| La venganza de la Rayis |



—¡Deja de agarrar mi chaqueta, Chifuyu!.—Susurraste hacia atrás al rubio. Sus manos venían afirmando tu prenda desde hace ya bastante rato.

—Es que tengo miedo.—Respondió en otro susurro. Mitsuya se carcajeó delante de ti.

—¿Para que aceptaste venir entonces?.—El de pelo lila le pregunto a Chifuyu.

—No se... siento que _________ puede morirse así que preferí acompañarla.—Contestó en voz baja. Te carcajeaste por su respuesta, si era lógico.

—Solo vamos a pintarle el cabello a Mikey...—Murmuraste mientras seguías a Mitsuya. Este levantó su palma, indicando que se queden quietos detrás de la pared.— Bueno, si tienes razón, es una misión suicida.

—Todo sea para defender tu honor, ________.—Emma habló detrás de Chifuyu, provocándote una sonrisa.

La filita se desordenó cuando se escucharon unos golpeteos, atinaste a ir a la ventana y ocultarte tras la cortina, a los segundos llego Chifuyu y se puso a tu lado.

—Búscate otro escondite.—Te quejaste en voz baja, este negó algo asustado.

—Hazme un ladito.—Empujó tu brazo para el ocultarse más.

—Falsa alarma, ya vamos al baño.—Mitsuya les llamo y ambos salieron de su escondite. Como alma que lleva el diablo corrieron hasta el baño y sacaste las botellas que tenías en tus bolsillos.

—Quedamos en verde, ¿cierto?.—Miraste a Emma y a Mitsuya, ambos asintieron.

—Se vera feo así, si fuese rojo diría que hasta le quedaría bien.—Chifuyu se quejó al decirlo.—Maldito líder, le queda bien todo.

Mitsuya observo a Chifuyu extrañado.

Asentiste y los demás te siguieron, destapaste las botellas y agarraste el shampoo y acondicionador que utilizaba Mikey. Emma te indico cual usaba con frecuencia así que vaciaste todo el contenido en las botellas.

Tus manos quedaron pintadas un poco así que volvió a dejar las botellas Emma en su lugar, para que no hayan sospechas y manchas de pintura. Las otras las volviste a guardar en tus bolsillos.

—Bien... ahora a esperar.—Mitsuya hablo con una sonrisa plasmada en su rostro, había esperado tu venganza con ansias. Te confesó antes que tenía ganas de hacer algo "malo", por eso te ayudaba.

—Vámonos de aquí, Mikey podría venir en cualquier momento.—Emma salió del baño primero, seguido de ti y los otros dos.

Los cuatro iban a la puerta de entrada cuando esta se abrió de golpe, incluso impactando con la pared. Un chillido salió de Chifuyu y se escondió detrás de Mitsuya al ver a Mikey y Draken pasar a la casa.

—Oh, ¿y ustedes?.—Mikey hizo una "o" con su boca. Draken les miro confundido, obviamente sospechaba de algo pues la cara de Chifuyu y Emma ahora mismo no era la más disimulada.

—Este... mhm...—Tartamudeaste, sin formar una frase.—Lo qué pasa es que... que...

—¡Tendremos una cita doble!.—Emma habló rápido, muy rápido.

—¿Eh?.—Draken frunció el ceño, totalmente confundido. Mikey por otro lado tapó su boca con su mano.

—S-i, nosotros estamos acá porque...—La rubio giró su rostro para mirar a los otros dos chicos detrás de ella, estos estaban horrorizados.—Tendremos una cita doble.

—¿Chifuyu y Mitsuya?.—Mikey habló esbozando una sonrisa.— No me lo esperaba de ustedes dos, cool.

—¡No!.—Emma grito, le diste un vistazo para que disimule y carraspeó, tragando saliva.— idiota... Mitsuya y yo y Chifuyu con ________.

Los dos mencionados palidecieron a la vez, tú te mantuviste serena con las manos en los bolsillos de tu chaqueta, aún tenías los dedos algo manchados.

—¿En serio?.—Mikey amplió su sonrisa.—Genial, ¿puedo ir?.— aplanaste tus labios, reprimiendo una carcajada.

