| Cita con Inui |
Cita con Inui
Esta es la rayis rial borracha del capítulo "La ToMan y "yo nunca nunca". No la de los cap anteriores de la botella <3
—Ponte zapatillas por si hay que correr.— Hakkai le aconsejo a Mikey. El rubio le miro por un instante pero se negó, colocándose sus chanclas.
—Pero... van a sonar con cada pisada Mikey, nos va a ver.—Mitsuya vio los pies de su amigo con una mueca. Draken se rehusó a decirle algo, sabía que era un caso perdido.
—Kazutora intentémoslo.—Baji observó a Kazutora, ambos se miraron y cada uno agarró una zapatilla. Se tiraron sobre un Mikey despistado, ya que estaba concentrado colocándose las chanclas.
El rubio soltó un grito y Mitsuya alcanzó a alejarse de él antes de que Kazutora y Baji arremetieran contra Mikey. Le aplastaron los brazos y se estiraron para comenzar a ponerles zapatillas al rubio.
—¡NO!, ¿QUE CREEN QUE ESTÁN HACIENDO?.—Mikey se removió violentamente, Kazutora y Baji se esforzaron en que no se levante, aunque con el peso de ambos se le resultaría un poco fácil.
—¡Falto yo!.—Smiley se tiró de costado sobre la cara de Mikey.
—sliiii.— "sale". Smiley se carcajeó cuando Mikey mordió su brazo.
—Falta poco.—hablo entre quejidos Kazutora, Mikey estaba pataleando aún y más de una patada le llegó a sus manos y casi su cara. El y Baji se esforzaron durante bastante rato hasta que por fin pudieron colocarles zapatillas a Mikey, aunque le quedaron un poco grandes.
—Listo.— Baji terminó de atarlas con un nudo realmente difícil de deshacer. Con eso se aseguró de que Mikey no se los saque.
Ambos chicos se levantaron y Mikey quito de un empujón a Smiley.
—¿DONDE HAY UNAS TIJERAS?.—Le gritó en dirección a Draken.
—En...
Draken no alcanzó a terminar de hablar ya que Baji le tiró una de las chanclas de Mikey, por poco él casi calvo la esquivó evitando que le dé en plena cara.
—YA SALIÓ.—Angry grito en dirección a todos, Hakkai también se asomó junto con el.
—_________ YA FUE A SU CITA.—Hakkai gritó también.
Entraron a la casa entre gritos Takemichi y Chifuyu, ambos agitados.
—INUI YA VINO A BUSCAR A _______.—Takemichi tenía una expresión totalmente agotada, te había perseguido acompañado de Chifuyu hasta las cuatro cuadras que caminaste para evitar que la ToMan sepa que saliste. Todos sospechaban pero al verte ese día tan nerviosa lo confirmaron.
Claramente no le dijiste a Inui que pase por ti fuera de tu casa o les verían todos. Prácticamente evitaste una pequeña y breve discusión.
—CUANDO LA SALUDO LE DIO UN BESO.— un "¿QUÉ?" salió de la boca de todos, hasta de Takemichi que estuvo viéndoles.— EN LA MEJILLA.
Suspiros aliviados salieron de tus amigos.
—¡Ya vámonos!.—Draken les llamo a todos y comenzaron a salir uno por uno de la casa, de tú casa.
—Pero... mis chalitas.—Mikey vio con tristeza el par de zapatillas en sus pies, no le gustaban.
Luego de desilusionarse se enfocó en ir a tu cita, ya luego se cambiaría.
—Te vez muy bonita.— Inui te halagó por quinta vez.
—¿Quieres que me desmaye?.—respondiste esbozando una mini sonrisa. Inui se pegó a tu costado mientras caminaban por el centro comercial, decidieron parar por un helado antes que nada ya que ambos tenían muchísima calor.
—No te desmayaras si te digo que estás bonita.—Inui siguió mirando al frente con una sonrisa de oreja a oreja.
—Oh créeme que si, incluso si me miras podría desmayarme en este mismo instante.— al fijarte que iba a girar su rostro desviaste tu mirada de él, evitándole.— sabía que me mirarías.
—No juegues, no te desmayas ni cuando tomas y lo harás si te miro un poquito.—La risa de Inui entro por tus oídos y casi te desvaneciste ahí mismo.
Tenía una risa tan calmada, totalmente sutil y varonil. Te pareció perfecto por un minuto.
—Son cosas diferentes...—tu voz salió de manera baja, de repente se te secó un poco la boca. Estabas realmente muy nerviosa y todo porque estarás todo el día con Inui a solas, era algo nuevo para ti.
—Mira es aquí.—prestaste atención a Inui cuando este colocó su mano en tu espalda, guiándote hacia un costado donde estaba la heladería.—Hacen unos helados muy ricos, lo juro.
Yo también hago helados ricos.
[cof cof]
Puta madre no debí tomarme una cerveza en la mañana
—¿Que sabor te gusta?.—Su pregunta te hizo pensar de más, no tenías sabor favorito.
—Recomiéndame uno rico, yo soy de ir probando los que hayan.— admitiste acercándote a la vitrina.— y algunas veces los elijo según su color, no por el supuesto sabor.
Recordaste cuando salías con la ToMan a tomar helados, tú probaste todos los sabores posibles cada momento que iban y nunca te decidiste por uno favorito. Eras algo indecisa.
