¡Feliz Año Nuevo!
NOTA:
Bueno chicas el año 2020 ya ha llegado a su fin para mí. A lo mejor para vosotras también o puede que aún os queden unas horitas, pero aun así os deseo una buena entrada de año, dentro de lo posible.
Si hago balance de todo el año debo admitir que para mí ha sido un año que me ha encanta. Suena loco, lo sé. Lo que ocurre es que este año me ha hecho superar cosas que me estaban dañando y la cuarentena me devolvió a mi verdadera yo, a quien había perdido y no me había dado cuenta.
Si a eso le añadimos que este año, concretamente en octubre, conocí a mi ídolo, a Tom, pues ya no puedo decir que el 2020 es un año de mierda, no puedo. No voy a decir que no haya sido duro, porque lo ha sido pero para mí también ha sido mágico.
Espero que ahora, una vez pasado o no, os pongáis a pensar en todo lo bueno que os ha dado este año, que lo malo ya lo hemos vivido, suficiente con eso.
Gracias por estar otro año conmigo, acompañándome en cada nuevo proyecto y dándole el amor que tanto me da ánimos. Este 2021 viene llenito de ideas que, desgraciadamente, aún tendrán que esperar unos meses, pero el plan está ahí.
Feliz año 2021 y que todos esperamos que sea mejor que su antecesor🤍
FELIZ AÑO NUEVO💜
OS AMO 3000❤️
Personas: Tom Holland y ___.
Pequeño cameo de: AndreaOsborn HistoriasDeKpopers Luciaoriola anthrex_24
Edad: ambos 24.
Advertencia: No.
-*-
❄️31 de diciembre❄️
🥂🎉¡Happy New Year!🎉🥂
¿Qué si estoy nerviosa? Juzgadlo vosotras mismas.
Camino de un lado para otro de la cocina sin parar. Saco las gambas de la nevera, corto el queso, me acabo mi copa de vino, remuevo la sopa, compruebo la comida del horno, me sirvo más vino y Tom me quita la copa antes de que esta toque mis labios.
-Creo que ya has bebido suficiente- dice dejando mi copa en la isla.
-Lo necesito.
-No, lo que necesitas es relajarte un poco- posa sus manos en mi cintura.
-Ja, que fácil lo pintas- comento un tanto estresada.
-Cariño- me dedica una sonrisa.- Sé que estás nerviosa porque estas van a ser las primeras navidades en las que nuestras familias se juntan, y encima nosotros somos los anfitriones pero todo va a salir bien.
-¿Cómo lo sabes?
-Porque ya hemos comido con tu familia y también con la mía y siempre ha salido bien.
-¿Y esa vez donde Sam le hizo la trabanqueta a Harry y acabé con todo el vestido lleno de salsa de tomate?- le cuestiono con una ceja alzada. Se intenta aguantar la risa.- No te rías- le doy un golpe en el hombro.
-No lo he hecho- lo miro mal.- Vale, vale. Esta vez mis hermanos no se encargarán de llevar la comida a la mesa.
-¿Y la vez en que mi padre abrió una botella de vino y el corcho terminó estampándose contra mi nariz? Sangre por más de veinte minutos.
-El vino lo abriré en la cocina y sin que haya nadie más- asegura.
-¿Y esa vez que...?- me calla con un beso.
Paso mis brazos por sus hombros y él me acerca más a su cuerpo para profundizarlo. Si no fuera por el pitido que hace el horno indicándonos que es el tiempo de sacar la comida, nosotros seguiríamos besándonos.
-Tengo que sacar el cordero del horno- informo con nuestros rostros a centímetros.
-Yo me encargo.
Se separa de mí y coge los guantes de cocina para después posicionarse delante del horno. Aprovecho que está sacando la bandeja del horno para tomar mi copa de la isla y beberme el vino que me había servido.
Tom deja el cordero sobre una tabla de madera que he colocado en la encimera de al lado. Se quita los guantes y al darse la vuelta alterna su mirada entre la copa vacía en mi mano y mis ojos. Su semblante se vuelve serio.
-Lo siento- comento con voz de niña pequeña. Niega con la cabeza pero se le forma una leve sonrisa.
-Eres imposible.