—Eh no...—Interrumpiste a Emma.

—¡Si!.—Alzaste la voz un poco, tras retractarte volviste a explicar.— Pero... ¿iras con tu uniforme?.

—Aaaaaaah.—Chifuyu entendió, Mitsuya sonrió un poco, disimuladamente.

—Tienes razón, _______, me iré a bañar primero y los alcanzo.—Mikey camino rápidamente, casi trotando, hasta el baño.— ¡Kenchin! Tráeme ropa porfas.

Draken se quedó hartos minutos observándolos uno por uno, algo no le calzaba del todo.

—Está bien.—Draken camino hasta suponías la habitación de Mikey, perdiéndose de vista.

—Hermana de Mikey, ¿¡ESTAS LOCA!?.—Chifuyu le recriminó al instante cuando no había ningún intruso cerca.

—Se te pudo haber ocurrido otra cosa.—Mitsuya le miro serio. Emma balbuceó, nerviosa.

—Me puse nerviosa ¿bien?, aparecieron de la nada y ya se veía que nos iban a madrear a los cuatro.—se excusó moviendo las manos mientras hablaba. Diste un bufido, claro, que solo me pegue a mi.

—Bueno da igual, esperemos a ver qué hace cuando se de cuenta.—Mitsuya sonrió maliciosamente, le imitaste. Los cuatro fueron al comedor para disimular, a decir verdad querían ver su expresión antes de que Mikey les pegue la patada de su vida. Eso era inevitable.

Cuando Draken fue a dejarle ropa a Mikey salió de la casa no sin antes echarles un vistazo para nada disimulado, sospechando aún de ustedes.

—¡AAAAAAAAAAAAAH!.—Un grito resonó en toda la casa seguido de cosas caerse, golpeteos y un golpe muy fuerte contra el piso.

—Mierda, lo matamos.—Chifuyu se lamentó antes de tiempo. Los cuatro se levantaron en un instante y fueron hasta el pasillo, esperando a que Mikey salga del baño.

—¿PERO POR QUÉ?.—Escuchaban gritos y quejidos dentro del baño.—¿QUE HICE PARA MERECER ESTO?.— que dramático pensaste haciendo una mueca, a tu lado Emma estaba mordiéndose las uñas, señal de nerviosismo.

—¡ME TOCASTE UNA TETA! ¡TE LO MERECES!.—no pudiste aguantar de contestarle, ganándote una mala mirada de tus amigos.

Varios sonidos de cosas cayéndose, apostarías que tiro la botella de shampoo a la pared.

Cuando se abrió la puerta y salió el vapor del baño, apareció un Mikey con una toalla alrededor de sus caderas y el cabello suelto, verde. Llegaba a resaltar una vena de su frente al estar tan enojado, su boca se frunció y su entrecejo se llegó a arrugar. El humito le puso más tensión al ambiente.

—Oh oh.—Mitsuya dio unos pasos hacia atrás, Chifuyu ya iba de los últimos tratando de huir disimuladamente.

—¿Ustedes fueron?.—El ahora peliverde les apunto con su dedo mientras una mano sostuvo su toalla con fuerza.

—No, no, no.—Emma negó con la cabeza repetidas veces, a su lado te quedaste muda, mirando a tu amigo.—Bueno si.

Lo siguiente sucedió muy rápido, Mikey capturó tu mirada fija en el y se estiró lo suficiente para tomar tu muñeca y llevarte con el al baño.

—¡¿QUÉ?!.—Emma grito mirándoles.

—SABÍA QUE LA MATARÍA.—Chifuyu se horrorizó pero aún así asomó su cabeza para mirar dentro del baño.

—Mikey... fuimos los cuatro, no solo _________.—Mitsuya trató de calmar la situación, tus tres amigos veían desee la puerta, preocupados.

Mikey les ignoro y te acercó a la ducha, le tironeaste para que te suelte pero él muy chiquito tenía mucha fuerza. Con su otra mano alcanzó la manguera de la ducha y tras mojarte tomó la botella de shampoo que tenía tintura, esta en el piso, y la abrió para tirarla sobre tu cabeza.

