|ESCENARIO|

Personajes reaccionan a que te estén acosando.

Todo bonito, dejé de lado lo que de verdad harían algunos personajes JAJJA

iré editando el capítulo mientras vaya corrigiendo errores<3

Wakasa

—En serio ya dije que no.— apuraste tus pasos, querías salir del bar en ese instante. Detrás tuyo el chico desconocido iba intentando detenerte sosteniendo tu vestido.

—Espera, aún no terminamos de hablar.

—No quiero hablar contigo, no te conozco.— hablaste en voz alta, por sobre la música. Era simplemente un caos abrirse paso entre toda la gente que había ahora en el local.

—Oh vamos, guapa. Solo charlemos un rato.— sostuvo tu muñeca y te detuvo al fin. Intentaste empujarle cuando te hizo girar e impactaste en su pecho. Olía terriblemente a alcohol.

—Suelta.— te removiste, estabas asustada.—Joder ya, déjame en paz, maldito imbécil.— golpeaste su pecho con bastante fuerza, te moviste bruscamente hasta que lograste que te soltara. Rápidamente apuraste tus pasos.

Le sentías acercarse, te iba a alcanzar pronto.

Simplemente no lo pensaste, el miedo habló por ti en ese entonces y te acercaste a un chico que no conocías. La persona más relajada que pudiste visualizar.

—Hey, por favor ayúdame.— tocaste su brazo y viste hacia atrás con miedo, estabas aterrada. El chico dejó el vaso que tenía en su mano sobre la mesa junto a él. Rápidamente se enderezó, atento a lo que le pedirías.— Yo... hay una persona que...

—Ahí estas.— el tipo llego hasta ti, no le importó a quien tenías a un lado y simplemente sostuvo tu muñeca nuevamente.

De repente el chico a quien habías pedido ayuda se acercó a él, su mano sostuvo el cuello de la camiseta del desconocido y le empujó hacia atrás, rápidamente notaste la ausencia de su agarre.

—¿Tienes algún problema o por qué andas tocándola así?— El chico que te había ayudado se interpuso entre ustedes dos, viendo de frente sin ningún miedo a quien te estaba acosando.

—Ni la conoces, métete en tus putos asuntos.— retrocediste cuando el tipo dio unos pasos hasta ti nuevamente.

—Aléjate.— advirtió en su dirección. Tomaste en tus manos el material de su chaqueta, la zona trasera. El chico extendió una de sus manos hasta las tuyas e intentó tranquilizarte.— No me hagas obligar a que te vayas y dejes de molestarla. No estoy de humor.

El acosador se replanteó si volver a hablar, sin embargo no le intimidó lo suficiente para alejarse ni dejar de verte.

—No quiere tu puta atención, entiende eso y sal de mi vista.— emitió nuevamente el chico que estaba defendiéndote. El otro tipo le vió de bastante mala forma, se giró y caminó lejos de ustedes luego de un momento.

Imaushi en ese entonces agradeció que la situación no pase a otro nivel. Si golpeaba a aquel tipo tu podrías asustarte aún más y no le agradaría.

—Am... Lo siento, no sé qué decir en estos casos.— confesó el chico ahora rascando su nuca.— Tal vez suene mal pero... tengo un par de caramelos por si acaso.— Saco una paleta del bolsillo y la extendió frente a ti, ya estaba viéndote nuevamente.—Puedes guardarlo. Deberías ir a casa ahora, no sería bonito que te quedes estando aún el otro idiota por aquí.




Takeomi

Caminaste más rápido.

El tipo que se había pegado a ti como si fuese tu novio te estaba asustando de más. La fiesta a la que se suponía debieses divertirte ahora sólo estaba aumentando tus nervios.

Mientras él llamaba tu atención diciendo cosas en tono de "halagos" según su maldito punto de vista, tú intentabas alejarte, salir de ahí para ir a tu casa.

De los nervios no procesaste el no chocar con las personas. Cerca del mesón donde se encontraba el barman chocaste con la espalda de un chico, el se giró de inmediato en tu dirección.

—Al fin te detienes, preciosa.— fuiste sostenida por la cintura, un brazo que te llenó de repudio en un segundo.

