Shinichiro Sano P2
Para entender este capítulo deben leer el primer +18 de Shinichiro Sano, lo pueden encontrar casi al inicio de la historia.
Capítulo NO corregido
—Muchas gracias, vuelva pronto—. Shinichiro despidió a los clientes con una sonrisa plasmada en su rostro.
Te enfocaste únicamente en limpiar el piso. Estabas segura que el día anterior habían pasado varios miembros de la pandilla ya que habían dejado huellas por toda la tienda.
Lo peor era que tú debías limpiar.
—Ya deja eso así —. Shinichiro fue hasta la caja para revisar el dinero —. luego lo limpio por la noche.
—No, tengo que limpiarlo ahora —. trapeaste con fuerza las manchas oscuras, regaste más limpiador y agua para ver si salían así.
—Dame eso —. la mano de Shinichiro atrapó el trapeador. Negaste con la cabeza.
—Shinichiro deja que lo haga, es mi trabajo —. seguiste moviendo el trapeador aunque su mano afirmó su agarre aún más.
—Ya dámelo —. volvió a repetir, su voz empeñada en seriedad.
Alzaste tu mirada hasta el, sus ojos buscaron los tuyos. Soltaste el objeto y el pelinegro lo fue a guardar a la bodega. Aún así no querías sentirte inútil, y te incomodaba un poco que esté todo sucio. Por ello buscaste un trapo y tras mojarlo te arrodillaste en el piso para seguir sacando las manchas. Shinichiro al verte, nuevamente soltó un grito ronco.
—¿Eres burra o que? — reprimiste una risa por como le había salido aquella frase —. bien, haz lo que quieras.
Seguiste limpiando incluso cuando sonaron las puertas nuevamente. Entraron un par de chicas, que por cierto se vieron notoriamente emocionadas al ver al encargado de la tienda.
Fregaste con más fuerza. No quisiste ver el espectáculo, pero oías como Shinichiro estaba muy a gusto con la clientela ya que reía constantemente en conjunto con ellas.
—Será un regalo para mi hermano —. habló una de ellas observando un par de motos a un costado —. ¿Cual crees que es más bonita?
Hiciste un movimiento de cejas al escuchar a la chica pedir su opinión. Shinichiro rió nervioso y le mostró las que más se vendían de momento.
—Pero... ¿cual te gusta a ti?, siento que tienes muy buen gusto —. agregó nuevamente. Su tono coqueto era evidente.
—No tengo ninguna favorita, todas las motocicletas son buenas a su manera —. te atoraste con saliva al escuchar su respuesta, al parecer no entendía que le estaban coqueteando directamente.
Seguiste limpiando desinteresadamente el piso, limpiaste las huellas que te dieron tanto problema y seguiste con otras que iban más a la entrada. Shinichiro miró por un momento como te esmerabas en dejar reluciente todo.
—________, ¿cuál te gusta más?— tu jefe preguntó.
Subiste la mirada hasta ellos, las chicas te observaron como si no supieran de tu presencia allí durante todo ese momento.
—Esa —. apuntaste la que más te gustaba, solo por ser la más rápida según Shinichiro.
Dejaste de verles y te enfocaste nuevamente en limpiar el piso.
—Genial —. la chica se acercó a la moto elegida, se notaba no tenía experiencia en motocicletas ya que la tocó con cierta duda. Luego de mirar brevemente sus acciones frente a la moto, pudiste notar que no sabía subirse a una. No te reíste, tú estabas igual hace unos años—. ¿me ayudas?
—Claro —. Shinichiro se acercó, y amablemente le ayudó.
No me molesta
Aunque ese coqueteo fue en serio muy directo, espero no ser así cuando le coqueteo a alguien jaja.
—Wow, sin duda le encantará —. la chica dio unas aceleraciones a la moto, claramente al no tener la llave no sucedió nada —. me la llevo entonces.
