Personas: Tom Holland y ___.

Edad: Ambos 22 años.

Advertencia: No.

Nota: Ya podéis hacerme pedidos si queréis.
Nota 2: Basado en hechos reales hasta después de nombrar a Rosalia.

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-¿Pero qué coño haces?- pregunto riendo.

-Que no consigo romperlo- responde mientras clava las llaves en algo que no se logra ver.

Me encuentro con dos amigas y un amigo haciendo una videollamada. Hace dos años que me mudé a Londres y tres meses que acepté vivir con mi novio. Es agosto y llevo sin ver a mis amigos desde enero. Las videollamadas es lo que me mantiene en contacto.

Olivia y yo acabamos de entrar a la llamada y nos hemos encontrado con Aitana intentando romper algo. Yo supongo que es un condón pero la cámara no consigue captar si estoy en lo cierto.

-¿Pero se puede saber qué coño has hecho?- pregunto.

-Está intentando romper un condón- asegura Olivia.

-Que no- acota Aitana.

-Pero si lo has dicho antes.

-Eso lo he dicho yo- digo.

-Pero ella ha dicho que sí era eso.

-No, ha dicho que lo está haciendo más grande.

Joel, que había desaparecido un par de minutos para ir al baño, vuelve.

-Joel lo estoy haciendo más grande- le dice con un poco de emoción.

-Pero si no es un condón, ¿qué estás intentando romper?- pregunta Oli.

-¿Joel, qué está rompiendo?- pregunto.

-Que lo diga ella, a mí no me deja decirlo- responde.

-Dilo tú, que a mí me da vergüenza- le dice Aitana.

-Pues que de su riñonera nueva ha cogido la etiqueta y el cordel era de hilo no de plástico. Pues con eso se ha hecho un nudo en el dedo del pie y ahora no lo puede deshacer.

-Esta niña es tonta- comento mientras Oli hace una mueca extrañada.

-Ay, ay, ay. Que lo estoy consiguiendo- informa Aitana.- ¡Ya está, lo he conseguido!

-Bien- dice Joel.

Cambiamos de tema y comenzamos a divagar de uno a otro. Hablamos de todos los golpes y tropiezos de Aitana, de un problema de Joel con WhatsApp, de los dibujos de Olivia y de mi vida en Londres. Aitana, mientras hablamos, se coloca unas pinzas en los dedos.

-Mirad, parezco Rosalia- comenta esta mientras mueve los dedos delante de la cámara. Escucho la puerta principal cerrarse pero no le tomo importancia.- Duele.

-Normal- le digo con una sonrisa divertida.

-Ay, espera que pongo las luces.

-¡¿Amor?!- pregunta mi novio desde el piso de abajo.

-¡En la habitación!- grito sin apartar la mirada de la pantalla.- Aitana, pon el modo sexo.

-Eso, eso, modo sexo- secunda Joel.

-Rojo sexo.

-¿Sexo?- giro la cabeza y observo a Tom apoyado en el umbral de la puerta mirándome con una ceja alzada.

-Ya está, rojo sexo- dice Aitana.

-Sexo por la luz- le respondo a mi chico.- Ven y saluda.

-¿Está Tom?- pregunta Joel.

-Aha- asiento con la cabeza en lo que Tom se acerca y se sienta a mi lado.

Subo un poco la pantalla y me incorporo para quedar sentada a su lado, pero él con los pies en el suelo y los míos tumbados en el colchón.

-Hola- saluda mi novio.

-Hola- dicen mis tres amigos a la vez.

-¿Cómo estáis?

-Bien- responde Aitana.

-Normal- contesta Oli encogiéndose de hombros.

-Como siempre- acota Joel.

-¿Y tú?- me pregunta Tom.

-Ahora mejor- respondo inclinándome hasta capturar sus labios con los míos.

-Iugh- comentan los tres y Tom se intenta separar pero coloco la mano en su nuca evitando que se aparte.

Profundizo el beso provocando que Tom suelte un pequeño gruñido en mis labios antes de posar la mano en mi cintura y acercarme a él.

-Oye, que tenéis público- nos dice Joel por lo que nos separamos.

-Es que quiero a mi novio, que le voy a hacer. Si os molesta me voy.

-Ala, nos vas a abandonar.

-Eso de amigos antes que novios no lo cumples- habla Aitana.

-No es eso, es que... -miro a Tom y después vuelvo a ellos.- Es que quiero besar a Tom y también estar con vosotros, pero parece que no puedo hacer ambas.

-Tranqui, cariño. Me tengo que dar una ducha y, además, me toca preparar la cena. Puedes seguir hablando con ellos- me dice Tom con una amplia sonrisa.

-Bien- lo abrazo.- No te vas a librar de mis besos más tarde- susurro en su oído.

-Tampoco quiero- me devuelve el susurro.- Hasta la próxima chicos.

-Adiós- se despiden los tres.

-Cuando esté la cena lista te aviso- me explica a lo que asiento.

Lo sigo con la mirada hasta que, después de coger el pijama y ropa interior, sale de la habitación. Vuelve a entrar al segundo y se acerca a mí con rapidez. Acaricia mi mejilla mientras me besa tierna y lentamente.

-Me faltaba eso- murmura antes de darse la vuelta y volver a salir. No puedo evitar sonreír enternecida.

-Sois adorables- comenta Aitana.

-Lo amo mucho- me sincero mordiendo mi labio interior y con una leve sonrisa queriéndose asomar.