—A ver, ¿que se supone que estas haciendo?— El chico con quien habías chocado lo quitó de un empujón. Endureció su expresión, ahora ya había alejado el cigarrillo de su boca que poco antes habías alcanzado a visualizar.— ¿La conoces? ¿Eres su novio?

El tipo acosador te vio antes de negar. Estaba tan aturdido de su interrupción que siquiera supo qué decir.

Tu solo agradecías mentalmente como ya te encontrabas un paso lejos de él.

—¿No? ¿Entonces que le estás haciendo, idiota? Vete de aquí si no quieres que te mate, acosador de mierda.— El chico le dio la espalda y quedó frente a ti, con solo un leve vistazo te dio a entender que vayas a la salida. Él estaría vigilando a que no vuelva a molestar aquel tipo.



Ran

El tipo que ahora te estaba siguiendo era realmente molesto. A pesar de las negativas que salían de tu boca él seguía insistiendo e insistiendo.

Ya no sabías que hacer para que se detuviera. Te resultaba repugnante como su mano intentaba tocar más allá de tus brazos, sólo querías deshacerte de él.

En medio de tu lío mental, no notaste cuando el desconocido chocó con otro chico, él le insulto al ver como no se disculpó. Un tipo de trenzas, eso es lo único que notaste.

El acosador te siguió y tras arrinconarte contra la pared pudiste golpear su cara con fuerza. Aún así no se alejó.

En aquel segundo llegó hasta ustedes esa persona.

—Epa.— el chico de trenzas sostuvo tu mano y te llevó hasta sus espaldas. En un santiamén ya no estabas en las garras del otro tipo. Tras una sonrisa dio unos pasos hasta el desconocido que te molestaba, le intimidó con su simple altura.— ¿Por qué te acercas tanto a ella? Mejor ten cuidado con lo que quieras hacer.

Presenciaste la escena estando aún detrás de él. Ambos se miraron fríamente, todo tan tenso hasta que el acosador decidió ceder e irse.

—Imbécil, primero me empuja como demente y luego acosa a una chica... Cabrón de mierda.— se quejó girándose hacia ti.— Perdón los insultos, ahora si puedes ir a casa tranquila. No te preocupes por esa cosa.

Rindo



Hace bastante rato que un tipo extraño estaba rozándose contra ti. Se suponía que la pista de baile no era para esto, tú no querías bailar con él.

Siquiera te agradaba tocarlo.

En un intento de valentía moviste tu cuerpo un poco, te alejaste considerablemente para susurrar en dirección a otro chico que estaba ahí en medio de la pista.

—¿Podrías ayudarme?— tu mueca angustiada llamó su atención. Se agachó y acercó su oído hasta ti.— Por favor.— habías notado cómo siquiera había tocado su trago, la manera en la que simplemente escuchaba la música y veía a lo lejos las luces pasearse por el bar te hizo confiar.

Apostaste a la suerte. Si no te ayudaba entonces debías recurrir a otra opción.

—Hey.

Aquel llamado era del tipo que venía acosándote hace bastante. Cerraste los ojos esperando lo peor.

El chico golpeó la mano de tu acosador, la que extendió para sostener tu muñeca.

—No quiere que la toques.— Soltó sin siquiera titubear.

Suspiraste y abriste los ojos para agradecerle. Estabas de espaldas al otro tipo así que solo pensaste que ya se había ido. Te calmaste automáticamente.

—Ya vete de aquí si no quieres que te rompa una extremidad.— volvió a hablar quien yacía delante tuyo.— Y hablo en serio, hijo de perra, adiós.



Sanzu

No te diste cuenta hasta que ya te encontrabas llorando.

No entendías porqué nadie notaba lo mal y desesperada que estabas ahora mismo. Era primera vez que te sucedía esto del ser acosada y ha sido una experiencia horrible.

Llegaste hasta un extremo del bar, muy poca gente estaba allí, solo pudiste notar a un chico de mascarilla el cual observó de inmediato como lágrimas corrían por tus mejillas.

Al ver al acosador nuevamente a unos pasos de ti retrocediste, tú miedo aumentó.

—Dulzura, no seas molesta y...— Aquel chico de mascarilla se precipitó y golpeó su rostro. Te asustó, pero no dijiste ni hiciste nada, te alivió.