—Si tengo el cabello verde, ¡Tú también!.—gruño enojado, vaciando la botella en tu cabello, hasta llegando a tu cara.

Los otros tres miraban la escena boquiabiertos, estos soltaron un grito cuando le pegaste en las partes íntimas de Mikey con el dorso de tu mano. El de pelo verde se inclinó sosteniendo aquella zona y tú aprovechaste de salir corriendo, empujando a los espectadores que estaban en la puerta.

—DUDO QUE ME TOME LA TINTURA, GUAJAAAAA.—Gritaste mientras corrías con todas tus fuerzas hasta fuera de la casa. Tu cabello ni de chiste se pondría verde solo haciendo eso.

Chifuyu en el piso comenzó a reírse fuertemente al recordar el golpe que le diste a Mikey.

—Se la devolvió olímpicamente.—Mitsuya murmuró aún sin procesar lo que acababa de pasar, sosteniéndose con sus manos contra el piso. Al empujarles con todas tus fuerzas los dos se habían caído, en tu defensa; sentiste adrenalina al saber que si te atrapa Mikey te mataría y por eso les empujaste tan fuerte.

—Está...—Mikey se revolcó en el piso del baño.—Pendeja.—salió un quejido de su garganta en alto, cuando su toalla dejó ver su trasero fue cuando Chifuyu, Emma y Mitsuya soltaron un grito y también salieron rápidamente de ahí, siguiéndote.

El de pelo verde al verlos no dudo y volvió a afirmar su toalla, para alcanzar sus chanclas que estaban frente a la puerta y tras ponérselas se puso a correr, persiguiéndoles.

—NO ME ATRAPA, NO ME ATRAPA, NO ME ATRAPA.—Ibas chillando a cada paso. Estando a cierta distancia pudiste parar para calmar tus latidos acelerados, tu boca se había secado en un instante tras agitarte de más.

Se te heló hasta el alma cuando sentiste gritos detrás tuyo, pensando lo peor.

—¡CORRE  ________!.—Chifuyu grito a la distancia.

Te giraste a mirar como tus tres amigos estaban corriendo más que nunca al ver a un Mikey persiguiéndoles, ahora no solo huían por haberle visto el trasero sino que como el de pelo verde los estaba siguiendo, ahora corrían superando sus límites.

Al estar en la cima de la avenida, viste algo cómico como estos corrían y Mikey les perseguía en toalla. Veías como Mikey movía su boca violentamente pero no alcanzaste a escucharle desde ahí.

—AY NO, NOS ESTÁ PERSIGUIENDO CON NITRO.—Emma tenía todo su cabello desordenado de tanto correr, sus brazos se movían al compas de cada paso.

—¿COMO PUEDE CORRER TANTO CON ESAS CHALAS?.—Mitsuya aceleró sus pisadas y dejó atrás a los otros dos.

—MITSUYA DE MIERDA, TENEMOS QUE IR JUNTOS.—Chifuyu también aceleró sus pasos, dando largas zancadas.

—OIGAN, YO SOY SU HERMANA PERO TAMBIÉN ME PUEDE PEGAR.—Emma se quejó al verles tomar la delantera, quedando ella detrás.

—¡REGRESEN BASTARDOS!.—Te reíste por Mikey, ni prestaste atención a lo cerca que estaba sino a su cabello que al estar húmedo tenía un color algo feo. Sumándole que estaba bajo el sol, este brillaba. Comenzaste a reírte.

—EMPIEZA A CORRER, MENSA.—Chifuyu te sobrepaso. Dejaste de reírte de golpe y atinaste a correr nuevamente, siguiéndole el paso a tus otros dos amigos.

—NOS VA A ALCANZAR.—Gritaste en medio de Mitsuya y Chifuyu.

—SACRIFIQUEMOS A EMMA.—Chifuyu apuntó a la rubia, que iba ya agotada unos pasos detrás.

—SI NO TE MATA MIKEY LO HAGO YO, CHIFUYU.—Emma entre suspiros grito a todo pulmón.

