Bañera.

Personas: Tom Holland y ___.

Edad: Ambos tienen 23 años.

Advertencia: No.

-*-

Tras un día y semana durísima en el trabajo lo único que quiero es llegar a casa y adentrarme en la bañera para dejar que el agua caliente destense todos y cada unos de mis músculos. Me encuentro en el coche de mi amiga y compañera de trabajo, Kira, quien me suele dejar en casa cada día.

-Hemos llegado, señorita - comenta en frente de mi casa.

-Muchas gracias - le sonrío.- Nos vemos el lunes.

-Hasta el lunes.

Dejo un beso en la mejilla de mi amiga antes de agarrar mi pequeña mochila y salir del coche. Me despido con la mano a través de la ventanilla y me dirijo hacia la puerta principal. En cuanto la abro el silencio sepulcral reina en toda la estancia. Suspiro ante el recuerdo que este me trae. Tom sigue de viaje. Hace más de cinco meses que no veo a mi novio y por más que hacemos una videollamada a la semana y nos mensajeamos diariamente, al menos para desearnos buenos días o buenas noches, no puedo evitar sentirme sola. Lo echo mucho de menos.

Enciendo la luz iluminado así la sala, el comedor y la cocina, ya que estas se encuentran unidas. Dejo la mochila en el sillón y me encamino a la cocina para sacar la botella de cristal de la nevera. Bebo el agua a morro y, al quedar poco, me la acabo y la dejo en la encimera. Después la rellenaré.

Sin apagar la luz me subo al piso de arriba para adentrarme en mi habitación. Abro el armario donde hay varias prendas de Tom. Agarro una de sus sudaderas y aspiro su adicto olor antes de cerrar las puertas del armario. Con la sudadera entre mis manos me encamino a la puerta del baño que se encuentra en suite. Quiero ese baño con el que llevo fantaseando desde la mitad de la semana y que hoy más que nunca necesito.

Al abrir la puerta no puedo evitar sorprenderme. La bañera se encuentra llena prácticamente hasta arriba y en ella flotan las burbujas. Bastantes velas situadas en la encimera del lavamanos y en los estantes iluminan el interior del baño sin la necesidad de encender la luz. Observo todo con asombro y confusión.

-¿Te gusta?

Su voz. Su preciosa voz. Me giro rápidamente encontrándome a mi chico a unos metros de distancia. Este me mira con una sonrisa y un brillo en los ojos que me cautivan. No dudo ni un segundo en correr hacia él y saltar a sus brazos.

Rodeo sus caderas con mis piernas y él me sujeta con sus fuertes brazos. Hundo mi rostro en su cuello y me deleito, de nuevo, con su olor pero esta vez directamente de su piel y no de una prenda de ropa.

-Te extrañé- susurro sacando mi rostro para observarlo.

-Y yo a ti, amor.

Acuno su rostro entre mis manos y lo admiro unos segundo antes de inclinarme hasta unir nuestros labios. Estos se mueven dulce y lentamente pero poco a poco el beso coge profundidad y se transforma en uno apasionado y necesitado. Definitivamente he extrañado sus labios.

-No puedo creer que estés aquí- comento jadeante.

-Pues lo estoy, preciosa.

En cuanto me baja de sus brazos rodeo su torso con los míos y apoyo la mejilla en su pecho. Llevo meses sin sentir el calor de su cuerpo y ahora no quiero separarme. Llamadme dependiente si queréis.

-Sí.

-¿Qué? - pregunta confundido por lo que me separo.

-Que sí me gusta- observo el interior del baño por encima del hombro.

-Ah. Me alegro porque es para ti.

-¿Solo para mí?

-Síp- responde con una sonrisa.

-¿Puedo tener a un invitado?- pregunto pasando mis brazos por sus hombros.

-Depende de quien se trate- él posa las manos en mis caderas y me acerca hacia su cuerpo.

-Tom.

-Entonces s...

-Hiddleston- completo interrumpiéndolo. La sonrisa que tenía se esfuma en menos de un segundo siendo substituida por una mirada asesina.

-¿Tom Hiddleston?

-Aha. ¿Puedo invitarlo?- pregunto con inocencia.

-No- responde tajante.

-Pero yo quiero un hombre que me haga mimos.

-Ya lo tienes -me acerca aún más a su cuerpo.

Me escabullo de su agarre y me quito la camiseta antes su atenta mirada. Observa mi sujetador, o mejor dicho lo que este oculta. Sonrío un tanto tímida antes de quitarme el pantalón y caminar hacia el baño.

-Demuéstramelo - le digo al lado de la bañera.

Se adentra al baño mientras se deshace de la chaqueta y la lanza al suelo para después continuar despojándose del resto de la ropa. Cuando voy a quitarme la ropa interior me detiene y lo hace él. Una vez ambos nos encontramos desnudos me tiende la mano, la cual acepto, y me ayuda a adentrarme en la bañera.

Se posiciona detrás de mí y se recuesta dentro del agua. Imito su acción y me posiciono entre sus piernas recargando mi espalda en su pecho. Me abraza por la cintura y deja un beso en mi hombro antes de dejar leves caricias con la punta de la nariz.

-¿Hiddleston te haría mimos mejor que yo?- susurra en mi oído para después dejar tiernos besos en mi cuello.

-Ni lo sé, ni me importa- contesto en el mismo tono. Giro mi rostro para verlo.- Te amo, Tom.

-Y yo a ti, ___- se inclina y vuelve a juntar nuestros labios.

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