—¿Cual te llama la atención?.—Inui se acercó también a la vitrina, ahora ambos estaban pegados con sus caras en el vidrio.
—Ese.— apuntaste con tu índice un sabor de helado que desconocías.— es muy morado, me llamó la atención.
—Es de arándano, debe ser rico.— Ambos asintieron a la vez, viendo el color del helado tan llamativo.—Probemos ese.
—Dale.— se separaron del vidrio y fueron a comprarlo.
—El gps no sirve.— a Chifuyu se le desvió la moto por estar metido en el celular.
—No lo digas así, parecemos psicopatas.—Draken acelero más a fondo, en realidad todos iban en alta velocidad para alcanzar a llegar a tiempo antes que ocurra quien sabe que.
—No estuvo bien que se hayan metido en su celular para compartir su ubicación, eso es invadir su priva
—Cállate Takemichi.— le interrumpió Smiley sonriendo ampliamente.
Apenas llegaron al centro comercial dejaron botadas sus motos y corrieron a la vez dentro, se apegaron a Chifuyu para ver por su celular donde te encontrabas.
—Estamos cerca estamos cerca.— Angry movió bruscamente de la manga a Chifuyu. Kazutora le quito el móvil al rubio y comenzó a correr.
—ESTÁ POR ACÁ.—Chilló llamándoles. Toda la ToMan, con sus uniformes y zapatillas deportivas, comenzaron a correr por los pasillos del centro comercial.
Kazutora paró de golpe haciendo que todos detrás de él se golpeen unos contra otros. Se mantuvieron quietos y de a poco se acomodaron para ver por la puerta de entrada hacia dentro de una heladería. La puerta contenía vidrio así que no era muy difícil verte sentada frente a Inui en una esquina, ambos hablando animadamente.
—No me jodas que eligieron hasta el mismo sabor de helado.—Kazutora exclamó en voz baja, mirando como Inui no quitaba los ojos de SU amiga.
—Quieren ser goals.—Hakkai susurro de manera muy baja, creyendo que le escucharían si hablaba.
—Miren a ese maldito...—Mikey entrecerró ambos ojos hasta Inui, poco menos matándolo y enterrándolo con la mirada.— ¿es mi idea o cada vez su mano se acerca más a _______?
Era cierto que sobre la mesa tenía su mano Inui y la tuya libre también estaba sobre esta. Todos notaron aquel detalle desde la lejanía y soltaron un gruñido a la par.
—Mierda si, quiere tocarle la mano.—Mitsuya abrió sus ojos de par en par. Todos acercaron sus cabezas más y más contra el vidrio.
Se corrieron de la puerta cuando salieron clientes, haciendo sonar la campanilla que estaba pegada a esta. Todos corrieron despavoridos hasta esconderse detrás de la pared que estaba a un lado del vidrio.
Tras esperar un poco, Chifuyu asomó un ojo con cuidado, inclinándose a la puerta. Al ver que ustedes estaban de lo más entretenidos hablando llamo a los demás para que sigan viendo.
—NOooOoO, si le tomo la mano.—Mikey se agarro la frente al verlos con las manos unidas sobre la mesa.
—noooo.— todos corearon a la vez. Ellos te veían de espaldas así que no sabían la cara ahora mismo que tenías, estabas realmente avergonzada. Inui se notaba tranquilo y pendiente a su conversación, sus ojos ni se desviaban de ti.
—Llevan minutos y ya están tomados de la mano.—A Baji le salía humitos de las orejas.— No quiero ver que pasará después.
—Yo menos.— se sinceró Draken. Para el, era como ver a su hermana pequeña en una cita, una cosa terrible.
—¡TERMINARON LOS HELADOS!.—gritó Chifuyu.
—¿TERMINARON?.—los demás le preguntaron a la vez.
—Mierda, ¡SE ESTÁN PARANDO!.—Smiley comenzó a empujar a los demás para esconderse al verlos ponerse de pie. Todos dieron pasos apresurados hacia atrás, muy atrás.
—Córrete pendejo.—Un empujón de Mikey hizo volar a Hakkai.
Todos se alejaron lo suficiente hasta ocultarse en un pasillo, aún así te vieron desde la orilla de la pared sutilmente.
—¿A donde quieres ir?.—Inui sostuvo tu mano con firmeza. En tu estómago bailaban elefantes voladores a lo que tomaban tequila, así lo sentías.
Se supone que deben ser mariposas, ¿donde están las putas mariposas?.
—Donde sea.— mientras esté contigo no me quejo grrrr
Que mierda, ¿gruñí?
—Oh quiero mostrarte algo.— viste de reojo como se emociono.— Vamos a ir a un lugar que de seguro te encantará.
A lo lejos se escucharon unos gritos, no prestaste atención.
—¿Donde?.—paraste de caminar y le detuviste.
—Será una sorpresa.—Inui fijó sus ojos claros en ti, destellaban felicidad pura.
—No me gustan las sorpresas, vamoooos dime.—tu mano libre se agarro de la tela de su camiseta y le moviste, rogándole.— te voy a joder preguntando para que me digas, mejor dímelo ahora.
—Sorpresa.—susurró en voz baja.
—Pero Inui, esa cosa no se hace.— dejaste de quejarte cuando se escuchó un shhhhh muy alto, demasiado exagerado.