De reojo observaste cómo se sujetó de los hombros de Shinichiro para bajarse de la moto. Tu amigo le ayudo tomándole de la cintura para que no se tropiece o simplemente caiga de mala forma.
—Las motos son muy altas —. rió la chica al estar nuevamente en el suelo aún sosteniéndose de Shinichiro. Su amiga que le acompañaba también sonrió a la vez.
lis mitis sin mii iltis
Basta, contrólate ________
Ya cuando decidieron hablarle a tu amigo de su vida personal decidiste no observar el espectáculo más tiempo.
Dejaste a un lado el limpiar y te levantaste para ir a la bodega, tirando el trapo sobre el mesón principal.
No fue a causa de tus leves celos pero cerraste la puerta en un portazo algo audible. Pero ojo, no estabas molesta, simplemente huiste de esa incómoda situación la cual dos chicas ponían sus manos sobre la espalda o brazos de tu amigo.
Aún así te mantuviste cerca de la puerta, tratando de escuchar cuando al fin se fueran para salir del disimulado escondite.
—Parece que la chica que limpia está enojada —. una risita por parte de la chica tras mencionar aquello. Tu ceño se frunció y tu enojo aumento.
—¿Ella es tu novia?— la otra clienta le preguntó a Shinichiro.
—No — auch. Si es cierto.— solo trabajamos juntos.
—Oh, ok genial —. respondió la segunda chica.
Siguieron con las risas constantes, hablaron un poco de su día hasta que le pidieron el número al pelinegro; obviamente se lo dió sin problema y luego se fueron. Solo hasta que sonó la puerta fue que saliste de la bodega tomando algunas cosas entre tus manos para disimular tu huida.
Tarareaste una melodía al azar a lo que cerrabas la puerta con el pie y caminabas a la caja. Dejaste las cosas en el mesón y las observaste una por una. Ni te diste cuenta que solo habías traído botellas de aceite para motos.
—Hey —. dejaste de ver las botellas y alzaste tu rostro hasta Shinichiro. El pelinegro se acercó de manera lenta, sus manos entraron a cada lado de sus bolsillos —. ¿Estás bien?
—Si, ¿por qué?— la botella la golpeaste contra el mesón, sin querer.
—Te noto algo...— mordiste tu lengua con cautela. Shinichiro se paró en frente del mesón e hizo un tanteo con su cabeza, pensando que decir —. tensa...
—Para nada —. ubicaste las botellas en las repisas de una esquina y pasaste por su lado para sostener el trapo que antes tiraste —. a ti te he notado más diferente de lo normal, tal vez tú eres el tenso.
—No —. te arrodillaste nuevamente contra el piso, donde estaban las pisadas, y seguiste limpiando como antes —. ya debes saber porqué estoy raro.
Claro, lo de "finjamos que no ocurrió nada"
Paraste de fregar por un momento al escucharlo. Shinichiro se acercó hasta ti, esperando una reacción que le agrade. En cambio, comenzaste nuevamente a tratar de borrar la suciedad.
—¿Las chicas de antes compraron la moto?— preguntaste cambiando de tema.
— Oh si, la compraron —. escuchaste como Shinichiro soltó carcajadas —. debo revisarla, vendrán a buscarla el viernes —. dio toques al piso con su pie. Cerca de tu brazo estaba él, observando como limpiabas el suelo.
—Ah —. emitiste en una mueca. Shinichiro sonrió sin que pudieras verle —. ¿Les diste tu número para que te avisen cuando vengan a buscarlo?, o... ¿Se los diste para ver si aceptaban alguna cita tuya?
Shinichiro comenzó a reírse, las preguntas salieron con cierta ironía de tu boca.
—¿Estas celosa?— dio un toque amistoso con su pie a tu brazo.
—No—. terminaste con una mancha y caminaste de rodillas para seguir con la de más adelante —. y no me patees.
—Si lo estás —. te dio otro toque juguetón con su pie.
