Wakasa & Shinichiro +18
Advertencia de Lemon | Trío | sin protección porque son idiotas | Involucra una moto.
—Haces los mejores tragos.— Wakasa dejó la bombilla y te observó.— hablo en serio. Tú, ________, realizas los mejores malditos tragos. Apostaría a que dos vasos de eso y ya estaría borracho.
—Lo tomo como halago.— le sonreíste antes de tomar la bombilla con tus dedos y guiarlos hasta tu boca nuevamente. Shinichiro se acercó a ustedes entre silbidos y movimiento de llaves.— ¿ya cerraste el local?
—Si, todo listo para irnos.— El pelinegro se sentó junto a ti al ver la botella, quedaste en medio de ambos.— ¿que es eso?
—Lo invente yo.— moviste la gran botella hasta el, le ofreciste la bombilla.— ¿Quieres probar?
Shinichiro le dio un vistazo a Wakasa y luego se acercó a la bombilla para dar un trago, uno bastante leve.
—Tranquilo, hasta ahora no he muerto así que _______ lo debe haber hecho bien esta vez.— bromeó Wakasa manteniendo su voz seria y calmada.
—Está fuerte.— opinó arrugando su nariz. Saboreo el líquido, movió su boca un poco y se quedó viendo la botella.— Aunque está rico, dame un poco más.
—Espera, para eso traje vasos.— te estiraste por sobre las piernas de Wakasa para recoger tu mochila, la dejaste sobre tus piernas y buscaste los vasos plásticos.— Es lo que encontré.— tres vasos para tres personas, comenzaron a beber de tu obra maestra de inmediato.
Trago tras trago sentías que aquel líquido era cada vez mas rico.
—Wakasa ya se rió, se emborrachó.— Shinichiro tocó tu brazo para que observes al nombrado. Giraste tu rostro hacia él y Wakasa ya se encontraba con una sonrisa en su rostro, su mano cubriendo sus ojos mientras pensaba para sí mismo.
—Me acordé de algo, eso es todo.— explicó Imaushi viéndote.
Echaste a reír al notarlo tan entretenido por la nada misma. Se colocaba demasiado simpático en este tipo de situaciones.
—¿Que cosa?— preguntó Shinichiro, también viéndole detrás de ti. Wakasa negó con la cabeza, se rehusó.— Anda, dilo.
—Nada, nada, no me hagan caso.— movió su mano con desdén y siguió sonriendo, esta vez observó sus propios pies con diversión. Shinichiro comenzó a hablar de lo mal amigo que era al no decir qué estaba recordando.
—Nos está ocultando algo, Shin.— apodaste a lo que dabas otro trago a tu bebida. Te hiciste hacia atrás un poco para quedar más cerca del pelinegro.— Wakasa ya no nos quiere.
—Opino igual que tú, _________.— Soltó Shinichiro cerca de tu oído, su brazo se enrolló en tu abdomen para que no te separes de él.— Imaushi ya anda con secretos, no confía en nosotros.
—Exagerados.— emitió el de cabello claro.— Me acorde de un juego que me contó Akashi el otro día. En ese momento me pareció turbio pero ahora que lo pienso mejor como que se ve entretenido de jugar. Al menos ahora, un tanto bebido.— soltó carcajadas de inmediato.— Y con la compañía correcta, claro está.
—¿Que juego?— inquiriste aún más curiosa. Shinichiro soltó una carcajada cerca tuyo, habías hablado demasiado rápido.
—Uno de preguntas y penitencias, lo típico.— se encogió de hombros y dio otro trago. Imaushi dejó el borde del vaso en su boca.— ¿Te digo de que trata?
Asentiste, estabas impaciente. Si ahora lo recordaba estando ya más relajado, debió ser un juego el cual antes si se le habría pasado por la cabeza recrear pero sin atreverse del todo. Eso te provoco una intensa curiosidad.
—Una pregunta, si mientes, te rehusas a responder o los demás jugadores no te creen entonces debes sacar una prenda que lleves.— resumió finalizando con un trago a la bebida. La botella ya estaba a la mitad, y siquiera con eso ya todos estaban más simpáticos que de costumbre.