—A las.— un puñetazo en el rostro.— chicas.— otro golpe, no dejaba que el acosador toque el suelo con su espalda, lo mantenía de pie sujetándolo desde su ropa.— No se les hace.— aquel puñetazo crujió.— Llorar.— Otro golpe y lo dejó caer.

Qué loco, genial


Izana

Pediste ayuda con los ojos, simples miradas que podían transmitir perfectamente lo incómoda que estabas por la presencia del tipo frente a ti.

Te fijaste en un chico en específico, él era el más cercano a ustedes y de verdad suplicabas que hiciera algo.

Los chicos que estaban con él le llamaron Izana antes de irse cada uno por un camino diferente. Nuevamente él te miró y conectó tu mirada a la suya, él notó lo que querías decir.

En tu cabeza aún hablabas y le pedías que hiciese algo, tal vez como si te conociera o lo mínimo.

Tú estabas demasiado asustada para reaccionar.

—¿Estás molestándola?— Izana te empujó levemente detrás de él y comenzó a ir directamente hacia el tipo.— Te hice una pregunta.

—¿Te debería importar? Métete en tus asuntos.— aquel tipo le retó y eso provocó una intensa ira en Izana.

Giró su rostro para ver detrás de su hombro, al observarte sonrió con suficiencia.

—Vete de aquí, yo me encargo.

Fue bastante obvio que podría con el, no lo conocías, pero se veía confiado.

Simplemente saliste de ahí rápidamente.

Hanma

Mientras el tipo alto bebía de su vaso podía observar cómo a su lado estabas intentando alejar al desconocido.

Su ceño se frunció al ver cómo este insistía e insistía. Eso le enojó. ¿acaso no entiende el idioma o qué?

—Jajajaja, ¿y este tipo tan feo quien es?— El chico te abrazó sutilmente desde tus hombros con uno de sus brazos. Tras soltar leves risas fingidas completamente, empujó con su palma al tipo frente a él.— ¿Te crees muy gracioso molestando a mi chica?

En tu mente habías deseado que alguien te salve de esta, pero no imaginaste que sería un desconocido.

Te quedaste callada y simplemente observaste cómo el tipo que te molestaba, luego de mirar a Hanma, decidía irse.



Kakucho

—Viene detrás y... y...— tu labio tembló mientras hablabas.

—Hey, tranquila.— el chico de cicatriz tocó tus hombros con sus manos, te observó con total preocupación.

—Me hiciste recorrer todo el bar, eres una escurridiza.— el tipo apareció frente a ustedes. Te encogiste en tu lugar a diferencia del chico que antes te había hablado, el se enderezó completamente y observo fríamente al acosador.

—¿El te está molestando?— dejó una leve caricia en tu hombro, dando a entender que podías confiar en el. Asentiste.

—¿Molestando? Si claro.— el tipo comenzó a reírse sin filtro, un escalofrío te azoto.

—Parece que no se te da bien ligar.— El chico de cicatriz se cruzó de brazos, se acercó un poco al otro desconocido y le miró con ira, cejas fruncidas y expresión de asesino total.— Cuando te dicen que no, es no.


Keisuke

Buscaste ayuda a quien se te iba cruzando en el camino, te daba igual quien. Estabas tan harta de aquel tipo que solo querías que alguien le eche a patadas de tu parte.

No podrías tú, tenías terror a dañar tus tacones o doblar tu pie.

Y llegó tu salvador, o como quieres llamarle. Solo supiste que agarraste material de su chaqueta en la zona de su brazo y le apuntaste al tipo que te seguía, unas tres palabras salieron de tu boca y el pelinegro se separó para encararlo.

—¿Tu madre no te enseñó a tratar a una chica?— lo golpeó en el rostro, fue una reacción inmediata. No lo pensó lo suficiente.— Vete de aquí, maldito idiota.

Al tipo no le quedó de otra, ni te miró cuando fue al baño con su nariz chorreando en sangre.

Mikey

Todos estaban borrachos para ayudarte, mierda. En estos momentos odiabas estar de fiesta.

A lo lejos viste a un chico recostado sobre unas butacas, incluso traía una manta. Aquello fue tan extraño que te acercaste de inmediato, tal vez no sería tan raro como quien te estaba molestando hace bastante.

El chico que te acosaba te siguió y comenzó a hablarte.

