Ken Ryuguji
Pedido de @im-alexaconx
Modifique algunas cosillas de las que me dijiste más que nada porque después de que le suceda eso a la rayis no creo que Draken se le confiese así como así al instante:c Espero te guste <3
Contexto; La rayis es amiga desde la primaria de los fundadores de la ToMan, ella es muy buena en deportes y practica defensa personal. Sin duda siente algo re fuerte por Draken pero no se da cuenta hasta que él le da un besito<3
Advertencia sobre intento de abuso, leer con precaución.
MIAUMIAUMIAUMIAUMIAU
Quiero ser Takemichi
Después de eso a Draken se le pasó la mano empujando el carrito.
Tengo cero dudas de que Emma se alcanzó a bajar pero Mikey se estrelló contra un estante.
—¿Ustedes harán una PANDILLA?.—poco menos le gritaste a tus amigos. Todos se miraron entre sí
—Así es.—Baji hablo con un gesto egocentrico total
—¿Están bromeando?.—Parpadeaste sorprendida. Mitsuya a tu lado negó con la cabeza.—Pero... van en primaria, somos unos niños aún
—¿Y?.—Pah habló y tú le miraste mal
—Bien, da igual.—emitiste y Mikey soltó una afirmación, entusiasmado.—entonces los apoyare mientras lo hagan.
Todos asintieron alegres y comenzaron a planear cómo difundir su nueva pandilla, la cual Mikey le dio un primer nombre algo turbio.
—Ahora deberé practicar más mi defensa personal.—susurraste a ti misma, si querías estar al lado de tus amigos entonces debías no ser un estorbo, te decidiste a practicar aún más para cualquier posible conflicto el cual debas ayudar.
Unos años después
—_________, ¿irás a la reunión de hoy?.—Mikey te grito desde su moto. Caminaste de espaldas hasta la puerta de tu casa.
—Está vez no, Mikey.—Este hizo un breve puchero y le sonreíste.— A la próxima estaré ahí.
Asintió entusiasmado y partió al lugar de encuentro. Por otro lado entraste a la casa y fuiste directamente a tu cama, necesitabas una siesta pronto.
Observaste tu móvil cuando este sonó varias veces, un whatsapp de un número desconocido.
Otros mensajes más de ese "admirador" tuyo. Te incomodaba a más no poder ya que no solo te mandaba mensajes constantemente TODOS los días, sino que también te halagaba de una forma algo pervertida. Tu únicamente le ignorabas e incluso lo bloqueaste muchas veces pero siempre conseguía un número nuevo para molestarte.
Menos le comentaste a tus amigos, a veces podrían ser un poco... sobreprotectores contigo. Seguro tenían muchas preocupaciones en la ToMan como para ayudarte con el idiota que te acosa.
El timbre sonó, algo confundida bajaste al primer piso y abriste la puerta. Draken estaba con su brazo apoyado en el marco de esta, al verte te sonrió ampliamente.
—Hola renacuaja.—le miraste entonando los ojos, fulminándolo con la mirada.— me escapé antes de la reunión para venir a verte, Mikey dijo que no irías así que pensé que te encontrabas algo mal.
—A decir verdad solo quería dormir.—Draken se carcajeó y pasó a la casa, un "permiso" salió de su boca.—A decir verdad...—Este se giro para mirarte bien, cerraste la puerta y tomaste su mano para guíselo a tu habitación.—Quería hablarte sobre algo.
No era novedad que sentías un gran aprecio a Draken, si sentías que debías contarle el asunto a alguien sería sin duda a él.
—Uh, ¿Que pasa?.—algo nerviosa, le hiciste que se siente sobre tu cama y fuiste por tu móvil.
—Solo... no hagas nada imprudente, no quería decírselos ya que me pareció innecesario pero ya me harto.—Draken cada vez transformaba su rostro a uno más serio, su entrecejo se frunció y te quito el móvil. Viste como su mirada se paseó por todos los mensajes de texto que te enviaba el tipo, su puño contra tu colchón cada vez más cerrado, más tenso.
Al terminar de leer, subió su mirada hasta ti. Soltó un suspiro hondo y se refregó sus ojos con su mano, algo irritado. Tras dejar el móvil a un costado te observo, con sus manos a cada lado de su cuerpo sobre el colchón.
—¿Por qué no dijiste nada antes?.—su voz te dio algo de escalofríos, estaba muy irritado y enojado.
