8. El lado oscuro de la ToMan P2
Evite poner todo tan explicito jaja :)
Incluye un poco de Lemon y contenido delicado.
PARA CELEBRAR LOS 110 CAPITULOSSSSSS EAEAEAEA
Varias personas me pidieron al menos una segunda parte de este tipo de capítulo así que aquí está. Lo hice algo dramático la verdad, espero que agrade.
Igual trate de no hacerlo tan serio je, ya sabrán a qué me refiero.
Abajo una referencia a como se verían los personajes en esta época. Recuerden que no sigo el orden del Manga. Acá la pandilla de Senju se involucró muchos años después, la ToMan tienen de 26 a 27 años app.
—Cuando Inui pone esa cara se ve realmente bien.— le susurraste a la billetera de la pandilla. Koko te vió de reojo y sonrió asomando un poco su lengua.— Está todo serio.
—¿estás tomando nota?—Koko observo la libreta en tu mano, abierta pero sin nada escrito.
—Si, en mi cabeza está todo.— seguiste mirando como Mikey charlaba con Inui, este último siempre que le veías actuaba muy relajado, como si estuviese acostumbrado a la vida dentro de pandillas.
Pues claro, participó en varias generaciones de delincuentes.
—Solo estás prestando atención a Inui, _______.— Koko volvió a susurrarte. Sonreíste a su verdad.
—¿Prefieres que te observe a ti?— le miraste con diversión. Koko soltó una sonora carcajada, y de manera juguetona choco tu mentón con sus dedos para que te concentres en el líder.
—No quiero tener problemas con Mikey por tontear tanto con su chica especial.— respondió si pena alguna.
Aquello llamó ligeramente la atención del mencionado, que dejó de observar a Inui y se concentró en ustedes dos. Koko le saludo con la mano, casi pensabas que le estaba irritando un poco a propósito.
—Estoy anotando.— alzaste el lápiz que mantenías en tu mano, observando a Mikey. El chico asintió con la cabeza y siguió la conversación con Inui.
—Te lo dije.— Koko canturreo inclinándose hasta ti. Mikey por el rabillo del ojo le echo un vistazo nuevamente.
—¿Veamos qué pasa si se pone más celoso?— le susurraste de vuelta. Nunca habías visto a Mikey en esa faceta, al no estar siempre en el edificio entonces no era típico de él ponerse celoso.
De los demás si, los otros si hacían problemas si otros chicos te coqueteaban.
—No quiero morir, _______.— Reíste a la respuesta de Koko.— Pero...
Koko dejó un rápido beso en tu mejilla, probando la reacción de Mikey.
—Koko.— Tu jefe apuntó al mencionado con su índice, advirtiéndole simplemente con esa acción.
—Perdón jefe.— Koko respondió de inmediato, aún sin que su sonrisa cese por completo. Mikey luego de su intimidante mirada, siguió mirando a Inui. Este último les observo con una sonrisa.
—Vas a hacer que maten a mi amigo, _______.— Inui trataba de limitar su sonrisa pero se le era imposible. Ahora Mikey le estaba pidiendo indicaciones a Koko de cómo iban los negocios de la ToMan, pero aún estaba mirándole de mala forma.
—Yo no hice nada.— te defendiste inútilmente de su acusación e Inui volvió a observarte de forma entretenida.— Koko lo hizo solito, yo no le obligue a nada.
—Si te hubiese besado en serio ya lo hubiese echado a patadas de aquí.— ambos se rieron.— si es que no le mete una bala.
—Nah, Koko es muy importante para la pandilla, dudo que lo mate.— el mencionado les escucho y se le vio aliviado bajo la mirada amenazante de Mikey.
—Espero no te regañe cuando salgan de aquí.— uy, si cierto. Miraste a Mikey, calculando su nivel de celos.
—Ya sabes que si no me ves la próxima vez, fue Mikey.— bromeaste y tu e Inui volvieron a reírse. Mikey y Koko les miró de igual manera, habían interrumpido su charla.— Lo siento, Mikey.
—Lo siento, Mikey.—imitó el líder de la ToMan con total irritación. Aguantaste la risa e Inui tuvo que girarse para que el lidercito no vea su sonrisa.