—Hey... ¿podrías ayudarme?— moviste el hombro del rubio que estaba con los ojos cerrados. No despertaba.— Hey... Por favor.

—¿Que? ¿Se te perdió algo?— recargó sus codos sobre las sillas y te miró somnoliento, refregó uno de sus ojos con su puño.

—Podrías ayudarme por favor. Alguien me está molestando y...

—Oh, pero dile que ya no te moleste más.— se notaba que aún tenía sueño.

Te giraste cuando viste un caso perdido en aquel chico pero no diste ningún paso al verle acercar al tipo desagradable. Al ir hacia atrás chocaste con las sillas en las que estaba el rubio.

—¿Por qué tan asustada?— inquirió burlón el repugnante tipo, te sonrió antes de acercarse para llevarte con el.

—Oye, imbecil.— el rubio se sentó correctamente y te hizo sentar en la otra silla tirando de tu muñeca hacia abajo.— Pareces un puto loco, deja a la chica en paz.

—¿Con quien mierda crees que estás hablando?— aquel tipo se ofendió con el tono que utilizó el rubio. El chico que estaba defendiéndote te miró por unos segundos.

—¿Lo conoces?— negaste. Él vio al tipo nuevamente.— Yo menos te conozco así que no me importa, vete de aquí.

Tras decir aquello con bastante enojo, pasó la manta con la que antes se arropó por sobre tus hombros. Cubrió tu espalda con ella y se levantó al mirar como aquel acosador se acercaba a ustedes.

A pesar de la diferencia de estatura, tus ojos se abrieron exageradamente al ver como con solo una patada el rubio tuvo la victoria.

Mitsuya

Un chico captó a simple vista que estabas incómoda. Se notaba en tu rostro.

No hizo más que observar y esperar que hiciese algo aquel tipo raro. No te conocía, y tal vez tú si al otro chico por lo que estaba dudando si intervenir o no. Decidió hacerlo cuando te viste acorralada.

—Oh, Luna hasta que te encuentro. ¿Donde estabas?— guió sus ojos hasta el tipo que estaba frente a ti, queriendo llevarte con él a quien sabe donde.— ¿Tu quien eres?

El chico intentó estar en calma, tomó tu antebrazo y te acercó a él, alejándote del acosador. Te alejó de ellos y quedaste viendo su espalda, no alcanzaste a escuchar lo que le susurró al tipo que te estaba molestando.

—Espérame en la barra, ¿está bien?— te susurró luego, le agradeciste en un susurro y te alejaste rápidamente.

Luego de un intenso intercambio de palabras con aquel tipo, el desconocido que te ayudó se acercó a la barra en donde estabas, de inmediato le agradeciste nuevamente.

—Me llamo _________, gracias por hacer que me conocías, en serio quería salir de esa situación.

—Lo siento por llamarte de la otra forma, ese es el nombre de mi hermanita.— sonrió un tanto nervioso, rascó su nuca mientras achinaba sus ojos.

Tu salvador te agradó bastante.


Kazutora

*procede a darle un fierrazo*


Chifuyu

No sabias quien miraba peor al tipo que apareció a tu lado a molestar, si tu o aquel rubio que estaba viéndoles desde más lejos.

—Deja de joder.— soltaste dejando de ver a quien estaba hablándote desde hace rato. No hacía más que insistir en que bailes con él a pesar de tus negativas constantes.

—Si, deja de joder.— respondió otro chico a un lado contrario, un tanto confundida viste en su dirección. El chico rubio le miraba enfadado, en su mano mantenía una lata de cerveza al igual que tú.— Hace bastante que estás molestando, mejor vete.

Su voz se notaba realmente amable a pesar de sonar brusco. Decidiste aprovechar su intervención para alejarte del tipo que antes te hablaba.

Caminaste en dirección al rubio, por las dudas.

—Espera, aún no terminamos de hablar.— sujetó tu muñeca el desconocido y te retuvo en el lugar, quisiste golpearle por tocarte.

—Hey, ¿acaso eres sordo? Te dijo que no, n y o, NO.— soltó el rubio de antes mientras deshacía el agarre de tu muñeca. Miró a quien te estaba molestando con total ira.

Miraste al rubio cuando el tipo se alejó de ustedes. El de inmediato se giró a verte esbozando una pequeña sonrisa tranquilizante.

