Los hermanos Kawata +18

Advertencia Lemon







—¡Nahoya!— corriste rápidamente hasta Smiley. Tu novio envolvió tu cuerpo entre sus brazos y te abrazo separándote ligeramente del suelo.— Hasta que llegaste.

—Lo siento por la demora.— le sonreíste sin poder evitarlo. Smiley te soltó contra el suelo y dejó un intenso beso en tu boca. Entreabrió tus labios para dejar que su lengua juegue un poco con la tuya de manera juguetona y se separó en breve.

El chico es intenso, siempre

—________.— te separaste de Smiley para saludar a Angry de igual forma. El peliazul te envolvió con sus brazos entrelazando sus manos detrás de tu espalda. Dejo unos cuantos besitos leves en tu cuello para saludarte.

—¿Recién terminó la reunión?— te separaste de tu novio. Smiley asintió a la par que su hermano.— ¿estuvo aburrida como siempre?

—Algo así.— Angry emitió una mueca.

—Aún no me acostumbro a ver esto.— Dijo un rubio. Paso por un costado de ustedes Baji y Chifuyu, el de cabello largo les vio con cierta diversión mientras le daba un empujón al otro.

Baji le molestaba siempre con lo mismo. Chifuyu cada vez que les veía a ustedes tres se le era como una novedad, algo wow.

Metas

—Chifuyu es un exagerado.— Baji te sonrió, saludándote.

—Está celoso porque sólo tiene a su gato haciéndole compañia.— Smiley te abrazó desde la espalda. Tu y Baji comenzaron a reírse.

—Eso no es cierto.— escuchaste decir a Chifuyu a la lejanía, tu y tus novios le ignoraron cuando se perdió por el camino junto a su amigo. Smiley se carcajeó.

—Si está celoso.— Angry opinó junto a ustedes. Agarraste su mano, entrelazándola con la tuya. Angry observó sus manos juntas por unos segundos.

Le encantaba que tú tomes la iniciativa en público, le hacía sentir que le notabas de igual forma que a Smiley.

Mientras Nahoya era demasiado demostrativo contigo en público él no se atrevía, siempre Angry fue más tímido. Por lo que te agradecía mentalmente que fueras así con el, siempre buscando su mano y mirándole mientras su hermano te abrazaba.

Todo para que no se sienta excluido.

—_______, hola.— Mitsuya y Hakkai te saludaron al pasar junto a ustedes.— y adiós.

¿Y a estos que?

—¿Por qué andan todos tan apresurados?— les preguntaste a los gemelos cuando pasaron además Mikey y Takemichi corriendo juntos a ustedes.

—Draken perdió una apuesta y ahora debe invitarlos a todos a cenar.— te explico Angry.

A lo lejos y al final de todos venía el susodicho, muy cabizbajo y algo enfadado. Ni se despidió, simplemente paso por su lado, quejándose del dinero que gastaría en los demás.

—¿Ustedes no irán?— observaste a Smiley y luego a Angry, ambos negaron.

—Dijimos que preferíamos estar contigo.— Angry no quito su ceño fruncido pero aún así lo dijo con cariño, sólo a ti te hablaba tan bonito y sin avergonzarse.

—Awwwww.— te giraste hasta ellos para abrazarlos a ambos, cada uno puso una de sus manos en tu espalda, correspondiendo tu abrazo.— ¿y no les apenó? Que son lindos...

—La verdad... un poco.— Smiley te hizo reír a lo que dijo. Prácticamente quedaron ante sus amigos como si tú les mandaras a ambos o te preferían por sobre ellos. O ambas cosas.

Quizás cuantas burlas le dijeron a tus novios.

—Está comenzando a hacer frío, ¿nos vamos?— Te separaste y observaste a Angry, asentiste a su pregunta.— Está vez me toca a mi llevarte, ________.

—Mmmm maldito, pensé que te olvidarías.— Smiley quería llevarte en su moto, siempre quería hacerlo. Angry le sacó la lengua y tomó tu mano para llevarte hacia su motocicleta. Smiley se quejó durante todo el camino.

No era tan raro ver a unos adolescentes contigo muy seguido, algunas personas creían que eran simples amigos o hasta hermanos. La mayoría de las veces ibas de la mano con ambos a cada lado y otras Smiley se te acercaba de más.

Angry era más reservado, en público no se atrevía a besarte por ejemplo. Tal vez por eso nadie notaba su relación tan especial.

Eso cambio al pasar los años.

