Es solo actuar.
Personas: Tom Holland y Love4Holland .
Happy B-Dayyyyy!!!!🎂🤍
(Atrasado, sorry🥺😔🧡)
Espero que disfrutaras de tu día y aquí tienes tu regalito.
Edad: Él 24 y ella 21.
Advertencia: Sí, smut (aunque creo que me ha salido pocho, no estoy en mis mejores días, sorry).
-*-
Amo actuar, os lo juro, pero estar desde las seis de la mañana escena tras escena, secuencia tras secuencia, es duro y más el día de tu cumpleaños, como hoy. Este día solo quería estar tirada en mi salón junto con mis amigas y amigos, bebiendo cerveza y haciendo el idiota, como siempre.
Pero eso no es posible, ahora me encuentro en la silla de mi camerino con los ojos cerrados y moviendo levemente mi cuello para destensarlo. Estoy en mi tiempo de descanso, apenas unos minutos. Respiro hondo, inspiro y expiro repetidamente para relajarme.
De repente siento una mano tapando mis ojos aunque ya los tenga cerrados. Los abro y solo veo pequeños puntos de luz que se cuelan entre los dedos de la persona.
-Feliz cumpleaños- susurra una voz en mi oído antes de apartar la mano.
Delante de mí, en la mesa, se encuentra un cupcake que tiene pequeñas arañas alrededor de la vela central. Abro los ojos sorprendida y una amplia sonrisa se forma en mi rostro. Levanto la mirada y, a través del espejo, lo observo reclinado sobre mi silla para así quedar a mi altura.
-Pide un deseo.
Cierro los ojos y me concentro en aclarar mis ideas y elegir solo un deseo de todos los que tengo. Cuando lo elijo vuelvo a abrirlos y observo la llama de la vela unos segundos para después soplar y apagarla.
-Felices veintiuno, Adri- vuelve a felicitarme.
Hago girar la silla y con ello que él se ponga recto. Sin dudarlo dos segundos me pongo de pie y paso mis brazos por sus hombros para abrazarlo. Él me corresponde encantado y me aprieta hacia él por la cintura.
-Gracias, Tom- agradezco separándome.
-No hay de que, era lo mínimo que podía hacer- responde con una sonrisa.- Espero que te guste- observa el cupcake.
Me siento sobre la mesa y agarro el pequeño dulce. Le doy un bocado bajo su atenta mirada y sonrío ampliamente al sentir lo delicioso que está. Pongo el cupcake delante de él por lo que frunce el ceño.
-Prueba- va a decir algo, seguro a negar, pero me adelanto.- Instinto, está muy bueno, tienes que probarlo.
No dice nada y termina dándole un bocado, teniendo la misma reacción que yo. Nos terminamos el cupcake entre los dos.
-¿Cómo llevas el día de tu cumpleaños?
-Bff, agotador- respondo soltando un bufido.- Llevo desde las seis de la mañana grabando. Ojalá me hubiese tocado hoy tu horario. Acabas de llegar, ¿verdad?
-Aha y solo tengo una escena, contigo por cierto- contesta.- Pero es que la mayoría de mis escenas ya están grabadas desde la semana pasada, solo me quedan unas pocas- hago una mueca mientras me bajo del mueble.- ¿Qué pasa?
-Se me había olvidado que la última escena era contigo.
-Pues sí, lindura.
-¿Qué escena es?- pregunto mientras agarro mi libreto del sofá que se encontraba en la esquina.
-La sexual- responde haciendo que me quede quieta al instante, dándole la espalda.
¿La sexual? ¿De verdad tocaba hacer la escena sexual? ¿Hoy? ¿El día de mi cumple? ¿Y con Tom? ¿Mi mejor amigo y el chico que me atrae muchísimo? El universo se tiene que estar quedando conmigo y Dios descojonándose de mí.
-Adri. ¿Adri?- se pone en frente mío y mueve su mano ante mis ojos volviéndome a la realidad.
-¿Eh?
-¿Estás bien?- pregunta con el ceño fruncido.
No- pienso.
-Oh, sí, sí- miento con una falsa sonrisa.