—Ese tipo de idiotas me enojan... Que ganas de sacarle los dientes de un golpe, ¿no crees?— quiso quitar la tensión del ambiente y soltó una pequeña broma. Le agradeciste después de reír.



Nahoya (Smiley)

Dejaste salir un suspiro frustrado y nuevamente caminaste lejos del tipo que estaba hace bastante hablando sin parar. Las miradas lascivas hacia tu persona y los comentarios en doble sentido se te eran bastante incómodos como para querer huir.

En el momento en que mientras caminaban, él soltó un grosero piropo, fue cuando un chico que iba pasando junto a ustedes se quedó parado en dirección hacia el. Miraste su sonrisa, incluso parecía intimidante.

—Así no se trata a las chicas. ¿Quieres morir o qué?— sonrió ampliamente mientras le apuntaba con su índice.

Disimuladamente te acercaste a aquel chico tan feliz, buscando cierto apoyo en él.

El volteo su rostro hacia ti y al notar tu expresión de asco total hacia esa persona, no tuvo de otra que lanzar un rápido y preciso golpe en dirección al rostro del tipo.

No le importó si le conocías, ni mucho menos si ese desconocido tuviese más fuerza que el.

Al verle te sorprendió su fuerza pero sobre todo las carcajadas burlonas que lanzó posterior a eso.

—Veamos si te quedan ganas de volver a decirle algo así a otra persona, asqueroso de mierda.— sonrió aún más quien te había ayudado, aquel chico de cabello bastante colorido.



Souta (Angry)

La mirada de aquel tipo a unos metros de ti te incomodó más de la cuenta. No se había acercado hasta ahora, aún así sin tener su presencia junto a ti aquello te molestó demasiado.

Del que estés bailando en la pista de baile no era ninguna insinuación a que él te observe así, por un momento buscaste con la mirada a tus acompañantes pero ninguno se aparecía en aquel momento.

Te sentías totalmente acosada con solo aquella mirada tan... depravada.

Pero aquello aumentó cuando el hombre comenzó a caminar hacia ti. Tus nervios fueron más notorios y moviste tus pies hacia atrás.

Un tacto en tu mano te hizo girar. Viste a un chico bastante enojado que ahora mismo sostenía tu mano y te tiraba hacia el.

—Tranquila no te hará nada.— el chico dejó que te coloques a su lado.— Si te ve conmigo no vendrá. No te preocupes.

Te le quedaste viendo por unos segundos sin confiar lo suficiente. Te moviste más cerca de él y observaste como el tipo que te venía siguiendo les veía. Creo que no le bastó acercarse a hablar, simplemente al observar la expresión colmada de enojo en Angry, decidió alejarse.

—Muchas gracias.— diste un leve apretón a su mano, agradeciéndole.

—No hay problema. Si intenta molestar nuevamente no tendría problema en ayudar.— asentiste a lo que dijo y le sonreíste gentilmente.



Hakkai

Nuevamente otra frase de esas que te daban nervios y aumentaban la incomodidad que tenías. Viste completamente seria al tipo frente a ti, no te daba gracia ninguno de sus chistes en doble sentido.

—Déjame en paz.— le empujaste desde el hombro y viste en frente nuevamente. El desconocido siguió molestando, hablando de cosas que no querías pensarlas.

—No seas irrespetuoso, cabrón inútil.— un chico bastante alto apareció y lo alejó de golpe.— ¿Crees que es muy agradable andar escuchando ese tipo de cosas?, date cuenta que no te quiere cerca ni de broma, idiota.

Abriste los ojos de par en par hacia el. Parecía intimidante...

—¿Que haces aquí aún? Vete.— observaste su propia incomodidad ante la situación que estaba presenciando. El tipo que te estaba molestando se alejó luego de eso.— Que ridiculo...

Decidiste agradecerle de inmediato. El solo asintió con una nerviosa sonrisa, incluso te contó que él tenía una hermana y estaba seguro que no le gustaría escuchar que hablan de ella de esa forma. Ahí comprendiste su aparición.





Inui

—No quiero.

—Solo va a ser un momento...

Ya no sabias que decirle para que deje de querer que ambos se alejen de la fiesta. Te removiste incómoda y te alejaste de él. Aquel desconocido no se dio por vencido y se paró junto a ti justo frente a unas butacas donde había bastante gente.

