Sufrirá en silencio.
Personas: Tom Holland y ___.
Edad: Ambos 17 años.
Advertencia: Segunda parte de Vacaciones de familias. / No.
-*-
-¡A comer!- nos grita Nikki.
Todos los hijos nos encontramos en la zona de la piscina. Los gemelos tomando el sol en las hamacas; Paddy, Charlotte y Aly están en la parte menos honda de la piscina; y Hazza, Tom y yo estamos en lo hondo pero no dentro, sino sentado en el borde con los pies en el agua.
Los pequeños salen del agua y son envueltos en la toalla. Harry y Sam no tardan en sentarse en la mesa, al igual que Hazza quien se levanta con rapidez. Paddy y las chicas se sientan en su lugar aún con las toallas.
-¿Vamos?- me pregunta Tom, quien ya se ha levantado y me tiende una mano.
Observo la radiante sonrisa que me está dedicando y no puedo evitar sonreír de vuelta. Acepto su mano y saco los pies del agua para ponerme de pie. Pasa su brazo por mi hombro acercándome a él y caminamos hasta llegar a la gran mesa.
Cada uno se siente en el mismo sitio de siempre. Han pasado dos semanas desde que estamos aquí y todo ha ido de maravilla. Había extrañado tanto volver estar así con nuestras familias, pero sobre todo con Hazza y Tom, nosotros tres juntos.
Nikki
——
Jenna | | Phill
Chris | | Brian
Dom | | Sam
Tom | | Harry
___ | | Hazza
Aly | | Charlotte
——
Paddy
Hay tres tipos de lasaña para comer: de carne, de verdura y de setas. Yo me sirvo de la de carne, ya que no me gustan las setas y no soy muy fanática de las verduras. En cambio Hazza se pilla un trozo grande de la de setas y Tom de la de verduras.
Los padres comienzan a hablar entre ellos. Los pequeños igual y nosotros tres junto con los gemelos nos ponemos a hablar. Los primeros días sobre todo predominaba el tema de Tom y las grabaciones. Pero ahora se habla de todo en general.
-Ojalá hubiese estado para verlo- comenta Tom soltando una risa.
-Tendrías que haberle visto la cara- asegura Sam también riéndose.
-No hace ni puta gracia- digo molesta.- Se me quedaron los dientes negros dos días.
Las risas de los cuatro se intensifica y yo me centro en comer mi lasaña y los ignoro.
-Solo fue una broma- me dice Harry pero solo recibe una mala mirada de mi parte. Me llevo otro trozo de lasaña a la boca.
-Mejor cambiemos de tema- sugiere Tom.
-Vale.
-Oye, Tom. ¿Había chicas en el lugar del rodaje?- pregunta Sam haciendo que levante la vista del planto al instante.
-Sí, vi a varias.
-¿Y eran guapas?- pregunta Harry con picardía. No sé si quiero saber la respuesta o no.
-Sí, era muy muy guapas- asegura. Bajo la mirada para evitar que vean mi reacción.
-¿Y te fijaste en alguna?
Dejo el tenedor en el plato y saco la servilleta de mis muslos para dejarla al lado del plato. Me pongo en pie captando más de una mirada.
-¿A dónde vas?- me pregunta Tom.
-Cariño- dirijo la mirada a mi madre.- No se levanta de la mesa hasta que todos hayan terminado.
-Em... yo... no me encuentro muy bien. Quiero echarme un rato- miento.
-Oh, vale. Ves y descansa. Si necesitas algo avísame- asiento en respuesta.
-___...- murmura Tom.
Lo ignoro y me doy la vuelta para encaminarme a mi casa. La mesa está fuera de las casas ya que hay más espacio para comer todos juntos. Abro el ventanal de mi casa y me adentro en ella.
Una vez en mi habitación me dejo caer hacia atrás en la cama mientras suelto un suspiro. Me froto la cara con ambas manos.
Había pasado tanto tiempo desde que no veía a Tom que ya se me había olvidado lo mal que llegaba a sentirme al oírlo hablar de otras chicas de esa forma. Siempre me pasa lo mismo. Se va y me quedo fatal, lo echo tanto de menos que me da igual que vuelva con una chica mientras que pueda volver a verlo y al final cuando vuelve y habla de alguna mi corazón se rompe. Un tiempo después vuelve a ocurrir, así se crea el círculo vicioso.
<<Toc-Toc-Toc>> Suelto una pequeña maldición por lo bajo. No contesto esperando que la persona detrás de la puerta suponga que me he dormido como he dicho en la mesa. Pero entonces vuelve a sonar.
-No soy Tom- dice Hazza desde detrás de la puerta. Y me siento aliviada de que sea él.
-Pasa.
-Hey- dice una vez dentro. Cierra la puerta a sus espaldas y se sienta a mi lado.- Enfermedad de celos, ¿no?- ruedo los ojos.
-Déjame Hazza- me doy la vuelta dándole la espalda.
-¿Por qué sigues sin decírselo?- no respondo.- No te entiendo.