Angry con el tiempo no le avergonzaba tanto mostrarte cariño en público, y de a poco las personas les veían con más fijeza de la esperada. Smiley se burlaba un poco e incluso te besaba a propósito en medio de toda la gente para provocar mayor asombro.

Igual le decía a Angry que te bese para mayor impacto.

Cuando decidieron abrir el local de ramen, no se veían tanto como de costumbre. Aún que estén viviendo juntos, casi nunca coincidían.

O al menos hasta hoy.


—Anda.— Smiley te animó a hacerlo. Te levantaste y fuiste hasta Angry para colgarte en su cuello y comenzar a darle pequeños besitos en su mejilla, guiándolos hasta su boca.

—_________, debo ir a bañarme primero.— Angry se quejó colocando su mano en tu cintura.— Anda con Nahoya.— negaste y te colgaste envolviendo su cadera con tus piernas, le besaste en la boca intensamente.

Angry no resistió a tus besos y te sostuvo bajando ambas manos hasta tu trasero, subiéndote más sobre su pelvis. Seguiste besándole sin importar nada, envolviendo su lengua con la tuya, forzándole a abrir su boca para corresponder al beso en mayor profundidad.

—Yo igual quiero atención _______, ¡Mi turno!—Nahoya te llamó aún recostado en la cama, acariciando su miembro con algo de impaciencia. Angry había aparecido en plena sesión acalorada que tenías con Smiley, tu novio sonriente estaba solo con boxers.

Mejor para ti que haya llegado en este momento.

Angry observó de reojo a su gemelo y caminó hasta el, llegando a la cama te separó para que dejes de abrazarle y hagas lo que su hermano mayor pidió.

—¡Pero Angry!— le reclamaste tras sentir como te dejo sentada sobre Smiley.— ¿Me vas a dejar sola con Nahoya?— emitiste un puchero, Angry te observó con cierta excitación parpadeando en sus ojos.

—Debe estar cansado, déjalo que se vaya.— Smiley te abrazó desde atrás y aprovecho de tomar uno de tus senos por debajo de la ropa interior, solo el conjunto de encaje cubría tu cuerpo. Angry siguió su mano y como acariciaba tu piel.

—No es que esté cansado, solo que...— Angry se calló al observar como te acomodabas en el pecho de Nahoya y le veías con intensidad. Le sonreíste y posterior a eso abriste la boca algo dolida por el apretón que dejó Smiley en tu pecho.

Coquetearle a mi novio no estaba mal, ¿no?

Angry rascó su ceja con algo de impaciencia, dudoso por no saber qué hacer.

Nahoya estaba entretenido con la situación. Su espalda estaba apoyada en el respaldo de la cama, con una mano abrazándote contra su entrepierna y la otra toqueteándote bajo el brasier.

—Está bien, anda a darte un baño, amor.— Le dijiste para que no se desanime o se apene por no aceptar tu propuesta. Angry asintió con su cabeza y retrocedió, se giró y entró al baño.

—Es un gruñón.— susurró Smiley en tu oído. Su voz contra tu piel te dió cosquillas, soltaste una risita chillona. — ¿En que estábamos?

—No me acuerdo.— jugaste un poco con tu novio. Nahoya llevó sus manos hasta tu espalda y te separaste un poco de su abdomen para que saque tu brasier más fácilmente.

—Que olvidadiza es mi linda noviecita.— ronroneo suave, a veces era bastante cursi. Se deshizo de tu brasier y lo dejo caer a un lado.— ¡Chu!, molestosa prenda inservible.

—Smiley.— le llamaste la atención para que se ponga serio de una vez. Aunque era imposible. Smiley dejó unos traviesos besitos contra tu cuello y hombros descubiertos.

—¿Mhm?— te abrazó desde la cintura y te movió contra su notable erección. Todavía estabas sentada literalmente sobre el. Negaste y dejaste caer tu nuca a su hombro izquierdo, Smiley giró su rostro hasta ti y comenzó a besar tu mejilla, buscando tu boca.

Comenzó a besarte con intensidad, ambas manos agarraron cada uno de tus pechos en el acto, masajeando ambos a la vez. Agarraste su cabello y lo pegaste más a tu rostro, en el beso se encontraron sus lenguas, lamiéndose entre sí.

Alcanzaste a escuchar la regadera de la ducha en medio del sonido de sus besos húmedos.

Te separaste ligeramente de la boca de Nahoya y tu novio sonrió cerca de tu rostro al sentir como te removías bajo su toque. Sus dedos jugueteaban con las cimas de tus pechos, luego apretaban, tomaba cada uno de tus senos para darles un sutil manoseó. Era increíble como el toque de Smiley te hacía excitarte cada vez más y más.