—¿Juguemos? De todas formas no tengo nada que esconder.— Shinichiro habló. Dejó de lado el vaso ya sin contenido en él y en cambio se sirvió más. Solo un poco más.
—Yo si tengo cosas que esconder así que preferiría dejarlo para otro día.— emitiste terminando tu vaso de un hondo trago.
—Oh, entonces yo sí quiero jugar.— Wakasa habló de inmediato, al escuchar eso salir de tu boca decidió arriesgarse.
Quería escuchar un par de tus secretos.
Lo pensaste...
La verdad no mucho, si Wakasa y Shinichiro quería jugar bien poco podías hacer. Siempre cedías ante tus dos amigos.
Evidentemente, nunca te arrepentías de seguir sus locuras.
—Bien.— asentiste. Observaste de reojo como Shinichiro dejaba más alcohol en tu vaso, le agradeciste luego.— Waka, Si fueses una chica con quien tuvieses una cita; ¿Takeomi, Shinichiro o Keizo?
Se hizo el difícil y lo pensó bastante.
—Probablemente Shinichiro.— el pelinegro comenzó a burlarse de inmediato.— Sería una cita la cual me reiría mucho. Le haría pagar la cena y de paso me burlaría de él por ser tan idiota.
—Que amoroso, amigo. Gracias.— Shinichiro contestó. Él seguía abrazándote, tu espalda tocando su hombro y parte de su pecho mientras observabas de frente a Wakasa.
—De nada, Shin.— Wakasa sonrió tras beber otro sorbo.
—_________, ¿Que es lo que te haría caer por un hombre? Basándonos en alguna característica de su personalidad o algo que haga por ti.— Preguntó Shinichiro, al estar dándole la espalda no pudiste ver la sonrisa que tenía en ese instante.
—Diría que... Si me ayuda o defiende de cualquier situación, caería al instante.— soltaste más que sincera.— Me atrae bastante las personas así, que no le temen a nada y que en caso de yo no atreverme a algo, me defiendan ellos mismos sin siquiera que se lo pida.
—Buena respuesta. Eso puedo hacerlo yo con facilidad.— Respondió Shinichiro dejando un ruidoso beso en tu cabeza. Wakasa comenzó a reírse.
—Tu no intimidas nada, Shin.— Imaushi se burló abiertamente del pelinegro. También reíste un poco, solo un poco.— Ya veo porque cuando te cuido me miras como enamorada, __________.
—Si, por eso.— admitiste riendo aún más.
—Aunque no tienes necesidad, golpeas más fuerte que yo.— Aquello que dijo Shinichiro te hizo reír.
—Es que tu no tienes tanta fuerza, Shin.— te burlaste un poco de él, Shinichiro soltó un jadeo ahogado, completa y fingidamente indignado.
—Shin, ¿que fue lo primero que viste de ________ la primera vez que la conociste?— soltó Wakasa viéndole con una ceja alzada, acercó su vaso con alcohol a su boca para dar un trago.
Oíste como Shinichiro reía con nerviosismo, se te fue obvio.
Giraste tu rostro para verle de reojo, su mano la llevó a tu mentón y te giró nuevamente para que veas a Wakasa y no a él. Tu otro amigo se carcajeo de su acción nerviosa.
—Mhm tal vez...— Dejó tu cintura para llevar su mano a tu boca, su índice tocó tu labio inferior.— Sus labios.
—No te creo ni mierda, mentiroso.— Wakasa de inmediato le apuntó en modo de acusación. Antes de que separe su dedo de tu boca le diste un mordisco.
—¡Hey! Eso dolió.— Shinichiro agitó su mano frente a ti, ahora si que reíste con ganas.— Bien, adiós zapatos.— sus propios pies se deshicieron de sus zapatos con plataforma, Wakasa rió de manera malévola.
—Wakasa, ¿y tu?— preguntaste viéndole con atención, de igual forma que él observó a Shinichiro.— ¿Que viste primero de mi?
