Personas: Tom Holland y ___.

Edad: Ambos 17 años.

Advertencia: No.

Nota: Sorry para las Españolas por colgarlo tan tarde😂❤️

-*-

-¿Listas?- pregunta mi padre abriendo la puerta del piso.

-Sí- responde mi madre.

-Muy bien, pues vosotras dos bajad las bolsas de mano y ___ y yo las maletas.

Genial, lo que más pesa me toca a mí.

-Vale.

Mi madre junto a mi hermana agarran las dos mochilas (de mi hermana y mía), mi cámara y los cojines que son imprescindibles que se vengan con nosotras. Con ello bajan en el primer turno del ascensor hacia el parking.

Con mi padre esperamos a que vuelva a subir el ascensor para comenzar a subir la bolsa grande, la maleta también grande y mi pequeña maleta. No me quejo de que sea pequeña, para mí es suficiente y no tengo que estar preocuparme de dividirme el espacio con otra persona.

Una vez llegamos al parking mi madre abre el maletero y ella junto a mi padre se encargan de subir el equipaje. Mientras, mi hermana y yo, nos subimos al coche con las mochilas y mi cámara.

Este viaje olía a desgracia desde el segundo uno. El coche de mi padre se ha fastidiado y vamos en el pequeño coche de mi madre al que encima no le va el aire acondicionado. No es que en Londres haga mucha calor pero últimamente el sol está pegando más de lo normal.

Mis padres se suben a la parte delantera y después de abrocharse los cinturones mi padre enciende el coche y sale del parking. Fuera se encuentra el coche de los Osterfield esperándonos. Saludo, por la ventanilla, a Hazza, quien está apoyado en la puerta de su coche.

Se adentran al coche y juntos ponemos rumbo a la costa. Cada año, desde que éramos pequeños, los Osterfield, los Holland y los Myers nos vamos un mes a unas tres casas juntas. Es algo que me hacía mucha ilusión. Sí, como leéis, hacía, en pasado.

Este es el tercer año que Tom, mi mejor amigo, no viene con nosotros. El primer año fue porque tenía que grabar y ese año tampoco vinieron el resto de su familia; el segundo año, es decir el año pasado, él se encontraba grabando unas películas que se estrenarán este año. Pero esa vez sí que vinieron los hermanos Holland. Y este año... este año tampoco viene su familia porque Tom los ha invitado al set donde están grabando y así quedarse por allí durante las vacaciones.

No digo que no me lo pase bien solo con Hazza pero hasta él admite que no es lo mismo. Siempre habíamos sido tres y ahora solo éramos dos.

Llevamos medio viaje y yo ya me he quitado la camiseta de manga corta quedando en top deportivo. Tengo calor y lo peor es que el sol da justo en mi ventanilla mientras que mi hermana se mantiene a mi lado pero con plena sombra.

Ahora mismo lo único que quiero es llegar, adentrarme a mi habitación, lanzarme a la cama y no salir hasta que Hazza venga a por mí para ir a la piscina. Pero el viaje se me está haciendo eterno.

Cuando mi móvil se enciende lo cojo para ver si es Twitter, Instagram o WhatsApp. Es de esta última y es un mensaje de Tom. Debo decir que aunque lleva tres años sin venir, sí que lo hemos visto pero mucho menos que antes. Creo que hace ocho me... a no porque en navidad yo me fui a ver a mi familia materna.

Espera que pienso. Entre los meses que no estuvo y en verano tampoco. Pero sí la otra navidad entonces... Hazza lleva ocho meses sin verlo y yo un año y ocho meses. Pero aun así mantenemos el contacto y hacemos videollamada los tres varias veces al mes.

Tom🎬💙: Disfruta de las vacaciones, aunque yo no esté.
___: No es lo mismo.
Tom🎬💙: Deja de pensar en mí y diviértete😉
___: Lo intentaré pero no prometo nada😅
Tom🎬💙: Jajjaj😂
Tom🎬💙: Nos vemos😘
___: Adiós🥰

"Nos vemos". Ojalá Tom, ojalá. Pero según lo que dijo en la última videollamada no volvería hasta diciembre o, con suerte, noviembre. Sea como sea es dentro de varios meses.

-Hemos llegado- anuncia mi padre frenando delante de las casas que tanto me conozco.

Agarro mi mochila y me cuelgo del hombro la correa de la funda de la cámara antes de salir del coche. Mi hermana está ayudando a mis padres a bajar las maletas por lo que decido ir junto con Hazza.

-Enana- me saluda.

-Hazzito.

-¿Qué haces en sujetador?- pregunta con el ceño fruncido.

-Es un top deportivo- le corrijo.- Y hemos venido con el coche de mi madre si te das cuenta- señalo este.- No hay aire dentro y tenía calor.

-Es Inglaterra, ¿cómo puedes tener calor?

-Pues teniéndolo- me encojo de hombros.

-Tu maleta- dice mi hermana mientras posiciona esta en mi lado.

-Gracias- le agradezco antes de que desaparezca.

Vemos como ambas familias se juntan para hablar. Nuestras hermanas, de diez años ambas, hablan sobre lo que sea que hablen las niñas de esa edad. No les estoy prestando atención la verdad.