-Así me amas- me encojo de hombros con una sonrisa.
Se acerca a mí para volverme a besar y yo no pongo resistencia. Acaricio su pecho por encima de la camisa blanca que le hace ver tan sexy. Adoro cuando se viste medio formal medio informal, es decir que va con vaqueros pero con una camisa de vestir.
-Así te amo- murmura sobre mis labios.
Me pongo de puntillas para volver a buscar sus labios pero estos no se encuentran, ya que el timbre de la casa nos interrumpe. Suelto una pequeña queja antes de separarme de él. Deja un beso en mi frente y se encamina a la entrada.
Los nervios comienzan a recorrer mi organismo por lo que cojo la botella de vino tinto, la cual ya se encuentra a la mitad y me sirvo otra copa que me bebo de un solo trago. Respiro hondo intentando calmarme antes de llenarme otra copa a la mitad e ir a recibir a los primeros invitados.
-Solo es Harry- comenta mi novio al ver que me acerco.
-Cuñadaaaa- habla el nombrado antes de acercarse a mí para rodearme con sus brazos.- ¿Has crecido? Nah, eso es imposible.
Le pego un golpe en el hombro pero no deja de reírse. Y cuando aparto la mirada de él me encuentro con que Tom también se está riendo. Cuando capta que lo estoy mirando con ganas de asesinarlo deja de hacerlo al instante.
-Chicos, os presento a mi chica- comenta el pelirrojo y le tiende la mano a la chica de pelo castaño, de la cual no me había dado cuenta de su presencia.- ___, Tom esta es Aroa. Aroa estos son mi hermano Tom y su novia ___.
Hace una semana los tres hermanos de Tom, es decir mis cuñados, nos avisaron de que teníamos que añadir un plato más para la acompañante de cada uno. De los gemelos no nos sorprendió pero de Paddy sí.
-Encantada- le dije antes de acercarme a darle dos besos. A ella no le ha parecido extraño por lo que decido preguntar.- ¿Española?
-¿Se nota?- pregunta en nuestro idioma.
-No, pero es que estos zoquetes ingleses se sorprenden cuando me presento con dos besos. Les parece algo superextraño- ambas soltamos una leve risa.
-Yyyy... ya he dejado de enterarme- comenta Tom.
-Nen, ¿llevas seis años con ___ y aún no has aprendido nada de español?- le pregunta su hermano mientras que los cuatro nos encaminamos a la sala.
-Se le da fatal- respondo.
-¡Oye!- se hace el ofendido, Tom.- No soy tan malo.
-Para nada- ironizo antes de dirigirme a la puerta de la cocina.- ¿Una copa, chicos?- ambos invitados asienten.
Desaparezco detrás de la puerta y me dedico a servir tres copa de vino tinto, por lo que debo abrir otra botella. Antes de volver compruebo que la sopa está perfecta y paro el fuego, además de ver que el cordero esté bien. Lo vuelvo a meter al horno solo para que se mantenga caliente.
Salgo prácticamente haciendo malabares, ya que llevo cuatro copas. Le tiendo una a cada uno y bebo un sorbo de la mía. Tengo la mirada de mi chico encima pero decido ignorarla completamente.
Nos mantenemos en una conversación hasta que el timbre vuelve a sonar y esta vez soy yo la que me animo a ir a abrir. Detrás de la puerta aparece Sam, quien viene acompañado de una guapa chica, también castaña.
-Cuñada- dice el chico.
-¿Por qué no me llamáis por mi nombre? Para algo lo tengo- bromeo.
-Te queda mejor cuñada- ruedo los ojos antes de hacerme a un lado y dejarlos pasar.
-¿No nos vas a presentar?
-Oh, claro- responde después de quitarse la chaqueta y dejarla en el perchero.- Esta es mi chica, Andrea. Andrea esta es la novia de mi hermano Tom, ___- añade con una sonrisa.- Oh y ambas sois españolas.
-Otra más- comento antes de saludarla con dos besos.- Encantada.
-Igualmente.
-¿Otra más?- cuestiona el pecoso.
-Dentro esta Harry con su novia que casualmente también es de España- respondo.
-¿Harry ya ha llegado?- asiento. Mira a su chica y la toma de la mano.- Ven, te presentaré a mis hermanos- vuelve la mirada a mí.- Podemos pasar, ¿no?