-Tom no siente lo mismo- aseguro sin mirarlo.
-Eso no lo sabes- me doy la vuelta.
-¿Y tú lo sabes?- lo encaro. Él baja la mirada.
-No me ha dicho nada- responde.- Pero...
-Ahí tienes la prueba- lo interrumpo.- Eres su mejor amigo, siempre te cuenta estas cosas.
-Y tú también lo eres, por lo que a ambos nos suele contar cuando le gusta alguien. Si no nos ha dicho nada es que no le gusta otra chica.
-Pero tampoco yo- digo firme sintiendo como se forma un nudo en la garganta.- Porque si así fuera al menos te lo habría contado a ti.
Sabe que tengo razón. Somos el trío OHM (por nuestros apellidos) y desde pequeños nos hemos contado todo. Con todo me refiero a TODO. Desde peleas familiares hasta enamoramientos, pasando por hormonas revolucionadas de ellos y sangrados de ovarios míos. Nos tenemos plena confianza.
Y la única cosa que no es sabida por los tres es mi enamoramiento por Tom. Pero Hazza lo sabe, uno de los tres es consciente de ello. En el caso de que Tom sintiera algo por mí, es entendible que yo no lo sepa al igual que él no lo sabe, pero Hazza sí lo sabría.
-Ves con Tom antes de que también aparezca- le digo mientras vuelvo a darme la vuelta y me acurruco en mi cama.
No dice ni una palabra pero sé que se ha ido en cuanto la puerta se vuelve a cerrar. Suelto un bufido a la vez que me tumbo boca arriba para mirar el techo.
-No puedo seguir así- susurro en voz alta.
No es hasta un rato después, cuando me despierto, que me doy cuenta de que al final sí me he quedado dormida. Me siento mucho más renovada después de la siesta que me he echado. Tiene que ver con que ayer me acosté a las cuatro de la mañana por estar con Tom y Hazza viendo películas.
Me estiro para destensar los músculos antes de levantarme. Mientras me rasco la cabeza y me froto la nuca salgo de mi habitación y bajo las escaleras.
-¿Mamá? ¿Papá?- pregunto al no escuchar ni un ruido.
Abro el ventanal y salgo fuera. El sol me ciega bastante por lo que suelto un quejido y parpadeo varias veces hasta que me acostumbro. En este momento es cuando el ruido llega a mis oídos.
Observo la piscina donde se encuentran Paddy, Aly y Charlotte jugando a Marco Polo, los gemelos están en la mesa jugando al UNO y Tom y Hazza están en las tumbonas tomando el sol.
-Ya ha despertado la bella durmiente- comenta Sam burlón.
-Te lo paso porque me has llamado bella- le digo mientras me acerco y lo abrazo por los hombros desde atrás.- ¿Quién va ganando?
-Obviamente yo. Vamos cinco a tres- responde con suficiencia.
-Ya remontaré, ya- dice Harry a lo que suelto una leve risa.
Me separo de Sam y le remuevo el pelo a ambos. Al darme la vuelta noto que Tom y Hazza me están mirando. Les sonrío antes de encaminarme a la zona honda de la piscina. Me siento en el borde y hundo los pies en el agua.
-¿Y los padres?- pregunto elevando la voz.
-¡Han ido a dar una vuelta!- responde Hazza a lo que asiento.
Centro la vida en mis pies. Los balanceo lentamente disfrutando del frescor del agua. Cuando vuelvo a alzar la vista la detengo en los tres pequeños que juegan en el otro lado de la piscina. Aunque en realidad no son tan pequeños. Las chicas tienen diez y Paddy nueve.
Los observo atentamente mientras juegan y se ríen sin parar. Paddy les hace una ahogadilla a cada una pero se le vuelve en su contra cuando ambas se unen para ir contra él. No puedo evitar rememorar momentos parecidos junto a Hazza y Tom.
Me acuerdo de cuando ambos chicos me ahogaban y luego cuando yo intentaba imitarlos nunca lo conseguida. Terminaba enfadada y con ellos intentando hacerme reír y dejándome que los ahogue. No era lo mismo pero al menos era algo. Ese y más recuerdo se me vienen a la mente.
Esos tres, nuestros hermanos, son el próximo trío OHM. Son nuestros sucesores, la próxima generación. Solo espero que a Paddy no le pase como a mí, y si es así deseo que tenga mejor suerte que yo.
-¿Con quién crees que acabará?- pregunta Tom a mi lado. Ni siquiera me he dado cuenta de cuando se ha sentado junto a mí.
-¿Qué?- pregunto confundida.
-Paddy, ¿con quién de las dos acabará saliendo?
-¿Por qué piensas que acabará con alguna de ellas?
-Nuestras madres pensaban lo mismo de nosotros- respondo a lo que lo miro sorprendida.
-¿Cómo sabes tú eso?
-Escuché una conversación cuando teníamos la edad de ellos- señala a nuestros hermanos con la cabeza.
-¿Sobre mí?