—Te digo que no —. tu irritación acompañada con un poco de vergüenza aumentaron— ¿por qué lo estaría?, es ridiculo.
No debo estarlo, somos solo amigos. Es ilógico que esté celosa por una tontería, ¿no, _______?
—Si lo piensas bien no es tan ridiculo —. se acuclilló a tu lado, no te volteaste a mirarlo —. después de todo solo somos amigos, ¿cierto?— asentiste con la cabeza— a veces los amigos también se celan.
—Lo dudo —. mordiste tu lengua para dejar de cagarla —. solo... estaba preguntando, Shinichiro.
—Está bien —. hizo un sonidito con su lengua contra el paladar —. digamos que ambas cosas.
Mordiste el costado de tu boca. Él nunca cambiaria esa faceta tan coqueta, era obvio.
—Lo supuse —. sonreíste sin saber que más decir. Terminaste con aquella mancha y te pusiste de pie —. Trata de que tus amigos no entren aquí o al menos que no dejen sucio.
Al mirar a Shinichiro y su expresión decaída te entró nuevamente el sentimiento de culpa. El pelinegro al sentir tu mirada sonrió como de costumbre, levantó una comisura de sus labios y estiró su mano para arrebatarte el paño.
—Les diré que no ensucien —. movió el pañuelo en sus manos y se giró rápidamente.
A decir verdad la incomodidad se notaba en el ambiente del pequeño local. Shinichiro se alejó de ti y dejó el paño en algún sitio del mesón. No hizo más que sacar un cigarrillo de su cajetilla y comenzó a fumar, tratando de tal vez relajarse un poco.
Le diste su espacio. Entraron otro par de clientes para preguntar sobre algunos accesorios para motos así que les atendiste como de costumbre. Shinichiro salió a la bodega para fumar su cigarrillo con calma.
—¿Está Shinichiro?— apuntaste con tu pulgar hasta la bodega, aún viendo tu móvil —. gracias —. los tres chicos que frecuentaban la tienda emprendieron camino hasta el pelinegro, probablemente lo busquen para que salga con ellos otra vez.
Takeomi, Wakasa y Keizo, otros líderes de los Black Dragons.
Miraste el interior de la tienda, si se iba te podrías ir temprano ya que no había nada que hacer dentro además de atender a los clientes. Estuvieron bastante rato el grupo de chicos en la bodega, incluso te habías paseado ya por toda la tienda esperando a clientes o a qué Shinichiro salga de ahí.
En el momento en que sus amigos salieron y se despidieron de ti moviendo sus manos, Shinichiro apareció más tranquilo que antes. Le observaste con extrañeza cuando se acercó a ti, ahora ambos frente al mesón de la caja registradora. Te asustaste un poco al verlo tan aliviado... ¿que le habían dicho sus amigos?
—Mis amigos me hicieron darme cuenta de algo —. observaste como se asomaron sus dientes al sonreír ampliamente.
Te fijaste en su sonrisa más de la cuenta. Desviste la mirada y te alejaste un poco de él girando hasta quedar frente al mesón, que apenas sus brazos rocen te ponía totalmente nerviosa.
—Tú estas celosa, es seguro —.finalizó mirándote fijamente.
—¿Yo?— te apuntaste a ti misma y el asintió, su sonrisa creció.
—Sep, Akashi sabe más de chicas y me lo confirmó —. tus ojos se cerraron un poco, y le fulminaste con la mirada, ladeando un poco tu rostro—. ¿qué? me preguntaron por ti y les conté que estabas rara.
—¿Todo este rato hablaron de mi?— Shinichiro abrió la boca para contestar pero la cerró, confundido totalmente con qué responder —.pensé que te pedirían algo y te irías.
— Eh no —. rascó su nuca con algo de incomodidad —. yo les llamé por otro asunto... La cosa es que me lo confirmaron y si estás celosa, celosa.