-Pues claro.
Se adentran a la sala y yo los sigo por detrás. Nada más conectar mirada ambos mellizos (porque seamos sinceros, gemelos no son) se funden en un abrazo. Me acerco a Tom quien al instante rodea mi cintura con su brazo.
-No está comenzando nada mal- murmura para que solo lo escuche yo.
-Aún no han llegado nuestros padres, no cantes victoria- rueda los ojos ante mi comentario.
Sam presenta a su novia mientras yo me encargo de ir a por dos copas más y ya de paso rellenar la mía. Menos mal que no estoy embarazada que si no ya hubiese matado a la pobre criatura de tanto alcohol.
Antes de llegar a donde se encuentran la puerta vuelve a sonar. Dejo las copas en las manos de Sam y Andrea y, junto a Tom, nos acercamos a la puerta principal. Ahora solo puede ser mi familia o la suya por lo que debemos recibirlos juntos.
Respiro hondo dejando salir el aire lentamente en un intento de tranquilizarme. Tom me mira esperando una señal indicándole que puede abrir la puerta pero esta no llega, ya que lo que hago es llevarme la copa de nuevo a la boca. Pero él impide que beba, volviéndomela a arrebatar.
-Se acabó. Tú no bebes más hoy- sentencia.
-Pero...
-Pero nada- me interrumpe.
Antes de que pueda defender mi postura abre la puerta de la entrada por lo que mi mirada se va directa al frente. En la entrada se encuentra la familia de Tom. Como se nota que son ingleses y les gusta la puntualidad. O a lo mejor es que se nota mucho que a la mía no.
-Hola- saludamos ambos.
-Hola- comentan todos a la vez.
Los dejamos pasar a todos y entre saludos los ayudamos a deshacerse de sus abrigos para así irlos colgando en los dos percheros que tenemos. Menos mal que se me ocurrió comprar otro la semana pasada. De momento estoy más tranquila, ya que únicamente es la familia Holland, no es nada que no haya vivido antes.
-Em... Tom, ___- comenta Paddy mientras se acerca con una chica, monísima por cierto.- Ya se la he presentado a los papás- dice más para Tom.- Y ahora me toca presentárosla a vosotros.
Alzo la mira a Tom, quien me tiene rodeado por la cintura y me mantiene cerca suyo, y veo que observa a su hermano pequeño, ya no tan pequeño que tiene dieciséis años, con una sonrisa. Sé que le está intentando infundir ánimos porque Paddy es un poco tímido y más con estas cosas.
-Ella es Lucia, mi novia- mira a su chica.- Lucia, ellos son mi hermano Tom y su novia ___.
La chica, un tanto tímida, se acerca y deja un beso en la mejilla de Tom pero, en cambio, a mí me da uno en cada una.
-Paddy me ha dicho que también eres española así que supongo que dos besos es mejor, ¿no?- comenta con una leve sonrisa.
-¿Pero qué os pasa a los Holland con las españolas?- pregunto con una sonrisa burlona mientras paso la mirada entre ambos hermanos.
-Será que sois irresistibles- responde mi chico antes de unir nuestros labios.
Tom intenta alargar el beso pero yo lo corto, ya que aún tenemos delante a su hermano junto a su novia. Sin darnos cuenta somos los únicos que aún no nos hemos movido a la sala y cuando llegamos ahí veo a toda la familia Holland (más las chicas) hablando animadamente.
Nos unimos a la conversación y aprovecho un despiste de Tom para intentar robarle mi copa, la cual aún tiene en su poder. Pero me pilla intentando robársela así que se bebe el contenido de un sorbo con su mirada fija en la mía.
-Te odio- murmuro.
-No es cierto.
-Oh, créeme que sí- lo miro con los ojos entrecerrados mientras que él me dedica una sonrisa de suficiencia.
Es cuando suena el timbre por última vez cuando mis ojos se abren como platos y entro en pánico. Ha llegado el momento. Mi familia ha llegado por lo que aquí comienza la primera unión de nuestras familias.