—DEBIMOS TOMAR UNA MOTO.—Mitsuya iba totalmente agitado, costándole respirar.

—PERO YO NO SE MANEJAR Y SALÍ PRIMERO.—Le devolviste el grito.

—¿Y A DONDE VAMOS?.—Chifuyu grito esta vez, todos mirando hacia el frente.

—A LA POLICÍA.—Soltaste una risa.—NO SE PERO YO IRÉ A MI CASA.— no pensaste bien tu destino, estaba más que claro.—ME ENCERRARÉ EN MI HABITACIÓN, NO CREO QUE SE ATREVA A ENTRAR.

Chifuyu y Mitsuya se miraron entre sí mientras corrían, ambos te echaron una mirada de esta es tonta o se hace.

—BIEN, VAMOS.—Mitsuya tomó tu muñeca y te incitó a que corras más rápido.—TIENES QUE GUIARNOS PORQUE NO SABEMOS LLEGAR.

—¿Y POR QUÉ SIGUES GRITANDO?.—Le respondiste, Mitsuya maldijo.

—VÁYANSE SIN MI, ESTOY QUE ME DESMAYO.—Emma habló detrás, soltaste un NOOOOO.—SI, ADIÓS MUNDO CRUEL.

Giraste tu cabeza para ver a Emma tirarse al piso, totalmente agotada. Una mueca se instaló en tu rostro durante menos de un segundo ya que Mikey venía detrás, la salto y siguió corriendo hasta ustedes.

Menos mal venían en la vereda y ningún auto le pasaría encima, agradeciste internamente y siguieron corriendo, ahora pasando por el centro de la ciudad.

—PERMISO.—Chifuyu tuvo que saltar una caja que estaba en el piso. Habían entrado a una feria en medio de la calle, debiendo pasar por entre la gente y carros de verduras.

—SEÑORA CÓRRASE.—Mitsuya evitó empujar a una anciana que estaba en el camino.

Los tres entre empujones se abrían paso por toda la gente, saltando letreros, cajas o carritos con fruta dentro. En más de una vez escuchaste como Chifuyu se tropezaba pero Mitsuya lo agarraba de un brazo y lo hacía continuar.

—YA PAREN DE CORRER QUE ME DUELEN LOS DEDITOS.—Mikey venía sorprendentemente muy cerca de los tres, corría como un loco.

—FALTA POCO, AL LLEGAR ENTRAREMOS POR LA VENTANA PORQUE SIEMPRE ESTÁ ABIERTA.—Apuraste tus pasos y los demás coincidieron con tu plan. Te les adelantaste un poco para abrir la ventana de la cocina de tu casa, no alcanzaste ni a respirar cuando tus dos amigos te empujaron dentro, los tres rodaron contra el suelo.

—CIÉRRALA CIÉRRALA.—Chifuyu empujó a Mitsuya hasta la ventana y este último fue rápidamente a cerrar la ventana, con cortina y todo.— uf, eso estuvo cerca...

Tu, sentada junto a Chifuyu, diste un largo suspiro, casi aliviado.

Unos toques en la puerta de entrada se escucharon al momento, Mikey estaba golpeando la puerta.

—ES QUE ESE NO SE CANSA.—Gritaste.

—Ya no es necesario que grites, ________.—Mitsuya llevó la mano a su oído. Te disculpaste con él entre risitas.

—¿No tienes alguna habitación de pánico o un búnker?.—Chifuyu te observo con los ojos bien abiertos, negaste.—¿Un sótano?.—Negaste con la cabeza.—¿Alguna nave para huir a otro jodido planeta?.

—Deja de decir estupideces.—Mitsuya le miro mal, tal vez preguntándose de donde sacará tantas ideas.

—ALO.—Mikey siguió tocando la puerta, causando pánico en ustedes.

—Mejor vamos a refugiarnos.—Tomaste a cada uno de una mano y corriste al segundo piso, específicamente a tu habitación.

—Me imaginaba un cuarto todo chillon.—Comentó Chifuyu apenas piso tu habitación. Tras soltarles fuiste a la ventana para ver a Mikey aún en la entrada, la toalla no se había movido de su sitio y su cabello seguía húmedo.