—Déjate de bromas—. te removiste incómoda, era primera vez que su sonrisa te perturbaba tanto. Te concentraste en tus manos que estaban sobre el mesón. Shinichiro seguía a tu lado, no se movió ningún centímetro lejos.
—No es broma, tienes todos los síntomas de que estás celosa —. te giraste para mirarle de frente. Shinichiro apegó su trasero a un mesón que estaba frente a ti y te miro de igual manera, ambos cruzaron miradas, viéndose frente a frente —. Admítelo.
—No puedo admitir algo que no es verdad —. observaste como su rostro no podía con la emoción. Shinichiro se sentía bien al saber que a ti te importaba y te molestaba que hable con las clientas de esa forma. Sintió que si te gustaba.
—________.— murmuró.— admítelo.
—No—. respondiste de inmediato.
Shinichiro aplanó sus labios, asintió a lo que delineaba la orilla del mesón.
—¿Por qué estás tan feliz?— te cruzaste de brazos y apoyaste tu cuerpo contra el mesón de la caja registradora. tu ceño se frunció sin entender lo que podía haber estado pasando por la mente de tu amigo.
—Porque ahora tengo la certeza de algo —.respondió imitando tu acción, cruzar sus brazos contra su pecho. Alzaste una ceja sin creerle —. Además de saber que estabas celosa hace un rato, también se que debo hablar directamente.
¿Directamente?, me va a despedir o...?
—¿De que hablas?— ladeaste tu rostro un poco, aún mirándole atenta.
Shinichiro dió un paso hasta ti, luego otro para quedar demasiado cerca para tu gusto. Quedaste como piedra al observarle inclinando su rostro al tuyo y sentir como juntó sus bocas. Fue muy breve el beso. Se separó con toda calma y se enderezó en su lugar.
—Yo... me dolió lo qué pasó el otro día —. comenzó a balbucear un poco nervioso—. porque... no quiero olvidarlo, _______. Tú me gustas y...— en una acción ansiosa revolvió su cabello, desordenándolo antes de soltar un hondo suspiro —. voy a intentar conquistarte, sin juegos ________.
Rascaste tu brazo en señal de nerviosismo. No pensabas que lo diría así como así, de golpe.
—Y se que no quieres nada serio, no te presionaré —. tus brazos cayeron a cada lado de ti, aún así no pensaste en decir algo—. solo quería decírtelo por si alguna vez te diesen ganas de besar a alguien o... si surge que te gustase en algún momento me dijeras sin miedo —.sonreíste tras escucharlo, aquellas palabras si serían típicas en él —. quiero hacer las cosas bien, te prometo que será así, me esforzaré.
—Está bien—. moviste tu cabeza a la vez—. gracias por decírmelo...
Shinichiro mordió su labio con pesar ante tu respuesta.
—Y eso—. concluyó aliviado, agotado de su desahogo.
—Lo entiendo, Shinichiro —. te apoyaste en uno de tus pies —. Serás el primero en saber si me gustas —. al pelinegro le alegró tu respuesta. Sabia que no correrías a besarle al instante de su confesión, era muy de cuentos de hadas.
—De todas formas si tienes ganas de besar a alguien, sabes que estoy disponible veinticuatro horas al día —. coqueteó descaradamente frente a ti.
No desaprovechaba el tiempo.
—Lo sé —. reíste ahora más relajada.
—Y como idea que me dijeron por ahí, sal conmigo hoy —. Shinichiro cada vez se emocionaba más, ya ni estaba nervioso—. Una cita, sin compromiso, puede ser solo una salida de amigos o algo así, pero salgamos juntos. ¿que dices?
Que loco... una cita después de, ok.
No creo que esté mal... joder, no sé ni qué pensar, no sé ni porque ahora quiero aceptar salir con él. Se supone que no me gusta.
—Una cita entonces, está bien, de todas formas no tengo nada que hacer hoy —. por impulso se inclinó y dejó un beso en tu mejilla. Alzaste tus cejas.