Ambos se giraron en esa dirección y únicamente vieron una zapatilla en medio del pasillo. Era raro pero no le prestaste mayor atención, ahora debías convencer a Inui para que te diga donde irían.
—Dime dime dime.—lo agitaste con tu agarre en su camiseta. Cuando esbozaste un leve puchero Inui se puso nervioso, lo notaste por la risita que soltó de la nada.
—Te diré en el camino.— siguió caminando, llevándote consigo.— solo sé que te gustará, confía en mi.
Frunciste el ceño un poco al sentir algo extraño en la cima de tu cabeza. Apresuraste un poco tus pasos y te apegaste a Inui con algo de temor.
—Inui, Inui, ¿que tengo en la cabeza?.—le codeaste para que te mire.— ¿un bicho?, ¿una mariquita?, sácamela sácamela
—No te muevas, espera.— Inui se colocó frente a ti y reviso tu cabello, tras mover sus dedos en tus cima de tu cabeza saco un pedacito de papel.— Te cayó una basura, solo eso.
—Casi muero.— soltaste todo el aire retenido en tus pulmones. Inui busco tu mano nuevamente para tomarla, aprovechaste y le envolviste el torso con ambos brazos, abrazándole.— de agradecimiento te abrazaré.
Mentira joder que quería hacerlo hace bastante rato.
Necesito una cerveza, mierda.
Detrás de ustedes se escucharon varios golpes, uno en seco contra el suelo. Tu e Inui siguieron caminando como si nada, ambos iban con su mente en otro lado.
—¿PERO POR QUÉ ME PEGAS A MI?.— Draken sostuvo su estómago con ambas manos, acuclillándose en el suelo.
—Me enoja como le abraza.—Mikey no quiso seguir viéndoles y cruzó sus brazos contra su pecho, refunfuñando.
—Puto Inui.— Baji se desquitó con la pared dándole patadas.
Todos estaban enojados por no poder hacer nada. Osea, _______ era su amiga, pensaban que no te bastaba con su amistad y por eso ahora querías conseguirte un novio. Si, son idiotas en ese sentido.
—Ya se alejaron mucho, hay que seguirlos.—Kazutora al girarse y mirar a los demás, hizo una mueca.— ya dejen de joder y muévanse.
—Ya no quiero seguirla.— Angry frunció aún más sus cejas.
—No quiero sufrir más.— soltó un sonido adolorido Smiley, este incluso se había sentado en el suelo, totalmente derrotado.
—Oh miren, se dieron un beso.— lo que dijo Takemichi hizo que todos se acercaran en un instante a mirarles, obviamente era mentira.
—Takemicchi cierra la boca.— Mitsuya le miro enojado, por suerte para el rubio el no le golpeó. Si lo hizo Kazutora y Baji.
—Ya vamooooos, los perdí.—Chifuyu salió del escondite y comenzó a caminar apresurado hasta la parejita. Luego de unos segundos todos partieron igual de apresurados para encontrarles.
—NOOOOO.— el grito de Inui te hizo carcajearte.
—¡TOMAAA, DÉBIL!.—disparaste un par de veces y ganaste. El rubio entreabrió su boca, había perdido contra ti respecto a puntería, eso dañó su ego.—¡GANE GANE GANE!
—Me ganaste...—Susurró Inui.
El hombre te pidió elegir un premio así que optaste por un peluche, era con forma de popo, tenía ojos y boca. Inui dejó su sorpresa y no pudo evitar colocarse a reír exageradamente al verte junto al peluche extraño. De broma hiciste que le de un beso a la sonrisa de la popó.
—¡Aleja eso!.—Inui empujó con sus manos el peluche, algo asqueado con tu broma.— En vez de elegir un osito o unicornio, te fuiste por lo más raro.
—Ah pero si es linda.— giraste el peluche y le miraste la cara.— es cafecita, esta sonriendo y tiene los ojos grandes.
—Por eso... es rara.—Inui no pudo fingir seriedad, al verte tan emocionada observando el peluche comenzó a reírse nuevamente.— está bien, es un premio digno entonces.
—Lo es.—aseguraste mientras colocabas el peluche bajo tu brazo.— lo importante aquí es que gane.
—Lo se... me ganaste limpiamente.—Inui envolvió su brazo en tu espalda, su mano se ubicó en tu cintura y te acercó a su costado.— doy asco disparando.
—Lo note, Inui.—sonreíste al ver lo frustrado que se puso al tratar de darle al marcianito que se movía de un lado a otro.— tu puntería no es la mejor.
—Pero ojo, soy bueno en muchas otras cosas.—una ampolleta se prendió sobre tu cabeza, la ignoraste.
—Lo he podido notar, la puntería es únicamente tu debilidad.—Decidiste responder. Guau guau guau
Espera... ¿ladré?
Te podría enseñar a apuntar bien
—¿En serio?, seria bueno.— Inui inclinó su cabeza para mirarte.
Joder lo dije en voz alta.
—Este... si, Sanzu me enseño con una pistola pero yo puedo enseñarte con eh... con...— evitaste mirarle, te enfocaste en los pasos que dabas.— una de juguete o... una botella de ketchup.
El rubio sonrió abriendo ligeramente la boca, se entretuvo con tus balbuceos.
—LA RE CONCH...
Ambos se giraron en dirección al grito tan espeluznante. La gente alrededor también busco quien había gritado ese gran insulto.
