2. Conociendo al novio de su hija
Se que alguien me pidió este escenario pero no recuerdo su user :c
Pero aquí está, disfrútenlo... ah y al Baji de arriba también :D
Takashi Mitsuya
Mitsuya invitó a pasar a él novio de su hija a la sala, tu pareja te hizo una seña y te dedicó una sonrisa a lo que entendiste, dejándolo a solas con el chico. Por otro lado, tu hija estaba mordiéndose las uñas en la puerta de entrada.
Te escabulliste a la puerta de la cocina que quedaba junto a la sala, para escuchar la conversación. Sin duda tu curiosidad te gano.
—A ver...—sentiste como se aclaró la garganta y se acomodó en el sofá ya que este rechinó un poco.—Tú debes ser n/n/h (nombre del novio de su hija).— no escuchaste sonido alguno pero dedujiste que asintió el pobre chico, que según viste cuando Mitsuya le invitó a pasar, se puso a transpirar horriblemente.— si, mi hija me ha hablado mucho de ti, ya quería conocerte.
—¿en... en serio?.— la tímida voz del chico de escucho y tu tapaste tu boca para no sonreír
—Si bueno, es algo habladora a veces, lo heredo de su madre.—soltó unas cuantas risas roncas y le siguió una más bajita, del chico.— Espero que lo estén llevando bien, una relación sana, no quiero ver a mi niña sufrir por otra persona.— hasta en donde estabas juraste escuchar como trago saliva n/n/h, cuando quería, Mitsuya podía sonar peligroso.— ¿La estás tratando bien, no?
—Claro que si señor, yo nunca la haría sufrir.—espero y sea así piojoso, murmuraste para ti misma.
—Te creeré, pero te diré algo, un detalle o más bien una advertencia.— escuchaste nuevamente el sonido del sofá, más que seguro Mitsuya se inclinó hacia el pobre chico.—Si alguna vez, aunque sea por un minuto, veo que mi bebe está llorando... si veo rastro de una sola gota en sus ojos, te aseguro que no te querré ver.— cuando se ponía en esa faceta, te estremecías toda, lo aceptabas.— y en caso de que te aparezcas en mi vista...
Quedó todo en total silencio, ya podías imaginar la mirada que le hecho a el novio de tu hija.
—Le juro que no pasará... yo quiero a su hija demasiado.—Quisiste chillar de lo orgullosa que estabas, Mitsuya rio algo aliviado y al asomar un ojo viste como tu pareja le dio palmadas en la espalda
—Está bien, ahora anda con mi hija sino luego me regañara de que te amenace de más.— ambos se levantaron y tú rápidamente te acercaste a ellos, con una sonrisa.
—Heeey, ¿todo bien?.— entrelazaste tus manos delante de ti.
—Claro que si, amor.—Mitsuya único una mano en tu cintura, envolviéndote, y te dejo un leve beso en los labios
—Mamá, papá, ya nos vamos...— su hija agarro la mano de su novio y salieron por la puerta, Mitsuya tosió falsamente y está se giró con una mueca divertida.— adiós, los amo.— se acercó y les dejo un beso a cada uno en la mejilla.
—Sin duda, tu faceta de padre sobre protector te hace más guapo de lo que eres.— le codeaste divertida, Mitsuya volteó su cabeza a verte y se lanzó a llenarte de besos por todo el rostro.
Manjiro Sano
—Mikey, ya sal de la cocina por favor.—golpeaste la puerta de esta y escuchaste un grito desde adentro
—¡Tengo que comer para calmar mis ansias de matarlo!.— negaste con la cabeza y moviste la manilla de la puerta
—Deja de hacer berrinche frente a nuestra Hija.— a los segundos se abrió la puerta y Mikey apareció, tenía un poco de salsa a un costado de su boca y al percatarse se la limpio con la lengua.— hasta que al fin sales.
—Bien, ¿Donde está el bastardo?.— agarró tu mano para llevarlos a ambos a la puerta
—¡Papá!, no empieces.— su hija se puso frente a la puerta antes de que tu pareja la abriera.— por favooor, al menos no le cuentes que eras líder de una pandilla cuando eras joven, se va a asustar.
—Por precaución, debería saberlo.— giró su rostro para verte.—¿Cierto, amor?.—le respondiste negando con la cabeza a lo que Mikey refunfuñó y soltó tu mano.—Bien, al idiota no le contaré nada de eso, abre la puerta hija.— le pegaste un manotazo en su brazo y el rápidamente tomó tu mano nuevamente, entrelazándola.
