9. ¿Venganza?

Empezó siendo un capítulo inspirado en la canción "I didn't Change My Number" pero lo modifiqué mientras iba escribiendo así que... no lo tomen tanto en cuenta.

No corregido, lo iré leyendo luego para ir modificando errores<3
(No basado en él manga)








La ToMan.

¿Por qué uno de los integrantes de la pandilla es tan lindo?

Es injusto.

—¿A quien tanto miras?— Mikey intentó seguir tu mirada. Rápidamente le diste un empujón para distraerlo.

—A nadie.— disimulaste tu interés. Pudiste sentir varias miradas detrás tuyo pero las ignoraste. Tus amigos no podían saber lo que sucedía con aquel sujeto frente a ti.

Te guiñó el ojo. Algo para nada disimulado.

Te estaba coqueteando directamente, en frente de todos.

Le habías dicho que sea sutil pero claro, Hanma hacia todo lo contrario a lo que le decías. Era un caso perdido.

Al ver que te lanzó un besito descarado le miraste de mala manera, no encontraría en ti alguna risa cómplice. Ni menos estando en esta situación.

Menos mal ninguno de tus amigos se dió cuenta.











—Auch.— Hanma tocó su mejilla antes golpeada.— ¿Y esa agresividad, preciosa?

—Te dije que seas disimulado.— chillaste cruzada de brazos. Viste hacia arriba a su rostro, a pesar de ser tan alto te las arreglaste para golpearlo igual. Hanma mantenía una sonrisa coqueta.

—Es que en tu presencia no me puedo controlar.— Admitió agachando su rostro hasta ti.— No es mi culpa.

—¿Dices que es mía?— inquiriste manteniendo tu pose enfadada. Hanma mencionó un meh, indicando que podría ser.— Que maldito.

—Dame un besito.— estiró sus labios hasta ti, te rehusaste.— Oh vamos, no recibiste el que te tire antes. Al menos dame uno pequeñito.

—Mhm no.— cuando te giraste aguantaste las de sonreír y diste un paso hacia el lado, tú intención era irte pero Hanma interpuso su brazo en tu huida.

—Uno, solo uno.— su tono de voz cambiando de coqueta a una cada vez más suave.— Un pico, algo corto.— pidió cada vez acercando más su rostro a tu oído.

—Me frustras.— confirmaste ahora moviendo tu rostro para verle. Sus ojos amarillentos se concentraron en tu boca.

Siempre hacia eso casi con intención, tentando a que le hagas caso y cedas.

Y no faltaba su sonrisa que dejaba ver algunos de sus blancos dientes. Chico con además perfecta dentadura.

—¿Me vas a hacer rogar?— tentó estirando sus manos para sostener tu cintura, apoyaste tus manos en su pecho.— estoy esperando, ________.

—No te lo has ganado.— Hanma alzó sus cejas y soltó carcajadas cerca de tu rostro. Te mantuviste seria mientras toqueteabas su duro pecho.

—Que maléfica.— susurró contra tu boca, no hiciste ningún movimiento y Hanma te abrazó más a él. Su espalda se apoyó en la pared detrás suyo y te llevó consigo.— ¿lo tendré que robar?

Te encogiste de hombros. Hanma iba desvaneciendo su sonrisa mientras se acercaba a tu boca un milímetro más, chocó sus labios contra los tuyos.

¿Beso corto?, fue de todo menos corto.

Mordió tus labios como venganza, se encargó de hacerlo lo suficientemente fuerte para que duela pero no sangre. Sonrió al escuchar una protesta de tu parte.

Te sujetaste de su cuello cuando profundizó el beso aún más. Sus dientes alcanzaron a chocar con los tuyos cuando se separó por un microsegundo para respirar y volvió por más.

Ni te importo estar en un callejón en medio de la noche. No podía hacer más sabiendo sus circunstancias. Nadie de la ToMan debería verte con el de esta forma. A tu hermano, Mikey, no le caía tan bien.

A decir verdad podías jurar que detestaba su presencia.

Aún así a pesar de los peligros, tu extraña relación con Hanma te resultaba estupenda.











—Ese te queda bien ________.— Emma te halago alzando ambos pulgares. A su lado, Chifuyu le imitó y alzó sus pulgares. Les sonreíste.

—Este vestido será entonces.— confirmaste luego de buscar los tacones.