—Que groseros son algunos...— hazte la delicada _______.
Mentira
Cierto que Inui sabe que soy algo... especial.
—¿Quieres subir?.—SI, digo ¿donde?
—¿Donde?.— ¿o a qué...? Ah broma.
—Ahí.—giró tu rostro poniendo su mano contra tu mejilla. La rueda de la fortuna.
—Oh, claro vamos.— joooodeeeer siempre me he querido subir a una de esas sin que me asusten con mover los asientos para caernos.
Inui y tú se apresuraron para no tener que hacer fila, llegaron por suerte en un buen puesto. Dieron una vuelta y les tocó, subieron de los primeros así que no pudieron ver quienes más habían subido después de ustedes. Eso fue una ventaja para algunos; La ToMan.
—Cúbrete con el puto gorro, la concha de mi mamá.—Baji le pego en la nuca a Chifuyu.— PERO TÁPATE.
—Joder Baji, deja de insultarme.—El rubio le dio un empujón.
—Angry, mierda, esconde tu pelo chillón.— Smiley regañó a su hermano.
—Habló el de pelo de algodón de azúcar.—Draken se burló del gemelo.
—¿Que mi algodón de azúcar que?.—Mikey se giró para observar a Draken y a Smiley, su boca llena de algodón de azúcar y sus manos ya pegajosas por ir comiendo durante todo el camino. A su lado Takemichi iba con los palitos de los dulces para luego botarlos.
—Queremos subir.—Kazutora iba con solo sus ojos a la vista, se había tapado con una pañoleta y el gorro de su chaqueta, parecía que iría a robar algo.
—¿Van juntos?.—El encargado de la ruleta apuntó a él y a su costado donde estaba Mitsuya.
—No, pero si.—El de pelo lila también iba todo tapado, aunque unos mechones se alcanzaban a ver.
—Suban.— dejo pasar a ambos y tomaron asiento rápidamente.
—Permiso.—Baji se abrió paso evitando al encargado y se sentó en los asientos desocupados.
—Jajajaja, es gracioso jajaja.—Chifuyu también paso pero más cautelosamente, disculpándose con el encargado de la ruleta que veía a Baji con descontento.
—Smiley, tu cabeza no cabe en el gorro.—Angry trato de tapar su cabello y parte de la cara de su hermano, no hubo caso.
—Envuélvelo como momia.—Hakkai le dio una pañoleta. Angry envolvió el cabello de Smiley como pudo y saltó sus ojos para tapar su nariz y boca. Si parecía momia.
Ambos también pasaron y se sentaron.
—Me da un poco de miedo estar tan alto.—Takemichi le susurró a Mikey.
— A mi también un poco.—le respondió igual en voz baja, evitando que alguien le escuche.— Pero Takemichi no seas cobarde, si te quedas es mejor que yo te acompañe a decir verdad, vamos a sentarnos por ahí.— Mikey tras decir eso más alto empujó a Takemichi fuera de la fila.
—Que mentiroso.— Draken le miro con una sonrisa a media hacer.— Ya pasemos de una vez.
Entraron de igual forma Hakkai y Draken a sentarse en la ruleta. El encargado estaba demasiado confundido al recibir tantos chicos raros en esta vuelta, todos con solo los ojos descubiertos y realmente... extraños.
—No la veo.—Mitsuya se estiró un poco hacia arriba, solo lograba ver las puntas de los pies de Inui. Los asientos no dejaban ver nada de las otras parejas.
—¿Y si te cuelgas?.—Kazutora improviso y se estiró de un costado, tratando de ver si al menos veía tu brazo o lo que sea.
—¿Quieres que me mate o que mierda?.— el de pelo lila dejó un golpe en su brazo.— cuélgate tu.
—No, gracias.— finalizó Kazutora. Ambos se estiraban como podían en los asientos para tratar de verte.
Los últimos que se subieron, Hakkai y Draken, justo quedaban sobre ti e Inui. Eso los asusto, literalmente se inclinaban un poco hacia abajo y veían sus caras.
—¿Por qué nos subimos últimos?.— Hakkai se sostuvo firmemente del fierro frente a él. Draken negó con la cabeza, de la nada le entró unas náuseas tremendas.
—Me quiero bajar.—El rubio susurró más para sí mismo.
—Se puede ver todo cuando subimos, la gente parece hormigas.—te inclinaste un poco a un lado para ver el paisaje.— me gustaría quedarme aquí toda una noche.
—Bueno... la verdad está algo alto.—admitió nervioso. Había sido su idea únicamente porque quería ver tu reacción al ver todo desde lo alto, el no era muy fanatico de las alturas.
—¿Te da miedo?.— dejaste el peluche que habías ganado a tu costado y le observaste más de cerca.— a mi también.
En verdad amo esta cosa pero si es por ti Inui, odio las alturas, lo juro.
—No digas eso, se nota que te gusta estar acá arriba.—El rubio puso su mano sobre la tuya que estaba apoyada en el fierrito frente a ustedes.— Si quieres nos subimos otra vuelta, hacemos la fila nuevamente.
—No, no, ni creas, luego de esto vamos a otro juego así probamos todos.— ambos se observaron, sus rostros frente a frente.
Las luces de los demás juegos se reflejaban en el rostro y ojos de Inui, ya había anochecido así que era una muy buena vista. Al verte como paseabas tu mirada en su rostro trago saliva de manera honda, sus ojos hicieron un recorrido desde los tuyos hasta tus labios.