—Es que... ustedes estaban ocupados, además pensé que se cansaría de todo esto.—murmuraste cohibida.
—¿Me estas jodiendo?, ________, debiste decirnos, o al menos a mi.—hiciste una mueca y el suavizó su rostro.— ¿Me dejas responderle?...
—¿Qué?.—abriste los ojos de sobremanera.
—¿Y para que te pregunto?, le responderé a ese imbecil ahora mismo, con tal que te deje de joder.—empezó a teclear en tu celular, cada vez su mirada se volvía más fría aún.
—Pero... ¿Que le dirás?.—Draken ni te presto atención, siguió tecleando y a la vez revisando lo que él escribió más arriba. Tras escribir un testamento larguísimo, lo envío y luego borro el mensaje para ti, para que no lo leas.
—Ya esta, si te vuelve a molestar me avisas y como sea doy con el.—Draken se puso de pie y te dio tu celular. Tu asentiste algo distraída, luego de borrar el mensaje que envío había bloqueado el contacto.—Ahora, abrígate y vámonos, los demás nos están esperando.
—¿Vamos a salir?.—sonreíste mostrando los dientes. Draken fue hasta tu armario y busco de entre las chaquetas que estaban colgadas.— Hey, ¡no veas mi ropa!
—Vamos, si acá solo hay chaquetas.—sacó la más gruesa posible y poco menos te la tiro, alcanzaste a atraparlo en el aire.— póntela y vámonos.
—¿A donde vamos?.—te colocaste la chaqueta y le seguiste.
—A tu lugar favorito.—tus ojos brillaron y le seguiste dando brinquitos de alegria.
La salida con tus amigos fue increíble, ir a Mcdonalds sin duda era un lugar digno de crear recuerdos, por ello tal vez ibas muy seguido para allá. Hiciste demasiadas fotos ese día, Smiley se río tanto que le salió bebida por la nariz así que aquella foto que le sacaste en el momento exacto, la imprimirías y guardarías el resto de tu vida. Otra foto que guardarías por siempre era la de Mikey, cuando lo pillaste en plena acción de untar papas fritas a su helado y comer ambos juntos. Algo extraño pero que a ti te causo más risa que nada.
—Déjame ir a dejarte.—Draken te dio el casco, que había exclusivamente para ti.
—Oh vamos, déjame irme a pie, hace mucho que no paseo en plena naturaleza.—sonreíste algo cursi. Draken no cambió su expresión sería.— oh Draken, dijeron que debías estar allá con Mikey, no puedes atrasarte, ya vete.
—Sube a la moto.—Draken te dio un golpecito con el casco en el brazo, para que lo agarres.
—Draken, te necesitan, vicepresidente.—Empujaste el casco hasta el.
—Te digo que subas, _________.—este apretó la mandíbula
—Se cuidarme sola, Draken... ya vete, te están esperando tus súbditos.—te burlaste con lo último y te reíste.— estas perdiendo tiempo, sabes que no cambio de opinión tan fácilmente.
Draken bajo el casco y lo dejo en el manubrio de su moto. Se sentó en un costado de esta y te miro fijo.
—Bien, me mensajeas cuando llegues a casa, anda por lugares transcurridos y no se te ocurra meterte donde no conoces. Cualquier cosa me llamas y vendré por ti.—Asentiste a cada cosa que el decía. Los demás ya se habían ido hace bastante tiempo para asistir a una reunión de extrema importancia.
—Claro, Papá.—Draken alzó una ceja.— te llamaré a lo que llegue a mi casa, si quieres te envío foto y todo.—este desvío la mirada y se sentó bien en la moto, encendiéndola al fin.
—Lo esperaré entonces, anda con cuidado.—le dejaste un breve beso en su mejilla y te diste media vuelta para caminar. No escuchaste el ruido de su motor hasta que te vio alejarte lo suficiente.
Ibas tarareando una canción de lo más animada, hasta que sentiste una presencia detrás de ti. Por un lado tuviste la intención de correr, pero tú lado terco te hizo querer demostrar tus dotes de pelea que habías pulido con los años. Tras disminuir la velocidad de tus pasos, la persona que te seguía agarró tu brazo, al instante te deshiciste de un tirón y le diste un puñetazo en la mandíbula.