—¿Quieres saber la mentira o la verdad?— inquirió inclinando su rostro levemente hacia abajo, su mirada penetrante perforó tus ojos y sonrió.
—Verdad, probablemente mañana no lo recuerde así que tranquilo.— Shinichiro te abrazó con ambos de sus brazos y tras acomodarse un poco, quedó con su mentón sobre tu hombro.
—Tu trasero, la primera vez que te vi fue de espaldas y me fijé en eso primero, lo siento.— se sinceró Wakasa dando otro rápido trago al vaso, cerca de tu rostro Shinichiro rió, su amigo se había atrevido.— Y si me preguntas que amo más de ti ahora mismo... Mhm...
—Esa ya es una respuesta adicional, Wakasa no seas idiota.— le recordó Shinichiro. Wakasa asintió y se calló de inmediato.
—Shinichiro maldito...
—¿_________, a quien besarías de nosotros dos?— te interrumpió Shinichiro. No lo pensaste ni un poco.
—A ambos.
—Di la verdad.— se quejó Wakasa, le viste con seriedad.
—A los dos, lo juro.— afirmaste completamente seria.
—No te creo...
—No te creo.— también dijo Shinichiro. Le diste un codazo hacia atrás y él se quejó de inmediato esbozando un auch.
Te quitaste tus zapatillas con rapidez, después de todo se suponía era una prenda.
—Shin, ¿ya le dijiste a _______ tu mayor secreto que se relaciona con ella?— Wakasa mordió su labio inferior para no sonreír más de lo que hacía ahora. Shinichiro se tensó a tus espaldas.
—No.— te giraste a mirarle.— Wakasa, ¿Y tú ya le dijiste por qué en el cumpleaños de ________ me golpeaste?
Esperen que no me estoy enterando de nada
—No.— esbozó más serio Wakasa, no había esperado que el pelinegro se la devuelva de igual forma.
—No entiendo ni una mierda, a decir verdad.— susurraste.
—________, ¿Con quien fue tu último beso?— preguntó Shinichiro acariciando cariñosamente tu cintura con una de sus manos. Desvió el tema exitosamente.
—Con Akashi.
—¿QUE?— espetaron ambos a la vez, lo gritaron.
—En serio, fue más que nada por un estúpido reto.— le restaste importancia de inmediato.
Ambos se enojaron un poco...
—Shin, ¿alguna vez yo te guste?— preguntaste llevando tu mano a una de las suyas que seguía envolviéndote.
Shinichiro se separó de ti y sacó su camiseta, prefirió eso a no responder.
Wakasa comenzó a reír.
—Jajajajaja, amigo, eso fue rápido.— soltó Wakasa bebiendo su vaso en un trago para servirse más del alcohol. Él era el que más había tomado, y se notaba.
—No se si ofenderme o que.— admitiste mirando a Wakasa nuevamente, Shinichiro volvió a abrazarte con fuerza.
—Wakasa, ¿cual es tu fantasía se...
—¡________! Cochina.— te recriminó burlón Shinichiro, le diste un golpe a su mano por interrumpir.
—Mierda, a ver...— dejó caer su cabeza hacia atrás mientras cerraba los ojos con fuerza, simplemente pensando y decidiéndose por uno de los tantos que tenía.— No, eso si me rehuso a decirlo.
—Debe ser algo fuerte.— chillaste intentando burlarte de él un poco, Wakasa asintió mientras quitaba sus zapatos.
—¿Y el tuyo, _________?— contraatacó Wakasa.
—De seguro simplemente diría que un trío, es que da igual si es con hombres o mujeres, siento que sería wow de cualquier forma.— admitiste sin titubear.
Ni dejaste pensar a tus amigos, solo alcanzaron a verse durante un segundo antes de que tú hables nuevamente.
—Shin, ¿No eres Virgen cierto?— preguntaste curiosa. El pelinegro se carcajeó.
—Se que tengo mala reputación con las chicas, ¿bien? Pero que me hayan rechazado citas no significa que sea virgen.— aclaró alcanzando tu vaso con alcohol y tomando un trago. Rápidamente tapaste tu boca con tu palma respecto a su declaración.