El rubio ahora se encontraba nervioso. La brisa que corría anunciando el frío llegar, movía tu cabello alocadamente, además que tu sonrisa ahora mismo le daba tanta paz que se le olvidó los metros que estaba lejos del suelo. A pesar de los chirridos del par de asientos sobre ustedes, Inui no tuvo atención en otra cosa que en ti.
Un silencio cómodo se instaló entre ustedes, ambos callaron sin saber qué decirle al otro. Balanceaste un poco tus pies al aire, no sabiendo qué hacer.
Ninguno se atrevía a hacer o decir algo, tú porque no tenías alcohol encima y estabas más apenada que antes, y el porque simplemente se sentía nervioso de tenerte al fin junto a él en un momento a solas.
Estaban a solas, Inui lo recordó. Debía aprovechar ahora que tus sobre protectores amigos no estaban cerca para al menos hacer lo que él quería desde hace mucho.
—Me acuerdo de la vez que Mikey y yo nos subimos a una cosa cómo está y movió los asientos todo el viaje para asustarme, casi me hago pip
Inui calló tu anécdota cuando juntó tus labios con los suyos de manera desesperada. Movimientos bruscos se sintieron en los asientos de arriba, unos cuchicheos y sonidos de llamadas a la par.
Ambos siguieron con lo suyo. Inui acarició su boca contra la tuya, entrelazando sus labios y moviéndolos ligeramente. Hizo más presión entre tus labios con los suyos y entreabrió su boca, esto causando que abras la tuya y su lengua se introduzca dentro. Un bailoteo de sus lenguas comenzó, te hizo acercarte a él tomando tus mejillas con ambas manos.
Tus manos sin querer fueron a su cabello ya algo recortado, te sostuviste de ahí, acariciando. Inui pudo sonreír ante la acción, ahí descubrió que amaba tus manos en su cabello.
Ambos profundizaron el beso cuando Inui se acercó más a ti casi recostando tu espalda contra el respaldo de los asientos... se escuchó un grito saturado.
—Creo que los de arriba están en una llamada.—Susurro Inui contra tus labios, aún con sus ojos cerrados.
—Son unos desubicados.—sonreíste ante la broma y volviste a besar al rubio esta vez envolviendo tus brazos en su cuello. Literalmente eso no te importaba.
Después de unos chirridos de la rueda de la fortuna, esta se paro de la nada. Se escuchó como las personas desde abajo soltaban exclamaciones, sonidos asustados al ver como todo quedó quieto, con personas en la cima.
—Que suerte tenemos.—Inui se separó de ti al ver que estaban ya abajo.— menos mal no nos quedamos arriba.
Varias personas estaban aún sobre la rueda, por suerte ustedes quedaron listos para bajar. Ambos se apresuraron a salir de allí acompañados de tu peluche y se alejaron del bullicio.
Inui agarro tu mano, entrelazándolas con ahora más confianza que antes. Ambos esta vez se guiaron a la sorpresa final de tu acompañante, una que sin duda será muy especial.
—YA BAJENOS DE AQUÍ.—El grito de Smiley se escuchó probablemente en todo el parque de diversiones.
—Sabía que no debimos subirnos.—Angry tapó sus ojos con sus manos, el par quedó algo arriba de la rueda de la fortuna y al gemelo enojon no le agradaban las alturas.
—¿QUIEN FUE EL BASTARDO QUE JODIO EL JUEGO?.—Baji incluso se paro sobre el asiento para encontrar al culpable, Chifuyu aún sentado le observo con terror.
—YO, HIJO DE PERRA MEJOR CÁLLATE.— Kazutora respondió desde más abajo. A pesar de estar detrás de tu antiguo lugar si estaban algo separados del suelo.
—Admito que igual yo me moví bastante.—Hakkai acercó el móvil a su boca. Ahí estaban todos en una misma llamada, incluso Mikey y Takemichi que aprovecharon y activaron su cámara.
—_______ y el otro ya se fueron.— Mikey tenía enfocando su algodón de azúcar.
—PERO SÍGANLOS.—Dio un grito Draken. El ya estaba algo mareado y enfermo, tenía ganas de vomitar.
—¿Nosotros?.—Takemichi asomó un ojo al móvil, su boca dio de lleno con el micrófono.— pero ya se fueron.
—PERO SÍGANLOS.— Chifuyu no había gritado pero se había acercado tanto el micrófono que salió saturado y exagerado.
—Puf, ya que.—Mikey se puso de pie y sin querer cambió la dirección de la cámara, ahora los demás veían sus pies.
—Espera, Mikey.— Takemichi se levantó y le siguió de manera apresurada. Ambos caminaron hasta dar con la moto de Inui. Se apresuraron para subirse a la moto de Mikey y seguirlos.— Cuando los bajen de ahí deben venir, luego les enviaré ubicación.
—¿Sabes enviar ubicación?.— Mitsuya se escuchó por el móvil de
Mikey.
—Aprenderé.— afirmó Takemichi luego de cortar la llamada. Mikey se quejó al ver que tocó su celular sin su permiso.
—Me debes una.—Koko le paso una mochila a Inui. El rubio le agradeció varias veces, asegurando que le devolvería el favor.
A un costado les veías mordiendo tu lengua, no queriendo decir nada.
