Souya Kawata +18
Pedido de varias
Advertencia: contiene Lemon, termina de forma vergonzosa.
Es re cortito este capítulo pero no se preocupen que después tratare de hacer otro con la misma temática.
Tenias un mini concierto en la ducha. Sin duda pensabas que no cantabas bien así que en ese pequeño espacio te ponías a cantar a todo volumen.
Terminaste de lavar tu cabello y decidiste que era hora de salir, tenías pensado esperar a tu esposo con la cena lista.
Estás a punto de terminar cuando escuches la puerta del baño abriéndose. No pensando en ello, continúas. Tarareaste la canción que se reproduce en tu celular y seguiste refregando ahora tus brazos.
—No me esperaste.—Te sostuviste de la pared del susto. Souya había abierto la cortina, no teniendo prenda alguna, aquella imagen te hizo sonrojarte de sobremanera.
—Me asustaste, Angry.—aquel apodo que le decías a veces le hizo arquear una ceja. Tapaste con tus manos tus pechos, algo avergonzada te diste media vuelta para darle al espalda. El chico entró a la ducha y posterior a eso cerró la cortina de un tirón.
—No deberías avergonzarte, ya te he visto desnuda antes.—murmuró bajito, casi por encima de un susurro. De respuesta soltaste una pequeña risita. Las manos de Angry fueron a tus brazos, acariciandolos de arriba a abajo, bajaste tus manos para ponerlas a tus costados y relajarte simplemente bajo el agua.
—Me hubieses avisado que llegarías antes, hubiese tenido lista la cena.—murmuraste totalmente relajada ante el pequeño masaje que comenzó a hacerte en los hombros y parte de tus brazos.
—Quise sorprenderte...—Su cuerpo se apegó más al tuyo, buscando el agua de la ducha. Sin tener ningún centímetro que les separe decidiste darte media vuelta para estar frente a frente con Angry. Su mirada tan fija te penetraba hasta el alma, siempre miraba a los ojos y aquello te hacía poner mucho más nerviosa.
—Está bien, pero de todas formas ya había terminado de bañarme.—Murmuraste haciendo que él haga una mueca, negando con la cabeza pausadamente.
—Entonces ayúdame a mi.— respondió con voz acentuada. Cuando te alzaste de puntillas para alcanzar su ahora lacio cabello Souya te sujeto de tu cintura. Revolviste un poco su cabello con Shampoo y acondicionador, todo mientras Angry se inclinaba hacia ti y comenzaba a darte pequeños besitos en tu cuello.
Separabas constantemente el rostro para ver bien su cabello y lavarlo completamente. Cuando terminaste Angry te agradeció con un impetuoso beso, adentrando su lengua para juguetear con la tuya. De la sorpresa, gemiste levemente, más en un suspiro entrecortado. Tras agarrarte de sus amplios hombros te inclinaste hacia atrás, Angry se inclinó junto contigo para que no te separes del beso, no quería dejar en paz tus labios.
—Nos puede escuchar...—Susurraste contra sus labios. Souya negó con la cabeza y tras respirar brevemente volvió a profundizar el beso aún más, acercando tu pelvis a la de el, provocando miles de cosquilleos en la parte baja de tu vientre. Cuando sentiste algo punzante contra tu estómago sonreíste perversamente.
—¿Que haces?.—Angry observo tu movimiento hacia abajo, acomodándote con las rodillas pegadas a la cerámica.
No respondiste ante su solicitud, en cambio tras dar unas breves caricias a sus muslos, agarraste su miembro entre tus manos, comenzando con un movimiento con tu muñeca de arriba hacia abajo. Un ritmo lento y pausado que a Souya le enloqueció. Cuando soltó un insulto por debajo de uno de sus jadeos, seguiste masturbandole con una mano mientras tu boca envolvía parte de su falo. Sus gemidos de placer te hicieron casi sonreír.
Un gruñido dejó su boca en respuesta mientras se endurecía bajo tu tacto.
Mientras hacías tu buen labor, Angry hacía a un lado tu cabello, decidiéndose por improvisar una coleta para que no te moleste y a la vez para mirarte mientras se lo haces. Desde abajo podías ver con mayor atención sus abdominales bien tonificados, ya luego podrías pasearte por aquellos cuadritos de tu chico.
El sonido de tu nombre se cae de sus bonitos labios, le viste cómo cerraba los ojos fuertemente y entreabría la boca, las gotas de agua aún bajando desde su frente, por su cuello, prácticamente empapando todo de el.
Te deleitaste con el rostro contraído de placer de Souya, aquello aumentando tus movimientos, tus roces de tu lengua contra su piel.