Tu hija suspiro y se dio la vuelta para abrir la puerta, ahí se encontraba hace un buen rato un joven que en su frente decía poco menos estoy jodidamente asustado
—Mamá, Papá, este es n/n/h.— su hija se puso a su lado y agarró su mano. Mikey no dijo nada, solo le observó directamente a los ojos.
—¡Hola!, es un gusto al fin conocerte, nuestra hija nos ha hablado maravillas de ti.— le sonreíste amablemente y estrechaste tu mano con la suya. Le diste un pisotón al pie de tu pareja para que haga lo mismo, soltó un quejido y también le estrechó la mano al asustado chico.
—Yo este... si les soy sincero estoy algo nervioso.— el chico le echo un vistazo a Mikey de reojo, luego volvió su vista hacia ti.— es que ver a el invencible Mikey en persona, es mucha presión
Abriste la boca ligeramente y alzaste ambas cejas, Mikey a tu lado soltó una risa algo fuerte
—Oh miren, soy famoso.— tu hija se tapo la cara con ambas manos, mirando hacia abajo.— ¿Que te han contado de mi, chico?
—Usted es una Leyenda, señor.— el chico poco a poco se le fue esfumando los nervios, y Mikey cada vez más aumentaba su ego.— Siempre dicen que es el más fuerte, hasta la actualidad ningún pandillero se ha comparado con usted.
—Te dije Hija, y nunca me creíste.— Mikey le saco burla a su hija mientras subía y bajaba las cejas algo burlón.
Le hiciste una seña a tu hija con la mano y entraron al salón, Mikey y el chico se quedaron conversando alegremente del pasado de Mikey y su actual reputación. Al final, quedaron casi como amigos.
Keisuke Baji
—Ya sabes, nada de llegar a las 11 de la noche, estaré en la puerta esperándote.— Baji iba siguiendo a tu hija escaleras abajo, tú les mirabas desde abajo
—Lo se papá, no es necesario que me lo repitas veinte veces.— tu hija se colocó la chaqueta y hizo ademán de abrir la puerta, tú pareja puso una mano en esta, cerrándola.
—Déjame hablar con el primero.— Baji tenía una mueca tensa en su rostro, casi te reíste por su actuar
—No, Papá ya basta.— tu hija volvió a mover la manilla pero no cedió
—Unos minutos, no le diré nada malo.— mostró una sonrisa fingida a lo que tú soltaste una carcajada.—Linda, tú no te rías, ¿si?.
—Me calló, ya me callo.— levantaste la mano, indicando que no te burlarías. Aunque claramente seguiste riéndote bajito.
—Mamá.— tu hija te llamo y te acercaste a ambos.—Vigila que no diga nada malo, por favor.
Asentiste y su hija fue al comedor para esperar, Keisuke se acomodó la camisa que traía puesta y abrió la puerta, tú te colocaste a un lado de él.
—Oh, Hola señor y señora Baji... ¿Su hija estará en casa?.— el joven frente a ustedes traía unas rosas en su mano, y Keisuke llevó su mano a la boca, para no mostrar la risota que casi soltó.
—Hola!, tú debes ser n/n/h, al fin podemos conocerte, nuestra hija siempre habla estupendo de ti.— le sonreíste ampliamente y el estrecho tu mano.
—Bueno, a mi no me ha hablado de ti.— negaste y bufaste cansada, Keisuke cuando termino de hablar se cruzó de brazos y se enderezó en su lugar.
Volteaste la cabeza a su dirección y le fulminaste con la mirada
—Está bromeando, jajaja tu suegro es muy gracioso.— soltaste risas fingidas y algo incomodas, el chico estaba transpirando de los nervios.— mi hija siempre me habla de lo buen chico que eres, ya estaba esperando conocerte.
—Con gusto podríamos quedar un día para conversar en familia.— lo último lo tartamudeó y aplanaste tus labios, en una risa incómoda.
—Si aja, luego quedamos para tomar un té... Chico, dime ¿qué intenciones tienes con mi hijita?.—Baji puso ese tono de voz, agregándole que iba con el cabello suelto y aún largo, se veía intimidante por montón.