—Me debes hasta el pasaje del taxi.—Koko le recordó, amenazandole con su índice. Inui asintió con la cabeza. Ambos se despidieron y Koko se despidió de ti agitando la mano.
—Vas a tener que pagarle con intereses.—bromeaste un poco cuando le viste acercarse a ti. Inui solo sonrió en una leve linea. Abrió la mochila y sacó una gran manta para colocarla sobre el pasto y los hizo sentarse sobre esta.
—Haremos un pequeño pícnic nocturno.—Abriste la boca de par en par al escucharle y ver como sacó dos botellas de tequila de la mochila.— espero te guste esta marca, o no se...
—Mierda si, para mi todo sabe igual de rico.—tus manos se extendieron hasta una botella, tus dedos picaban por agarrarlas.
— Espera, también le pedí algo para acompañar.— te dejó llevarte una botella y la otra la puso entre ambos. Al abrir más la mochila sacó una bolsa café bien linda, tenía hasta una rosita en un costado. Al abrirla sacó varios postres, tu boca se deshizo.
Había de todo, pequeños pasteles de frutas y crema, frutillas acompañadas a un costado con salsa de chocolate, pie de limón, cupcakes, todo lo dulce que te gustaba.
—¿Quien te dijo que amo las cosas dulces?.— y más si es acompañado de tequila, es un deleite.
— Me lo contaron unos pajaritos.— Inui mordió su labio con ansiedad, le alegró bastante que te haya gustado la sorpresa. Ahora ustedes haciendo un picnic a la orilla de un pequeño río, era sin duda una buena manera de terminar una cita.
Nunca antes un chico tuvo esos detalles contigo, incluso muy pocas veces habías tenido citas. De la emoción no pudiste contenerte y te lanzaste sobre Inui, abrazándole del cuello con firmeza. De la sorpresa el rubio cayó hacia atrás, su espalda dio de lleno contra la manta.
—Gracias gracias gracias.— repetiste contra su cuello a lo que le llenabas de besos. Pequeños picos entre las palabras que soltabas.—Incluso con un pastelito estaría muy feliz, te juro.
Acariciaste su cuello con tu mejilla, acurrucándote contra el. El olor a perfume te lleno las fosas nasales, Inui olía bastante bien. Seguiste en su cuello, queriendo grabarte el olor tan característico de Inui, era tan dulce, sin duda su perfume no lo utilizaba ninguno de tus amigos. Va demasiado con su personalidad.
Inui devolvió tu abrazo y sus manos fueron a tu cintura, presionando hacia el. Cuando dejaste de besar su cuello, Inui te sostuvo por un breve instante y te hizo subir un poco contra su cuerpo, al alejar tu cara de su piel quedaste cara a cara con el. Te sonrió mostrando su blanca dentadura, un brillo característico en sus ojos azules.
No pudiste resistirte y dejaste un pico en su mejilla, luego en la otra, seguiste con un beso en su mentón y frente para finalizar con uno en sus labios.
—Otro.—susurro en voz baja y profunda. Alzaste tus cejas con cierta sorpresa y agachaste un poco tu rostro para dejar otro beso en sus labios.— otro más.
—No seas ambicioso.— Inui no respondió en cambio alzó su cabeza para besarte esta vez él.— te voy a cobrar por besarme.
—Ahora la ambiciosa es otra.— sus cejas se fruncieron a lo que dijiste, una molestia fingida.
Aún estando a centímetros del otro, decidiste no volver a besarle y en cambio le provocaste un poco. Rozaste tu nariz con la de el, moviendo ligeramente la cabeza de un lado a otro, Inui sonrió con ternura. Tras inclinarte un poco hasta rozar tus labios húmedos contra los de el, cuando hizo ademán de besarte te hiciste hacia atrás ligeramente. Inui entrecerró sus ojos hasta ti.
—Ya dije que te cobraría.—Le recordaste sonriendo con picardía.
—¿Cuanto vale cada uno?.— sorprendentemente siguió tu juego con total seriedad.
—Mmmm.— fingiste pensarlo por un largo rato.— cada beso sale dos dólares.
—Que barato.— Inui alzó su cabeza para darte un beso, te separaste de inmediato.
—¡cinco dólares!.— repusiste de inmediato.
—Sigue siendo barato para mi.—te presionó más contra su cuerpo y alzó el rostro una vez más, buscando tu boca.
—Espera espera, digamos que ocho.—giraste tu rostro para que el beso de en tu mejilla.— ocho dólares cada beso.
Inui se lo pensó.
—No me importaría endeudarme.—soltó a lo que los giraba a ambos, quedando el sobre ti con un codo apoyado a un costado de tu cara.— Cuéntalos y luego sacamos el total.
No pudiste girar tu rostro ya que su mano libre se enfocó en agarrar tu mentó e inmovilizarlo hasta que sus labios tocaron los tuyos. Para no dejarse caer en ti también apoyo una rodilla contra la manta, su otra pierna yació entre las tuyas. Tu solo quedaste tendía contra la manta de Inui, tus manos presionando su camiseta a cada costado.
Al sentir un mordisco juguetón contra tu labio inferior te quejaste en un gemido adolorido. Inui levantó una comisura de sus labios, sonriendo cómplice. Cuando profundizó el beso también comenzó a dar caricias a tu mentón, moviendo su pulgar con delicadeza sobre tu piel.