—No se va a ir hasta vengarse.—Hablo Mitsuya apareciendo a tu lado, también mirando hacia fuera.

Cuando Mikey hizo ademán de mirar a la ventana, ambos se agacharon a la vez, al no calcular terminaron por pegarse un cabezaso a un lado de sus cabezas.

—Tienes la cabeza dura.—Tu amigo se quejó, sobando la zona golpeada. Le ignoraste y tras cerrar la cortina te fuiste a tirar a tu cama.

—Pónganse cómodos, diría que estaremos aquí hasta que mi Mamá aparezca y le diga que soborné a Mikey.— Chifuyu no te presto atención ya que estaba con la cabeza metida en tu ropero y Mitsuya menos te miro ya que se había sentado en tu pequeño escritorio leyendo tus cuadernos.— Claro, husmeen tranquilos.

—Gracias.—Chifuyu siguió viendo tu ropa, saco una sudadera de él y te miro con los ojos entrecerrados y la boca en "o".— ¡ESTO ES MÍO!.—su grito te hizo saltar.

—Si, me lo diste el otro día...—dijiste lo primero que se te apareció en la cabeza.

—Ah ¿en serio?.—asentiste a su pregunta.— está bien.—Dejo la prenda donde estaba y siguió moviendo los colgadores, viendo pieza por pieza.

—¿Acaso tú lees, ________?.—Mitsuya de espaldas a ti subió uno de tus libros sobre su cabeza, al observar cual era te levantaste de la cama, sentandote en una orilla.

—¡No!, digo ¡si!, si leo pero no veas mis libros, es privado.—Hablaste entre pausas, Mitsuya ni se inmutó y siguió viendo tus demás libros. Tapaste tus ojos cuando saco su móvil y le hizo una foto a uno de ellos.

—Buscaré de qué trata este, la portada me gusta.—En tu cabeza pasaron millones de insultos a la vida, si, maldijiste hasta tu nacimiento.

—Oh, está chaqueta es de Baji.—Chifuyu mostró una color negro, exactamente era de tu otro amigo pero se suponía nadie debiese saberlo.— con razón el otro día dijo que te la presto y ya no apareció más.

—ja ja ja ja.—reíste nerviosa. Chifuyu también dio unas carcajadas pero dejó la chaqueta en su lugar.—Ni se te ocurra mirar los cajones.

—¿Que cajones?.—El rubio apoyo una rodilla en el piso y tras ver abajo de los colgadores pudo divisar unos cajones.— Ah, estos....

—Si esos, aléjate de ahí.—Te recostaste en tu cama, aún seguían lo toques en la puerta así que ese era tu único plan, recostarte y esperar.

—A ver.—Claramente el chico no te hizo caso y abrió uno de los cajones, hubo un instante de silencio pero hasta Mitsuya dejó caer unos cuadernos cuando Chifuyu gritó.

—TE DIJE QUE NO VEAS.—Tapaste tus ojos, avergonzada hasta los dedos de los pies.

—NO HABÍA VISTO TANTOS.—Chifuyu se separó del ropero en un instante, se teletransporto a la esquina de la habitación, totalmente avergonzado.

—Chifuyu, si gritas Mikey va a saber que estamos aquí y nos encontrará.—Mitsuya se levantó del asiento y fue a cerrar el cajón.— cállense ambos.— asintieron y se puso de pie, al de pelo lila le llamó la atención algo en específico de tu ropero, tras sacar una colorida chaqueta comenzó a reírse suavemente.— Hey, está es mía.

—No es tuya... tal vez la compramos en la misma tienda.—te hiciste la desentendida viéndole desde la cama.

—Nop.—Mitsuya revisó mejor las mangas.— está la hice yo, es mía.

— ATRAPADAAAA.—Chifuyu se burló, sonriendo con los ojos achinados te apunto totalmente divertido.

—Oh, Hola mamá de _______.—se te heló la sangre y tus amigos quedaron en su lugar, quietos.— Su hija no me ha querido abrir la puerta, regañela.