Tom me arrastra hasta la entrada en cuanto ve que no soy capaz de moverme sola. Nuestras familias son muy distintas, demasiado y eso es lo que me da miedo. Tengo el presentimiento de que no se van a llevar bien y como eso ocurra los próximos años que pase con Tom pueden volverse un poco complicados, al menos en fechas señaladas.
Posa sus manos en mis hombros y me obliga a mirarlo a los ojos. Esos ojos marrones que me hipnotizaron desde el segundo uno del momento en que los tuve delante. Forma una sonrisa, infundiéndome ánimos, antes de hablar.
-Todo va a salir bien- asegura.- ¿Confías en mí?- asiento incapaz de pronunciar palabra.- Pues confía cuando te digo que esta cena va a salir bien- vuelvo a asentir.- ¿Lista?- niego.
Suelta una risa antes de pasar su brazo por mi hombro y acércame a su cuerpo. Sigo todos sus movimientos. Veo como su mano se posa en el pomo y como lo mueve para abrir la puerta, mostrándonos así a mi familia.
-¡Feliz Navidad!- exclaman mis padres.
-Wow- añade mi hermano para nada emocionado, mientras agita la mano.
-Buenas noches, señor y señora González- habla Tom y deja dos besos en las mejillas de mi madre. Después observa a mi padre y le tiende la mano, la cual acepta con una sonrisa.- Jonathan.
-Cuñado- saluda este de vuelta.- ¿Ya nos quieres devolver a la enana?
-¡Jonathan!- le advierto.
-Hostias pero si sabe hablar- ruedo los ojos antes de centrarme en mis padres.
-Hola, mamá, papá- saludo con nerviosismo.- Pasad, si no os vais a helar.
Junto con Tom nos hacemos a un lado para que los tres se adentren a la entrada. Tom ayuda a mi madre con el abrigo y yo espero a que mi padre y mi hermano me den los suyos para colgarlos al lado del resto.
-¿No piensas darle un abrazo a tus padres?- pregunta mi madre.
Me separo de Tom, donde me he ido en busca de cobijo, y me acerco a ella para recibir su abrazo. Un abrazo con demasiado entusiasmo que corto lo más rápido posible, ya que soy cariñosa lo justo. El abrazo de mi padre es más normal.
-¿Y a tu hermanito nada?- cuestiona Jonathan con una sonrisa burlona.
-Nop- me doy la vuelta, dándole la espalda.
-¡Oye!
Ruedo los ojos a la vez que me doy la vuelta y me acerco a él para darle un abrazo. Pero como es mi hermano siempre tiene que estar molestando, por eso cuando me separo no se le ocurre nada mejor que revolverme el pelo. Por ello se gana un manotazo de mi parte.
-¿Pasamos?- pregunta Tom.- Mi familia ya ha llegado.
-¿Llegamos tarde?- cuestiona mi padre.
-Oh, no. Llegáis bien- afirmo.
Tom les indica con la mano que vayan delante y una vez me pongo a su lado tomo su mano con fuerza. Él le da un leve apretón infundiéndome ánimos y lo repite como si quisiera hacerme ver que está ahí conmigo.
-Nikki, Dom- los nombro posicionándome a un lado, entre su familia y la mía. Aprieto la mano de Tom con fuerza una vez tengo sus atenciones.- Estos son mis padres, Júlia y Dani, y mi hermano mayor Jonathan. Mamá, papá, Jonathan, estos son los padres de Tom, Nikki y Dom.
-Cariño, tranquila- susurra Tom en mi oído.- Afloja, por favor- no le hago caso.
Cuando ambas familias se acercan para saludarse aprieto aún más la mano de Tom, de quien escucho un leve quejido al que no le tomo importancia. Agradezco que mis padres se acuerden de lo que les dije por teléfono sobre que saludaran solo con un beso o con un apretón de manos; nada de dos besos o abrazos.
-Como sigas apretando mi mano, te vas a quedar sin ella para cuando tengamos hijos.
-Y... em... ellos son los hermanos de Tom, los mellizos Harry y Sam, y el pequeño es Paddy- añado ignorando a mi chico, ya que vuelvo a apretar su mano.
-Joder, ___.
-¿Y ellas?- pregunta mi hermano mientras señala con el mentón a las chicas. Tom intenta zafarse de mi agarre.