—Perdón.— Shinichiro rió brevemente antes de separarse de ti. Dio un paso hacia atrás y metió sus manos dentro de sus bolsillos—. salgamos ahora, cerremos el local y nos vamos.
—¿Ahora?
—Ahora mismo —. coincidió el pelinegro. No quisiste dudar más así que pasaste por su lado y fuiste por tus cosas. Shinichiro se encargó de cerrar el local y ambos salieron rumbo a la calle.
Colocaste tu chaqueta sobre tus hombros, hacia bastante frío a pesar de no ser tan tarde. Habían cerrado el local tres horas antes cosa que era un milagro para ti.
—Y...— Shinichiro canturreó siguiendo tu paso. Mantuviste la vista en frente, observando el paisaje.— ¿que me cuentas de tu vida, _______?
—Ya conoces toda mi vida, Shinichiro. Antes de ser mi jefe éramos amigos —. te abrazaste a ti misma, esforzando a que la chaqueta no caiga —. sigue igual de aburrida, se centra solo en aquí, el trabajo y casa.
—Mejor póntela —. paró de andar y quito la chaqueta de tus hombros —. No te abriga nada si está así, tus brazos —. indicó estirando la prenda detrás de ti. Luego de pensarlo un poco metiste tus brazos en cada manga, Shinichiro te acomodó la chaqueta —. Mucho mejor.
—Gracias —. agradeciste comenzando a caminar. Shinichiro te siguió a tu lado, midiendo sus pasos para ir a la par de ti —. ¿Como están tus hermanos?
—Bien—. El pelinegro recortó ciertos momentos con ellos, oíste su risa —. Aunque me irritan bastante, empezando por Manjiro que no se calla nunca —. Te carcajeaste, era algo digno de él.
—Ese chico es muy divertido —. opinaste, abrazando tu cuerpo con la chaqueta. Shinichiro asintió feliz —. y bastante tierno —. Shin arrugó su frente y casi junto sus cejas, en eso sí que no coincidían. Según él, su hermano no era tierno, era demasiado molestoso para serlo.
—Bueno... —. Prefirió no decir nada más, no arruinaría la imagen de Manjiro contigo.
—Yo... Shinichiro —. le miraste de reojo y de inmediato seguiste viendo el camino —. mmh, yo... lo siento mucho por lo de antes —. Shin volteó atento a verte —. no debí decirlo así tan brusca, sonó mal, lo sé, es solo que...
—¿Fue un error, no es así?
—No —. Respondiste. Shinichiro abrió los ojos más de lo normal —. no fue porque haya sido un error, es solo que... supongo tengo algo de miedo con todo esto, solo eso —. sorprendentemente sentiste un peso menos tras sincerarte completamente, ambos siguieron caminando juntos, sin mirarse a los ojos —. no quiero hacerme expectativas, ademas, eres mi jefe, trabajo para ti. Y... y tú eres... mierda, atraes a muchas chicas, ¿bien? Es obvio que si tenemos algo, aunque sea mínimo, será a muy corto plazo y no quiero eso.
—__________...
—No digas nada, en serio, ahora hace tanto frío que se me congeló el cerebro y estoy dejando salir todo lo que pienso sin siquiera procesarlo así que escúchame —. Shinichiro soltó un ok de inmediato —. no quiero dañarte, pero por sobre todo, no quiero dañarme a mi misma. Por esto te dije que había sido un error, y por eso es que no he podido estar cerca de ti, a pesar de hoy querer alejarte de esas dos tipejas que estaban babeando por ti y no hacían nada más que tocarte, pero bueno, equis, solo me desahogue para que sepas mis razones y no creas que soy una perra o algo así.
Shinichiro paró su andar y sostuvo tu mano, te detuvo repentinamente pero aún así no le viste y bajaste la mirada hasta tus pies.