Un tirón en tu cabello te hizo jadear ahogadamente, en tal punto Angry dio una feroz embestida contra tu boca, ayudando a terminar el trabajo más rápido, estaba desesperado. Entre tirones de cabello y mientras tú sacabas y metías su miembro más rápidamente y profundo, el de cabello ahora lacio se corrió en tu boca soltando un suspiro profundo.
Disminuyó el agarre de tu cabello pero siguió sosteniéndote ahí, de la emoción ni dudaste en tragar un poco de aquella liberación de tu pareja, Souya al darse cuenta te separo de un tirón. Le miraste aún arrodillada con una sonrisa de lado, el chico nunca te pedía que hagas aquello por lo que ahora te observo entre sorprendido pero excitado totalmente.
Antes de que pudieras limpiar la comisura de tu boca, Angry llevo una de sus manos hasta tus labios y mentón, limpiando algunos restos con su pulgar. Por cierto, el agua hacía muy bien su trabajo en deshacerse de evidencias.
Angry te llevo con el, poniéndote de pie rápidamente. Esta vez te besó de nuevo lamiéndote el labio inferior pidiendo acceso a tu boca, tan pronto como separaste los labios, pasó su lengua, chocando con la tuya. El beso era descuidado pero íntimo, agarró parte de tu cabello inclinando tu cabeza hacia un lado para profundizar el beso entre los dos.
Tras estrellarte con la pared de azulejos detrás de ti sus manos fueron acariciando cada centímetro de tu piel. Tras alcanzar tus caderas llevo su índice y su dedo medio a su boca, cubriéndolos con su saliva antes de insertarlos lentamente dentro de ti.
Un bonito gemido se deslizó por tus labios mientras llevabas tu boca a su oreja envolviendo tus brazos alrededor de su cuello. Mantuvo un ritmo lento y constante, preparándote para lo siguiente que estaba pensando hacer.
Podías sentir sus gruesos dedos metiéndose y saliendo de ti a un ritmo dolorosamente lento. Este cerca de tu oído murmuraba lo bonita que te veías ahora mismo y lo bien que le pone escuchar tus gemidos contra su oído. Entreabriste la boca cuando a la par de sus embestidas con su pulgar alcanzó a frotar aquel punto débil tuyo.
Dejo besos húmedos en tus hombros y cuello, su mano desocupada en vez de sostenerte la llevo hasta uno de tus senos, apretujándolos con los dedos, provocando más de un gemido en ti. Nuevamente sentiste su dureza crecer, y ya por todo el extasis te corriste a los pocos minutos, soltando un grito que Angry calló besándote con necesidad.
Les tomó a ambos un tiempo salir de su euforia, ambos estaban completamente envueltos en el placer que atravesó sus cuerpos hasta que su hijo abrió la puerta del baño, este sostenía a un cachorro callejero.
—Mamá, mira lo que encontré.— Saltaste al fuerte sonido. Rápidamente Souya agarro una toalla que colgaba libremente en un estante y te envolvió en ella. Tus pies se movieron y saliste de la ducha más rápido de lo que esperabas porque resbalaste y casi caíste contra el piso. Afortunadamente para los dos, su hijo había estado sosteniendo al cachorro cubriéndose la cara de la escena. Souya también alcanzó una toalla y tras colocársela tapando de sus caderas hacia abajo, salió de la ducha colocándose detrás de ti para de paso ocultar la vista de su hijo de él.
—¿Qué están haciendo?.—Su hijo preguntó, bajando al cachorro de su rostro. Te colocaste totalmente nerviosa, y quisiste golpearte a ti misma contra la pared por ser tan descuidada.
—Nosotros uh, estaba ayudando a mamá a ducharse porque es demasiado torpe.—Souya hizo una mueca burlona, estirando su mano ligeramente para darte palmaditas en la cabeza.
Tu hijo les miro y rápidamente cambio su expresión.
—¿Puedo quedármelo?.—hablo feliz con una sonrisa adornando su rostro. Tu despabilaste y te acercaste tomándole de la mano, ambos saliendo del baño.
—Claro que si.—susurraste mientras impedías que tu hijo viese a Angry, cerrando la puerta de baño rápidamente. Tras tu hijo irse corriendo de la emoción para jugar con su nueva mascota, pudiste dar un suspiro aliviado.
Miren a Senju por favor KAKKAKAKAKSKSKAKKAKAKKSKSKAJKAKAKAKSKSKAKKSKSKSKSKSKSKSKSKKSKSKSKSKSKSKSKKSKSKSKSKSKSK ya.
Vamos Baji, muerde el cebo
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