Manjiro Sano








—________, hoy hay reunión en la ToMan, deberías ir.— Manjiro estaba estirándose, sentado sobre su moto.

—¿Estas seguro?, no pertenezco a la pandilla... puede que no le agrade a los demás que esté ahí.— estabas de pie junto a él, ambos en la entrada de tu escuela. Mikey, un buen amigo tuyo, te llevaba cada mañana.

Se bajo de su moto, dejándole el freno y tu te separaste ligeramente para que haya espacio entre ustedes. Si no, te hubieses puesto nerviosa por su cercanía.

—Que se jodan si es que les molesta, eres bienvenida cuantas veces quieras.— sonrió levemente y levanto su mano para revolver tu cabello, te quejaste y lo quitaste.

— Bien, te haré caso.— te inclinaste para dejar un beso en su mejilla. Pero sorpresivamente Mikey giró su rostro antes de que tus labios impacten en su cara. Fue un beso real, ambos juntaron sus labios fugazmente.

Te separaste rápidamente por la impresión. Mikey por su parte estaba aún con los ojos cerrados, sonriendo satisfecho, fue abriendo los ojos ligeramente y aprovechaste antes de que te mirara por completo. Tu te inclinaste de golpe hacia el, tomaste en tus puños su camisa y lo acercaste a ti, necesitabas otro beso.

Esta vez el sorprendido fue Mikey. Por tu parte, tu estómago daba vueltas de la emoción, no tenías mariposas, apostarías a qué tenías una maldita balacera dentro de tu estómago. Tu corazón dio rápidos latidos, tus nervios aumentaron considerablemente pero aún así seguiste el beso. Por falta de aire te separaste de Mikey, aún sin soltar su camisa que por cierto ya se encontraba arrugada.

— Lo... L-o siento.— Mikey te observaba con los ojos bien abiertos, bajaste la mirada y observaste avergonzada tus manos. Las quitaste de su camisa y diste un paso hacia atrás.

Tu hasta ahora amigo, despabilo y soltó una risa divertida.

—Ahora con mayor razón, debes asistir a la reunión.— lo que hizo a continuación fue sentarse en su moto y encenderla, le soltaste un débil está bien y él partió, te le quedaste mirando hasta que doblo hacia otra calle.

No sabias que Manjiro te besaría, incluso apostarías a que solo te veía como una amiga, la cual bromeaban a veces y hablaban hasta las tantas de la madrugada. Y Mikey no sabía que quería besarte, solo fue un impulso algo loco de su parte que termino siendo una de sus acciones favoritas.




*****




—Estoy nerviosa, Mikey. ¿Y si me golpean?.— agarrabas su mano derecha con ambas de tus manos. Tu amigo apretó tus manos.

—No seas ridícula, ¿quien golpearía a alguien tan linda?.— te sonrojaste totalmente por su halago, y te animaste a darle un leve beso en su mejilla.

—Mikey, ¿Que hace tu novia aquí?.— Se acercó un chico realmente alto, con cabello claro y rapado a los lados. A decir verdad lo encontraste muy atractivo.

—Draken, ella es ______.— saludaste con una de tus manos que quitaste del agarre de Mikey.— ______, este es Draken, un amigo o lo que sea.— Mikey rodó los ojos, haciendo una cara graciosa

—Al fin conozco a la famosa _______. Mikey ha estado hablando de ti durante ya bastante tiempo, llega a ser enfermante.— Mikey soltó un grito de reproche y Draken levantó las manos en señal de que no le haga nada.

— ¿DONDE ESTÁ EL LÍDER?, ¿DONDE ESTÁ MIKEY?.— se escuchaban gritos al otro lado de la plaza, Draken le hizo una señal a Mikey con la cabeza y tú amigo asintió.

—Draken, tu cuida a _______, yo hablaré hoy sobre el plan.— Este se giró hacia ti mientras daba la orden.— Mira como me veo de genial dando órdenes.— tu reíste y asentiste entusiasmada, el dejo un beso en tu mejilla y se puso a caminar hacia donde estaba el "público" no sin antes gritarle de lejos un si algo le pasa será tu maldita culpa, Draken.