-Oh, ellas son las parejas de los hermanos Holland- estas se acercan.- Aroa la pareja de Harry, Andrea la de Sam y Lucia la de Paddy. Todas son españolas como nosotros.
Todos se terminan de saludar y se sumergen en una conversación sobre algo a lo que no le presto atención. Solo soy capaz de observarlos pero no participar. Tom pega un tirón y consigue deshacerse de mi mano. Lo miro y veo como la abre y la cierra mientras hace una mueca de dolor.
-Lo siento, lo siento- le digo arrepentida captando su mirada. Sonríe al ver que le hago un puchero.
-No pasa nada- asegura acunando mi rostro.- Son las consecuencias de estar enamorado de ti- consigue sacarme una risita. Se inclina para robarme un corto beso antes de fijar la mirada en nuestras familias.- ¿Nos sentamos?
Todos asiente así que nos dirigimos al comedor donde hay un pequeño debate para conseguir colocarnos de la mejor manera posible. Un par de minutos después lo conseguimos y agradezco al cielo estar al lado de mi chico.
-Em... Tom me ha permitirlo hacerlo un poco a la española pero tranquilos que la comida principal es universal- escucho unas risas.- Primero picotearemos algo por ello hay platos con algunas gambas, queso y diversas cosas. Una vez acabemos con ello traeremos el primero.
Una vez termino de explicar todos comienzan a coger el contenido de los platos mientras se crean diversas conversaciones. Yo me pongo a conversar con Harry, Lucia y Paddy, los cuales tengo cerca. Consigo relajarme, al menos un poco.
Al acabar con el picoteo, Tom y yo nos encargamos de servir la sopa a cada invitado antes de volvernos a sentar. Esta vez me pongo a hablar con mis suegros y mis padres. Respondo lo mejor que los nervios me permiten. No quiero cagarla la primera vez que nos reunimos todos, y menos pasar a un tema que cree discusión.
Abro la puerta de la cocina para ir a servir el segundo plato, el cordero al horno, pero una vez que veo que Tom está abriendo otra botella de vino vuelvo a cerrar. Espero a escuchar el pop que hace el corcho y entonces entro.
-Cero heridos- asegura con una sonrisa, la cual le devuelvo.
Se va a dejar la botella en la mesa y vuelve para ayudarme a servir el segundo plato. En medio de esa acción nuestras madres se adentran en la cocina mientras mantienen una conversación que a simple vista parece ir bien.
-Y le dije: cariño ya nos hemos enterado la primera vez, no hace falta que lo vuelvas a repetir- habla mi madre.- ¿Y sabes qué respondió ella?- miro a Tom con el ceño fruncido, él se encoge de hombros.
-¿Qué?
-Que no le pidiera eso, que era imposible y que mirase el dios griego que había en la fotografía- abro los ojos de golpe.
-Mamá- capto la mirada de ambas. Niego con la cabeza desesperada.
-¿Qué?- pregunta con indiferencia.- Solo le estoy contando a tu suegra como hace años no dejabas de babear por el "dios griego" que tienes ahora por novio.
Y lo ha dicho. Aprieto los ojos a la vez que me doy un facepalm. Siento la mirada de Tom clavada en mí pero no pienso girarme a mirarlo ni de coña. Abro los ojos de nuevo y fulmino a mi madre con ellos. Ambas sueltan una risa y vuelven a salir de la cocina.
-Con que dios griego, ¿eh?- comenta con burla Tom, por lo que se gana una mala mirada.
-Olvida lo que has oído- digo mientras vuelvo a mi tarea de servir la cena.
-Creo que eso va a ser imposible.
-Calla y sirve- demando.
-Dios griego a sus servicios- hace una reverencia.
Ruedo los ojos en lo que él coge dos platos y se va al comedor largando una sonora carcajada. ¿En serio? ¿De verdad mi madre tenía que contar eso y encima delante de él? Pero lo que de verdad me pregunto es, ¿cómo cojones no lo he visto venir?
Una vez están todos los platos servidos me siento en mi lugar y veo que Tom me mira con una sonrisa ladeada y como nuestras madres sueltan una risa en cuanto ven el panorama de ambos. Suelto un bufido y llegan las ganas de beberme otra copa, pero Tom no me dejará.