—No te dije esto para que digas algo, solo tenlo en cuenta. Podemos ser amigos, como siempre, pero no creo que sea buena idea ser algo más —. Susurraste en voz baja. Él se puso frente a ti, su mano sostuvo la tuya delicadamente, su tacto era caliente y bastante agradable, te gustaba —. soy una tonta indecisa, lo sé, ni yo me entiendo.
—Hey.
—Nada de "Hey", vamos a algún lugar a divertirnos y ya está, no hablemos del tema por ahora por f
—Ya cállate un momento, ¿si, preciosa? —. su mano te acercó a él y aquella escasa distancia hizo que mirases hacia arriba. Miraste directamente a su sonrisa, tenía una sonrisa tan sincera plasmada en su rostro —. estás hablando muy rápido, no entiendo muy bien qué dices... ¿te gusto o no?
—¿que si me gustas? —. él asintió, tú parpadeaste nerviosa. Tu boca se entreabrió al instante en qué una de sus manos sostuvo tu mentón, acarició con cariño tu piel y quedó mirando tus labios—. yo...
—Di la verdad.
—Si, supongo que si —. intentaste desviar el rostro pero Shinichiro lo impidió, su mano siguió bajo tu barbilla, acariciando tu piel sutilmente.
—¿Y que te detiene? —. río un tanto infantil —. ¿Crees que sería capaz de engañarte por algún otra chica? teniendo a quien me gusta desde hace años, ¿crees que la dejaré ir así como así? No soy el idiota que crees que soy, ________.
—Pero.
—¿Y qué si soy tu jefe? —. Su mano ahuecó tu mejilla derecha, su pulgar tocó la comisura de tu labio —. eso sería lo mejor, ¿no crees? Nos veríamos todos los días, también tenemos el taller para nosotros dos solos —. le diste un golpe en el pecho ante aquella ultima insinuación, porque si, lo dijo a propósito y con una sola intención —. auch.
—No te pases de listo, Shinichiro.
—¿Podrías confiar en mí por esta vez? —. desvió el tema. Sus ojos parecían sinceros, aquel color oscuro que teñía sus bonitos ojos te parecían tan hipnotizantes que decidiste ver su boca. Su mano acarició tu mejilla y su otra mano libre sostuvo tu mano para acercarla a su rostro —. te prometo que no te arrepentirás —. besó el dorso de tu mano, viendo a tus ojos fijamente. Tragaste saliva.
—No lo sé, Shin.
—Si lo sabes.
No sabías qué decir, ahora más que nunca te estabas dejando llevar por completo. No sabías si era por lo atractivo que se veía aquel chico bajo la luz de la luna y las estrellas que adornaban aquel cielo nocturno. Subiste tu mirada hasta sus ojos y miraste aquellas pestañas largas y bonitas que tenía Shinichiro, una dulce mirada de su parte te hizo desconcentrar.
—No es necesario que me respondas ahora.
Sin nada más que decir levantó sus manos y sostuvo tu rostro antes de inclinarse por completo, su boca acaparó la tuya en su totalidad y te besó como nunca antes. Fue automático el como le devolviste el beso, sucedió de inmediato cuando sentiste la calidez de sus labios. Envolviste los brazos en su cuello y te paraste de puntillas para alcanzarlo con mayor comodidad.
Su lengua trazó una perversa línea entre tus labios por lo que entreabriste la boca y aquel beso se volvió aún más fogoso. Acercó su cuerpo al tuyo, su pecho se pegó al tuyo y uno de sus brazos envolvió tu cintura casi posesivamente, indicando que estabas ahí solo con él.
Aquella acción te hizo dar cuenta, pues le devolviste el beso, no te separaste ni pensaste en hacerlo. Tú querías esto, y ya era hora de aceptarlo.
No te verías débil por aceptar tus sentimientos. No sabías si sufrirías, pero si fuese así, al menos será por una razón. Debías disfrutar lo que ocurriría, no pensar en los posibles finales, ya que, por muy cuento de hadas que suene, podrías tener un final feliz.