Tu guardaespaldas temporal por su lado se puso a un lado de ti y tras poner sus manos en los bolsillos de sus pantalones, te incitó a seguir el camino de Mikey.

Tras llegar donde el masivo grupo de gente, o más bien hombres. Te intimidaste un poco a lo que Draken puso su brazo derecho sobre tus hombros, encorvándose en el acto. Habían motos estacionadas a un lado del montón, en su mayoría notabas que eran realmente caras.

—¿Te gustan las motos?.— Draken rompió la tensión y empezó a hacerte preguntas para aligerar tu nerviosismo.

— Se me hacen cool.— te sinceraste. Viste como Mikey se abrió paso entre todos los integrantes de la pandilla, y como los demás quedaban en total silencio cuando el líder pasaba y subía las escaleras.

—Mikey me contó que quiso enseñarte a andar en una, ¿no?.— asentiste algo tímida.— el nunca haría eso en un millón de años, para el su moto es intocable.

—Que irónico.— reíste levemente. Draken te guío hasta más cerca de donde estaba Mikey, los demás que claramente desconocías, te observaban mientras caminabas. Por dentro admitías que estabas muy intimidada, eran muchas caras desconocidas que estaban mirándote con sospecha o simple curiosidad.

—Ella es mi chica, se las presento.—Mikey alzo la voz y te apunto por un momento. Casi y te desmayas.—. Quise que viniera ya que no sirve de nada ocultarla de esto, pero quiero advertirles algo breve.— miraste asustada a Mikey, pero él te guiñó el ojo para que te tranquilices.— Quien se le acerque, aunque sea un poco, esta muerto.— Mikey al terminar de decir aquello, se sentó en el último escalón.— Háganlo saber a los demás. Y bien, ya dejando eso en claro... hablaremos de la situación con los de Mobius.

Luego de la pequeña amenaza de Mikey hacia los demás, empezó a hablar de un enfrentamiento que tendrían. Tu mirabas con la boca abierta todo lo que sucedía, y más cuando todos gritaban entusiasmados sobre las ganas que tenían de enfrentarse a golpes. En un descuido, te fijaste en un chico que estaba más o menos frente a ti, tenía el cabello amarillo en un peinado algo gracioso pero lindo, el era el único un poco asustado y eso te calmo. Ambos estaban fuera de lugar en aquella reunión.

Ya terminada la reunión, se juntó un gran bullicio por el sonido de los motores, todos se fueron del lugar tonteando entre sí, o haciendo carreras. Mikey fue hacia ti con una sonrisa a boca cerrada, y le agradeció a Draken con la cabeza.

—¿Y?, ¿Que te parece como lidero?, soy genial, ¿no?.— Se puso a caminar y lo seguiste apurada.

—Quien diría que te vez tan rudo pero conmigo eres un osito.— Mikey paró su andar y giró su cabeza para hacerte un shhh, colocando su dedo índice en su boca.

—Cállate tonta, alguien te puede escuchar.— le sacaste la lengua y te adelantaste, caminando a su moto que estaba estacionada entre unos árboles.

—Mikey, yo me despido. ________, nos vemos a la otra.— Draken se despidió agitando la mano y tú lo imitaste.

— Mikey.— el soltó un Mhm.— ¿Vas a pelear, no?.— Soltó otro sonido, asintiendo.— pero... ¿les vas a partir la cara cierto?

—Claro que si, no debieses ni preguntarlo.— ambos caminaron en silencio

—Hey.— nuevamente rompiste el silencio cuando llegaron a su moto CB25OT, había repetido tanto el modelo que te lo habías aprendido.— a todo esto, no soy tu chica.

—¿ah, no?.— se subió a esta, encendiéndola y haciendo un par de aceleraciones.

—Pues no, solo nos hemos besado... no me has pedido nada.— te cruzaste de brazos, aún parada a un lado de la moto.

Aún.— dio un par de aceleraciones nuevamente.— Ya deja la rabieta y sube.

Indignada, subiste a la moto, agarrándole de su torso fuertemente.






Mierdaaa a a a a a a, estoy con 0 imaginación así que hice este corto re fome, mátenme.

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