-Aha. Decían que acabarías con uno de nosotros dos.
-¿Con cuál?- pregunto curiosa. Se le forma una sonrisa.
-La madre de Hazza dijo que acabarías conmigo y mi madre que con Hazza.
-¿Y mi madre?- se mantiene un par de segundos en silencio.
-Conmigo- responde a lo que aparto la mirada.
-Pues ninguna ha acertado.
Poso la vista de nuevo en nuestros hermanos y sonrío al ver como están haciendo una guerra de agua, salpicándose unos a otros.
-Espero que Paddy no se enamore de ninguna- murmuro sintiendo su mirada al instante.- No quiero que sufra.
-¿Por qué sufriría?- pregunta en el mismo tono. Suelto un suspiro y contesto observando al pequeño.
-Porque se enamoraría y ella no. Ella triunfaría en uno de sus sueños y se iría y volvería varias veces. Ahí conocería a más personas, entre ellas chicos. Él tendría que escucharla hablar sobre ellos mientras oculta el dolor que eso le provoca. La verá fijándose en otros chicos y él seguirá enamorado en secreto. Sufrirá en silencio.
El silencio nos envuelve y soy consciente de que me acabo de confesar indirectamente. Me entra el pánico y deseo que no lo haya entendido.
-¿Lo dices por experiencia?- pregunta en susurro.
-No- miento, ni siquiera lo miro.
-No me mientas- posa su mano en la mejilla para que lo observe.
-No te miento.
-Repítelo, pero mirándome- me pide. Abro los labios intentando decir una simple frase. "No es por experiencia". Pero no consigo decirlo.
-No puedo- susurro mientras vuelvo a bajar la mirada a mis pies.
-¿Estás enamorada de mí?- cierro los ojos unos segundos antes su pregunta. Sin mover la vista de mis pies, asiento levemente con la cabeza.- ___...
-Lo siento- me adelanto a decir. Lo vuelvo a mirar.- Lo siento de verdad. Sé que está mal, que no debería haberme enamorado de ti pero...- se me corta la voz.- No quiero joder nuestra amistad.
Mi vista se aparta ante su penetrante mirada. Me he confesado sin darme cuenta pero a la vez siendo consciente de las palabras que han salido de mis labios.
Agarra mi mentón entre sus dedos y con delicadeza gira mi rostro de nuevo hacia él. Su rostro se mantiene neutral lo que me pone más nerviosa de lo que ya estoy de por sí.
-Yo también estoy enamorado de ti, ___- confiesa, por lo que lo miro atónita.
-¿Qué?
-Cuando me tuve que despedir de ti la última vez me di cuenta de que el amor que tenía por ti era más grande que el de una simple amistad.
-¿Y por qué no lo dijiste?
-¿Por qué no lo dijiste tú?
-Lo mío al menos lo sabía uno de los dos, Hazza. Pero me parece extraño que no se lo contaras- frunce el ceño.
-¿De qué hablas? Hazza sí lo sabía, se lo dije a la semana de estar fuera.
-¿Qué?- pregunto confundida.- Pero si él me ha dicho antes que...- me quedo callada.- Es buen actor el cabrón- Tom suelta una leve risa.
Nos miramos durante varios segundos en los que se le forma una sonrisa la cual provoca la mía. Vuelve a posar la mano en mi mentón y se acerca poco a poco a mí. Se me corta la respiración ante la cercanía.
-Creo que al final la madre de Hazza y tú madre tenían razón- susurra provocando que nuestros labios se rocen.
-Y la tuya no- añado. Sonríe.
-Pues me alegro de que no la tenga.
Acorta la distancia atrapando mis labios entre los suyos. Nos besamos con lentitud y ternura mientras su mano llega a mi mejilla y me acerca a él para profundizar el beso. Perfila mi labio inferior y le doy acceso a que su lengua se encuentre con la mía. Se acarician entre ellas hasta que el aire nos falta y nos vemos obligados a separarnos.
-¡Aleluya!- grita Hazza haciendo que giremos a verlo.- Ya os estabais tardando.
-Cállate y métete en tus asuntos- le ordena Tom con una sonrisa.
Hazza suelta una carcajada mientras se va hacia los gemelos los cuales también nos miran. Yo les hago una seña a los tres pequeños para que sigan a lo suyo. Cuando vuelvo la mirada a Tom, este me sonríe con ternura.
-Paddy se tendrá que quedar con Charlotte- comento a lo que él frunce el ceño.- Ahora Aly y él son concuñados.
(Concuñado/a: Hermano/a del cuñado/a de una persona)
-Mientras termine como nosotros me parece bien- dice haciendo que mi sonrisa se amplíe.
Esta vez soy yo la que me acerco y vuelvo a unir nuestros labios. Me deleito con la suavidad y el sabor de estos. Me dejo llevar por sus movimientos y me concentro en apreciar, memorizar y disfrutar de sus labios.
Al fin he conseguido sentirlos. Y puedo asegurar desde ya, que sus besos van a ser mi adicción.
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