Su respiración comenzó a tambalearse, volverse más seguida y alterada. Aquella leve acción te hizo sonreír ampliamente, sin pensar que estabas igual que él.
—Uno.—contaste cuando este se separó para dar unos respiros, estaba algo agitado. Su frente se pegó a la tuya para luego mover su rostro y volver a besarte esta vez con mayor profundidad, más pasional. Tus manos lo acercaron a ti enganchandolas en su cintura, necesitando sentir su firme cuerpo. Tus palmas dando caricias en su espalda algo rígida.
Inui se separó de ti cuando escuchó un alboroto cerca.
Alzó su mentón buscando a alguna persona cerca, era muy extraño ya que donde estaban era algo casi secreto, nadie se atrevería a venir.
Sus palmas se apoyaron contra el suelo a lo que separaba su torso de ti, te extrañaste así que de igual forma te levantaste un poco con cada codo contra la manta. Ambos pudieron ver a la perfección cómo venían rodando Mikey y Takemichi desde lo alto, al ser una pequeña bajada para llegar hasta el río, estos dos se habían caído al estar espiándoles.
—No me jodas.—te dejaste caer. Tus manos fueron a tu cara y diste un gran grito frustrado. Inui se sentó a tu lado, algo incómodo por la repentina aparición de tus amigos.
—Pero Takemicchi, me empujaste idiota.— Mikey se quejó contra Takemichi y le dio un empujón. El acusado estaba boca abajo contra el piso, todo sucio.
—Nos caímos al mismo tiempo.—respondió Takemichi una vez que se levantó del suelo.
Ambos miraron en su dirección como tú aun estabas recostada y a Inui sentado a tu lado, mirándoles sorprendentemente con algo de ira.
Este tiene los huevos bien puestos, genial.
—Oh que casualidad.—Mikey se levantó de un salto, achinó sus ojos cuando sonrió.— veníamos paseando y nos caímos hasta aquí.
—Casi me saco un diente...—Takemichi se paró a rastras y Mikey le dio un pisotón para nada disimulado.— ¿eh?.
—Veníamos paseando y nos caímos de la nada hasta aquí.— repitió el rubio a Takemichi. Al principio no había entendido pero luego carraspeó y soltó un aaaaah alargando demasiado la "a".
—Si, es cierto.—Asintió con su cabeza varías veces. Mikey también me imitó.
—Oh, un pastelito.—Mikey se emocionó bastante al ver los pasteles que Inui había traído y se acercó a ellos como si fuese un gato, tratando de ser disimulado.
Paso por un costado y de reojo vio tu peluche, no pudo no reírse y burlarse un poco de su figura.
—LLEGAAAAMOSSSS.— bajaron toda la ToMan, procurando no tropezarse y caer de lleno contra el pasto.— ¿QUE SUCEDIÓ?.
Kazutora se calló al verles a todos tan serios.
—¿Que haces en el suelo?.—Te pregunto Mitsuya al verte aun mirando al cielo.
—Inui... ¿que hace en el suelo, ________?.— preguntó esta vez con más seriedad Baji. El de cabello largo no dudó en ir directamente hacia ti.
—Tenían que cagarla.—le hablaste a tus amigos en un tono cargado de irritación y molestia. No te molestaste en decirles nada más, simplemente te pusiste de pie para guardar las cosas en la mochila y tomar a Inui de la mano para que te acompañe.— Para que no me sigan, ya les digo que iremos a mi maldita casa.
—¿Ah?.—Draken, estando algo pálido, quiso que repitieras lo que acababas de decir.
—Ni se aparezcan.— les amenazaste, mirándolos uno por uno. Tus amigos quedaron quietos en su lugar, Mikey mirándote de mala forma ya que le quitaste un pastelito que se iba a comer.
Comenzaste a caminar con Inui detrás, la rabia que sentías ahora mismo era demasiada, esta impedía incluso que tus sentidos estén al cien por ciento.
—Lo lamento mucho.— te disculpaste cuando llegaron a la moto de Inui. Dejaste la mochila y el peluche sobre el asiento.— tenía la sospecha que me seguirían pero creí que al menos por esta vez me dejarían estar.
—Hey, no te preocupes.—Inui dejo salir una carcajada.— ya me imaginaba que todo estaba saliendo demasiado bien. De todas formas, les entiendo un poco.
—No deberías defenderlos así.—te giraste para quedar frente a él y te apoyaste en su moto.— son unos idiotas.
Inui al ver tu desilusión relajó su expresión, suavizó su sonrisa y entorno sus ojos hasta ti. Tu mirada se mantuvo en el piso, la verdad te sentías totalmente culpable de lo que había sucedido.
La presión que dejaron los labios de Inui contra tu frente te heló. Dejo un sonoro beso allí y se separó un poco para así mirarte de cerca.
—Está es nuestra primera cita, la siguiente será aún mejor, ya lo verás.— era tan positivo que te contagió su seguridad. Comenzaste a sonreír a lo que había dicho, tal vez sería cierto.
—Tienes razón, Inui.— desviaste tu rostro hacia otro lado al sentir su mirada tan intensa.— Mejor salgamos de aquí antes de que se les ocurra seguirnos.
El rubio dio un paso hacia atrás, dejándote tu espacio para que subas a la moto.
No bastó mucho para que lleguen a tu casa, lamentablemente ya se encontraba tu madre ahí así que no tuviste más opción que hacerlo pasar y que se conozcan.