Una simple salida de amigos. Hace bastante que no tenían una y estabas más que emocionada.

—Debemos apurarnos, extraño sentir el alcohol pasar por mi garganta.— Emma tomó tu mano y corrió fuera de la casa. La ToMan les siguió a su manera.

Ellos las llevaron, se quedarían un rato pero nada extenso.

Entraste con Emma entre grititos ahogados de felicidad. Ambas hablaban de que tomar primero, que sabor y en que vaso incluso. Lo primero que hicieron al pisar el bar fue pedir chupitos. De una, rápido.

No querían perder el tiempo.

—Hay gente que no se controla.— Mencionó Emma observando a la multitud. Le ignoraste de primeras y seguiste en lo tuyo; bebiendo.

Sólo querías divertirte toda la noche si es posible.

—________, espera a que me ponga al corriente.— Emma se quejó al ver como devorabas los pequeños vasitos.

La rubia te siguió rápidamente. Ambas reían y tomaban sorbos de alcohol. Te separaste únicamente cuando te dieron ganas de ir al baño. Emma te acompañaría pero decidiste negarte, después de todo demorarías poco rato.

Te sentías eufórica. No estabas borracha, aún no. Tu hermana en cambio podrías apostar que si.

Esperaste al final de la fila para entrar al baño de mujeres. Te diste el lujo de observar minuciosamente cada rincón del bar.

No debiste hacerlo.

Hanma estaba ahí, con una chica.

Para cualquiera podría haber sido algo obvio, y ni le importaría, pero no a ti. Habían estado juntos durante un considerable tiempo y a pesar de no ser novios oficiales si te gustaba.

No eras de hacer espectáculos para que los demás se entretengan. Simplemente observaste con atención que si era el, lo memorizaste en tu mente poco menos cada detalle. Del como iba vestido, de las características de la chica, todo.

Fue inevitable no notar que era real, Kisaki, su amigo estaba ahí también. Sabias que eran inseparables.

Él te vió.

Actuaste calmada, está bien, luego hablarías con Hanma.

Kisaki te quedó mirando por un minuto pero rápidamente se giró y observó a su amigo que aún se besaba con la desconocida.

Estaba jodido. Kisaki decidió no decirle nada, de todas formas ya habías visto todo y Hanma estaba algo borracho, haría idioteces si él se acerca a ti.

Entraste al baño a lo que fuiste y saliste para ir por Emma. Bebiste un poco más y se fueron a casa acompañadas por tus amigos y hermano.











Hanma
¿Estás enojada conmigo?

Hanma
________, te he estado llamando

Hanma
¿Podrías contestar?

Hanma
Al menos responde mis mensajes, no te debe costar nada.

—Error, me re cuesta.— dijiste para ti misma. Apagaste el celular y lo dejaste sobre la mesa, evitarías hasta el último responderle.

Preferías hablarle en persona.

Hanma
_________ contesta el teléfono

Hanma
No es gracioso que me hagas la ley del hielo sin razón alguna.

—Oye, _________.— observaste a Mikey.— Tu celular esta sonando.

—Deja que suene, Mikey.

Hanma
¿Vas a hablarme en algún momento o no?

Hanma
________, no me hagas ir a tu casa para verte.

Hanma
No es gracioso, responde el puto celular.

Hanma
________, por favor.

—¡_______ TU CELULAR NO DEJA DE SONAR!— gritó Mikey. Dejaste de preparar tu sándwich y te acercaste a tomarlo.— Al fin, gracias.

—Mikey, molestas.— tu hermano te pateo.— Hazlo de nuevo y te mato.

—Uy, andas enojada parece.— El rubio de inmediato se alejó de ti.

Viste los mensajes de Hanma uno por uno.

Y se hacía el ofendido.

Que hijo de perra

—Mikey, ¿Cuando hay otra reunión?— tu hermano respondió luego de un rato. Lo pensó bastante.— Te acompañaré.

Los mensajes no cesaron. No ibas a cambiar tu número por Hanma, ni valía la pena. Simplemente silenciaste sus mensajes y bloqueaste sus llamadas.

Querías que pudiera mensajearte y que se frustre al tu no responderle. Eras cruel.

A los días coincidieron nuevamente. Su ira estaba reflejada en su rostro, ya no era una sonrisa la que adornaba su cara. Nunca dejó el ceño fruncido de lado ni cuando te observó acercarte a él.