Mitsuya dejó lentamente su chaqueta en tu ropero y se acercó a paso lento a la puerta, asomándose al pasillo.

—Oh Mikey, ¿Que haces aquí...? y en toalla...—Tu mamá le había echo pasar a la casa.—Dile a _________ que te dé ropa, de seguro tiene algo grande.

—Mierda, mierda, más mierda, cagamos todos.—Chifuyu se acercó a tu cama y se tiro a tu lado, desordeno todas las mantas para taparse con ellas.

—Mitsuya, baja y dile a mi mamá que Mikey me quiere matar.—Le quitaste mantas a Chifuyu, este se negaba.

—¿Estas loca?, ¿como le voy a decir eso?.—Hiciste una mueca al ver la expresión de Mitsuya.

—¡_________, baja!.—Tu mamá gritó. Te paraste automáticamente y empezaste a bajar las escaleras. Si te demorabas mucho sin duda se enojaría, y preferías que una persona esté enojada a qué una persona esté enojada y tu MADRE también esté enojada.

—Tu puedes _______.—alzó su pulgar Chifuyu en tu dirección.

—Dudo que tú madre deje que alguien te asesine, anda.—Mitsuya también te apoyo. Asentiste, sin miedo pensabas.

Cuando bajaste las escaleras te causo algo de gracia ver a Mikey aún en toalla y una mueca en su rostro, te miro totalmente enfadado.

—Anda a buscarle ropa a Mikey, debe tener frío el pobre.—Asentiste a tu mamá y subiste nuevamente las escaleras, rápidamente.

—Pásenme algo rápido.—Ni entraste a la habitación. Mitsuya rebuscó algo que combinaba, demorándose más de la cuenta.

—Este...—Chifuyu se paro y agarró lo primero grande que vio para pasártelo. Tras agarrar la ropa bajaste y se la tendiste a Mikey.

—Mmmh.—Mikey solo soltó aquello, mirándote demasiado mal.

—Te queda bonito el verde, Mikey.—Tu mamá no podía cagarla más. Un tic comenzó a formarse en el ojo de tu amigo, de un segundo a otro dejó la ropa a un lado y se agachó un poco para agarrarte de tus muslos y subirte a su hombro.

—¡MAMÁ!.—Gritaste al instante, tu rostro quedó casi pegada a su toalla así que un rubor intenso apareció en tu cara.

—Permiso, mamá de ________.—Mikey salió contigo a rastras sobre el, tu madre observo la escena totalmente sorprendida, no teniendo idea de qué hacían. Pensando que estaban jugando como siempre.

—¡MAMÁAAAAAA!.—tus pies se movieron de un lado a otro, no pudiste decir nada más cuando Mikey te tiro a la piscina que estaba en el patio, el agua te impacto de golpe haciendo que cerraras los ojos pero no tu boca.

—¡TÓMALAAAAAAAA!, QUIEN RIE ÚLTIMO RIE MEJOR.—Mikey comenzó a celebrar desde arriba, moviendo los brazos graciosamente.

Tras poder impulsarte y salir del agua trataste de secar tus ojos y escupir un poco de agua de tu boca. Le viste como seguía animadamente celebrando, y como en la ventana de tu casa te observaba Chifuyu y Mitsuya con una mueca de lastima.

—Puto Mikey.—mascullaste mirándole con odio.

El de pelo verde poco a poco dejo de reírse, estiró su mano para que la tomes y salgas de la piscina así que sin hacerte la difícil la aceptaste. Pudiste empujarle dentro del agua pero ya había estado mucho tiempo mojado y al aire libre, tampoco querías que se enferme.

—Admito que estuvo buena la broma, de todas formas a mí me queda bien todo.—Comenzaron ambos a caminar hasta a casa.

—ajá.—respondiste tiritando. El afirmó su toalla aún más, te sorprendió cómo esta y sus chanclas no se salían con sus pisadas.

—Disculpe mamá de _________, pero su hija se había portado mal.—Se excusó al ver como tu madre les miraba con la boca abierta.