—¿Y como mierda pasó eso?— preguntaste aún anonadada.
—Ni yo sé, linda.— se encogió de hombros y siguió bebiendo.
—Waka, ¿Es verdad que Benkei es más fuerte que tú?— preguntaste con diversión tiñendo tu voz.
—Nah.
—Mentira.— soltó Shinichiro al mismo tiempo que tú. Wakasa bufó y sacó su camiseta.
—_________, ¿alguna vez gustaste de alguno de nosotros?— preguntó Shinichiro con notable curiosidad.
Mierda
—Prefiero el camino de la muerte.— aclaraste, te separaste ligeramente de Shinichiro para quitar tu sudadera, por suerte debajo traías una camiseta de tirantes. Shinichiro te abrazó nuevamente como si no pasara nada.
—Shinichiro, ¿Que es lo que más te gusta de _________ físicamente?— preguntó Wakasa.
—Está vez si que sus labios.— aclaró moviendo su rostro hasta tu mejilla, rozo su nariz contigo.— ¿Me crees ________?
—Mhm más o menos.— jugueteaste ahora buscando tu vaso que antes se había llevado Shin para beber un trago.
—Wakasa, ¿soy feo?— una pregunta prácticamente desechada por Shinichiro.
—Si.
—________, ¿si te pagarán diez millones me golpearías?— preguntó Shinichiro un tanto entretenido.
—Claro que no, como se te ocurre preguntar semejante cosa...
—Que mentira más grande, sácate la camiseta.— demandó Wakasa negando con la cabeza en tu dirección.
—Pero si digo la verdad, que son malpensados conmigo.— te giraste a Shinichiro.— ¿piensas así también, Shin?
—La verdad, si te creo capaz, _________.— admitió Shinichiro esbozando un puchero leve.
—Aggg, ahora así que tengo ganas de golpearlos.— terminaste tu vaso de alcohol en un segundo y de tal sensación de ardor te atreviste a separarte del cuerpo de Shinichiro para sacar tu camiseta. La dejaste a un lado de tus piernas y volviste a acomodarte contra el pelinegro, él volvió a abrazarte con total confianza.
Ni se inmutó al ahora estar ambos sintiéndose piel con piel, solo se mantuvieron así de cerca, abrazados.
—Bien...— Wakasa cerró sus ojos por un momento cuando vio tus senos en aquel brasier de encaje negro, rápidamente se concentró en la pregunta e intento no verte tan descaradamente.— Shinichiro, ¿Cual fue tu experiencia más vergonzosa con una chica?
—Oh bueno... Recuerdo una vez que malinterprete algo que ocurrió y le toque el pecho a una chica... Desde ese momento que siempre pregunto antes de hacer algo.— contó un tanto desanimado, eso hizo reír a Wakasa a boca abierta.— Me dejó la mano estampada en la mejilla.
—Me imagino a ti queriendo saber la talla de su brasier y haciendo esa mierda.— te reíste a la par de Wakasa, Shinichiro no sabía donde esconderse, la verdad eso ocurrió cuando era un adolescente.—Al menos aprendiste la lección.
—Si, ¿Puedo tocar tus pechos, _________?— bromeó notoriamente, sus manos simulando tocarlos estando simplemente flotando en el aire frente a ellos. Lo que ninguno se esperó fue tu respuesta.
—Bueno.— respondiste despreocupadamente. Wakasa alzó sus cejas y miró a Shinichiro que estaba detrás de tu hombro.
—¿Hablas... en serio?— preguntó con cierto temor el pelinegro. Suspiraste y llevaste tus manos a sus muñecas, le acercaste a tu cuerpo y sus palmas quedaron envolviendo tus pechos.— Pero...
—Fácil, ¿no? Ni que fuera la gran cosa.— sonreíste un poco, Shinichiro se notó plasmado, no emitió ningún movimiento extra.