—¿Ahora te acuerdas que existo?— fue lo primero que dijo al pararte frente a él. Kisaki estaba a su lado, le diste un breve vistazo antes de enfrentarte a Hanma.

—¿Tienes memoria a corto plazo?— soltaste como respuesta. El chico se mostró totalmente confundido.

Kisaki rascó su nuca con incomodidad. El si se acordaba y al parecer no le había dicho nada a su amigo.

—¿De que estás hablando?— pregunto Hanma cada vez más confundido. Entrecerraste tus ojos.

—Pues nada.— Sonreíste sin gracia.— Se que no estamos en una relación seria pero no sabía que era como para que te emborraches y te líes con quien se te atraviese, Hanma.

El chico disminuyó su fruncido entrecejo y alzó las cejas con sorpresa. Se acordó. Kisaki a un lado se mantenía en un debate de si irse o no.

—Oh, ¿lo dices por eso?— Hanma dejó de mirarte y observó a su alrededor, esbozó una pequeña sonrisa.— No fue nada, ________. Estas exagerando.

Que ganas de golpearlo

—Solo... Mira Hanma, no te dire nada tan extenso, la verdad no gastare mucha saliva en ti.— diste un paso hacia atrás cuando él quiso tomar tu mano.— No me mensajees ni ninguna mierda así, yo no estoy para estos juegos.

—¿Hablas en serio?— asentiste a su pregunta. Hablabas totalmente en serio.

—Si, carajo.— te cruzaste de brazos ya más tranquila que antes.— Tu amigo aquí debiese habértelo dicho, me hubiese ahorrado el venir a decírtelo frente a frente.— miraste a Kisaki.— O sea, me dejabas a veces solo porque él te lo pedía, ¿es tu mejor amigo o no?

Kisaki reaccionó con una mueca. Podías apostar que estaba disculpándose por el comportamiento de Hanma.

Hanma se quedó callado.

—Bueno, da igual.— antes de irte por completo Hanma soltó algo inesperado.

—¿En serio vas a poder estar sin mi, ________?— la ira recorrió cada parte de tu ser.— Pensé que me querías o algo así, recuerda que estábamos pensando en ser novios.

—Puf, bueno, de primera sólo me acerque a ti porque eras lindo.— diste un chasqueó con tu lengua y le miraste de abajo hacia arriba.— Ya sabes, agradable ante la vista.

El ego de Hanma decayó.

—Solo eso.— te encogiste de hombros.— y si hablamos de ser novios creo que aceptaría solo por la emoción, ¿sabes?. El que seas quien detesta mi hermano lo hacía divertido y peligroso, algo que llega y se puede esfumar de un segundo a otro.

Golpe bajo

Le sonreíste falsamente y te giraste para seguir tu camino y reencontrarte con tu hermano. Ya hiciste lo que debías hacer.

Menos mal Hanma no era la persona la cual te hubieses enamorado perdidamente. Creíste que dolería más hablar con él frente a frente pero no fue así.

Ahora la cosa era; ¿Por qué Kisaki se veía tan atractivo con corbata?









—Perdóname diosito pero necesito hacer esto.— mascullaste antes de beber de sopetón tu vaso de cerveza.

Te alejaste de tus amigos sutilmente. No fue muy difícil, ellos estaban en sus asuntos. Te escabulliste hasta el otro lado del bar, agradecías que este era el principal de la pandilla. Aquí se reunían todos de vez en cuando.

—Hola.— te sentaste en el asiento junto al chico elegante. Siempre traía distintos trajes formales visiblemente costosos. Te causaba un poco de gracia.

—Hola, ________.— luego de soltar aquello dió un sorbo a su bebida. Un mediano vaso con ron. Hacia todo de manera elegante y calmada, lo contrario a Hanma.

—¿Como estás?, nunca tuvimos oportunidad de hablar.— la cerveza estaba hablando por ti, solo un poco.

Kisaki bajó el vaso de alcohol y lo dejó en la mesa frente a ustedes, giró su rostro hacia ti. El antagonista número uno estaba frente a ti, tal vez sentirías más adrenalina estando con el que con Hanma.

¿Por qué no se me ocurrió antes?

Todo bien, ¿y tu?— moviste tu cabeza en señal de estar pensando, él sonrió.

—Bien ahora que bebí un poco.— admitiste mirando su rostro con cierta disimulación. Te fijaste en su vaso a medio vaciar.— ¿Es ron?