Tom me observa con los ojos entrecerrados. Solo nos conocemos desde hace seis meses, cuando empezamos con las grabaciones, pero desde el minuto uno congeniamos y nos volvimos muy unidos.
-Me estás mintiendo- sentencia.
-No, que va- niego con la cabeza.
-Y otra vez- dice alzando una ceja.- ¿Qué ocurre? ¿Es por la escena?
-Noooo- la voz me sale aguda a lo que él sonríe de lado.
-Adri, cariño, tranquilízate. ¿Por qué te pone nerviosa?
Porque es contigo y encima es mi primera escena de este tipo- pienso.
-Es mi primera vez grabando este tipo de escenas- oculto media información, eso no es mentir, ¿no?
-Ey- pone sus manos en mis hombros y me mira directo a los ojos.- Sé que es algo extraño, yo tampoco he hecho mucho ese tipo de escenas pero te hace evolucionar. Es otra forma de actuar y como buena actriz tienes que pasar por diversas escenas, entre ellas sexuales.
-¿Y si lo hago mal?
Quedaré en ridículo delante de ti- añado en mis pensamientos.
-No lo vas a hacer mal y en el caso de que eso pase pues se repite y ya está, al igual que con todo el resto de escenas que grabamos siempre.
-Pero...- me interrumpe.
-Es solo actuar, solo eso- sentencia firme.
Sus palabras van directas a mi pecho y se clavan haciendo que un leve dolor se implante ahí. Para él es simple actuación, nada más y tiene razón, eso solo eso. Es solo nuestro trabajo.
-Actuación- murmuro a lo que él asiente con una sonrisa pero con un leve fruncido de cejas.
-Em... sí- dice inseguro.- Y me tendrás a mí, ¿vale? Si algo sale mal te intentaré ayudar.
-Gracias- le respondo con una leve sonrisa.- Espero que nuestra amistad no se vea incómoda después.
-No digas tonterías- comenta con diversión.- Como suelen decir: reforzará nuestra amistad, nena- me guiña un ojo haciéndome soltar una leve risa.- Anda, ven aquí.
Suelto el libreto, que había estado entre mis manos todo tiempo, de nuevo en el sofá y me acerco a él para ser rodeada por sus brazos. Envuelvo su cuerpo con mis brazos y apoyo mi mejilla en su pecho.
-Oye Adri, ¿has visto a...?- dice Harry entrando mientras mira su teléfono pero se queda callado al alzar la mirada.- Síp, lo has visto.
-¿Qué quieres Harry?- le pregunta Tom a su hermano mientras pasa su brazo por mis hombros. Le resulta fácil, ya que me saca trece centímetros.
-Te buscaba para decirte que te llaman para grabar.
Cuando Harry dice eso observo a Tom de arriba a bajo y me doy cuenta de que va con la ropa de grabar y ni cuenta me había dado.
-Y bueno a ti también Adri, ya que la escena es la misma- añade el pecoso.
-Ahora voy- sentencio separándome de Tom y mirándome en el espejo.
Veo de reojo como Tom le hace una seña a Harry para que se vaya, cosa que hace. Retoco un poco mis labios eliminando un poco de chocolate que había. Siento la mirada de Tom en todos mis movimientos. Una vez lista me giro a verlo. Él me observa con una leve sonrisa.
-¿Preparada?- me pregunta tendiéndome su mano.
¿Que si estoy preparada para recrear una escena sexual con mi mejor amigo, el que me atrae muchísimo, justamente el día de mi cumpleaños? Clarooo, muchísimo- ironizo en mis pensamientos.- Obvio no.
-Sí- miento en respuesta.
Acepto su mano y entrelaza nuestros dedos. Salimos de mi camerino y nos dirigimos al set número 7, donde está la decoración que representa la habitación de Grace. Ahí se acostará con Connor después de una leve discusión.
Matthew, el director, interrumpe nuestro camino hacia la zona decorada para darnos unas indicaciones. Nos hace seguirlo y nos explica como ocurriría la escena. Ya habíamos hablado en uno de los ensayos de guion pero no fue en el set.