Miraste con curiosidad a Inui una vez más. El si era parte de la ToMan pero no entraba en aquel contrato tuyo, lamentablemente. Aún así te resultaba extremadamente atractivo.
Pero eran amigos. Tu, él y Koko era lo más parecido al típico grupito de a tres que estaba en clases. Cada vez que venías a esta bodega especial de la ToMan la pasaban muy bien los tres.
Los demás, como Baji, Chifuyu o Smiley, varias veces pelearon con ellos para que no se tomen tales confianzas contigo. Apenas y toleraban que sus más cercanos amigos pudieran tener esa ventaja.
Cuando Mikey habló lo necesario, ambos se despidieron. Notabas un poco tenso al rubio, tal vez en su cabeza pasaban miles de cosas sobre que te guste Koko o incluso Inui también.
Sin comentarios
—Mikey, ¿hoy te quedarás en el edificio toda la noche?— observaste el paisaje mientras hablabas. Después de un rato no se escuchó respuesta alguna.— ¿Mikey?
—Si.— te giraste a verlo. Si seguía enfadado.
—Uuh, ¿en serio estás celoso?— te acomodaste para verle de frente.
En este tipo de salidas no iba el en motocicleta, ahora un chofer en un gran coche tenía el trabajo de acercarlo a lugares importantes y escondidos de la pandilla.
Mikey iba viendo por la ventana, sin querer siquiera mirarte.
Cuando los demás se ponían celosos no reaccionaban tan callados, guardándose la duda para uno mismo, siempre explotaban contra los otros dos chicos. Mikey se mantuvo callado, una mueca de total ira en su rostro pero al fin y al cabo sin decirte nada.
Era extraño
—Mikey, ¿estás celoso?— te acercaste más a él, para que hable apoyaste tu antebrazo sobre su hombro y le miraste más de cerca.
—Si.— repitió. Giró su rostro para mirarte de frente. Casi chocaron al tú estar tan cerca.— ¿Te llevas muy bien con esos dos?.— asentiste, era verdad.— ¿que tan bien?
—Somos amigos, y son en verdad muy divertidos.— sonreíste sin poder evitarlo. Ellos eran muy cercanos a ti, igual que Yuzuha.
—¿Solo son tus amigos?— alzaste tus cejas con cierta sospecha. Mikey aclaró su garganta.— simplemente responde y ya.
—Claro que si.— el rubio te miro fijo por un momento y termino por asentir. Él confiaba plenamente en ti.
—Está bien, solo por eso no les echaré de la ToMan.— reíste a lo dicho y le diste un beso en la mejilla, Mikey sonrió.
—Joder...— te sostuviste de la pared detrás de ti.— ¿Que mierda, Mitsuya?
El pelinegro levantó su mano y tapó tu boca con su palma, tu cabeza presionó la pared detrás de ti.
—Shhh, no quiero que nadie escuche.—finalizó aquello con otra lamida en tu intimidad. Te sostuviste de la pared y observaste al chico entre tus piernas, apenas habías llegado de tu pequeño viaje y te había llamado Mitsuya por algo de suma importancia.
Ahora te tenia pegada a la pared mientras lamia tu sexo con rapidez. No habías procesado todo hasta que te beso con necesidad, fue brusco al adentrar su lengua a la tuya. Cerró con pestillo el pequeño cuarto donde se dejaban artículos de limpieza y te desnudó de la cintura hacia abajo.
No había iluminación alguna pero pareciese como si sus ojos brillaban de la excitación. Sus dedos presionaban la piel de tus muslos para que no juntes las piernas, se esmeraba en hacerte venir en el menor tiempo posible.
Se veía tan tranquilo pero era un total huracán. A veces creías que tenía ciertas metas, necesitando hacerte venir cada vez en menos tiempo con cada encuentro que tenían.
Y era de los que juegan un poco contigo antes para que así les ruegues a que te follen, de ese tipo de chico era. Su cara no daba indicios de eso ni de chiste.
Abriste la boca contra su palma cuando su mano libre tocó tu trasero y te presionó más contra su boca, tu pelvis se separó de la pared y en cambio dejaste pegada tu nuca contra el muro.
—Callada.— volvió a ordenar. Cerraste tus ojos de inmediato, concentrándote en no emitir ruido alguno.