Aún estando en público no disimuló lo que decía o hacia.

—Rehúsate o te golpearé.— Un rubio se quedo viendo fijo al tipo que te molestaba. No se levantó de su asiento que estaba frente a ustedes, simplemente le miró queriendo asesinarlo.— No quiere nada contigo, supéralo.

Volviste a ver al acosador raro y te alejaste más de él. Soltaste un bufido al notar que volvería a hablar.

—¿Que no entiendes mi idioma o qué?— el rubio se levantó dejando sobre la mesa su trago y se acercó hasta ustedes.— Te dije que si le seguías insistiendo te iba a golpear. ¿Eres sordo?

Al verlo ahora frente a él, el tipo sí que hizo caso a sus órdenes. Le agradeciste de inmediato apenas se fue quien te molestaba. El chico rubio sonrió sin ninguna pizca de molestia y te dijo que no era ningún problema.


Koko

El pelinegro sostuvo su copa cerca de su rostro mientras se acercaba a tu incómoda situación. Que te acorrale un extraño era jodidamente molesto.

—Jajaja, amigo, mejor deja de dar lastima y no insistas.— dejó unas fuertes palmadas en la espalda del individuo y luego de reírse de él otro poco, volteó a verte.— Anda, sigue divirtiéndote.

Miraste al desconocido que al parecer estaba intimidado por el pelinegro ya que te dejó ir y se separó. Luego de dar unos pasos hacia atrás decidiste seguir por otro camino.

Mientras tanto, Koko empujaba al tipo en la dirección contraria y comenzaba a hablarle más bruscamente de lo que no debería hacer en las fiestas.


Draken

La verdad no eras de defenderte a ti misma ni mucho menos en este tipo de situaciones. Por esto fue que cuando aquel tipo se acercó a hacer propuestas completamente en doble sentido, quedaste congelada.

—Que puto asco das.— observaste al chico junto a ti, su estilo de cabello te llamó bastante la atención.

Parecía peligroso... Por unos segundos no creíste que ahora mismo estaba defendiéndote.

—Deja tranquila a la chica o me encargaré de que aprendas a respetar.— le amenazó siendo demasiado cortante. Tragaste saliva.— Acosador de mierda, desaparece de aquí antes que te rompa la cara.


Takemichi

—Disculpa, ¿Estás incomoda?— te giraste al chico desconocido ahora a un costado de ti, su brazo junto al tuyo.— Si lo estás, puedo fingir que vine contigo así se va... Puede funcionar.

Asentiste con la cabeza repetidas veces. El pelinegro se puso frente a ti y simplemente comenzó a hablar de cosas al azar.

Ojalá funcione... Pondré la cara más intimidante que tenga. Pensó Takemichi para sus adentros.

Viste de reojo como el tipo que te estaba siguiendo les veía desde la distancia, parando su andar con cierta confusión.

—Y entonces Hina le pegó a Mikey en la cara.

Viste al pelinegro frunciendo tus cejas. ¿Y esos quienes son?

—Mikey debe ser un idiota entonces, ¿o no?

—No, no...— El chico procesó al parecer como era su amigo y luego comenzó a reír.— La primera vez que lo golpeó puede que si haya actuado así pero no, jajaja.

—Ah... ¿Como te llamas?

—Takemichi, un gusto.— estiró su mano y la estrechaste en medio de una sonrisa.— ¿y tú?

—________.— separaron sus manos y ambos dieron un vistazo al tipo que ahora ya no estaba viéndoles.— Menos mal se fue... y ese amigo tuyo, Mikey, ¿está acá en el bar también?

—Si, la verdad si el tipo hubiese estado insistiendo y ni me hubiese prestado atención, le hubiese llamado a Mikey para que venga a salvarnos.— admitió un tanto avergonzado. Comenzaste a reír con ganas.—El le ganaría fácil.

—Yo creo que tú si podrías dar una buena pelea.— intentaste subir su autoestima aunque sea un poco. Quien diría que Takemichi haya hecho que te olvides de aquel momento anterior.

—Mmm, ¿contaría si me golpea y no me caigo al piso?— inquirió enarcando una ceja. Ambos volvieron a reír luego de unos segundos.








Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top