-¿Entendido?- pregunta con una sonrisa. Se nota que le apasiona dirigir, lo hace con entusiasmo y paciencia, cosa que agradezco.
-Síp- contesta Tom a lo que yo asiento de acuerdo.
-Bien, pues colocaos en vuestras posiciones- sentencia antes de dirigirse a su puesto.
-Te veo al otro lado- me dice Tom antes de colocarse detrás de la puerta de la habitación.
Una chica de maquillaje se acerca a mí una vez me siento en la cama y retoca un par de factores de mi rostro antes de alejarse y perderse entre la gente que se encuentran detrás de las cámaras.
Repaso mentalmente mis líneas una y otra vez, me las sé de memoria pero estoy tan nerviosa que sé que algo voy a decir mal. Cierro los ojos y realizo mi ritual de relajación: pienso en todo lo que he luchado por llegar hasta aquí y en todas las fans que, junto con mi familia y amigos, están siempre para apoyarme.
-¡¿Lista Adri?!- pregunta a grito Matthew haciendo que abra los ojos y dirija mi mirada hacia él. Asiente en respuesta.- ¡¿Listo Tom?!
No escucho su respuesta pero veo como el director asiente así que supongo que él ha hecho lo mismo. Me tumbo en la cama con mis piernas subidas en la cabecera de la cama. Me dan el móvil de Grace (real pero falso) y hago ver que estoy mirando mis redes y contestando mensajes.
-Y... ¡Acción!
Me encuentro deslizando hacia arriba el dedo por la pantalla mientras que las imágenes que la gente cuelga en Instagram van apareciendo. Se escuchan unos pasos que supongo que es mi madre, después la puerta principal abrirse y cerrarse, y de nuevo más pasos. No le tomo importancia.
La puerta se abre de golpe provocando que dé un leve salto a la vez que giro el rostro para observar la puerta de mi habitación. Y ahí se encuentra él... Connor. Su mirada destila enfado y sus puños se encuentran apretados.
Me doy la vuelta y quedo sentada de rodillas sobre el colchón. Lo miro atenta con mi semblante serio, estoy enfadada con él. Su respiración está acelerada y las venas de sus brazos bien marcadas.
Santo cielo- pienso queriendo morder mi labio inferior pero me contengo, debo seguir con la actuación.
-¡¿Por qué cojones no me contestas a los putos mensajes y llamadas?!- me pregunta para después cerrar la puerta de un portazo, demostrando su enfado.
-¿Por qué debería hacerlo?- me cruzo de brazos.
-¡Porque soy tu maldito novio!
-Lo de maldito sí- me mira sorprendido.
-¿Y se puede saber el por qué?- rio cínica.- ¿Qué? Sabes que tú no tienes motivos para llamarme maldito.
-¡¿Qué no las tengo?!- me pongo en pie para encararlo.- ¡Eres un puto celoso de mierda que no me deja estar cerca de mis amigos por miedo a que pueda ocurrir algo entre nosotros! ¡Eso es absurdo! ¡Yo nunca te haría eso! ¡TE AMO Y LO SABES! ¡Lo que pasa es que no confías en mí!
-¡No es que no confíe en ti, en quien no confío son en ellos! ¡No te das cuenta de cómo coño te miran! ¡Te devoran con la mirada!
-¡Son simples amigos!
-¡No, no lo son! ¡Son leones que van detrás de su presa! ¡Están a la espera de un momento de debilidad para atacar!
-¿Ahora soy una presa?- pregunto incrédula y ofendida.
-No quería decir eso.
-Pues lo has dicho- digo sería.- Si soy solo una presa siento decirte que se te ha escapado. ¡Lárgate!
-¡Eres una presa para ellos, no para mí!
-¡Eres tú quien me ha llamado presa, no ellos! ¡Eres tú el puto celoso que no me deja vivir mi vida normal, ya que siempre tengo que hacer todo contigo o al menos informándote!
-¡Solo intento protegerte!- se acerca a mí un par de pasos.
-¡Solo quieres encadenarme!- imito su acción y me acerco.- ¡Déjame vivir, déjame ser libre!