De tal sensaciones presionando tu punto débil no duraste mucho y tu clímax llegó. Estuviste lloriqueando contra su mano cuando siguió saboreando con mayor intensidad.
Mitsuya nunca estaba satisfecho.
—Te había extrañado.— susurró luego de subir tu ropa para colocarla correctamente. Diste unas respiraciones hondas antes de hablar.
—Tus recibimientos son únicos.— Mitsuya sonrió elevando un costado de su boca, observaste su coqueta sonrisa.
—Te esperaré afuera.— dejó un beso en tu boca que duró unos cuantos segundos y salió del cuarto.
Mientras trataste de recobrar la calma. Aprovechaste de sacar tu móvil para responder un par de mensajes antes de salir.
Tenías varias llamadas perdidas de un número desconocido. Te extrañó bastante pero no quisiste devolver la llamada, tal vez era un número equivocado y al no responder simplemente no se dio cuenta que lo eras.
Fuiste al chat con Yuzuha.
Yuzuha
¿Como andan las cosas por allá?
¿Estás bien?
_________
Todo bien, gracias por preguntar<3
¿Cómo estás tú?
Yuzuha
Cada vez es más peligroso que te vinculen con la estupida pandilla esta.
_________
¿Que sucedió?
Yuzuha
Unos tipos andaban buscándome
Ya me las arregle sola, pero debes tener cuidado aún así. No eran personas comunes, tenían uniforme.
________
Creo que me hago una idea de a qué pandilla pertenecían.
Yuzuha
Le avisé a Hakkai pero no responde su celular
Es un idiota
________
Le avisaré para que vea el mensaje
Podrías quedarte en mi casa si quieres, queda más cerca de Mikey y los demás así que estarás más segura.
Yuzuha
Lo pensaré, sé que puedo cuidarme sola pero tal vez iría para esperarte y charlar
________
Genial, me avisas cuando estés ahí, tienes la llave.
Yo aún no sé cuando salga de aquí, de todas formas te avisaré.
Yuzuha
Gracias reina
Estabas inquieta por lo que le ocurrió a Yuzuha, a pesar de no entrar en detalles podías imaginar que tuvo que golpearles olímpicamente para salir de esa situación.
Saliste del cuarto de inmediato.
—¿Sucedió algo?— Mitsuya iba saliendo del baño del frente. Observo tu mueca teñida en preocupación con atención.
—Es Yuzuha, debo avisarle a Hakkai de algo.— Mitsuya se aproximó hasta ti, necesitaba más información.— ¿sabes dónde está?
Mitsuya quedó pensativo.
—Si.— alcanzó tu muñeca y comenzó a caminar llevándote consigo.— esperemos que no esté haciendo nada estupido.
—________ te vas a quedar aquí.
—¿Que dices?— soltaste al instante. Mikey estaba hablando realmente serio frente al pizzarón.
Todos los líderes de la ToMan estaba en el salón principal. Después de avisarle a Hakkai que responda su teléfono leyó el mensaje de Yuzuha. Ese claramente iba más detallado.
Hakkai avisó a Mikey, y ahora todos se encontraban en una reunión de última hora. Habían dejado de hacer lo que deberían y todos tuvieron que venir al edificio principal de la Tokyo Manji Gang.
Por suerte estaban en sus cinco sentidos.
—No sabemos de lo que son capaz esos bastardos.— Smiley jugó con su lacio cabello, aún así habló molesto.— estoy de acuerdo a que ________ se quede aquí.
—No digo que me moleste ni nada, pero no creo que haya problema con que regrese a mi casa que está prácticamente a tres cuadras de acá.— hablaste viéndole. Smiley negó con su cabeza.— Smiley...
—Es por tu bien.— Takemichi también se integró a la conversación.
—No va a suceder nada.— sonreíste tratando de tranquilizarlos. Todos estaban pensativos, algunos miraban el suelo con cierta inquietud.
—No estamos seguros de eso.— Baji tomó un trago de whiskey, un vaso de tamaño mediano en su mano.— al menos déjanos cuidarte por estos días.— Baji levantó su mano libre para apretar tu mejilla.