Luego de aquello Mikey fue a secarse su pelo y cambiarse, Chifuyu te había pasado justo la chaqueta de Mitsuya, la muy colorida. Le andaba algo grande de las mangas pero aún así le quedó muy bien. Cuando bajaron del segundo piso Chifuyu y Mitsuya tu madre se sorprendió aún más.

—¿Y como?.... ¿Estaban allá arriba?.—Te apuntó a ti y tu palideciste.—¿Como?... ¿Qué?...

Tus dos amigos se sentaron en el sofá, muy lejos de Mikey.

—Bueno, da igual... Hola chicos.—tu madre se rehusó a hacer más preguntas, tras mirarte con decepción dio un largo suspiro.—________ ve a cambiarte mientras les hago un chocolate caliente a tus amigos.

—¡YEI!.—Chifuyu celebró en un grito, Mitsuya le apoyó levantando su puño un poco, tal vez irónicamente.

—Ni crean que me olvide de ustedes, cabrones.—Mikey les miro fijo mientras se aferraba a su nueva ropa.

—Oh vamos Mikey, fue una broma.—Mitsuya le restó importancia al asunto.

—Una pequeña broma.— le siguió Chifuyu.

—Si claro, claro...—Mikey desvió su mirada y levantó su mano para mover su cabello, vio un mechón de este y sonrió al verlo verde, pensó que le vendría bien un cambio de look.





Como la ToMan te apodaría si fueses su novia

Kazutora: Dependería de su estado de ánimo honestamente, algunos días te llamaría;  "mi chica", "Mi amor" o "Mi bebé", todo empezaría con que eres de el. No se da cuenta de lo posesivo que suena, lo dice porque simplemente eres su novia y le gusta recalcarlo.

Mikey: Cada término de afecto que se le ocurra, aunque sea respecto a comidas que ama. Él inventará apodos tontos para ti y los usará cada vez que te molestes con él porque sabe que no puedes evitar sonreír después.

Angry: Sinceramente no usa apodos lindos cuando están en publico. Y no te importa tanto porque cuando los usa, se siente extra especial, y sabes que lo está diciendo porque siente mucho amor por ti. Te llamaría "mi amor" o "cariño" en estos momentos.

Baji: Le encanta usar apodos cariñosos, especialmente aquellos que te ponen nerviosa. "Cariño", "Pequeña", los puede usar en público o no, le da igual.

Hanma: Es un poco arrogante a decir verdad. "mi chica", "Mujer" "Nena", "bebé", Todo con un toque de condescendencia.

Chifuyu: Prácticamente te ahogaría en apodos cariñosos y cursis; "Princesa", "Amor", "Amor de mi vida", y más. Nada simple, a pesar de empezar siendo tímido ya luego no le apenaría demostrar cuando te aprecia, por todos lados lo hace con seguridad y con sinceridad.

Draken:sería algo incómodo para el, no está acostumbrado. No es realmente un apodo cursi pero tiene el hábito de referirse a ti como "Su única", La única que puede hacer esto y aquello, recalca que solo tú tienes el poder de hacer lo que sea con él y te dejaría hacerlo completamente. Probablemente utilice el apodo de "Linda" algunas veces mientras nadie escucha.

Takemichi: Tiene un especial apodo para ti e inventa apodos según tu nombre, acortándolo o agregándole letras, es muy ingenioso en eso. En los demás apodos utilizaría los comunes, luego de un tiempo de relación amaría usar la palabra "mi amor".

Smiley:Definitivamente encontraría el apodo más lindo y vergonzoso para ti, para encargarse de qué tu al escucharle hagas alguna mueca o te pongas nerviosa, lo usaría constantemente para burlarse un poco de ti. Utilizaría el "Pastelito" sin pena alguna.

Mitsuya: el apodo "cariño" lo utilizaría siempre y para todo. Cree que aquella palabra te encanta y a decir verdad demuestra todo lo que te aprecia. A veces dice algunos apodos cursis que te dejan sonrojada totalmente, probablemente busque constantemente palabras bonitas que decirte por internet.

Que se note lo aburrida que estaba como para pintarle el pelo verde KAKSKSKKSKSKSKSKSNNS

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top