Nahoya Kawata +18

Advertencia de Lemon

Cap no corregido así que debe tener errores<3
A pedido de varias... se qué algunas no leen el Lemon pero no se preocupen que estoy escribiendo cositas soft<3 (aunque todos los pedidos son de puro lemon casi, lol)






Tu novio era sin dudas un flojo de primera, a pesar de no notarse.

Lo habías arrastrado hasta la cima de un mirador totalmente desierto. No quería ir, todo lo que Nahoya quería hacer era tomar una siesta en casa y relajarse, tal vez mientras comía alguna golosina.

Así que, planeaste algo o más bien le obligaste a que te acompañara a mirar las estrellas. A aquella cima siempre ibas ya que tenía una excelente vista de casi toda la ciudad, era simplemente hermoso y por suerte muy desconocido. Habías descubierto aquel escondite entre el pasto y los árboles en alguna escapada de la policía que tuviste hace un tiempo atrás.

Ni siquiera dos segundos después de estar allí, tú novio inmediatamente se acostó, poniendo sus manos bajo su cabeza, haciendo una almohada improvisada aún con sus ojos cerrados.

—Oh vamos...—hablaste molesta al verle, a la vez colocando tus ojos en blanco. Sentada a su lado, observas cómo inhala y exhala lentamente. Estabas tratando de encontrar algo para molestarlo pero habías quedado en blanco.

Hasta que tu bombilla mental parpadeó, y una amplia sonrisa fue colocada en tu cara mientras subías lentamente sobre su cuerpo, creando una sombra sobre su rostro.
Su sonrisa no se desvaneció, ni parecía que iba a agitarse. Así que, con renovada confianza, colocaste silenciosamente tus caderas contra las de Nahoya, y fue entonces cuando su boca se relajó un poco, aunque lentamente.

Si hubiese abierto los ojos te hubiese mirado cuestionado, mirando entre tu sonrisa traviesa.

—No puedes hablar en serio.—murmuró, un escalofrío subiendo por su columna vertebral mientras le presionas un poco más en la ingle con tu trasero. Aquel roce fue directo al tu traer una simple falda.

—Oh, estoy hablando en serio, a menos que estés demasiado cansado para seguir adelante.—Viste sus cejas surcar de irritación. Observaste cómo tomaba tranquilamente sus manos de detrás de su cabeza, y suavemente te agarraba las caderas, para empujar de repente hacia arriba, golpeándote directamente en tu núcleo. Dejaste escapar un gemido accidentalmente, y lo escuchaste reír, totalmente burlón por devolverte aquel plan.

—Será mejor que sepas lo que estás haciendo.—murmuró, sus voz ahora encendida con un fuego lujurioso. Puso aquella sonrisa traviesa que a veces te regalaba con toda dedicación.

Solo se suponía que era una broma, pero ahora se está convirtiendo en algo mucho más serio. Pero como el infierno ibas a retroceder ahora. Decidiste dejar el juego de lado y simplemente dejarte llevar.

Lo tomas por el cuello y lo levantas para darle un beso largo y caliente. Ninguno demasiado sorprendido por la acción, Nahoya agarró tus caderas más fuerte, levantándolas de nuevo. Fue un poco incómodo, pero aún así te hizo sentir un calor maravilloso dentro de tu cuerpo.

El hecho de que estén al aire libre, en medio de la noche, fue estimulante para ambos. Era muy poco probable que alguien les vea pero aún así había una pizca de adrenalina corriendo por sus venas.

Y Nahoya, en contra de su mejor juicio, se estaba excitando inexplicablemente, teniéndote encima de él, a la vez que soltabas gemidos descontrolados, ya no podía aferrarse a su cordura. Con un gruñido, se sentó y te besó el cuello, lamiendo y mordiéndote, desolándote. Saco su mano de tus caderas y te agarró el culo, y lo empujó contra su intimidad, le encantó la forma en que gemiste en su oído.

—¿Ya se te quito el cansancio?.—Murmuraste entre largos suspiros contra su cuello, su perfume inundó tus fosas nasales, un olor cítrico pero a la vez dulce que siempre estaba presente en el.—¿Quieres follarme, amor?.—este asintió con la cabeza mientras seguía atendiendo tu cuello.

—Diablos, quiero. Pero no aquí, tenemos que... ah joder ¿podrías dejar de hacer eso o quieres que me corra en mis putos pantalones?.—Cuando tu novio se frustraba, salía una versión totalmente diferente a la suya tan despreocupada y tal vez un poco infantil. Te reíste sin disimulo alguno.

—Está bien, nadie va a subir hasta aquí a esta hora.—soltaste entre risitas cuando tu novio repartió breves besos por tu cuello hasta tus clavículas.

No podía pensar ahora mismo, ni siquiera podía discutir, su prominente bulto estaba pensando por él y ahora mismo todo lo que quería hacer era follarte sin sentido. Y justo cuando estaba a punto de arrancarte literalmente la falda, escuchó una voz familiar en la distancia.