—Bien ________, ahora tu trabajo será puertas adentro.— agregó en tono burlón Kazutora. Baji dejó tu mejilla para abrazar tus hombros y acercarte a él.
—Estoy de acuerdo.— Chifuyu te observo en medio de una sonrisa leve.
Todos aceptaron la decisión de Mikey. Estaban bastante preocupados por pensar qué tal vez algo te ocurriese pero lo disimularon al estar frente a ti.
—Hakkai, también tu hermana debería estar aquí, el edificio tiene las habitaciones suficientes.— Draken habló. Hakkai asintió y se puso de pie en un instante para ir por ella. Le miraste su recorrido por la habitación hasta que salió.
—¿Quieres que me quede a dormir contigo hoy?— Baji habló con su nariz pegada a tu oído.— Lo de dormir es opcional, bebé.
Antes de que siquiera abras la boca para aceptar, Mikey les interrumpió.
—________ estará conmigo, Baji.— el de cabello largo se quejó y observo mal al líder.
—Pero hoy la tuviste todo el día, no seas tan injusto, Mikey,— Baji te abrazo a él, aprovecho de dejar un par de besos a un costado de tu cara.
—Te jodes, dije que estará conmigo.— Mikey gruñó. Draken salió del salón lentamente, los demas le siguieron.— ________, yo soy tu principal jefe así que hoy dormirás conmigo.
Se habían olvidado que tenías tu propia habitación en el edificio. Eran así de idiotas.
Sin ofender
—En verdad a mi me da igual.— susurraste más que nada para ti misma.
—Como yo soy más fuerte que tú, Baji, puedo protegerla mucho mejor.— Mikey discutió de manera infantil con su amigo.
—Puf, bien, bien.— El de cabello largo bajo sus manos y ahora te abrazo de la cintura.— Entonces deja al menos despedirme.
Mikey le observó con irritación.
—Parecen dos niños de cinco años discutiendo por una paleta.— se quejó Kazutora viéndoles con diversión a ambos. Él fue el único que no salió de ahí y se quedó para ver el espectáculo.
—No es verdad.— Mikey le retó.
—Si, creo lo mismo.— opinaste ganándote una risita de Kazutora y una mirada penetrante de Mikey. Baji se quejó en tu cuello y te mordió.— Idiota, ya, aléjate.
Te separaste de Baji, empujándolo, y Mikey aprovecho de levantarte del sofá.
—_______ y yo ya nos vamos.— Mikey ubico cada mano a cada costado de tu cintura y fue caminando hacia la salida.— Si quieren se quedan o no se, vean ustedes, solo no molesten.
Baji le miro con molestia. Kazutora se despidió de ti lanzándote un beso.
—¿Sabes que tengo una habitación aquí, cierto?— le hablaste cuando cerró la puerta. Siguió caminando solo que esta vez abrazándote desde atrás.
—Ah... ¿en serio?— asentiste.— Bueno, de todas formas quiero aprovechar y dormir contigo.
—Cierto, es la primera vez que dormiremos juntos.— Recordaste. Mikey soltó un sonidito de sorpresa, recordó que era cierto, simplemente el era más de hablar contigo y momentos menos intensos.
Últimamente, también Mikey no se te insinuaba como los demás. Aunque siempre te buscaba, ahora era algo más posesivo contigo. Y celoso. Lo demostró con lo de Koko e Inui.
Tal vez a Mikey le gustabas un poco más que los demás. Y no solo para buscar pasar el rato contigo de esa manera.
—Eso es verdad, los otros idiotas llevan bastante ventaja.— busco tu piel con ansias. Sus manos te abrazaron por debajo de tu camiseta y su mejilla se pegó a la tuya mientras caminaban.— Les golpeare por eso.
—En los meses que estoy con ustedes, tú casi no pasabas aquí así que no es mi culpa.— Mikey volvió a hablar luego para corregirte.
—Llevas aquí un año y un mes exactos, lo tengo contado.— pudiste sentir su sonrisa contra tu mejilla.
—Ah, lo recuerdas.— Mikey asintió moviendo la cabeza. Llegaron a una escalera al final del pasillo y comenzaron a subirla.— ¿Como es tu habitación?
—Toda una belleza.— ¿en serio es el líder de la ToMan?, se ve tan tranquilo. — Como tú.