Shinichiro sintió que estaba cumpliendo uno de sus putos sueños, estaba soñando según el. Cuando sentiste sus dedos moverse ligeramente por sobre el encaje reíste otro poco a su plena curiosidad repentina.
—Ya... deja de tocarla que me pone nervioso.— admitió Wakasa viendo fijamente tus senos. Se removió un tanto incómodo y buscó la botella de alcohol para servir más en su vaso.
—Oh, ¿te excitaste, Wakasa?— se burló Shinichiro, a duras penas bajó sus manos ahora a tu abdomen y te abrazó nuevamente. Tus manos descansaron sobre las suyas.
—No.
—¡Mentiroso!— dijeron ambos, Shinichiro y tu. Wakasa les vio con cierta derrota y se puso de pie a regañantes.
—Carajo...— comenzó a desabrochar su cinturón, a tus espaldas sentías como el pecho de Shin vibraba, estaba riendo en voz baja.— ¿El cinturón cuenta como prenda?
—No.— contestaste de inmediato. Wakasa dejó sus ojos en blanco por un segundo y luego bajó sus pantalones, los dejó a un costado y volvió a sentarse extendiendo sus piernas hacia en frente. Viste su perfil tranquilo pero con sus cejas ligeramente fruncidas.
Ya no reía tanto
—_________, ¿alguna vez has soñado algo intenso conmigo o Shinichiro?— preguntó Wakasa volteando a mirarte.
—Define intenso.— mordiste ligeramente la zona de tu mejilla interna. Wakasa pensó un poco.
—En palabras básicas, alguno de nosotros siendo tus novios por ejemplo.— bebió más de su vaso.
—Paso.— sin más preámbulos llevaste tus manos a los botones de tus jeans y subiste las caderas para comenzar a bajarlos. Shinichiro detrás tuyo dejó de tocarte.— Ayúdame Waka.— apuntaste a la orilla de los jeans, para que desde donde estaba los tome y tire lejos de tus pies.
—¿Por qué no te paras?— inquirió Shinichiro. Llevaste el material hasta casi tus rodillas y Wakasa se sentó frente a ti para ayudar a quitarlos, los dejó a un lado y mantuvo su mirada detrás tuyo, viendo a tu otro amigo.
—Me da pereza.— admitiste volviendo a recostar tu nuca en el hombro de Shin. Tu mano alcanzó el vaso y lo terminaste en apenas unos cuantos sorbos.
Shinichiro pensó en si seguir abrazando tu cuerpo o no, al final luego de varios debates mentales lo hizo. Tragó saliva con pesadez y envolvió sus brazos en tu cintura, su mano derecha descansando en el hueso de tu cadera justo sobre tus bragas.
—¿Por qué llevas la ropa interior negra? ¿Vas a un entierro?— Wakasa aclaró su garganta luego de ver tu cuerpo por completo y su mano fue a su boca mientras tosía repentinamente.
—Toda mi ropa interior es blanca o negra, no esperes mucho.— le sonreíste a boca cerrada mientras juntabas tus piernas una sobre la otra. Shinichiro vio por arriba de tu hombro aquel conjunto sencillo pero demasiado llamativo ante sus ojos, sintió que se podía desmayar en cualquier minuto.
—Shin, ¿te gustan las chicas mayores o menores?— preguntaste siguiendo con el juego. El pelinegro dejó de ver tu cuerpo e hizo su rostro hacia atrás, golpeó su nuca con la pared a la vez que cerraba los ojos para controlarse a sí mismo de cometer una locura.
—Las chicas de tu edad, ________.— confirmó Shinichiro casi por instinto.
—Wakasa, ¿y a ti?— miraste al nombrado esta vez, quien se encontraba con el codo sobre sus piernas y el encorvado en su lugar escondiendo sus ojos con su mano.
Solo unos tragos más y podría devorarte con la mirada sin sentir vergüenza. Y si que bebió más alcohol.
—Lo mismo de Shin.— admitió bebiendo más de tu mezcla de alcohol.
—Aburridos.— canturreaste ofreciendo de tu vaso a Shinichiro, él lo tomó de inmediato buscando tranquilizarse aún más.