—Oh mierda, es Angry.—le dijiste, bajando rápidamente de su regazo, mostrando aquel bulto duro como una roca al mundo. Era obvio que era el, su gemelo era el único que sabía de tu escondite—Tenemos que irnos.— y empezaste a huir, dejando a Nahoya en el suelo. Todavía no se había levantado, demasiado sorprendido por lo que acaba de suceder.

Souya se acercó a él y estaba a punto de saludar hasta que vio la erección. Tosiendo, retrocedió en silencio, dejando que su gemelo pensara en sus opciones de vida, y cómo realmente no debería dejar que aquel bulto piense. Y claro que también algo aterrado, prometiéndose a sí mismo lavarse los ojos luego.

...



—Huiste sin mi.—Aquella voz te hizo saltar en tu lugar. Dejaste de lado tu serie y miraste a la puerta, Nahoya se mostraba algo serio a su manera.

—No pensé que te quedarías ahí.—Te excusaste aguantando una sonrisa. Smiley te hizo burla, imitando lo que acabas de decir mientras movía sus manos con diversión.

Levantas la cabeza para ver a tu frenético novio caminando hacia ti. Dejaste de sonreír.

—Por tu culpa ahora Angry se traumo más de la cuenta.—Nahoya se tiro a un lado tuyo, sus brazos se envolvieron en tu cintura y se apegó a ti con firmeza, su nariz dio con tu cuello, enviando cosquilleos que te hicieron estremecerte más de la cuenta.

Cuando le viste de reojo él te dio una sonrisa que hizo a las mariposas en tu estómago revolotear.

—No preguntaré detalles... Luego me disculpo con el.—Hiciste como si su tacto no te había puesto nerviosa y seguiste observando la serie con atención, no debías perderte ese capítulo.

—Bueeeeno.—alargó la "e". Aún así siguió acariciando la longitud de tu cuello con su nariz, rozando a veces sus labios contra tu piel.

Llevaste tu mano a su rostro, tratando de alejarlo de ti. Te ganaste un breve mordisco en uno de tus dedos, causando un chillido.

—Ay, ¿Por qué me mordiste?.—Miraste la marca en tu dedo índice y luego a Nahoya, este sonreía mostrando sus dientes.

—Para que no te entrometas, claramente.—los hundió a ambos más contra el sofá y se aferró más a ti, sus manos entraron por tu camiseta y te moviste inconscientemente cuando sentiste sus dedos fríos.—Querías mi tiempo.— susurro contra tu piel.—Te estoy dando mi tiempo.

—¿Estas enojado?.— Nahoya no respondió, en cambio, deshizo su agarre un poco y una de sus manos subió para adentrarla bajo tu sujetador. Cuando bajaste tu cabeza hasta el, viste su sonrisa inocente. Ibas a hablar pero un apretón en uno de tus senos te hizo quejarte.—¡Hey!.

Nahoya se hizo el desentendido completamente y aún sonriendo se inclinó un poco hacia abajo, tomando como almohada uno de tus pechos. Parecía tan infantil, quien diría que era un pervertido de primera.

Le ignoraste y seguiste viendo la serie en medio de roces y apretones en tu pecho. Ya iba terminando el capítulo cuando de la nada Smiley levantó tu camiseta y adentro su rostro bajo esta, miraste con el ceño fruncido como acariciaba tus pechos por sobre el sujetador con su mejilla. Ibas a hablar pero te callaron sus labios en el valle de tus senos y el inicio de estos.

—¿Que estás haciendo?.—Te removiste algo aturdida, sonrojada totalmente. Un Mhm salió de su boca mientras acariciaba con la punta de su lengua tu piel descubierta.

—Solo saboreó a mi novia.—Su voz chocó contra tu piel, causando una risa nerviosa en ti.—¿Por qué no te quitas esta cosa molestosa?.— sus dedos movieron una copa de sujetador a un lado, te causo gracia su voz molesta.— Aprovechemos que estamos solos.

—Pues quítalo.—Hablaste mirando la televisión. Nahoya soltó un oh totalmente ansioso, un dedo fue al cuello de tu camiseta y te echo un vistazo, al verte no prestándole atención se enfado un poco.

Apoyo su cabeza en tus piernas y sus dos manos fueron a tu espalda, tras una leve caricia desabrocho la prenda y le ayudaste a sacarla del todo. La vista que le regalabas a Smiley le pareció totalmente candente, tu camiseta sencilla blanca dejaba ver más de la cuenta y sumándole que te estaba viendo desde abajo simplemente dejo salir un suspiro hondo.

Sonrió, para luego morder un poco su labio en señal de control. Tu seguiste viendo la televisión. Mientras tu mano iba a su cabello para acariciarlo, Nahoya ronroneó ante tus caricias y tras descifrar que aún debías estar viendo tu serie, aprovecho la oportunidad y comenzó a besar tu abdomen, guiándose hasta arriba tortuosamente. Seguiste acariciando su cabello, dejando salir un suspiro entrecortado cuando su boca atrapó la cima de tu pecho. Nahoya tenía un codo apoyado en el sofá, al costado de tu muslo, con este se hizo de apoyo mientras te devoraba lentamente.