Un quejido soltó el desconocido, aprovechaste y levantaste tu rodilla para darle en su entrepierna pero este hizo un hábil movimiento, bloqueándolo por completo. Agarro tu rodilla y empujándote contra la pared, te inmovilizó totalmente. Tu rostro quedo pegado al frío concreto y pudiste darle un codazo para soltarte de no ser por qué su mano había subido la falda que traías puesta y estaba tratando de bajar tus calzas. El miedo simplemente te paralizó, te sentiste totalmente inútil, no reaccionaste a golpearle o a gritar, simplemente lagrimas comenzaron a brotar por tus ojos inconscientemente.
Te removiste bruscamente cuando comenzó a aumentar tu frustración al ver el miedo que sentías, la mano tanteando y acariciando tus piernas, simplemente te enfermaba. Cuando el desconocido alcanzó a bajar un poco tus calzas soltaste un sollozo fuerte, se vio interrumpida la situación cuando de la nada no sentiste a la persona detrás de ti y pudiste moverte con facilidad. Te diste media vuelta y apoyaste tu cuerpo contra la fría pared que te comenzaba a dar escalofríos. A un lado visualizaste a Draken, quien estaba dando puñetazo tras otro a un hombre que en ese momento trataba de impedir sus golpes.
Tu cuerpo comenzó a temblar del miedo, al fin pudiste darte cuenta de que estaba pasando y rompiste a llorar. Te sentiste indefensa y mal, en verdad pensaste que podías defenderte sola. Las calzas que estaban por sobre tus rodillas te inclinaste levemente para alcanzarlas y subirlas, tus manos temblaron fuertemente por el shock y se te fue prácticamente imposible. Un par de manos te ayudaron a subir tus calzas de todo, al subir tu mirada Draken te observaba a los ojos, preocupado totalmente.
Al ver tu expresión de terror, con rapidez limpio los nudillos de sus manos contra sus pantalones, para sacar todo el rastro de sangre en ellos.
—Vámonos ya.—un susurro firme e impotente salió del más alto. Agarro firme tu mano y te hizo caminar frente a él. Trataste de parecer serena totalmente pero tus pasos eran temblorosos a cada paso, algo así nunca te había pasado y agregándole la impotencia que sentías, simplemente estabas peor.
Te llevo a su casa, sabía perfectamente que debías calmarte para luego mostrarte frente a tus padres. Las chicas que vivían cerca de él al verte te dieron un chocolate caliente para pasar el frío, Draken se encargó de que estés totalmente cómoda en su habitación mientras el silencio reinaba.
—Lamentó que te perdieras el asunto importante con la ToMan.—murmuraste contra el vaso de chocolate caliente, luego diste un sorbo.
—No debes lamentar nada...—Draken te observo desde su posición. Temblaste aún sentada sobre su colchón, te removiste incómoda, te sentías totalmente diferente ahora que ocurrió lo de antes.—Puedes quedarte aquí por hoy, yo me encargo de decirle a tus padres, de todas formas les caigo bien.
—No es necesario, Draken, en serio.—miraste el líquido del vaso mientras hablabas. Este se acercó hasta el colchón y se sentó a tu lado, una de sus manos quito el vaso que sostenías y lo dejo en la mesita que estaba a su lado. Le miraste enarcando una ceja, confundida.
—Ven.—extendió sus brazos, moviendo sus manos para que te acerques. La sonrisa que apareció en tu rostro fue temblorosa, se convirtió en una mueca, casi un puchero, y te abrazaste a él, sollozando en su cuello. Draken te sostuvo y acarició tu cabello y espalda en medio del abrazo.—¿Sabes?, eres realmente muy fuerte, eres capaz de cuidar de ti misma y eso lo sé. Pero debes dejar que a veces vea por ti, déjame cuidarte.
Asentiste con la cabeza repetidas veces y te aferraste a su cuello, el rubio besó el costado de tu rostro.
—Andare pegado a ti como garrapata, prepárate _________, no te vas a deshacer de mí tantas veces quieras.—soltaste una risa a aquello, por tu cabeza pasó la imagen de un perrito con garrapatas. Draken comenzó a reírse más fuerte ya que de seguro se le ocurrió lo mismo.—Ven, durmamos mejor. Hagamos como si estuviéramos en esas pijamadas que hacíamos en primaria.
—Está bien, gracias Draken.—te separaste de él y ambos se pusieron ropa cómoda, el más alto te dio una de sus enormes camisetas ya que tú lo decidiste, te encantaba su ropa a decir verdad. Cuando se acostaron, Draken te abrazo contra si, tú te apegaste a su pecho, ahí te sentías segura; su calidez te envolvió por completo causando que te quedes dormida rápidamente.