-¡Solo quiero que no te hagan daño! ¡Solo de pensar que alguno de ellos, los cuales son drogadictos y traficantes por si no lo sabías, pongan sus sucias manos encima de ti y te provoquen dolor me hace volverme loco! ¡Si algo te pasa no sé que haría!- hace una pausa para soltar un suspiro.- Si algo te pasa, me muero.
¿Alguien que me diga eso en la vida real, por favor?- pienso.
-Te amo, Grace- posa sus manos en mi cintura y me acerca a él.- No quiero que nada malo te pase.
-Y yo a ti, Connor- paso mis brazos por detrás de su cuello.- Nada malo me va a pasar, prometo que me cuidaré.
Connor se inclina hasta capturar mis labios con los suyos. Me besa de forma lenta y profunda mientras me apega más a su cuerpo. El beso se torna más profundo y apasionado mientras que la temperatura va en aumento.
Nuestros labios se mueven con rapidez y pasión, sus manos presionan mi cintura y con un leve impulso me alza haciéndome enrollar mis piernas en sus caderas. Acaricia mi espalda con sus manos por debajo de mi camiseta y yo hundo mis dedos en su pelo.
Que bien besa, joder- pienso sin querer que el beso termine. No es la primera vez que nos hemos besado, ya que ha habido más escenas de besos pero no como este.
Connor me estampa contra la puerta de mi habitación y suelto un jadeo de sorpresa (y un poco de dolor) al sentir nuestro roce. Presiona sus caderas contra las mías y suelto un gemido (no fingido).
Una vez Tom me deja sobre el colchón y comienza a besar mi cuello mi mente se olvida de la escena. Cierro los ojos y tiro la cabeza hacia atrás dándole más acceso a mi piel.
Mis manos bajan por sus musculosos brazos y abdomen hasta llegar al borde de su camiseta. La alzo con lentitud obligándolo a dejar de atacar mi cuello para así poder quitársela. Admiro su abdomen y me contengo, al igual que antes, de morder mi labio inferior.
Vuelve a atacar mis labios y no me quejo, le correspondo al instante. Siento como Tom hunde su lengua en mi boca en busca de la mía, las cuales al encontrarse se acarician entre ellas con pasión.
Siento el calor de las manos de Tom levantando mi camiseta para sacármela, dejándome en sujetador. Tom baja sus besos de mis labios por mis mejillas, mi cuello y recorre mi escote hasta hacer un camino por mi vientre. Se frena en mis shorts del pijama.
Me observa con una sonrisa pícara, que me deja sin aliento, antes de acariciar mi bajo vientre y con delicadeza adentrar su mano en ellos. Se acerca a mi oído para susurrarme algo, lo suficientemente alto como para que el micro, que no se encuentra muy lejos, lo capte.
-Siempre me aseguraré de que nada te pase.
Tom, siguiendo el guion, termina de adentrar su mano en mi short pero no por mis bragas como se supone que está haciendo el personaje. Sus dedos comienzan a moverse pero sin profundizar, solo acariciando levemente sobre la ropa interior, fingiendo así que sí está tocándome.
Pero es que a mí, ese simple roce, me vuelve loca. Muerdo mi labio inferior y suelto varios gemidos (actuados). Tengo que centrarme en que la escena salga bien. Casi llega el final y con él mi última frase, o mejor dicho palabra.
-Pronuncia mi nombre, gímelo- murmura Connor y gimo al sentir como me penetra con más rapidez (cosa que no ocurre de verdad).
Mi mano acaricia desde su hombro hasta sus pantalones, pasando por su abdomen. Adentro mi mano en sus pantalones y presiono su miembro sacándole un gemido.
Mi mano si se encuentra acunando su miembro, pero sin presionarlo. Lo que me sorprende y, finjo que no, es que si se encuentra erecto. Siento como sus dedos presionan mi clítoris y un gemido de verdad se me escapa. Mi mano lo aprieta levemente haciendo que él suelte un gruñido. Esto ya no está siendo actuación.
-T... T...
Tom niega levemente al percibir que no iba a gemir el nombre del personaje. Suelto un gemido, siento la presión en mi parte, y me concentro en pronunciar bien el nombre adecuado.
