Me vuelvo a Irlanda
Personas: Tom Holland y ___.
(Tom no aparece pero es sobre él)
Edad: Él 22 y ella 21/22.
Advertencia: Segunda parte de Yo nunca me retraso. / No.
-*-
Dos semanas después.
Principios de septiembre.
8 semanas de embarazo (2 meses).
Me encuentro en la sala de espera de la clínica. Hoy tengo la primera ecografía y una charla con el doctor o doctora para decidir finalmente cuál es mi decisión. Llevo dos semanas pensando en ello y he llegado a la conclusión de que no voy a tenerlo. No soy capaz de hacerlo.
-Srta. Smith- me llama una enfermera por lo que me pongo en pie.- Puerta dos, la segunda a la izquierda- me indica el pasillo.
-Gracias- murmuro antes de encaminar hacia ahí.
Camino con lentitud y doy un par de golpes. Cuando recibo el adelante abro y me adentro a la consulta. Es una habitación bastante grande. Nada más entrar te encuentras con el escritorio con tres sillas (la del doctor y las dos para los pacientes), y en la otra parte de la sala está una camilla y varios instrumentos médicos.
-Buenos tardes Srta. Smith- me saluda la doctora poniéndose de pie y tendiéndome la mano. La acepto con una leve sonrisa.- Soy la Dra. Jenner.
-Buenas tardes- contesto con notorio nerviosismo.
-Toma asiento, por favor- hago lo que dice.- Bien, veamos. ¿Qué le trae por aquí?
-Estoy embarazada- respondo de golpe.
-Enhorabuena- me felicita a lo que hago una mueca.- No la veo muy emocionada.
-Es que no...- trago seco.- No quiero tenerlo.
-Oh, entiendo. Bueno, pues en ese caso esta visita se dedica a hablar sobre el aborto, ¿supongo?- asiento.- Vale, pero primero hay que rellenar una ficha con sus datos, ya que es nueva en la clínica, ¿verdad?- vuelvo a asentir.
Durante los próximos minutos la Dra. Jenner se dedica a hacer preguntas mientras yo respondo lo mejor posible. Algunas más íntimas me cohíben por lo que intento contestar lo más rápido y directa.
-¿Sabe quién es el padre?- pregunta lo que me provoca un nudo en el estómago.
-Sí, pero él no sabe nada. Y deseo que siga siendo así- contesto con rapidez.
-Está bien- observa la pantalla unos segundos en silencio.- Pues eres mayor de edad así que no veo inconveniente en realizar el aborto. Te pediré cita para ello y le llamaré en cuanto lo sepa- asiento.- Pero antes debo ver cómo está el embrión por lo que haremos una ecografía.
La mujer se pone en pie e imito su acción. Se acerca a la camilla, la rodea y se sienta en un pequeño taburete con ruedas.
-Túmbese- me pide. Yo acoto sus órdenes sin rechistar.- Súbase un poco la camiseta.
Observo atenta cada movimiento que hace. Enciende la máquina a un lado suyo y agarra un bote con un líquido extraño. No hace falta ser un genio para saber como va el procedimiento.
-Está bastante frío- advierte un par de segundos antes posicionar un poco de gel en mi vientre. Se me contrae el estómago ante este.- Bien, un par de segundos más para que se encienda la máquina.
Mi mirada se va al techo y trago con dificultad. Realizo un pequeño ejercicio de respiración hasta que siento el emisor/receptor moverse por mi vientre. Expande un poco el gel con este antes de centrarse en una sola zona.
Vuelvo a centrar mi mirada en el techo blanco y me concentro en ello. No quiero mirar, solo quiero que compruebe que todo está bien y salir de aquí ya.
-Pues aquí lo tenemos- comenta pero no miro.- Es muy pequeño todavía, pero se le ve bien.
Intento hacer un esfuerzo por no mirar pero la curiosidad es superior a mí. Giro el rostro a la derecha y centro la mirada en el monitor. En ella aparece una forma deforme y dentro de ella una pequeña mancha.
Algo se remueve en mi interior y una pequeña presión se presenta en mi pecho. Suelto un leve sollozo dándome cuenta de que estoy llorando. Ese bebé está en mi vientre y tiene una parte de mí.
-Quiero tenerlo- sentencio sin apartar la mirada.
-¿Está segura?- asiento.- Bueno, pues entonces le daré una copia de la ecografía y no pediré cita para el aborto.
Varios minutos después me encuentro saliendo de la clínica observando el largo papel con las primeras ecografías del bebé.
Ahora que he decidido tenerlo tengo que pasar al plan B. Y este empieza con una larga conversación con Inma, con la que he quedado esta tarde.
