él se pone de pie. Me lanzo a sus brazos los cuales me reciben al instante. Me da vueltas en el aire a lo que rio.

-Eres el amor de mi vida- murmura al separarnos.

-Y tu el mío.

Se inclina hasta juntar nuestros labios. Lo beso profundamente mientras acaricio sus mechones. En el beso nos trasmitimos todo el amor que nos tenemos. Nos separamos por falta de aire. Le doy un golpe en el brazo.

-Auch- se queja.- ¿A qué ha venido eso?

-Eso ha sido por hacerme creer que no te vería hasta dentro de muchos meses. Encima, te he visto en el taxi. ¿Qué hacías en un taxi si no te ibas?

-Pues en un principio nos íbamos a ver hoy por lo que tenía pensado hacerte creer solo que nos veríamos por unas horas pero después retrasaron tu vuelo y tuve que inventarme lo demás. Y lo del taxi, lo cogí para disimular.

-¿Ya tenías planeado esto?

-Aha. Bueno menos lo del taxi y las guirnaldas, eso ha sido cosa de que se ha retrasado tu vuelo. Estaba oscureciendo así que aproveché el viaje en taxi para comprarlas.

-Son preciosas- las observo aún rodeándolo por los hombros.

-Hay que comprar unos farolillos o algo para dar luz al jardín, me he dado cuenta de eso.

-O podemos dejar las guirnaldas. Son preciosas e iluminan mucho.

-Me aparece bien- afirma.

-Y tendríamos un recuerdo continúo de esto.

-Definitivamente se quedan- ambos sonreímos.

-¿Entonces no te vas a Tokyo?- pregunto esperanzada.

-Sí, sí que me voy- mi sonrisa se esfuma.- Pero en un mes.

-¿Un mes?- me siento emocionada.

-He pedido unas pequeñas vacaciones para celebrar el compromiso.

-¿Las has pedido por eso?- asiente.- Así que estabas seguro de que aceptaría.

-Esperaba que sí, si no las vacaciones pasarían a ser unas para superar el rechazo- comenta haciéndome reír.

-Pues te ha salido bien- ambos sonreímos.

-Te amo Luna.

-Te amo Tom- volvemos a unir nuestros labios.

Nuestra canción de fondo, el olor a rosas blanca, las luces anaranjadas de las guirnaldas y él a mi lado. Estoy en el lugar indicado, siempre lo estoy si Tom está ahí, junto a mí. Tom es mi hogar y lo será para siempre.

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