Wakasa al terminar su vaso se fijó en ti nuevamente, sus ojos picaban por ver más allá de tu ropa interior. Le bastaba con hacer lo que hizo su amigo, acariciar tus pechos era lo mínimo que le gustaría hacer.
—________, ¿Tu moto necesita alguna reparación?— preguntó Shinichiro observando en frente de ustedes a tu motocicleta, Wakasa y tú la habían entrado al garage de él mientras cerraba el local.
—Eh no que yo sepa.— viste la motocicleta con duda, andaba bien y la verdad no daba ningún problema hasta el momento.
—Creo que si, de aquí le notó que algo no está en su lugar, __________. Deberías ver debajo de ella, ahora.— propuso Wakasa mirando también tu moto en perfecto estado. Aún algo dudosa te levantaste del suelo y fuiste hasta tu moto.
—Que raro... No se si es porque estoy algo ebria o que pero no le veo nada fuera de lo normal.— te agachaste, pegando tus rodillas al suelo y observaste tu moto, inspeccionando que no haya nada malo en ella.
Pronto viste los pies de Wakasa frente a ti, del otro lado de la moto. Tus palmas presionaron el suelo y te incorporaste para colocarte de pie nuevamente. Siquiera pudiste ver el la expresión de Wakasa ya que Shinichiro estando detrás de ti buscó tu rostro y lo giro levemente para besarte, fue tan sorpresivo que tus ojos se abrieron de par en par al sentirlo.
Inconscientemente moviste tus caderas hacia atrás y chocaste con el, el pelinegro buscó nuevamente aquella sensación y empujó en tu dirección, chocaste con la moto en consecuencia.
Mientras tu rostro estaba girado para besar a Shinichiro, Wakasa frente a ti estiró su mano y su índice recorrió lo que la copa del brasier dejaba al descubierto.
Los tres se impulsaron por el alcohol tal vez. Por esto, tu mano fue a la nuca de Shinichiro y le besaste con más ganas, sus lenguas raspaban con la del otro y sus movimientos eran coordinados completamente. Su lengua de vez en cuando encontrando tus labios para humedecerlos coquetamente, intentaste girar para quedar frente a él pero sujetó tus caderas y te lo negó.
Una mano se enrolló en tu cabello, la zona de tu nuca, los dedos de Wakasa se colaron por los mechones y te separó de Shinichiro para guiarte en su dirección. Tu abdomen quedó sobre el asiento de tu moto, por instinto tus manos se apoyaron ahí. No hay manera para describir lo bien que se sintió la húmeda lengua de Wakasa en tus labios para entreabrirlos, cubrió tu boca con la suya y de inmediato correspondiste a su beso.
Fue un beso descuidado. Tal vez más por tu parte ya que sentías como detrás Shinichiro daba leves caricias a tu espalda, subiendo hasta el broche del sujetador que traías. Eso te desconcentro por completo.
Mordiste sin querer el labio de Wakasa tras separarte del beso, Shinichiro hacia de las suyas y había comenzado a restregar su entrepierna con tu trasero. Imaushi soltó una risa tenue observando tu rostro casi rozando nariz con nariz, le viste un tanto ida al sentir una excitacion crecer poco a poco en ti. Lo mejor que pudo hacer quien tenías en frente fue desabrochar tu brasier en un solo movimiento.
Al observar la mirada deseosa de Wakasa sobre tus pechos, decidiste sacar aquella prenda interior tu misma. Shinichiro sonrió ante tu decisión y comenzó pronto a desabrochar sus pantalones.
—Deja que se levante.— le pidió Wakasa a Shinichiro, que te mantenía inclinada sobre la moto para tener visión de tu trasero únicamente vestido con las bragas. El brazo del pelinegro se enrolló en tu abdomen y pegó tu espalda a su pecho descubierto.—No te la lleves, idiota.— Wakasa te abrazó con uno de sus brazos y te acercó más a él, no por completo al estar la moto interviniendo.
