Naoto Tachibana
Pedido @MeilaPsychouwu
Leve Lemon.
—________, ¿Puedes revisar aquello por mi?, por favor.—Naoto apuntó una carpeta con varios documentos dentro. Asentiste y le tomaste, revisando el contenido hoja por hoja.
—¿Este será tu próximo caso?.—Ojeaste las hojas.
—Si, debes revisarlo a fondo ya que me asignaron investigarlo contigo.—soltaste un oh.
Eso era una mentira, Naoto había escogido libremente trabajar junto a ti.
A pesar de su amistad desde la infancia, y su posterior separación por la diferencia de universidades; ahora el destino los había juntado nuevamente. Tampoco sabias que tu ex amigo y ahora compañero, sentía ciertos sentimientos por ti.
—Por mí está bien...—inspeccionaste desde tu escritorio, la carpeta con información e imágenes, Naoto se removió inquieto en su silla y al final decidió ponerse de pie y acercarse a ti.
Alzaste la viste y lo miraste directamente, este al sentir tu mirada se comenzó a poner nervioso.
—¿Que sucede?.— dejaste la carpeta cerrada a un lado. Sin dejar de mirarle.
—Yo...—carraspeó y luego rascó su nuca, esbozando una leve sonrisa.—Nada, olvídalo... sigue viendo los detalles de la investigación, iré a por algo.—Se dio media vuelta y salió de la oficina. A decir verdad su comportamiento ha sido el mismo desde hace ya semanas, te resultaba de lo más tierno y a la vez hacia qué te guste aún más tú compañero.
Si, te empezó a gustar Naoto desde hace ya un tiempo, cuando le viste por primera vez en la oficina, ambos siendo apenas novatos. Claro que tú no sabías que el sentimiento era mutuo. El chico antes te había olvidado con el paso del tiempo, y porque prácticamente no te vio más desde que sus caminos se separaron, pero apenas fue capaz de estar en la misma oficina tuya, todos esos sentimientos borrados nacieron nuevamente.
Y ahora se la llevaban así; pendientes en el trabajo, a veces investigaban juntos, el decía oraciones algo entrecortadas y huía, por tu parte te limitabas a ser paciente y no hacías preguntas innecesarias.
—Pss.— a un lado tu amiga te hizo un sonido.— _________, ¿Cuando van a dejar esa tensión y te declararás?.—le miraste de reojo y abriste la carpeta para fingir volver a leer.
—No hay tensión alguna, además no me voy a declarar nada.—Tú amiga chillo indignada.—Yo no le gusto, no voy a pasar vergüenza innecesaria.
—¿Estas jugando?, es claro que le gustas.—negaste con la cabeza, totalmente segura.
—Sería poco ético también, somos compañeros de trabajo.—Tu amiga soltó un si ajá claro
—Hasta el jefe los shippea, por algo le deja elegir con quien trabajará.—Una sonrisa se formó en tu rostro.
—Ya dejemos el tema, eso nunca pasará.—Tu amiga hizo una mueca y desvió su mirada hasta su computadora, por otro lado, te enfocaste en tomar nota de tu próximo caso.
Por otro lado, con Naoto.
—¿Ya se lo pediste?.—Takemichi hablaba por el móvil. Naoto camino de un lado a otro, totalmente nervioso.
—No, y ya no lo pensaré más.—Dejo de caminar y soltó un suspiro hondo.— No se en que estoy pensando, ________ nunca sintió nada por mi.—Ya resignado, fue a la máquina de café para sacar un vaso.
—¿Eres idiota?, inténtalo al menos.—Naoto se burló diciendo que el idiota claramente era el
—Mejor... nos enfocaremos más en el trabajo y ya está, sería poco ético además mantener una relación siendo compañeros.—Naoto susurro lo último, poco convencido. Takemichi en el móvil hizo un alegato
—¿Que mierda es eso?, hablas como los ancianos, Naoto.—este último comento a reírse por aquello, Takemichi habló muy seriamente y en cierta parte si tuvo razón.
—No tengo el valor para pedírselo de una vez, ni menos declararme.—se formó una mueca en su rostro, tomó un sorbo del café.
—Cobarde, eres un cobarde con todas sus letras.—Si pudiera, Naoto fulminaría con la mirada a Takemichi para que cierre su bocota.