—Me alegra que estes bien. Y si, es ron.— Kisaki miró el contenido.— ¿quieres probar?

—Bueno.— te tendió el vaso y lo tomaste, acercándolo a tu boca. Le seguiste mirando cuando diste un pequeño sorbo, no sabía mal.— Pasable.

—¿Pasable?— Se hizo el ofendido.— Ese ron es uno de los mejores que he probado, debe ser más que un "pasable".

—A mi me gustan las cosas más dulces.— admitiste dándole el vaso. Kisaki lo recibió sin disminuir su leve sonrisa y bebió lo que quedaba de un solo sorbo.

Pensaste que tocaría el tema de Hanma pero no lo hizo. Al parecer no era idiota como para meter a su amigo en la conversación.

Pero querías probar algo. Tu debías sacar el tema ahora o nunca.

—¿Tu amigo está aquí?— captaste la atención de Kisaki en un instante. Le viste de reojo.

—¿Necesitas que te ayude a saber lo que se perdió?— era un maldito inteligente. Asentiste.— ¿Segura?

—Es un idiota, si, pero no solo quiero que me vea contigo.— ladeó su rostro, moviste tus ojos hasta él y le viste fijo.— La verdad me pareces lindo, lo admito.

Kisaki rió y llevó su mano hasta el mechón de su cabello que caía por su frente. Se acomodó sobre la silla.

—Está bien, la verdad si funciona espero deje de ser tan idiota.— apoyó su antebrazo y codo sobre la mesa y giró su cuerpo hasta ti.— Veamos que hace.

Lo único que supiste luego fue que estabas de pie frente a él mientras sostenía tu cintura cerca de su cuerpo. Te acomodaste en medio de sus piernas y seguiste besándole, desordenaste su cabello cuando te sujetaste de aquellos mechones claros.

La mano derecha de Kisaki encontró la parte trasera de tu cuello y te empujó más hacia abajo, profundizó el beso girando su rostro más hacia ti. Una mirada punzante se instaló en ustedes.

El chico movió tu cabello para despejar tu rostro, dejó a la vista tu perfil directamente donde podía fijarse Hanma que estaba al otro lado de la pista de baile.

El también había sentido su mirada así que se esmeró en que su amigo se dé cuenta de que eras tú.

No era como si Kisaki le tuviera tanto apreció a Hanma, después de todo no estaba haciendo algo tan malo después de lo que él te hizo.

Te concentraste en el beso. Con cada espacio que se daban para respirar volvían a besarse cada vez más intenso, más pasional, con más lengua. Hanma ni quitó su mirada en ustedes dos.

—Ya te vio.— susurró Kisaki contra tus labios. Volvió a besarte y se separó ligeramente para que respondas.

—Veamos si se atreve a acercarse, haz otra cosa.— Kisaki sonrió a tu atrevimiento. Compartían casi la misma mente macabra para idear planes.

Cuando volvió a besarte se atrevió a más y sus manos bajaron por tu cuerpo tocando zonas que eran más privadas. Casi reíste por la sensación que ocasionó sus manos frías en tu piel caliente, sujeto tus muslos justo bajo tu trasero.

—Vamos a otro lado para que piense de más.— separaste tu boca de la suya. Kisaki te hizo caso, ver lo decidida que estabas le causó curiosidad. Estabas siendo cruel con su amigo y le gustaba.

Se levantó de la silla y agarraste su mano para guiarlo hasta otro lugar del bar. Buscaste con la mirada a Hanma, lo encontraste y sonreíste casi sin poder evitarlo.

Lo peor no era que te viera con otro chico, sino que con Kisaki.

Aunque lo que más impactó en él fue ver a su amigo con una chica. Ahora si que comprobaste lo que querías.

Hanma estaría dolido por Kisaki. Después de todo para él era más importante aquel chico que tú, eso lo habías sospechado y ahora lo acabas de confirmar. A la mala, hiciste que se diera cuenta de sus sentimientos.









AaaaaaaaaaaAAAAAAAAAAAaaaaaaaAAAAAAAAAAA

No me maten, es que este dúo me pareció interesante.

Lindo de mierda, te odio.

Nunca había sentido esto que siento por Kisaki. Literal que quiero chapármelo mientras lo golpeo lpm JAJAJAJAJAJJA finalizando con una apuñalada y ya está.

Broma, broma.

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