Bueno, era experto en hacer cosas con sus manos. Lo habías comprobado estos años de relación.

—Si gimes más alto no me quejo.— también era muy hablador a veces. Y más que nada burlón.—¿Intentas permanecer callada?

Le diste un tirón a su cabello y el chico se quejó de inmediato, dejó un mordisco en tu mejilla de imprevisto.

—¡Smiley!— le diste un codazo con tu brazo libre y tu novio comenzó a reírse a todo pulmón.— Ya, se me pasaron las ganas.— ibas a levantarte pero te sostuvo rápidamente, abrazándote.

—No, no, perdona.— te pegó nuevamente a su pecho y dejó besitos en tu mejilla antes afectada.— perdón, perdón, perdón, última vez que te muerdo.

Te dejaste querer un ratito más, dejando que se disculpe por haberte mordido la mejilla. Quisiste parecer difícil ante el.

—Pensé que se te había quitado eso de morderme así.— recordaste como en su primera vez hizo algo similar. Porque si, tú fuiste la primera vez de ambos hermanos al igual que ellos la tuya.— Está vez no te pegue en el rostro únicamente porque estoy de espaldas.

—Perdón.— Smiley reprimió la risa que quería salir. Recordaba cuando anteriormente te había mordido la mejilla y le dejaste la mano estampada en su rostro.

—Te perdono.— sonreíste disimuladamente. Smiley cesó los besos enviados a tu mejilla y te acurruco más cerca de él.

—Ahora te recompensaré.— le viste de reojo, Smiley simplemente sonrió.

Bajó una de sus manos que estaban abrazándote para adentrarla bajo tu ropa interior. Soltaste un gemido sin poder evitarlo cuando movió sus dedos directamente hasta tu humedad. Adentró dos de ellos poco a poco, moviste tus piernas para separarlas un poco más.

Te dejaste caer nuevamente contra el, tu nuca se apoyó en su hombro. Mientras te masturbaba con una mano, la libre la subió hasta tu pecho izquierdo y lo acarició nuevamente, jugando con él en todas las maneras posibles.

—Espera...— Dijo. Miraste a Smiley. Su mano agarró la orilla de tu ropa interior y la trató de sacar por completo, levantaste tus caderas y luego juntaste las piernas lo suficiente para que las retire de tu cuerpo.— ahora si.

Te abrazó a su cuerpo nuevamente, frotó su palma contra tu entrepierna lentamente, casi tentando a que le pidas que aumente la velocidad. Pegaste tu trasero a su erección y Nahoya gimió en tu oído.

—Que traviesa.— canturreó en tu oído. Tomó tus caderas y repitió el movimiento, te hizo hacia delante y hacia atrás mientras el se acomodaba más al respaldo de la cama. Cada vez tu excitación era más evidente.— Me estas mojando, ________, que mala...

Diste un par de gemidos al sentirlo punzando en tu centro, solo la tela de su ropa interior interponiéndose en pleno contacto. Tus rodillas presionaron el colchón y seguiste moviéndote sobre su pelvis, tus manos buscaron apoyo en las rodillas de Smiley.

—Ahora...— se movió hasta el velador que estaba a un costado y abrazó tus caderas con su brazo.— Levántate un poco, cielo.— Dejaste de estar sentada sobre él y Smiley se deshizo de su ropa interior, le ayudaste a quitarlo por completo.

—¿Ya?—observaste hacia atrás como se colocaba la protección. Cuando terminó volvió a abrazarte y pegaste tu espalda baja con su abdomen.

Nahoya te ayudó a bajar en su miembro, lento y pausado, queriendo alargar las sensaciones abrumadoras que invadían su cuerpo poco a poco.

Soltó unos suspiros rápidos cuando te sintió por completo, te mantuviste callada mordiendo tu labio. Comenzaste a moverte en su longitud, arriba y abajo adaptando un ritmo cómodo para ti pero para Smiley un tanto lento.

Tu novio sujetó tus caderas para moverte y tu te sostuviste de sus fornidos brazos. Ahora ambos eran un manojo de placer, los dos soltaban en voz baja sonidos placenteros ocasionados por cada embestida.

Cada vez más duro. Nahoya apoyaba cada embestida alzando las caderas, buscaba cada punto sensible tuyo para golpear. Era arrebatador.

De tal placer inundándolos a ambos y a la habitación en sí con sus gemidos, tu novio alcanzó el clímax y dejó caer su frente a tu espalda, apoyándose ahí mientras recuperaba la calma. En aquel instante Angry salió de la ducha.