—Yo... nada en mal plan, quiero mucho a su hija y solo quiero hacerla feliz.— murmuró el acusado. Keisuke soltó un bufido y una sonrisa irónica
—Si supieras cuantas veces dije eso a tu edad.— le diste un palmetazo algo fuerte en su brazo y el se quejó, te miro y sobó su brazo.— que bruta, cielo. Relájate...
—Ya deja de asustar al pobre chico.— la mirada que le lanzaste le hizo congelar y soltó una risilla nerviosa, se rascó la nuca
—Bien, ya paro.— le hecho un vistazo al joven.— Cuídala, si no, te castro.— le apunto con el dedo índice y el chico palideció
—¡Hija, ya ven!.— su hija apareció casi por arte de magia y saludó a su novio con un beso en los labios
—Epa, no se den besos frente a mi y tu madre, solo nosotros podemos besarnos.— Baji agarro tu cara con ambas manos y te dejo un sonoro beso. Cuando se separó quedaste algo sonrojada, tu hija les miro feo y su novio desvió la mirada algo nervioso.—Ya váyanse, si llegan tarde a ambos los regañaré, sobre todo a ti.— apunto al joven que abrió los ojos asustado.
Takemichi Hanagaki
—Amor, cálmate ¿si?.— le hiciste un leve masaje a sus hombros y el tartamudeo
—Es que, conoceré al novio de mi hija, mi niñita.— Takemichi sollozó levemente mientras se tapaba los ojos.— me la va a quitar, ________.
—No digas eso, no va a quitarte nada, Takemichi.— seguiste con el masaje y te sobresaltaste cuando sentiste a tu hija bajar las escaleras rápidamente.— cuidado, sin caerse
—Mamá, estoy nerviosa, muy nerviosa.— tu hija fue al salón y movió todos los cojines del sofá.— se me perdió hasta el celular, ¡no se donde está!.— lloriqueo mientras hacía un caos
—Hija, cálmate, debe estar en tu habitación.— Takemichi se acercó a su hija, forzando una expresión sería, para que no se notara que hace un rato estaba casi llorando.
—No está papi, YA LO BUSQUE Y NO ESTÁ.— a su hija se le aguaron los ojos y Takemichi le hizo cariño en el pelo.
—Hija, está en tu bolsillo trasero.— murmuraste apuntando el celular.
—Oh...— lo sacó del bolsillo y soltó un grito de alegria, Takemichi se sobresaltó
—Bien ya es hora, tu novio está esperando fuera, ya toco un par de veces el timbre y tu padre le dio nervios salir solo.— fuiste hacia la puerta con tu pareja y tu hija siguiéndote
—Inhala y exhala papá.— tu hija le dio ánimos.
Abriste la puerta y Takemichi se colocó a tu lado, su hija salió de la casa y saludó a su novio con un beso en la mejilla, quedó totalmente sonrojada y el joven abrió los ojos sorprendido
—Hola... ustedes deben ser los padres de n/h (nombre de la hija).—asentiste con una sonrisa y de reojo viste como Takemichi tenía su faceta de papá serio pero tenso.
—Un gusto, nuestra hija nos ha hablado bastante de ti.— comentaste y el chico sonrió algo nervioso
—Espero que cosas buenas.— murmuro, a lo que tú hija desvió la mirada hacia el suelo
—No para de hablar de ti en ningún momento, espero que seas como ha dicho.—Takemichi le miro con una ceja alzada, aún con su faceta de papi serio.
—Yo... si.— asintió nervioso y bajo la mirada
—Bien, entonces ya váyanse que se les hará tarde.—Takemichi tomo tu mano para buscar algo de apoyo.
—Claro señor, señora, gracias.— el chico se inclinó un poco y se dio vuelta tomando la mano de su hija.
—Hey.— Takemichi alzó un poco la voz, ambos jóvenes se giraron a la vez y tu pareja fue a encontrarlos, al estar frente a él novio de tu hija colocó una de sus manos en su hombro.—De hombre a hombre, cuida a mi niña. Tal vez me ves algo descuidado, pero de joven partí muchas caras... me caíste bien, así que no lo arruines Muchacho.
Sonreíste desde donde estabas y luego de que se despidieran, Takemichi volvió hasta ti y te abrazo.
—Me salió rudo, que irónico.— le palmeaste la espalda y con una mano acariciaste su cabello.— eso si, mentí un poco, ahora me siento mal.