—No tiene caso, me despido, voy a seguir trabajando.—Takemichi se quejó y le grito que aún no terminaba de hablar, pero Naoto colgó.
Tras observar por un rato el café a su lado, fue a la máquina por otro más, recordaba perfectamente cual tipo te gustaba así que sacó aquel y ambos vasos los llevó a la oficina.
—Ten, ________.—Te sorprendiste al ver a Naoto ofreciéndote un café. Siempre preguntaba si querías uno pero nunca aceptabas. Ahora simplemente te lo estaba dando.
—Gracias...—Tu amiga a su lado soltó un grito ahogado de la emoción. Naoto le ignoro pero tú le lanzaste una mirada de reproche.
—¿Ya tienes alguna idea por cómo comenzar... el caso?.—Naoto arrastró una silla y la colocó junto a ti. Esbozaste una mini sonrisa y le hiciste espacio en tu escritorio. Sacaste un par de hojas de la carpeta y te pusiste a comentar tu plan.
—...Y eso sería, podríamos empezar con quien podría hacernos de intermediario, aquel sospechoso no es fácil de ubicar aún teniendo nuestros contactos.—Murmuraste finalmente.
—Si, está bien, me encargaré de saber su paradero.—Dijo dando golpecitos repetidamente con su bolígrafo en el tablero. Le dedicaste una sonrisa tensa e impaciente, y miraste hasta tu computadora frente a ti.
—Bien entonces...—Ambos se callaron, un silencio un tanto incómodo. A su lado un golpe resonó, al girarte viste como tu amiga tenía la frente pegada a su escritorio. Tu y Naoto se miraron divertidos.
—Ire a...—Naoto se puso de pie y se removió nervioso.—A donde sea.—retrocedió unos pasos hasta la puerta, alzaste una ceja algo confundida.—Yo... luego nos vemos _________.
Al salir de la oficina, tu amiga soltó una risa a toda fuerza, los demás que escucharon le tuvieron que decir que pare de reírse. Tú en cambio, reíste de forma baja.
...
—Nos vemos mañana, _______.—Te despediste con la mano de tu amiga, eras la última en estar en la oficina así que te apuraste lo más que pudiste para cerrar e irte a casa.
Un portazo algo fuerte resonó en la habitación. Te diste media vuelta de un salto, Naoto había entrado a la oficina, su ropa formal escurría en agua ya que estaba lloviendo fuera.
—Todavía sigues aquí...—Susurro algo ronco. Aclaró su ganganta colocando su puño casi sobre sus labios, luego comenzó a caminar hacia ti, justo a tu lado estaba su escritorio así que dedujiste iría ahí.
Tus nervios se hicieron presentes cuando se acercó a ti lo suficiente para arrinconarte contra tu escritorio. Quedaste totalmente quieta, de pie, frente a él. Sus manos en cada lado de ti te ponía totalmente nerviosa y atenta de su siguiente movimiento.
—¿Que pasa...?—Un murmuró leve, suave, salió de tus labios. Naoto como que saboreó aquellas palabras, su rostro se acercó lentamente al tuyo.—¿Naoto?.—El pelinegro desvió su mirada hasta tus labios entreabiertos, lamió los suyos y frunció levemente el ceño.
Estaba debatiéndose dentro de si, tal vez si quería pero algo se lo impedía, por eso su ceño fruncido y su mirada tan intensa a la vez.
Un gemido de sorpresa salió de ti cuando el más alto pego sus labios a los tuyos, un beso que se volvió totalmente húmedo, necesitado, pero sobre todo uno que demostraba lo que Naoto quería decirte. Tus manos se aferraron a la chaqueta negra sobre sus hombros, tus dedos en su nuca hicieron que su rostro se acerca aún más a ti, ladeando un poco el rostro profundizó el beso.
En un arranque de adrenalina, Naoto puso su agarre en tus muslos y te subió a la mesa de escritorio detrás de ti. Un chillido salió de tu garganta y tus ojos se abrieron de la impresión. Tu compañero de trabajo, te dio un vistazo breve y prosiguió a seguir besándote, esta vez con aún más ganas. Sus caricias por sobre tu ropa, en la zona de las caderas y cintura, te dejo casi sin respirar, su toque gentil pero a la vez firme, te daba sensaciones que eran difíciles de reconocer.