Y créeme que con Shinichiro Sano, siempre tendrás un final feliz.
—¿ves que no era taaaaaan difícil aceptar que te gusto? —. dio un empujón juguetón a tu costado, y luego oíste su melodiosa risa. Cerraste los ojos por un momento, tras abrirlos te giraste a verle —. te ves tan linda cuando te enojas.
—Y tú te ves más lindo cuando no me molestas, Shin.
—Oh, mi corazón se rompió en mil pedazos—. exageró haciendo puchero, sus ojos se entrecerraron un poco —. ¿por qué eres tan cruel si yo te quiero muchísimo?
—No soy cruel... —. ¿O si? Shinichiro sonrió y abrazó tus hombros para luego dejar un largo beso sobre tu cabeza —. ¿Soy cruel?
—Estoy jugando, ________ —. Plasmó otro beso, esta vez en tu frente —. eres un amor, algo enojona pero muy tierna.
—No soy tier—. Shinichiro te miró con un puchero, suspiraste —. mejor entremos a casa, Shin.
—Si te soy sincero, tengo miedo de entrar ahora —. Le miraste confundida—. es primera vez que vienes a mi casa después de... bueno, de lo que ocurrió en el taller. Estoy nervioso.
—Ya conozco a tus hermanos, Shin. No pasará nada.
—Lo sé pero ahora es diferente —. aún con su brazo abrazando tus hombros, miró la puerta que estaba frente a ustedes. Estaban afuera de la casa de Shinichiro y aún ninguno se atrevía a tocar el timbre—. Además, Manjiro...
De golpe la puerta se abrió y Shinichiro quedó callado como por acto de reflejo. Ambos bajaron la mirada para encontrarse con Manjiro, el hermano pequeño y revoltoso de Shinichiro. Él abrió la boca de par en par al verlos abrazados, o bueno, ver a Shinichiro abrazándote.
Parpadeo un par de veces, no pudiendo creer la imagen que tenía en frente. Tú en cambio no entendías absolutamente nada.
—Oooh, con que es así —. Manjiro cambió su mueca y comenzó a sonreír lentamente, casi maliciosamente —. _________, al fin viniste ¡que bien!
—Hola Manjiro, ¿qué tal te has portado? —. Sonreíste ampliamente y te agachaste levemente para separar tus brazos y lograr que este salte a abrazarte. Shinichiro estaba quieto como una piedra.
—¡Muy bien! —. Manjiro abrazó tu cuello y se separó levemente para ver tus ojos —. __________ ¿le dijiste que si a mi hermano? si ya eres parte de la familia entonces es necesario que sepas algunas cosas de él —. Oíste a Shinichiro soltar una grosería en voz baja —. ¿Sabes? no paraba de hablar de ti, ya me tenía cansadísimo.
—¿Si? ¿y que más me quieres contar, Manjiro? Soy toda oídos —. Miraste de reojo a Shin y tras ver su miedo, tu emoción aumentó. Por otro lado, Manjiro se separó de ti y tomó tu mano, el pelinegro no los detuvo cuando su hermano te guió hasta dentro de la casa.
—¿Sabías que soñaba contigo? decía cosas tan cursis que me daban nauseas —. comenzó a decir, aún caminando detrás de él volteaste a ver a Shinichiro, estaba cabizbajo pero aún así les siguió y entró a la casa.
—¡Emma, ven a ayudarme por favor! —. Llamó agobiado a su hermana. Dejaste de mirarle para prestarle total atención al hermano pequeño del pelinegro, al menos tenías un cuñado bastante chismoso en quien confiar.
Algo tranqui, algo piola, algo sencillo :D jeje
De a poco voy terminando más capítulos con distintas temáticas, así que solo queda agradecerles por su gran apoyo y espera 💕 son lo mejor que me ha pasado últimamente, ¡feliz año por cierto!
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