-Esto está riquísimo- asegura mi hermano a lo que sonríe.
-Os ha quedado buenismo- añade Lucia.
-Como todo- finaliza Dom, todos asienten. Observo a Tom con una sonrisa, la cual él también forma.
-Gracias- decimos ambos.
Las conversaciones saltan de un tema a otro y los participantes de estas también van variando. Jonathan agarra la botella de vino y comienza a servir a la gente que lo desea, después de servirse él claro está.
-¿Quieres hermanita?- me pregunta pero antes de que pueda contestar con un sí, Tom me interrumpe.
-No- acota.- Ella no puede beber.
Silencio. Todas las miradas sobre nosotros.
-¿No puedes beber?- pregunta mi madre.
-¿Eso significa que...?- comienza Nikki.
-¿Estás embarazada?- completa mi hermano sorprendido.
-¡Vamos!- grita Paddy captando nuestras miradas. Se gira a ver a Sam.- Me debes diez pavos.
-¿Cómo?- cuestiona Tom aluciando por el comentario de sus hermanos.- ¿Habéis apostado?
-Sí- responde Sam antes de mirar a su hermano pequeño.- Pero no cantes victoria tan rápido.
-Es imposible- añade Harry.
-¿No has escuchado a Tom?- pregunta Paddy.- No puede beber. ¿Por qué otra cosa sería?
-Voy a ser tío- añade mi hermano aún con la botella en la mano. Esto se está saliendo de control.
-¿Por qué no nos lo habías dicho?- pregunta mi madre.
-Lo mismo digo- concuerda Nikki.
-Pero que...- comienza a decir Sam.
-Nosotros...- dice Harry pero decido intervenir, ya que se empiezan mezclar conversaciones.
-¡No estoy embarazada!- grito poniéndome de pie consiguiendo que todo el mundo se calle.- Es solo que antes de que llegarais estaba tan nerviosa que he bebido bastante y Tom solo quiere que no beba más. Ya esta.
-Oh- dice Paddy.
-¿Entonces no voy a ser tío?- pregunta Jonathan, sentándose.
-No- respondo. Giro el rostro a Tom quien me mira con el ceño fruncido por lo que decido aclararlo.- Al menos no de momento, ya veremos en un futuro- forma una sonrisa. No es secreto que Tom quiere hijos, pero aún es demasiado pronto.
-Ves como no tenías que cantar victoria tan rápido- le dice Sam a Paddy.
-Ya hablaremos los tres sobre lo de esta apuesta- les dice Tom serio. Ambos se miran y vuelven a su comida.
-Oye, ¿he dicho ya que esto está buenismo?
Suelto una risa ante el intento de cambiar de tema. Después de unos segundos incómodos todo vuelve a la tranquilidad. Sabía que algo tenía que pasar, no podía salir todo tan bien. Ya había dos cosas que contar de esta cena: lo bocachanclas que es mi madre y el incidente del embarazo.
Tom posa su mano encima de mi muslo una vez hemos servido el postre y yo la tomo para entrelazar nuestros dedos. Observo nuestras manos unidas antes de alzar la vista y conectar con la suya. Ambos sonreímos.
-Media hora- anuncia mi padre.
-Mierda- sentencio.- Ahora vuelvo.
Me adentro a la cocina y saco la pieza de fruta necesaria para esta noche. Hace años que no hago esta tradición, ya que en Inglaterra no se celebra así, pero como mi familia está aquí he pensado que sería buena idea rescatarla del olvido.
Tom entra unos segundos después dispuesto a ayudarme. Le indico lo que debe hacer y sin rechistar se pone a ello. Me alegro de haber comprado de más porque así nos da para las parejas de los Holland.
-Cariño- me llama Tom. Cuando me doy la vuelta veo que está con el móvil.
-¿Qué haces?- pregunto con una sonrisa.
-Grabar a la chica más preciosa del mundo- suelto una risa a la vez que vuelvo la mirada a lo que estoy haciendo. Tom se acerca y graba la fruta antes de cortar.- ¿Lo puedo colgar en insta?
-Haz lo que quieras.
-Colgado- sentencia antes de seguir con la tarea.