Se les quedó mirando por unos segundos, tampoco era que se sorprendía. Smiley mantenía uno de sus brazos abrazando tus pechos y su mano libre sostenía tu cadera, aún su respiración se notaba agitada.

—Pero Nahoya, ________ no se ve tan cansada.— Angry afirmó la toalla envuelta en sus caderas y se acercó a ustedes.— Mal trabajo, hermano.

Quitaste de tu rostro tu cabello, despejaste la visión y le miraste antes de comenzar a reír suavemente. Smiley se mantuvo en silencio.

—Bueno...— Souya rodeó la cama y se sentó al otro lado de donde estaban, de igual forma se apoyó en el respaldo. Le viste girando tu cabeza, tu atención hacia su persona aumentó cuando deshizo el nudo de la toalla.— Yo puedo ayudarte, amor.

—¿Si?— le preguntaste apenas en un susurro. Souya dio un par de pequeñas palmaditas a sus muslos, invitándote a que vayas donde el. Específicamente a su entrepierna erecta.

—Bien, no me enojo.— Diste un grito de sorpresa cuando Smiley sostuvo tu cintura y te levantó para dejarte sobre el regazo de su hermano.— Me toca ducharme.

Antes de levantarse dejó un beso cariñoso en tu mejilla. Aprovecharía de desechar la protección y darse una ducha tibia mientras Angry también atendía a su novia.

Lo bueno es que no son celosos

Punto extra

—¿Estas bien?— susurró Angry dándote un fuerte abrazo y besando bajo tu oído. Asentiste con la cabeza y giraste tu rostro para observar su rostro.— Te voy a recostar, ¿bien?

Dejaste que tu novio te deje acostada sobre la cama, los tapó con una manta a ambos, subió hasta quedar sobre tu cuerpo desnudo y comenzó a besar tu cuello.

Todo tan suave y cariñoso.

Buscó tu boca, te besó tal como el sabe hacerlo. Moviendo sus labios con los tuyos, rozando su lengua con la tuya en leves roces sutiles y concisos. Acariciaste su cuello y lo mantuviste cerca de ti.

Souya rozó con sus dedos tu intimidad mientras te besaba. Sentías como tocaba tu clítoris cada vez aumentando el ritmo, tus gemidos se hicieron frecuentes y no pudiste corresponder a cada beso que te daba.

—¿Está bien así?— te preguntó algo inseguro. Moviste tu cabeza, asintiendo. Siguió tocándote por un minuto hasta que su erección pidió atención, cada vez estaba más excitado. Buscó un condón en el mueble que estaba junto al otro lado de la cama.

Antes de penetrar acarició tus pliegues con su miembro, jugando, buscando que le sientas desde antes. Te abrazaste a su cuello y dejaste salir más gemidos cuando embistió poco a poco.

Souya mientras embestía comenzó a besar tu piel comenzando por tu mandíbula y cuello. Bajó su rostro hasta tus senos y los besó. Su lengua jugó con ellos como quiso. Sujetaste su cabello entre tus manos mientras te dejabas llevar por completo.

Sus caderas se movían buscando contacto con tu intimidad. Su boca succionaba tu piel, besaba y mordía, era obvio que a la altura de tu pecho dejó alguno que otro chupetón.

Dijiste su nombre un par de veces antes de llegar a tu límite, te abrazaste a su cintura cuando te sentiste venir. Angry no disminuyó sus movimientos e incluso los incrementó.

Se quejó cuando enterraste tus uñas en su espalda, subió su rostro hasta el tuyo y siguió embistiendo más rápido. Estabas muy cerca y él quería que lo disfrutes completamente. Alargó el clímax que azoto en tu cuerpo segundos después.

Para callar tus jadeos a viva voz escondiste tu rostro en su cuello, Angry se dejó caer un poco más hacia ti para que le abraces. Unas cuantas embestidas más y él también tuvo su orgasmo.

Se dejó caer a tu lado, apoyó su mejilla en tu hombro mientras acariciabas su cabello. Se tomaron la molestia de quedarse ahí por unos segundos.

—Debo irme a bañar de nuevo.— anunció Souya acariciando tu abdomen con su mano. Leves caricias.

—Si quieres te puedo acompañar.— soltaste aún agitada, tu pecho subiendo y bajando con rapidez. Al estar mirando el techo no pudiste ver como Angry se sonrojó un poco por tu propuesta.











1+1=2

No tiene contexto pero si.



Iba a poner este separador para "separar" JAJAJJAJA la escena de antes a la del Lemon pero dije no mejor no, que infantil.

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