Seguiste subiendo las escaleras, ahora Mikey sostenía tu mano a lo que te seguía más abajo.
—¿Entonces tienes la noche libre?— Mikey abrió la puerta de tu habitación y te hizo pasar.
—Si, les deje trabajo a los otros para estar tranquilo al menos por hoy.— te tiraste sobre su gran cama, acostándote.— Y así tener un ojo sobre la chica de la ToMan.— Mikey se tiro sobre ti y te abrazo, ambos ahora yacían acostados en la cama.
—"La chica de la ToMan", ¿privilegio o castigo?— bromeaste contra el cuello de Mikey, abrazándole desde el torso.
—Privilegio claramente.— la suave piel de su cuello te gustaba.— Estás casi todos los días conmigo, eso es un premio para cualquiera.
—No sabia que tenía un lado egocentrico, jefe.— bromeaste rozando tu nariz en ahora su marcada mandíbula. Mikey les giró, quedando tu sobre el.
—No me llames así, me siento viejo.— murmuró en voz baja. Te abrazó con fuerza, presionándote contra su cuerpo.
—¿Como te llamo?— Mikey comenzó a subir tu camiseta, acariciando tu espalda en el proceso.
—No lo sé.— canturreo contra tu oído.— "Amor de mi vida", puede ser.
—¿"Osito" puede ser?— negó un poco apenado. Claro, ya tiene 26.— ¿Señor?, ¿Jefecito?, ¿Papi?, ¿Adulto pandillero con nombre de Mikey?.
El rubio comenzó a reír, apoyaste tus palmas contra su pecho y te separaste un poco para verle. Sus ojos se encontraban achinados de tanto sonreír.
—Si, me gustaron unos cuantos apodos.— afirmó calmando su risa. Parecía que casi nunca lo hacía, eso te apenó, la verdad se veía aún más guapo sonriendo.
—O simplemente Mikey.— finalizaste. El rubio asintió al "apodo".
Ambos se sonrieron y te acomodaste mejor sobre su pelvis. Mikey acarició tu cintura con delicadeza, su mirada recorría cada pulgada de lo que dejaba al descubierto tu ropa.
—Ven aquí.— estiró sus labios. Te inclinaste para besarle, un beso corto tras otro para luego comenzar uno más intenso.
Mikey se encargó de sacar prenda por prenda de tu cuerpo. Pequeñas sonrisas se les escapaban de vez en cuando, sus manos tocaron toda la longitud de tu cuerpo con suavidad, sin apuro alguno.
Luego de él apreciarte por bastante rato te decidiste a desabrochar su camisa. Mikey odiaba utilizarla pero debía hacerlo de vez en cuando. Su ropa salió volando hasta el piso y ambos se prepararon para su primera vez juntos.
Pensaste qué tal vez soltaría una que otra grosería en medio del acto lujurioso como los demás, pero no. Mikey simplemente se mantuvo atento a cada cosa que hacías o decías.
Se mantuvo susurrando cosas mínimas, elogiándote más que nada.
Aunque asi se asustó en el momento en el que ambos quedaron cansados sobre la cama y él comenzó a sentir un sentimiento de calma en conjunto a un cosquilleo que nació cuando te observo detenidamente.
Mariposas decían que eran. Emma se lo había mencionado un par de veces.
Eso no dejó dormir a Mikey. No el hecho de que al otro día debiese seguir siendo un delincuente más dentro de una pandilla, ni menos los tratos ilegales que debía cerrar, aquel sentimiento fue el que le dejó despierto toda la noche.
—¿Que...— Smiley siguió besando tu boca.— pasa...?— el de cabello lacio sonrió antes de morder tu labio ligeramente.— Auch.— lamió donde había mordido para aliviar el dolor.
—Hace bastante que no me mimas, pequeña.— aquel susurro aterciopelado lo soltó contra tu boca, rozo sus labios con lujuria. Una de sus manos se coló bajo tu falda y agarró tu trasero, apretándolo.
—Te la pasas en otro mundo, Smiley.— el chico con brutalidad te empujo contra la pared detrás de ti.