Si, su boca servía más que para sonreír. Tu novio era realmente experto en juguetear contigo con su boca y lengua. Y aquello lo confirmaste cuando salió de dentro de tu camiseta y su cabeza paro sobre tus piernas. Llamo tu atención haciendo un sonidito con su lengua así que le miraste, esperando a que hable.

En cambio tras levantarse un poco se lanzó a besarte en los labios, forzándote a entreabrir la boca para el acceder su lengua a la tuya. Un gemido involuntario escapó de tu boca, ocasionando una sonrisa por parte de tu novio. Este tras colocarse de rodillas sobre el sofá, los tiro a ambos hacia atrás, tú sobre el.

Te dio unas palmaditas en tus muslos mientras te sostenía contra el con firmeza. Antes de separarse del todo, succionó tu labio inferior entre los suyos, finalizando con un mordisco que te hizo jadear en voz alta. Dejo caer su cabeza en el sofá y te observo desde ahí, ambos totalmente agitados.

—Siéntate en mi cara.— él manda. Te quedaste plasmada, ninguna expresión se asomo en tu rostro desencajado. A pesar de su leve sonrisa, no parecía una broma, por lo que tú corazón comenzó a acelerarse unos tonos.

—¿Q-ue?.—Tartamudeaste en voz baja. Smiley alargo su sonrisa, esta vez antes de hablar pasó su lengua por sus labios rojizos, saboreandolos.

El tuvo el tiempo de subir una de sus ásperas manos hasta un lado de tu rostro, acariciando con su pulgar tu mejilla y la comisura de tu boca.

—Ven, tengo unas inmensas ganas de probarte.—su voz es tan suave y profunda que te envío un escalofrío por tu columna vertebral. Tu novio se encargó de quitarte las bragas, tú le ayudaste a sacarlas del todo. Hiciste ademán de quitarte la falda pero te detuvo al instante.—La falda se queda.—Nahoya exigió. La sonrisa burlona apareció en sus labios nuevamente y tras chasquear la lengua en un rápido movimiento te movió, quedando tú de horcajadas sobre su rostro.

Sus manos trazan tus muslos para estirarlos en una posición cómoda, y luego sus labios se encuentran directamente con tu intimidad húmeda.

—Veo que te gusta esta falda.—te ríes. Poco a poco acostumbrándote a esta abrumadora sensación.

—Tan mojada.—murmura, lamiéndote mucho antes de que sus manos agregaran más presión sobre tus muslos para empujarte más cerca.—Quiero tomar todo de ti, princesa.— Dice mientras su lengua finalmente se adentraba dentro de tu cavidad, sus manos te sostuvieron en un agarrón indicando que te movieras contra el.

Nahoya...— Gimes sintiéndote cada vez más débil, va cuidadoso y despacio con su hábil boca. Sientes su lengua entrando, besando tu clítoris y sonriendo mientras tu te retorcías ante aquella sensibilidad que iba aumentando cada vez más.—Oh, dios mío.— cuando este sonrió contra tu sexo pudiste sentir por un segundo sus dientes, aquello te causo una sensación nueva.

Las huellas profundas de sus manos son visibles en tu sensible piel, tus manos llegan a su cabello mientras te sentías contraerte contra su boca.

—Y-a detente.—Alcanzaste a emitir en un jadeo. Tu novio no paro sus movimientos. Lamia agresivamente, forzando a que tu cuerpo se incline de un lado a otro casi inconscientemente. Los gritos y gemidos resonaron en la habitación, ni pensaste en agradecerle al cielo por vivir solo con Nahoya, a este paso alguien te hubiese escuchado.

No tuviste tiempo ni de bajar tu vista hasta el, el placer se estaba apoderando de tu cuerpo, y ya necesitabas aquella liberación. En un grito algo alto le suplicas a tu novio que termine aquello, ganándote una risita traviesa.

Él barrio su lengua de arriba a abajo, saboreandote más de la cuenta, haciendo que otro escalofrío irradie a través de tu cuerpo causando que arquees tu espalda y sueltes un gemido con la boca abierta.

Cuando al fin alcanzaste aquel límite trataste de normalizar tu respiración. A los segundos saliste de sobre Nahoya y te dejaste caer a su lado, soltando un insulto al aire al percatarte de lo agotada y lo adolorido que estaban tus muslos. Nahoya tenía la sonrisa más grande de su vida, mientras trataba de limpiar su rostro de aquel desastre que causó en ti.




Como dije antes, tengo muuuuchos pedidos de lemon, así que decidí hacer algo con estilo, grande, intenso, (todos los sinónimos de estos).

Déjenme aquí el personaje del cual les gustaría un shot +18 así directo, sucio, etc. (INTENSO)

Esto para recompensar el capítulo anterior sad, si, terapia para ustedes reinas.

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