Chifuyu Matsuno
Tu pareja estaba jugando videojuegos en la sala de estar, recostado en el sofá.
—Mamá, n/n/h ya viene a recogerme...— tu hija se paro a tu lado algo nerviosa, con su mano arrugo parte de su camiseta mientras se mordía el labio.
—Está bien hija, anda a avisarle a tu papá que de seguro ya se olvidó al estar insultando tanto a Takemichi por el micrófono.— hiciste una mueca y tu hija sonrió
—¡Papá, ya me voy!.— tu hija tomó su bolso y fue a la puerta.
En un suspiro sentiste como el control del mando salió volando y golpeó el piso, Chifuyu abrazo a tu hija por la espalda y la retuvo en su lugar
—Noooooooo, no estoy preparado.— la joven se carcajeó y alcanzó la manilla.— ni pienses que te dejaré ir así como así
—Papá, me está esperando a fuera...— fuiste a ayudar a tu hija y tironeaste a Chifuyu de la camiseta para que la suelte
—Aún no, quédate un poco.— se fue arrastrando hacia abajo y se agarró de la pierna de su hija.
—Ya Chifuyu, Takemichi debe estar escuchándote por el micrófono.— le diste unos golpes con tu pie en su muslo.
—Que se joda, n/h no te vayas, ese hijo de perra no te merece.— te reíste fuertemente y tu hija se sonrojó de la rabia
—Pero si ni siquiera le conoces.— ella tironeo su pierna para que le suelte, abrió la puerta de la casa y Chifuyu al darse cuenta de la vergüenza que podría pasar si lo ven así, se paro en un instante y se hizo el desentendido, silbando hacia un lado.
— Mamá, ven a conocerlo.— tu hija tomó tu mano y te guió fuera, donde irónicamente su novio estaba sobre una moto.
El chico dejo el casco a un lado y dejando la moto estacionada, empezó a caminar hacia la casa, parando cuando llego hacia donde ustedes estaban.
—Hola.— el chico sonrió algo nervioso y se sobresaltó cuando Chifuyu llegó y se interpuso entre él y ustedes
—Tú... ¿tu nombre?.— Chifuyu se puso en medio de ti y de su hija, abrazándolas por los hombros
— Soy n/n/h es un placer conocerlo, señor Matsuno... igualmente a usted señora Matsuno.— les dedico una sonrisa gentil y tu hija dio un suspiro enamorado.
—Mmmh.— Chifuyu le miró de arriba a abajo, inspeccionado.— veo que manejas una moto
—Así es señor, la tengo hace ya bastante tiempo.— el chico mostró una sonrisa que dejo al descubierto sus dientes.
—Ah... hace tiempo no me subo a una de esas, si te cuento algo.— soltaste un ay no...—Casi a tu edad, estaba en una pandilla de motociclistas, así de rudo.
—Oh eso es genial.— el fijo su atención en Chifuyu, al parecer pensó que conectaron bien
—Exacto, así que ya sabes, mi vieja moto aún está en el garage así que si le haces algo a mi hijita, te la paso por encima, ¿capichi?— Chifuyu sonrió ampliamente a la vez que pasaba una de sus manos por su cabello algo corto.
—E-h s-i.— asintió ferozmente con la cabeza el chico y Chifuyu soltó una risita diabólica
—Genial, que bueno entendernos... iré a seguir con la partida Hija, cuídense.— se dio media vuelta y le dejo un beso a su hija en la frente.— Amor, ven a hacerme compañía.— te murmuro bajito cuando paso por tu lado
—Bien hija, adiós.— dejaste un beso en su mejilla y de su novio te despediste con la mano, fuiste rápidamente a encontrarte con Chifuyu.
Nahoya Kawata
—Cariño, me estás asustando.— Tu chico estaba sentado en el sofá, mirando a la pared con su típica expresión sonriente. Pero en sus ojos, se veía que quería golpear a alguien.
—No pasa nada, no me pasa nada.— su mirada aún fija en la pared, sus manos en sus rodillas haciendo algo de fuerza.—Digo, ven aquí mi amor.— levantó su mirada y extendió sus brazos, fuiste hacia él y él te colocó en su regazo y te abrazo por la cintura.—Si estás aquí, ya me voy relajando.