-Co... Connor- gimo en súplica antes de que nuestros labios se vuelvan a unir con pasión y necesidad.
-¡Corten!- grita el director y nuestro beso se va ralentizando hasta que nos separamos.
Tom saca su mano y yo hago lo mismo. Algo ha cambiado, lo sé, lo siento. Tom se levanta de encima de mí en total silencio y me incorporo al igual que él. Antes de poder decir nada él desaparece por el pasillo que da a los camerinos, seguido de su hermano, quien me alza el pulgar antes de irse.
-Muy bien, Adri- me dice el director acercándose a mí.- Era tu primera escena así, ¿verdad?- asiento.- Lo has hecho magnífico.
-Gracias- comento con una leve sonrisa.
-Pues ya puedes irte a disfrutar del resto de tu cumpleaños- me sonríe ampliamente.- Feliz cumpleaños, Adri.
-Gracias- agradezco mientras él deja un tierno beso en mi frente.
Me despido unos segundos después y me encamino de nuevo a mi camerino para, por fin, poder cambiarme y dar por finalizado el día de grabación, este día tan agotador. Abro la puerta de mi camerino y cierro con el pie causando un leve portazo.
Busco mi bolsa con la mirada hasta encontrarla en la esquina del sofá por lo que me acerco a ella y al abrirla saco el conjunto de ropa que me había preparado para la cena.
Cena la cual su motivo es mi cumpleaños. Es dentro de una hora, a las nueve, en mi restaurante favorito y será con todos mis amigos: Milly, Sarah, Sophie, Kat, Mike, Frank, Hazza, Harry, Sam, Zen, Jacob y, obviamente, Tom.
Dejo la ropa sobre la silla y procedo a quitarme la del rodaje. Una vez en ropa interior cojo la ropa de rodaje, la cual incluye el sujetador ya que también es parte del vestuario, y la dejo bien doblada. Me coloco mi sujetador antes de agarrar mis jeans.
No me da tiempo ni a adentrar el pie dentro cuando la puerta se abre haciéndome saltar en el sitio y como estoy a pata coja me voy hacia atrás chocándome con la mesa. Suelto un quejido a la vez que suelto el pantalón con una mano y me froto la espalda baja.
Al abrir los ojos, ya que los había cerrado al sentir el golpe, veo a Tom en la puerta, la cual cierra hasta con pestillo. Frunzo el ceño al verlo, ya que su semblante está serio y puedo notar la presión en su mandíbula.
Cohibida alzo el pantalón intentando que este me tape lo más posible, acto ridiculo, ya que hace menos de media hora me ha visto casi en la misma condición que me veo ahora. Nuestras miradas se conecta y veo como la suya destila intensidad y un deje de oscuridad.
-Tom, me estoy cambiando- le digo pero él se mantiene estático.- Si vienes para irnos a la cena, aún no estoy lista, podéis ir yendo- se queda callado.- Tom- aprieta más la mandíbula.- ¿Tom?
En dos zancadas llega al frente de mí, lo observo nerviosa y confusa. No tengo tiempo a pronunciar o realizar alguna acción cuando él acuna mi rostro entre sus manos y estampa sus labios contra los míos. Los suyos se mueven con rapidez y necesidad aturdiéndome un poco, pero después de unos segundos consigo recomponerme y le sigo el beso.
Mis manos dejan caer el pantalón justo cuando las suyas se instalan en mi cintura. Me apega a él y me hace caminar un par de pasos hacia atrás hasta que vuelvo a chocar contra el mueble. Nos separamos por falta de oxígeno y durante unos leves segundos nos observamos con la respiración entrecortada.
-No es solo actuar- musita.
Está vez soy yo quien me alzo y capturo sus labios con un beso igual de apasionado que el anterior. Me eleva para quedar sentada en la mesa. Sus manos recorren mi cuerpo proporcionándole su calor a mi piel desnuda.
-Tom...- susurro en sus labios.- Esto no...- me calla con otro beso, aún más intenso que el anterior.