-
-Es una broma, ¿no?- pregunta atónita pero con una leve sonrisa.- Me estás vacilando, tú no estás embarazada. Solo tienes veintiún años.
Abro el pequeño bolso que he traído y de este saco las fotos de la ecografía. Las dejo en la mesa y se las acerco a ella. Esta observa el papel unos segundos antes de cogerlo y mirarlo atentamente.
-No bromeo, Inma. Estoy embarazada- sentencio de nuevo.
-¿C...cómo? ¿Cuándo? ¿C...con quién?
-Creo que ya sabes cómo- contesto burlona intentando poner un poco de humor pero ella me mira con seriedad.- Perdón. Pues estoy de ocho semanas pero porque se cuenta desde el primer día de la última regla. En verdad ocurrió dos semanas después.
-Hace seis semanas- afirma.- Y hace seis semanas que yo recuerde...- hace una mueca pensativa. Dejo que ella sola lo adivine porque sé que está a punto de hacerlo.- Solo salimos por mi cumpleaños, donde te fuiste con...- se calla de golpe y abre sus ojos asombrada.-¡¿ES DE TOM?!
-SSSHH- la mano callar.- Baja la voz, joder.
Su grito ha causado que varias personas de la cafetería se giren a vernos. Lo que menos quiero es que nos reconozcan y se enteren de esto. Si eso ocurriera solo sería cuestión de horas que Tom se entere de mi embarazo.
Nosotras somos medio conocidas por ser amigas de ambos chicos y de toda la familia Holland. Por ello estoy intentando tener cuidado con todo esto. Lo tuve cuando fui a la farmacia, cuando he ido esta mañana a la clínica y ahora hablando con Inma. Puede que este último no, tenía que habérselo dicho en casa.
-¿Pero es de él sí o no?- asiento. Me mira atónita y yo solo espero a que pregunte lo que ya prevengo.- ¿Lo sabe? Se lo has dicho, ¿verdad?
-No- contesto haciendo una mueca.
-¿Por qué no? Es el padre- me mira confundida.- Un momento. ¿No sé lo has dicho por qué no lo vas a tener?
-Sí que lo voy a tener- aseguro con nerviosismo.
-¿Entonces?
-Me enteré el mismo día que se fue y no sabía que iba a hacer así que no se lo dije. Abortara o no le fastidiaría.
-No lo fastidiarías.
-¿No? Al final he decidido tenerlo. ¿Crees que eso no fastidiaría su vida?- niega dudosa.- Un niño en la cumbre de su carrera. Nooo, para nadaaaa.
-Vale, tienes razón pero tiene derecho a saberlo. Es el padre, ___.
-Joder, lo sé pero... pero...- suelto un suspiro.- No puedo. Quiero tenerlo y no quiero joderle la vida a Tom. Lo mejor es que no lo sepa.
-¿No se lo piensas decir?- niego.- ¿Y qué pasará cuando vuelva? Te verá con un bebé en brazos.
-No.
-¿Cómo que no? Claro que sí. ¿O es que acaso piensas en darlo en adopción?
-No, no. Es solo que...- trago seco.- Me vuelvo a Irlanda.
-¡¿Qué?!
-Inma ahí están mis padres y mis hermanos. Pueden ayudarme con el bebé y estaría lejos de la familia de Tom, nuestros amigos y de él cuando vuelva. No habría manera de que se enterara.
-¿Tú plan es desaparecer de la vida de todos?- pregunta dolida.
-No, seguiré teniendo contacto solo que no nos veremos en persona- contesto insegura.
-Eso es absurdo- dice con el ceño fruncido.- ¿Y el trabajo?
-La editorial en la que trabajo abrió unas oficinas en Dublín hace un año. Pediré el traslado y ya está.
-No puedes hacer eso.
-Lo siento mucho, Inma. Pero pienso en lo mejor para el bebé y para Tom- me entran ganas de llorar.- Puedes venir cuando quieras.
-Esto es una locura.
-Por cierto, sé que es difícil pero... necesito un favor- me mira atenta y alza las cejas en señal de que prosiga.- No puedes decírselo a nadie. Y cuando digo nadie me refiero a nadie. Ni a Rachel, Hazza, la familia de Tom y mucho menos a él.
-Pero...- la interrumpo.
-Por favor- le suplico. Le ruego con la mirada.
-Está bien- accede negando levemente con la cabeza.
Sé que no está de acuerdo con mi decisión. Ni yo misma deseo esto pero es lo mejor que puedo hacer. Este bebé debe crecer lejos de cualquiera que lo pueda relacionar con Tom. Y para ello yo debo alejarme de ellos también.