—¿Vas a probar hacerlo alguna vez conmigo?— se refería a las drogas claro está. Negaste con la cabeza, no era lo tuyo.— Bueno, me conformaré con tal vez...— su rostro se apego a tu cuello descubierto, beso ahí.— poner un poco aquí y luego inhalarlo, me sentiría mucho mejor si me haces de ayuda.
—Claro, pero aún estamos en medio del pasillo, Smiley.— le recordaste observando alrededor; si estaban liándose en medio del corredor.
Te quedaste callada al ver como Mikey cruzaba el pasillo. Y te congelaste al observar como regresaba y les veía a ambos, por el rabillo del ojo algo había captado su atención y se devolvió únicamente por eso.
Ese molesto cosquilleo volvió a el.
—Smiley.— Mikey se acercó algo dudoso. Sus manos se metieron en los bolsillos de su pantalón, camino fingidamente despreocupado hacia ustedes.
—Estoy ocupado ahora, Mikey.—Smiley se alejó de tu cuello pero siguió con sus manos bajo tu falda. Con algo de sorpresa al ver a Mikey interrumpir aquel momento, dejaste caer tus brazos a cada costado.
—Necesito... Necesito a ________ un momento.— Miraste a Smiley de reojo.— Debo salir y debe ayudarme con algunas cosas.
—¿Tiene que ser ahora?— Smiley retiró sus manos de tu cuerpo. Mikey simplemente asintió, trato de disimular sus celos lo más posible.
En el momento que Smiley te soltó con total pesar y comenzó a caminar lejos de ustedes, Mikey te hizo seguirlo nuevamente.
Lo único que dijo cuando ambos salieron fue que irían a pasear y a por un helado.
El problema fue lo qué pasó después.
Un golpe alcanzó de lleno tu mejilla. Tu rostro se giró hacia un costado y de la sangre que comenzó a concentrarse en tu boca fue que despertaste de la inconsciencia.
—Dije que no debían golpearla, ¿Hablo en ruso o que?— una figura femenina apareció frente a tus ojos. A pesar de tu visión borrosa pudiste ver la palma de la chica moviéndose frente a tu rostro.— ¿estás despierta?
—¿Qué pas-a?— susurraste con pocas fuerzas. Te removiste inquieta pero no podías ponerte de pie siquiera, no solo por tu aturdimiento sino también ya que estabas atada.
—Oh ya despertaste, genial.— Te enderezaste en la silla y buscaste el rostro de la chica.— Disculpa por atarte, no te conozco y no quiero ser apuñalada o algo así.
—¿Que mierda contigo?— soltaste cuando tu visión se aclaró completamente.— ¿Que hago atada?
Un recuerdo fugaz pasó por tu cabeza.
—¿Que ocurrió con Mikey?— tu voz se tiñó en preocupación y miraste con odio a la chica frente a ti.— ¿Le hiciste algo?
—Relájate, me costo separarte de él pero al fin lo logré, uf.— la chica se alejó un poco de ti, sonrió ampliamente.— No te preocupes, está bien.
Pudiste suspirar aliviada ante aquello y desviaste tu mirada de ella para observar a los demás presentes en la habitación. Sus caras eran conocidas para ti, ellos eran los integrantes de la pandilla que estaba amenazando a la ToMan.
—Sin duda son unos locos, ¿por qué me secuestraron?—te removiste una vez más de la silla. Tus pies también los trataste de mover con brusquedad, las sogas no dejabas que te movieras ni un centímetro, estaban totalmente apretadas en tu piel.
—Quédate quieta de una vez.— mandó de mala forma el de trenzas que mantenía una paleta en su boca. Le viste con duda y seguiste moviéndote.
—Que idiota.— se lamentó el de cicatriz en voz baja. Las tres personas miraban como tratabas de salirte de las cuerdas.
—Bueno, iré al grano.— La chica acercó una silla hasta quedar frente a ti. Se sentó con total paciencia y bajo el gorro de la chaqueta que mantenía oculto un poco su cabello.— Soy Senju, un gusto.
—...— te mantuviste callada.
—Fuentes confiables nos dijeron que eras algo así como... mmm...— fingió pensar.— la chica de compañía de la ToMan, la única realmente cercana a ellos.— entreabriste la boca ligeramente y sentiste correr un pequeño camino de sangre por la orilla, este manchó tu mentón.