El rostro de Imaushi se inclinó hasta dar con tu cuello y fue bajando hasta atrapar uno de tus pezones con su boca, tus manos se enredaron en su cabello; te sujetaste de el. Mientras, Shinichiro buscó consuelo en tu cuello y su mano derecha jugó con tu pecho libre de la boca de tu otro amigo.
Recargaste tu cabeza hacia atrás producto del extasis, dos pares de manos se paseaban por tu cuerpo, sujetando tus caderas o manoseando tu pecho como ahora. Se te fue difícil controlar los pequeños gemidos que escurrían de tu boca.
Observaste con la boca abierta como Wakasa se alejaba para dejar ver una mancha que hizo en alguna zona de tu pecho, un pequeño chupeton lila. Cerca de tu oído Shin comenzó a reír antes de dejar un beso en tu mejilla.
—Lo siento, creo.— susurró Imaushi relamiendo sus labios antes de sonreír ligeramente. Una sonrisa realmente traviesa viniendo de él.
—Si no te gustan esas cosas, _______, mejor no veas tu cuello.— aguanto de reír Shinichiro, de inmediato giraste tu rostro para verle. El pelinegro miraba con atención tu cuello donde antes había estado besando y si, succionando también.
Te hubieses enojado de no ser por lo duro que se notaba estaba Shinichiro detrás de ti y por la erección que viste en Wakasa. Tuviste otras prioridades.
—¿Me van a follar ya o que?— te cruzaste de brazos mirando en frente y luego de reojo a Shinichiro. A lo directo que sonó, Wakasa alzó sus cejas a la vez y dejó caer sus palmas al asiento de tu moto, estando ahí te miro pensativo, su lengua posando bajo sus dientes.
—Como usted diga, señorita.— exclamó Shinichiro detrás tuyo, se notaba la diversión en su voz.
—Que mandona.— dijo por otro lado Wakasa. El tomo tus hombros y te empujó hacia abajo nuevamente, tu abdomen ahora pegado al asiento. Shinichiro sujetó tus caderas y sus pulgares se engancharon a cada lado de tus bragas.
Mierda, estando en esta posición tenías frente a tu rostro la entrepierna de Wakasa.
Pero que vista... Su miembro estaba tan marcado por debajo de la delgada tela de su ropa interior, podías ver casi a detalle. Se notaba lo emocionado que estaba, su longitud intentando permanecer dentro de sus bóxers en dirección a su muslo. Shinichiro bajó tus bragas e interrumpió tus pensamientos.
Wakasa echó un vistazo antes de mirar a su amigo, ahora él tenía ganas de estar en tus espaldas. Las manos del pelinegro quedaron sobre cada lado de tu trasero, acarició un poco con cierta ternura y luego llevó la derecha en un camino lento hasta tu entrepierna.
Por tu parte, estiraste la mano para alcanzar el elástico de los bóxers de Wakasa, lo acercaste a ti antes de apoyar tus codos en el asiento y levantar tu rostro un poco. Aquel chico acarició tu cabeza y su otra mano movió tu cabello para despejar tu rostro, le viste hacia arriba el como te observaba expectante.
No quitaste la intensa mirada de él cuando los dedos de Shinichiro encontraron tu intimidad, rebuscando entre tus pliegues para prepararte e introducir uno de sus largos dedos. Entrecerraste tus ojos por la sensación, el leve cosquilleo que ya sentías se incrementó considerablemente ante sus caricias. Wakasa observó tu expresión y le encantó, se preguntó como seria tu linda cara si te folla la boca.
Necesitaba saberlo.
Tras el peinar tu cabello hacia atrás tus manos bajaron sus bóxers con paciencia, querías disfrutar de cada segundo hasta el punto de plasmarlo en tu memoria. Cuando el miembro de Wakasa se liberó le miraste con mayor deseo del que se te fue posible disimular, ante tus ojos era bastante lindo, un poco curvo y ya con la hendidura del inicio húmeda. El chico de cabello claro sostuvo tu cabeza y meció sus caderas hasta buscar tu boca que ya se encontraba abierta para el. Tendrías que aguantar las de gemir por los toques de Shinichiro al menos estos minutos.