Te removiste al sentir algo en la cima de tu cabeza y una pesadez en tu cintura, además de un peso en una de tus piernas. Te moviste y escuchaste una queja a tu lado. Con el ceño fruncido comenzaste a abrir los ojos, parpadeando repetidas veces para acostumbrarte a la luz del sol que te llegaba de lleno en el rostro.
Al bajar la mirada viste la mano de quien dedujiste era Draken, recordaste lo qué pasó esa noche y un escalofrío te invadió. Tal acción causó que el chico a tu lado apreté su agarre en ti, abrazándote con más firmeza. Te sonrojaste cuando sentiste como Draken dejo un beso en la cima de tu cabeza y se acurruco contra ti.
—Psss, Draken.—susurraste bajito y te moviste un poco para deshacerte de su agarre. Una de sus piernas estaba arriba de una tuya y abajo de la otra, prácticamente entrelazándose.—Oye, quítate.
Draken se quejó y removió su pierna de entre las tuyas. Te moviste hasta que tus pies rozaron el suelo pero tu torso seguía siendo abrazado por el rubio.
—Oye, deja levantarme.—susurraste bajito, agarraste su mano y trataste de separarla de tu cintura, esta se aferró a tu camiseta. Maldeciste y bufaste a la vez.—Ya, quiero hacer pis, déjame levantar.—probaste para ver si te escuchaba y nada aún, siguió roncando bajito contra tu cabello.—¡DRAKEN!.
este dio un gemido y te soltó al fin, ibas a sonreír victoriosa pero celebraste muy pronto, ya que luego te dio un empujón con su mano y caíste al piso. El contrario por su lado se dio media vuelta y te dio al espalda, acurrucándose contra las mantas.
—Me vengare, Draken.—murmuraste con la cara contra la alfombra. Te incorporaste del todo y observaste como siguió durmiendo, totalmente tranquilo con su cabello desordenado en las almohadas.
Quisiste irritarle por botarte de la cama así que trataste de crear un plan elaborado, fallando completamente. Al final, solo se te ocurrió tomar una almohada y comenzar a golpearle con está en el rostro.
—¡DESPIERTA!.—golpe.—¡YA ES TARDE!.—golpe y mentira, ni sabias que hora eran.—¡LEVÁNTATE!.—golpe en su rostro nuevamente. Viste en cámara lenta como su ceño se frunció totalmente y de un manotazo la almohada salió volando lejos de ti. Giraste tu rostro para ver cómo está iba por los aires, ni te diste cuenta cuando Draken te tomó y te dejo en la cama, bajo de él.
—Como eres de irritante por las mañanas.—un murmullo ronco apareció en su boca, sus ojos algo entrecerrados, aún con sueño. Carraspeo y tomando tus manos contra el colchón, tú le miraste desde abajo totalmente sorprendida.
No estaban realmente cerca, Draken estaba de rodillas al colchón sobre ti y tú recostada. Pero aún así, el mas alto al verte debajo de el aprovecho tal ocasión y tras abrir sus ojos completamente, se agacho un poco y dejo un pico en tus labios.
Solo fue un roce, pero presionó sus labios cálidos con los tuyos. Draken al separarse hizo como si nada, te soltó y se acosto nuevamente en la cama, cerrando los ojos para volver a dormir. Incluso ni le importo poner sus pies sobre tus piernas, ya que no podía estirarse del todo estando tu recostada en los pies de la cama.
Tu corazón estaba latiendo rápidamente, el chico el cual habías tenido sentimientos aún cada vez más fuertes te había dado un pequeño beso. Con aquella simple acción te diste cuenta de que Draken era especial para ti ya que te gustaba. Y si te había besado entonces, el sin duda te correspondía, ¿no?.
Besties no sé cuántos cap he publicado pero en total en el libro tengo ya 82 capítulos MSKDKKSKSKS solo que no he podido terminarlos.
Aviso con anticipación que algunos pedidos no los podré hacer porque simplemente no se me da, no se me ocurre como hacerlo entoncesss perdón pero algunos me los saltaré:c
Otra cosilla que quería decirles es que no sé en cuántos capítulos terminaré este libro (o cuántos se pueden subir acá en Wattpad), en caso de acabarlo luego haré otro libro de One Shots (probablemente) porque diría que puedo hacer más pedidos y se me pueden ocurrir aún más escenarios de la ToMan<3
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