Sus besos van bajando poco a poco hasta llegar a mi cuello y deja en el un rastro de besos húmedos, que seguro que van a dejar marcas. La poca cordura que me queda, si es que en algún momento desde que me ha besado la he tenido, se me esfuma.
Siento como sus manos comienzan a subir hasta llegar a mis costillas donde acaricia con lentitud causando que me estremezca. Suelto un leve jadeo y él saca la cabeza de mi cuello para volver a capturar mis labios.
-Estoy en desventaja- murmuro sobre su boca.
-Eres libre de ponernos en igualdad- murmura de vuelta antes de hundir su lengua entre mis labios y juntarla con la con mía.
Tom está vestido con su ropa normal, una camiseta blanca simple y unos jeans azules oscuros. Su look normal pero que lo hace condenadamente sexy, siempre lo parece pero aún más con ese estilo informal.
Mis manos se mueven con rapidez hasta el borde de su camiseta y la subo para sacársela, una vez fuera la lanzo por los aires sin importarme lo más mínimo dónde vaya a caer. Acaricio su abdomen deleitándome con su muy buen trabajado cuerpo.
Tom me saca el sujetador e imita mi acción anterior con su camiseta, lo lanza por los aires. Acuna uno de mis pechos con su mano y cuando veo que acerca su rostro al otro me echo hacia atrás dándole mejor acceso.
Su lengua en mi pezón hace que deje caer mi cabeza hacia atrás mientras suelto un gran gemido. Su otra mano baja con delicadeza hasta llegar al borde de mi ropa interior donde se adentra hasta llegar a mi punto de placer.
Mueve sus dedos en círculos volviéndome completamente loca. Sus dedos en mi intimidad y su boca en mi pecho es completamente delirante y me hacen desear más.
Bajo mi mano por su pecho hasta llegar al borde de sus pantalones, los cuales desabotono para poder adentrar mi mano y agarrar su miembro por encima de la tela del bóxer. Tom suelta un gruñido separándose de mi pecho y aprovecho para volver a unir nuestros labios.
-Tom...- jadeo en súplica.
-Hazlo tú misma.
Con su aprobación ya dicha bajo su pantalón con rapidez al igual que su bóxer, él no tarda en deshacerse de la única prenda que me queda.
-No tengo preservativos- murmura una vez se acomoda mejor entre mis piernas.
-Tomo pastillas, con que no tengas ninguna enfermedad me sirve. No tienes, ¿verdad?- comento con una sonrisa ladeada.
-No cariño y supongo que tú tampoco, ¿no?- niego en respuesta.- Pues perfecto.
Un segundo después sus labios han vuelto a tomar los míos mientras que acaricia la punta de su miembro en mi entrada pero no lo adentra, a modo de tortura. Rodeo sus caderas con mis piernas y lo empujo hacia mí provocando que se adentre en un poco.
Parece que ese acto le hace reaccionar y desear más, ya que no duda ni dos segundos en hundirse en mí de golpe. Ambos soltamos un gran gemido, que estoy segura de que la gente que pasea por el pasillo lo ha escuchado.
Lejos de ir lento al principio comienza con embestidas rápidas que hacen que no me pueda mantener en silencio. Entra y sale de forma firme mientras devora mis labios. Sus manos se posan en mi cintura y hace que nuestros cuerpos se peguen más.
Mis manos se adentran en su pelo y tiro de él levemente. Los gemidos de mi parte y los gruñidos de la suya es lo único que se escucha en mi camerino, creando una burbuja de placer.
-Holland- gimo a lo que él suela un gruñido y profundiza sus embestidas.
-Adoro como suena... mi apellido... con tu voz- dice entrecortadamente mientras vuelve a atacar mi cuello.
No me esfuerzo en acallar mis gemidos cuando sus embestidas aumentan y se vuelven más duras. Me está proporcionando el mayor placer de mi vida y lo voy a disfrutar sin tener que contenerme.
Sus dedos vuelven a mi clítoris y lo estimula sin dejar de moverse. Eso termina de enloquecerme y el placer se implanta en mi bajo vientre, estoy a nada de alcanzar uno de los mejores clímax de mi corta vida.