Se desplazó cerca, bastante más cerca de tu garganta. Aquella humedad previa en tu boca agilizó el proceso y se le fue más fácil embestir. Wakasa te miró con las cejas fruncidas y mordisqueó su labio inferior para no emitir ruido, al menos por ahora.
Sujetaste la base de su miembro con una mano y tu mano libre buscó apoyo en el muslo de Wakasa. Mientras le tomabas, Shinichiro detrás dejaba sutiles besos en tu espalda mientras ahora introducía su dedo medio en tu interior, tu intimidad recibiéndolo con gozo total. Al estar tan al pendiente del chico con ojos lilas no te percataste de que ya Shinichiro estaba sin ropa interior y preparando su miembro para introducirse en ti.
Un gemido salió desde el fondo de tu garganta, Wakasa empujó más hondo y tus ojos se pusieron vidriosos, aguantaste el picor y acercaste tu rostro más a su pelvis. Shinichiro embistió de un golpe seco en ese instante, cerraste los ojos de inmediato.
La mano derecha del pelinegro tomó tu muslo derecho y separó tus piernas un poco más, arqueaste tu espalda ligeramente al sentir otra y otra embestida. Moviste tu mano masturbando a Wakasa y el chico emitió un tembloroso gemido sujetando con mayor fuerza tu cabello. Sacaste su miembro de la boca para relamer tus labios y antes de meterlo a tu cavidad bucal nuevamente, dejaste una extensa lamida en su longitud. Wakasa se desequilibrio ante tal acto.
Más duro embistió, su polla tocó fondo en tu garganta y luego volvió a repetirlo. Miraste el rostro excitado de Wakasa no pudiendo gemir siquiera al estar tu boca llena. Shinichiro con sus embestidas provocaba que la motocicleta se mueva a su vez, una de sus manos encontró tu clítoris y mientras penetraba te acariciaba justamente ahí de una manera que te hizo dejar de respirar por unos segundos.
No se les fue capaz de decir una palabra, eran un lío de gemidos y músculos anudados, tensos por el placer antes retenido. De manera casi coordinada llegaste al clímax a la vez de Wakasa, su esencia se desparramó dentro de tu boca y al retirarse mancho tus labios y mentón.
Tus piernas temblaron en su lugar, te sujetaste del todo al asiento de la moto ahora con tus manos a cada costado y tomaste mayor atención a Shinichiro. Dejaste caer tu rostro mirando el suelo e intentaste callar tus gemidos. El pelinegro sujetó tus caderas y aumentó el ritmo para encontrar su propia liberación.
Mientras tanto, Wakasa acariciaba tu espalda con una de sus manos.
Shinichiro maldijo antes de llegar a su orgasmo, se mantuvo en lo hondo de ti apoyando su abdomen bajo en parte de tu trasero y espalda baja.
—Mierda...— El pelinegro salió de tu interior ensuciando tus muslos con aquella sustancia pegajosa, parte de tu liberación también escurrió por tus muslos. Miraste el suelo, intentando recuperarte del todo; inhalando y exhalando pausadamente.
—_________, ¿estás dispuesta a otra ronda?— Wakasa habló luego de unos segundos en silencio. Siquiera quisiste decir algo, alzaste tu mano y le indicaste que si. Cuando le empujaste con tu mano a un costado este rió y se movió detrás tuyo, ahora Shinichiro estaría en tu boca.
Tus codos se apoyaron en el asiento de la motocicleta cuando el pelinegro estuvo frente a ti, como tu amigo era más alto deberías incorporarte un poco. Shinichiro limpió la comisura de tu boca con su pulgar antes de agacharse para besar tu mejilla.
Nuevamente sin rodeos acercaste sus caderas, su miembro ya erecto daba leves toques a tu rostro. Solo notaste cuando Wakasa estuvo ya listo, al sentir su mano impactar tu trasero en una cachetada con la palma abierta. Ahí nuevamente estuvieron haciendo un desastre contigo, uno bastante bueno.
Meow
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top