Una vez acabamos pone todos los pequeños cuencos en una bandeja y se queda en la puerta de la cocina en lo que yo salgo para hablar. Dom ya ha abierto la botella de cava que había para brindar una vez pasemos de años y, junto a mi padre, rellena todas las copas.
-Em... ¿podéis prestarme atención un momento?- pregunto y consigo mi cometido.- Primero, feliz año nuevo a los españoles que hace casi una hora ya se cambió de año en España- sonrío hacia mi familia y las chicas.- Segundo, este año lo celebramos una hora después por estar aquí en Londres, así que gracias por hacer este cambio por nosotros- suelto un suspiro.- Y tercero y último, es que como hace años que no celebro año nuevo en España dejé de hacer la típica tradición. Creo que solo la hice el primer año que estuve aquí, después dejé de hacerlo, ya que no quería parecer la rara pero... Este año, al tener aquí a mi familia he pensado que es un buen momento para desenterrar la tradición, por ello traigo...- abro la puerta de la cocina para que Tom pueda salir.- Uvas.
Noto como las caras de los españoles forman una sonrisa mientras se acercan a por un cuenco y me agradecen. En cambio los ingleses fruncen el ceño sin entender muy bien lo que está ocurriendo.
-¿Uvas?- pregunta Harry mientras ve a Aroa con sus uvas.
-En España es tradición comerse doce uvas para pasar el año, una por cada mes.
-Aaaah- exclaman todos. Suelto una leve risa.
-He sincronizado la televisión para ver las campanadas de Canarias, ya que también es una hora después que en el resto de España.
Tom me pasa mi cuenco y le agradezco con una sonrisa. El timbre suena cuando quedan a penas tres minutos para que el cambio de años se celebre. Tom y yo nos miramos con el ceño fruncido antes de que se encamine a la puerta. Observo la entrada de la sala extrañada.
Abro los ojos sorprendida cuando de ella traspasan Hazza y Sara, la cual se encamina a mí sin saludar al resto.
-¿Cómo se te ocurre comprar uvas para fin de año y no invitarme?- pregunta ofendida.
-Ha visto la historia de Tom- aclara Hazza posicionándose a mi lado.- Buenas, por cierto.
-Hola- lo saludo antes de centrarme en Sara.- Pues pensaba que ibas a celebrarlo con Hazza y su familia así que no pensé que aceptaríais.
-Siempre lo hacemos con mi familia y como le hacía ilusión lo de las uvas pues he accedido a venir.
-Exacto- asegura.- Ahora exijo mis uvas.
-Vamos, aún quedan en la cocina.
Con rapidez preparamos sus uvas, ya que a penas queda tiempo para que las campanadas comiencen a sonar.
-¡___, los cuartos!- grita mi hermano por lo que salimos corriendo a la sala.
Me posiciono al lado de Tom quien vuelve a darme mis uvas. Los cuartos pasan y dan paso a las doce campanadas. Dong, uva. Dong, uva. Dong, uva. Dong, uva. Dong, uva. Dong, uva. Dong, uva. Dong, uva. Dong, uva. Dong, uva. Dong, uva. DONG, UVA.
✨🍇1 de enero🍇✨
-¡Feliz año nuevo!- exclamamos todos al unísono.
Me giro para quedar cara a cara con Tom y no espero ni un segundo en ponerme de puntillas y capturar sus labios con los míos. Pasa sus brazos por mi espalda y yo los míos por sus hombros. Nos besamos sin importarnos las demás personas, como si solo estuviéramos él y yo.
Perfilo su labio inferior y él me concede el permiso para que nuestras lenguas se encuentren, profundizando así el beso. Me aprieta más contra su cuerpo y yo hundo mis dedos entre sus mechones. Siento como una corriente eléctrica recorre todo mi cuerpo.
-Feliz año nuevo, amor- murmura sobre mis labios.
-Feliz año nuevo, cariño- digo de la misma forma.- Te amo.
-Te amo- vuelve a besarme antes de reunirnos con los demás para terminar de celebrarlo.
Lo miro entre todas las personas y él hace lo mismo. Nos sonreímos como dos tontos enamorados. Otro año junto a él y los que nos quedan. Sé que mientras él este a mi lado mi vida estará completa.
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