El problema no era la incomodidad, sino que tu madre era realmente muy amorosa con todos tus amigos.
—Dejen la puerta abierta o no les haré las galletas.—mencionó antes de que siquiera terminen de subir las escaleras.
—Mamá, no queremos galletas esta vez, comeremos otra cosa.— al decir aquello tu madre lo malpenso y se apresuró a seguirles.
—¿Comer que?.— apareció asomada en la puerta de tu habitación.
Abriste la mochila de Inui y le mostraste los postres, ella soltó un suspiro de alivio total y les dejo seguir con lo suyo. Incluso se dio el lujo de cerrar la puerta, sin duda se despistó por tal alivio y no se acordó que debía dejarla abierta.
—Tu mamá me cae bien.—Inui llevo una frutilla con chocolate a su boca.
—A todos les cae bien pero estando a solas conmigo, es una bruja.— tu declaración hizo reír a Inui a todo pulmón.— Además que ama dejarme en vergüenza, aunque sea no siendo a propósito lo logra de igual forma.
—Lamento eso.— respondió aún riéndose. Sacaste de la mochila sutilmente las botellas de tequila y abriste una para comenzar a beber.
—Ten.— se la tendiste a Inui y el al recibirla también dio un largo trago.— yo pensaba que no te gustaba el alcohol.
—Tengo mis momentos.—Te guiño un ojo y dio otro largo sorbo a la botella. Te estiraste un poco para agarrar un pastelito y llevarlo a tu boca. Al mismo instante Inui dejó la botella de tequila a un costado.— ¿te gustó?
—Está rico.— como tu, digo que.— ¿Quieres probar?.— pusiste frente a su boca lo que restaba del pastelito. Inui agarro tu muñeca con una mano y te ayudo a acercar el trozo hasta su boca, no se pudo evitar el leve contacto que hubo de sus labios contra tus dedos. Un cosquilleo se presenció en tu piel.
—Mhm.—aquel sonido de satisfacción fue música para tus oídos.— si está muy rico.—Inui saboreo con totalidad el pastel en su boca, tú evitaste mirarle más de la cuenta y tomaste la botella de tequila para terminartela cuanto antes.
Puta mierda estamos como en las películas dándonos comida en la boca, que cursi.
Aunque...
—A ver... abre la boca.—Inui huntó una frutilla en el chocolate y la acercó a tu boca, su mano libre apoyándola contra el colchón de tu cama para sostenerse sin titubear.
Abriste la boca lo suficiente para atrapar la fruta y morderla, la mezcla de su sabor más el chocolate te hizo alzar ambas cejas esbozando un sonido de satisfacción. Estaba realmente rica.
—Desde ahora me declaro fanatica de esta mezcla.— hablaste al tragar. Con tu índice limpiaste la comisura de tu labio al sentir un poco de chocolate ahí. Inui se deleitó observándote a detalle como limpiabas el chocolate y llevabas el dedo a tu boca, no pudiste no comerte la poca salsa con la que te habías ensuciado.— perdón, es que está demasiado bueno.
No lo sabias pero la garganta de Inui se seco de repente y no tuvo otra opción que abrir la segunda botella de tequila y beber un par de largos tragos seguidos. Le observaste con total admiración, un poco más y se podría parecer a ti bebiendo.
—Hey, cálmate un poco.— reíste de manera baja y te sentaste un poco más cerca de él. Tomaste una servilleta que estaba dentro de la mochila y limpiaste la barbilla de Inui, el siguió bebiendo, con la cabeza hacia arriba tratando de tomar lo suficiente para calmar su sed.
Sus ojos bajaron hasta ti, al verte limpiar su barbilla dejo de beber y tomo la botella para dártela.
—Bien, yo me la termino.— Antes de qué siquiera acerques la boca de la botella a tus labios fuiste interrumpida por un agarre firme en tu cuello.
Tus ojos se abrieron más que de costumbre pero te dejaste llevar por los labios de Inui que pidieron permiso para comenzar a moverlos contra los tuyos. Cada vez era un beso más activo, húmedo y extenso.
Envolvió sus labios alrededor de tu lengua y chupó suavemente, tal acción te hizo suspirar por la nariz, una respuesta que descoloco a Inui. Los trazos de su lengua eran ásperos y juguetones, y cuando su mano envolvió tu cuello desde atrás te inclino más hacia abajo, casi haciendo chocar tu espalda contra tu cama si no fuese por los pasos que escucharon acercándose.
Inui se separó de golpe, agarro las botellas de alcohol para volver a guardarlas y para disimular la acción anterior tomo un trozo de pastel, fingiendo comerlo.
—Chicos, se me olvidó dejar la puerta abierta.—Tu madre abrió la puerta de tu habitación y dio unas risas nerviosas.— se lo que me dirás hija, y no, aunque seas ya grandecita sigues viviendo bajo mi techo así que debes seguir mis reglas.
Mamá, ya ni me importa, deja que estoy en tremendo viaje astral.
Tu madre no espero respuesta y bajo nuevamente las escaleras.
Escuchaste al segundo como Inui daba un suspiro derrotado a lo que se recostaba en tu cama, como si estuviese agotado.
A Kazu porque si
Acuérdense que aviso por instagram cundo subo cap :D ah y también publico spoilers MSKDJDJDND
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