Volveré a Dublín y me instalaré con mis padres hasta que consiga una casa o piso para ambos. Y a partir de entonces podré seguir con mi vida pero con un bebé.
***
Dublín, Irlanda.
Principios de diciembre.
20 semanas de embarazo (5 meses).
Llevo instalada en Dublín desde hace dos meses, uno después de habérselo contado a Inma. Llamé esa misma semana a mis padres y les di la noticia. Al principio no les pareció buena idea, ya que veían una locura cuidar yo sola a una criatura con tan solo veintiún años.
Pero después de unos cuantos argumentos y de decirles que volvía a Dublín se tomaron la noticia un poco mejor. No estaban totalmente de acuerdo, todavía no lo están, pero al menos lo aceptan y me ayudan.
Cuando llegué aquí pasé dos semanas con mis padres en su casa hasta que encontré esta pequeña casa. Consta de dos habitaciones más una de invitados. Un baño en suite y otros dos, uno en la planta baja y otro en la superior. Una sala y comedor unidos y una amplia cocina. Lo que más me gusta de ella, es el jardín, amplio y frondoso.
Durante este tiempo mis padres, sobre todo mi madre, me han ayudado con el embarazo y me han acompañado a las ecografías. Todo va genial, el bebé está sanísimo y sigue la medida y el peso ideal.
En cuanto a mis hermanos. Nick está encantado con que esté embarazada y que así Miley, su hija de tres años, vaya a tener un primo o prima con la que jugar. Y Greg es mi asistente en cuanto me dan antojos nocturnos, ya que vive a dos casas de la mía.
No voy a negar de que volver a vivir aquí me ha traído muy buenos momentos y con ellos una sensación de comodidad. Estoy encantada con el ambiente en el que me encuentro, por más que eche de menos a mis amigos.
Bueno, a todos menos a Inma. Esta se mudó hace un mes a una pequeña casa a un par de calles de donde se encontraba la mía. Me pilló por sorpresa y por más que insistí en que volviera a Londres, ya que yo estaba bien, terminó quedándose. Así que ahora está aquí conmigo.
Pues, volviendo a la actualidad, estoy en la consulta de mi nuevo ginecólogo. Este es un doctor en vez de una doctora. El Dr. Dunphy es encantador y me da el apoyo necesario y más. El hombre de cuarenta años está disponible veinticuatro horas (llamadas) por si hay algún inconveniente.
-Srta. Smith ya puede pasar- me dice el Dr. Dunphy.
Con una sonrisa me encamino hacia la consulta. Dejo el bolso en la silla y me dirijo a la camilla, cuando me indica, como las otras tantas veces. Hoy me encuentro sola, ya que mis padres tenían varios recados, Inma tenía trabajo y no quería molestar a mis hermanos.
-¿Cómo te has encontrado?- me pregunta en lo que la máquina se enciende.
-Con algún que otro antojo pero en cuanto a molestias, ninguna- respondo sintiendo el frío gel en mi poca abultada barriga.
-Eso está bien.
Un minuto después la imagen de mi bebé aparece en la pantalla y no puedo evitar formar una sonrisa. Aún no me creo que ese bebé esté en mi interior y que sea mío y de Tom. Es ya una personita.
-Vamos a ver cómo está- comenta mientras hace un par de movimientos en la máquina.- No le gusta que lo miren, se tapa con la mano- suelto una leve risa.
-¿Está bien?- pregunto preocupada, como siempre.
-Está genial, las medidas y el peso es ideal. Pesa 338 gramos y mide 20 centímetros desde la coronilla a los pies. Sanísimo.
Suspiro aliviada al saber que todo sigue su camino y de forma maravillosa. Observo al pequeño o pequeña en la pantalla y ya tengo ganas de que esté en mis brazos.
-¿Quieres saber el sexo?- pregunta el Dr. Dunphy.
-¿Se puede saber ya?
-Sí, esa parte ya está formada por lo que ya se puede identificar, si es que el bebé deja ver claro está.
-Entonces sí, quiero saberlo- contesto con nerviosismo.
-Pues...- hace una pausa observando y toqueteando alguna cosa en la máquina.- ¿Lista?- asiento impaciente.- Es un niño.
Se me forma una amplia sonrisa al instante. Un niño. Un pequeño y precioso niño. No puedo evitar morderme el labio inferior intentando controlar toda la felicidad que se apodera de mí.
Me daba igual si era niña o niño con que estuviera bien. Pero debo admitir que le tengo un poco de preferencia a los niños y que algo en mí, llamadlo intuición de madre, me decía que era un niño. Y he acertado.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top