-¿Disfrutaremos?- me extiende su puño.

-Disfrutaremos- afirmo chocando puños.

-Vamos chicos- nos grita mi padre.

-En unos minutos voy por ti- me avisa Hazza antes de irse la casa que le corresponde a los Osterfield.

Me encamino hacia mi familia y con ella nos adentramos a nuestra casa. Sin prestar atención a lo que mis padres están haciendo o mi hermana está hablando subo las escaleras y me dirijo a mi habitación. Cierro una vez dentro y dejo la maleta al lado del armario.

La abro en el suelo para sacar únicamente el biquini. Me despojo de la ropa que llevo puesta y me pongo el traje de baño para después colocarme solo el short. Cojo mi móvil y los auriculares inalámbricos antes de volver a salir.

-¡___, Hazza viene por ti!- grita mi madre mientras estoy bajando las escaleras.

-Lo sé, mamá. Cada año hace lo mismo no hace falta que avises.

-Si vas a estar así todo el mes no haber venido.

-Ni que me hubierais dejado quedarme- rechisto.- Vamos, Hazza.

Antes de poder seguir con la conversación agarro a mi amigo del brazo y lo arrastro por la puerta trasera donde se encuentra la piscina. Ahí están nuestras hermanas con los pies dentro del agua.

-¿Qué haces?- me pregunta cuando me ve recostarme en la hamaca después de quitarme el short.

-¿Qué crees que hago?

-¿Te vas a poner a tomar el sol? Yo quiero ir al agua.

-Pues ves- me encojo de hombros.

-Eres lo peor- sonrío con diversión viendo como se tumba en la hamaca de al lado.

Nos ponemos a hablar y a organizar algún que otro plan que haremos durante este mes. A los pocos minutos las niñas han desaparecido y nosotros nos mantenemos callados. Aprecio el silencio y la pequeña brisa que acaricia mi piel.

Me doy la vuelta quedando bocabajo y apoyo la mejilla izquierda quedando de cara a Hazza. Este está con las gafas de sol puestas y los brazos tras la cabeza. Cierro los ojos y disfruto de la calma.

-Voy al baño- informa mientras escucho como se pone de pie y después sus pasos alejándose.

Suspiro hondamente e intento disfrutar del máximo calor posible que se puede tener en la costa del Inglaterra. Aunque no es mucho se agradece.

-Quién fuera biquini- comenta a mis espaldas.

-Ja, muy gracioso, Tom- digo sin moverme. Hasta que me doy cuenta de lo que acabo de decir.- ¡¿Tom?!

Al girar rápidamente la cabeza lo veo. Esta de pie al lado mío y me observa con una amplia sonrisa.

-¡Tom!

Me pongo de pie velozmente y me lanzo a sus brazos. Me aprieta contra su pecho mientras gira dando vueltas. No puedo evitar reír y abrazarlo aún más fuerte. Cuando se frena hundo el rostro en su cuello sin querer dejar de abrazarlo.

-Veo que me has echado de menos- murmura cerca de mi oído.

-Muchísimo.

-Y yo a ti, preciosa- dice mientras se separa.

Al fondo veo a Hazza apoyado en la pared de su casa. Nos observa con una amplia sonrisa y me guiña el ojo en cuanto se da cuenta de que lo estoy mirando.

-¿Lo sabías?- le pregunto desde la distancia.

-Puede- se encoge de hombros caminando hacia nosotros.

-¿Por qué no me lo has dicho?- le doy un golpe en el brazo.

-Auch- se frota.- Porque Tom no me ha dejado.

-Tom, ya has llegado- comenta mi padre saliendo de la casa junto a mi madre.

-¿Vosotros también lo sabíais?- pregunto asombrada.

-Lo sabían todos menos tú. Hasta Ally y Charlotte lo sabían.

-Tom nos obligó a no decírtelo- explica mi madre.

Dirijo mi mirada al nombrado y lo observo con una mirada asesina. Como se le ocurre decírselo a todo el mundo y a mí no.

-Eres el peor mejor amigo del mundo.

-Pero me quieres- se excusa con una sonrisa. Mi estómago se remueve.

Trago saliva con dificultad antes de bajar la mirada. Los demás, que han notado mi comportamiento durante años, se dan cuenta de lo que me ha provocado su comentario.

Capto de reojo como mis padres se vuelven a adentrar a la casa y como Hazza camina hacia atrás hasta desaparecer en el interior de la suya.

-¿Pasa algo?- pregunta con el ceño fruncido después de ver como todos han desaparecido.

Va, __. Díselo, díselo. Tú puedes. Como siempre lo has imaginado. Confiésate, llevas más de dos años colada por él. Pero...

-Que te he echado mucho de menos- contesto con una leve sonrisa.

Vuelve a rodearme con sus brazos por mi cintura desnuda y yo paso los míos por sus hombros. Hundo el rostro en su cuello, de nuevo, y suelto un suspiro pesado.

...pero es mi mejor amigo y no es correspondido. No quiero que una cosa fastidie la otra. No quiero que mi enamoramiento joda nuestra mejor amistad.

-Te quiero, preciosa- susurra.

-Y yo a ti, Tommy- susurro de vuelta.