Naoto se quejó cuando tu mano tiro un poco de su cabello, se apego más a ti, su pelvis contra la tuya. Emitiste un quejido ahogado, abriendo levemente la boca, Naoto aprovechó la instancia y su lengua se adentró en ella, leves caricias que mandaban toques de electricidad por tu cuerpo, un beso totalmente pasional.
Naoto pareció reaccionar cuando soltaste un gemido, sus dedos se habían colado por debajo de tu falda y toco la piel de tu espalda baja, al estar helado y un poco húmedo por la lluvia aquello te dio escalofríos. Naoto se separó de golpe de ti, al menos poniendo un paso de distancia entre ustedes.
—L-o, lamento.—Balbuceó algo sonrojado, estaba totalmente despeinado y su chaqueta se encontraba arrugada. Le miraste, tu respiración acelerada le demostraba lo bueno que lo pasaste con sus besos. Naoto arregló su chaqueta, alisándola con sus manos.
—Está bien...—susurraste, un débil murmuró bajo. Naoto te observo, dudoso.
—Digo... no.—carraspeo y negó con la cabeza.—Tu... me gustas ________, lamento si te incomodo pero.—trago saliva y sus ojos miraron fijamente los tuyos.—No me arrepiento de besarte porque quería hacerlo, hace mucho.—Tu boca entreabierta de la impresión, Naoto se te estaba declarando.—y... bueno, me has gustado de cuando éramos pequeños, hace muchos años.—soltó una amarga risa.—Luego tras separarnos, sinceramente si llegue a olvidarte, nunca más te vi así que lo creí normal.—Mordió levemente su labio inferior y esbozo una sonrisa.
—Naoto...—susurraste en voz baja. La emoción que sentías era notable, tu rostro estaba totalmente iluminado, a pesar de que la oficina estaba oscura por la falta de luz y por el anochecer que se encontraba fuera.
—Pero cuando te volví a ver, justo en esta oficina, yo simplemente te volví a querer ________, mucho más.—Tu corazón latió acelerado, bajaste la mirada y tu sonrisa creció totalmente.—Yo... quería saber si tú sientes lo mismo o...
—También me gustas, Naoto Tachibana.—Subiste tu mirada hasta el, el chico frente a ti despabilo luego de unos segundos y esbozó la sonrisa más linda que has visto en tu vida. Sus dientes blancos brillaron, sus ojos también lo hicieron. El pelinegro se acercó para abrazarte, sus brazos envolvieron tu cintura, aún contigo sobre tu escritorio.
—Se mi novia ________, o al menos, intentémoslo, te prometo que no te arrepentirás. Respecto al trabajo, haré lo imposible, hablaré con mi jefe si es necesario.—Asentiste con la cabeza, entusiasmada. Ambos sentían lo mismo por el otro, ¿Por qué no intentarlo?. Cuando resonó un trueno entre la lluvia, te sobresaltaste y te aferraste más a él, Naoto soltó una risa y acarició tu cabello.—¿Te llevó a casa?
—Por favor.—hablaste divertida, ambos rieron y se separaron del abrazo. Naoto tomó tu mano, te ayudo a cargar tu bolso y ambos salieron camino a su vehículo. Los dos sin duda, con una sonrisa pintada en sus caras.
Ya si, Todo muy lindo pero miren esto ;
MSKDKSKKSKSKSKKSKSKKSKDKDKDKSKDKDKKDKDKDKDKJDWKSKKDKSJSJSJSJJSJSJSJDJDJDJJDJ
Pasando a otro tema, YA LEYERON EL CAPÍTULO DE HOY???!!!!???!!!
Mi cabeza no tiene tanta imaginación para verlo tipo a color pero...
SENJU KAWARAGI MI VARÓN
Es que... ni respiro y ya se agrega uno a mi lista, así no se puede.
Aunque dicen que tiene cara de que se muere MSKDKKSUDKDKSK siempre matando las pasiones la gente 🤸🏻♀️
Y veamos al pobre de Takemichi weon, le ha tocado todo tan feo
:(((((((((( me dan unas ganas de ir y abrazarlo [llora en pandillero]
Aunque veamos el lado bueno, puta que está cotizado el Takemichi, todos lo quieren xd
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top