-Holland- vuelvo a gemir.- Tom... ya.... ya casi...
-Hazlo, Adri... libérate- susurra en mi oído antes de morder levemente mi lóbulo.
Lo beso apasionadamente justo en el momento en que da una estocada firme provocando que una explosión en mi interior se desate y con ella sienta el increíble orgasmo. Muerdo su labio inferior antes de soltarlo para gemir su apellido.
Dejo caer mi frente sobre su hombro desnudo mientras siento como él sigue moviéndose en mi interior. Solo es cuestión de unas pocas embestidas más que él se venga en mi interior, acto que siento. Suelta un gemido con mi nombre y se deja recostar encima de mí.
Ambos respiramos agitadamente aún juntos. Nos mantenemos un par de minutos unidos hasta que nos recomponemos y Tom sale de mí con suavidad. Me mira con una leve sonrisa, me deja un corto beso en los labios antes de apartarse de mis piernas y ayudarme a bajar de la mesa.
Las piernas me tiemblan levemente por lo que me afirmo al mueble con mi mano. Tom parece darse cuenta, ya que él se encarga de recoger nuestra ropa y acércame la mía, la cual me ayuda a colocarme. Todo un caballero, aunque no tanto hace unos minutos.
Una vez estamos los dos vestidos nos observamos unos segundos y me acerco para besarlo con lentitud. El beso es interrumpido por unos golpes en la puerta que nos asusta.
Me acerco a la puerta, dejando a Tom apoyado en la mesa y con los brazos cruzados. Quito el seguro y abro levemente la puerta para observar quién es. El pelirrojo y pecoso hermano del hombre que tengo dentro me mira con una sonrisa bastante burlesca.
-Debemos irnos, el chofer nos espera- es lo único que dice, pero sé que se está callando mucho.- Por favor acabad pronto, os espero en el coche.
Sin dejarme decir nada se larga por el pasillo mientras suelta una leve risa, seguro que por mi rostro. Me giro y veo como Tom se acerca con una sonrisa. Abre la puerta y sale como si nada.
-¿Vamos?- pregunta tan tranquilo.
-Sí, un momento.
Entro en el camerino y me aseguro de dejar el conjunto de grabación bien doblado en el sofá, no pienso dejarlo en la mesa después de lo que ha ocurrido. Agarro mis cosas y salgo cerrando la puerta detrás de mí.
Camino al lado de Tom como siempre, como dos amigos y compañeros de trabajo que no acaban de follar, ni nada. Llegamos al parking trasero y privado donde se encuentra Harry, apoyado en el coche, hablando con el chofer y el guardaespaldas de Tom.
Yo como no soy tan famosa no tengo guardaespaldas, ni quiero. Pero Tom y Harry insisten en que tenga uno. Harry le dice algo por lo bajo al guardaespaldas antes de separarse y adentrarse en el coche.
Al llegar todos se adentran y Tom me deja pasar a mi primero. Durante todo el camino el tema de conversación es muy trivial. Recibo las felicitaciones de Harry, el guardaespaldas que creo que se llama Jack, y el chofer que no sé cómo se llama.
Al llegar hay varias personas por la entrada que paran a Tom para pedirle fotos y, sorprendentemente, a mí alguna también. Me hago las fotos encantada y recibo algunas felicitaciones antes de adentrarnos al restaurante.
Harry se acerca con rapidez una vez visualiza la mesa. Yo me quedo unos segundos observando a todos mis amigos y una sonrisa se me forma. Tom se inclina y roza mi lóbulo con sus labios.
-Lo de antes se tiene que repetir- susurra antes de colocarse a mi lado y dedicarme una sonrisa pícara que hace que me sonroje.
-¡ADRI, ADRI!- grita Hazza desde la mesa captando mi mirada.
-Vamos a terminar de disfrutar de tu cumpleaños- dice Tom pasando su brazo por mis hombros y comenzando a caminar.
-Como si no lo hubiésemos hecho ya- murmuro bajo pero me consigue oír, ya que me dedica una mirada cómplice junto con una sonrisa antes de llegar a la mesa y ser rodeada de mis amigos y sus felicitaciones.
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