Detrás de ti habían más personas. Ninguno de los que veías en ese instante era el que te había golpeado, los dos chicos estaban bastante ocupados jugando a las cartas.
—Algo así como la puta personal.— soltó alguien desconocido para ti. Senju movió la cabeza de un lado a otro, pensando si afirmarlo.
—Wow, ¿Te das cuenta de la reputación que tienes, _______?— la albina habló acercando su rostro un poco a ti.— eso me da un poco que lastima... Pero de todas formas la pandilla en la que estás metida ha hecho muchas cosas ilegales, asuntos totalmente inhumanos, no me debería dar lastima alguien que esté con ellos.
—Ajá.— soltaste observándole de pies a cabeza. Se veía más joven que tú, eso te extrañó bastante.
—Aún así, yo que tú me busco otro trabajo.— La chica emitió una mueca y siguió acercándose poco a poco a ti.— me daría vergüenza pertenecer de cierta forma a una pandilla de mala clase. ¿En serio te acuestas con los líderes?, te compadezco amiga.
Mordiste tu lengua con cierta rabia, te estaba provocando demasiado.
Acercaste tu rostro al de ella y tu boca casi rozó con la suya. Senju se separó algo asustada de tu movimiento tan repentino y brusco.
—¿Me ves quejándome?— emitiste sin vergüenza alguna. Escuchaste una carcajada proveniente del hombre que mantenía la paleta en su boca.
—Iré al punto. Necesitaba que los otros se preocupen un poco y bajen la guardia, mi intención no es dañarte ni nada por el estilo.— Senju comenzó a hablar nuevamente.— ¿podrías cooperar?, te dejaré regresar con ellos si así quieres pero necesito información de la ToMan.
—Se que hacen cosas malas, estoy al tanto de todo.— respondiste ya dejándote caer en la silla, relajándote un poco.— pero me caen genial, y créeme que si pagan muy bien también.
Tu comentario irritó a Senju.
—Y si soy una estupida, también dime ese insulto que dijeron antes detrás de mi.— recordaste sonriéndole.— pero de todas formas, si no es la ToMan, será otra pandilla la que querrá adueñarse de la ciudad. En lo personal, soy tan egoísta que prefiero estar como estoy ahora. No voy a joder a los chicos para mantener una buena convivencia momentánea.
—¿En serio piensas así?.— se estaba enfadando poco a poco. No entendía tus razones.
—Senju, me importa un bledo lo que quieres lograr.— sus ojos eran muy bonitos, tanto como ella. Era una pena que quisiera destruir a tus amigos, sobretodo a Mikey.— no cuentes conmigo. Mi vida me gusta y ya, a pesar de mi maldita reputación.
—Estas igual de jodida que ellos.— se levantó de la silla bruscamente y buscó alejarse de ti.
—Salud por eso.— te burlaste un poco aún en tu situación.
Senju comenzó a hablar con él de cicatriz en voz baja, susurros iban y venían.
— Si tanto quieres hacer las cosas bien no entiendo el porqué me tienes así atada, prácticamente me secuestraste.— reíste sin gracia alguna.— te juro que si me hubieses enviado un mensaje de texto para que conversemos, hubiésemos ido hasta a una cafetería a hablar.
No era una mala chica. Pero tú no ibas a traicionar a nadie, mucho menos a las personas que incluso te dieron un departamento y se acercaron a ti no solo mediante el especial trabajo. Al final de cuentas, los considerabas tus amigos.
Si estabas algo ciega tal vez, por eso dejabas pasar sus malos actos.
—Plan b entones.— escuchaste como habló el de cicatriz. Senju le observo sin expresión alguna.
Esperaste pacientemente a lo próximo que harían, aún pensando en que estarán haciendo los demás al saber de tu ausencia.
Jajaja nada que ver pero me dio mucha risa esto :)
No murió gente, ya despertó
Rindo ni aparece aquí pero AAAAAAAAAAAA
@oniku_mrmr créditos
Lloremos
JAJAJAJAJJAJAJSJJAJAJSJSJAJAJAJJAJAJA NEMOKENCHIN
Senju es una diosa, la verdad no quería ponerla de mala aquí MSKJDJDJDN
Tod@s somos koko
Eje
J
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