—Eres todo un caso Nahoya.— le sonreíste y el suavizo la expresión de su rostro para luego dejarte un besito en la punta de la nariz
—¡Mamá, Papá, ya me tengo que ir!.— su hija apareció detrás del sofá y fue a la puerta, esta estaba de espaldas a Smiley así que solo tú pudiste ver a tu hija.
—Hija, dile que pase un momento.—Smiley acarició tu cintura y movió su cuello, haciéndolo sonar.
—¿Le dirás algo, papá?.— puso una mueca y tú observaste a Smiley para ver qué tramaba
—Solo le dire que tengan cuidado, dile que pase.— volteo un poco su cabeza para mostrarle una sonrisa de oreja a oreja, para demostrar que no estaba mintiendo.
—Está bien...—Tu hija abrió la puerta y le hizo una seña a su novio, este paso unos metros, aún sin entrar a el salón Smiley habló
—¿Eres el novio de mi hija?.—Smiley ni se volteo a verlo, en cambio sujeto tu mano entre las suyas
—Si señor, yo soy n/n/h.—Smiley volteo un poco el rostro y de reojo le vio
—Está bien, al menos no pareces un criminal.— soltó una broma y rio posterior a esta.— dejare que salga hoy, pero debes traerla a casa sana y salva, antes de las 11.— separó por unos instantes su mano que estaba en las tuyas y le apunto con el dedo.— ni un segundo después.
—Si señor...— el chico te miro y al ver que le sonreíste, él te saludó con la mano.— yo... le prometo que estaré aquí antes de las 11
—Genial chico, hija tu...—apunto a la chica que hasta entonces se había mantenido callada.— envíame un mensaje con el lugar donde estes, y notifícame a cada hora, sino iré a buscarte yo mismo.
Ella asintió repetidas veces
—Genial.— bajo la mano y volvió a colocarla entre las tuyas.— diviértanse, no más de la cuenta pero háganlo.
Ambos se despidieron y salieron de la casa. Tú abriste la boca únicamente para reírte por la actitud nueva de Smiley frente a su rayito de sol, como solía llamarle de pequeña
—Esa niña... debería dejar de crecer.— Smiley rio junto contigo a la vez que colocaba un leve beso en tu frente.
Ken Ryuguji
—Procesemos el plan.—Draken se acercó a tu oído y murmuro bajito.—nos presentaremos como papás normales.—susurraste un si somos papás normales a lo que te ignoro.— luego yo le contaré que de joven andaba en moto, para verme cool y tú cielo, debes acordarte que justo mi "ropa" termino de secarse, irás a buscar el uniforme de la ToMan, y listo.—parpadeaste.— así se cagara encima, lo sé.
—Ok... ¿entonces vas a intimidarlo con eso?
—Claro, es un plan que sin duda no va a fallar.— te sonrió y dejo un rápido beso en tus labios.— ahora me prepararé para saber que decir sin que suene tan... raro
—Aja, como digas, Draken.— ambos saltaron en su lugar cuando su hija se tiro escaleras abajo, desde el barandal de esta.
—Ya me vooooy, adiós.— fue corriendo a la puerta a lo que Draken corrió para alcanzarla y ponerse sobre la puerta
—Alto jovencita, yo y tú madre vamos a conocer al muchacho.— su hija dio grititos frustrados pero asintió con la cabeza.
Apenas tocaron el timbre, Draken abrió la puerta de golpe.
—Hey, tú debes ser n/n/h hombre, qué bajito eres.— quisiste golpear tu frente contra la puerta. Tu hija regaño a su padre y salió de casa para colocarse a un lado de chico, que por cierto dejo de respirar al ver a Draken
—Hey, Hola, jajaja, bueno...— trataste de aligerar el ambiente y recordaste el plan de tu pareja.
—¿Te cuento algo?.— el chico abrió la boca pero le interrumpió.— Bueno te lo diré de todas formas, yo a tu edad era muy popular con las chicas, tan solo por andar en moto...— el chico se quedó quieto procesando la información y esbozó una sonrisa. Mientras contestaba Draken te miro de reojo.
—oh... Cariño, casi se me olvida.— te hiciste la desentendida y fuiste al comedor donde estaba la chaqueta de Draken, la cual salía hasta el logo de la ToMan. Regresaste a la puerta de entrada y le tendiste la prenda de vestir.—Tu chaqueta ya está seca.
—Oh, que coincidencia, gracias linda.— Draken tomó la chaqueta entre sus manos y la estiro, mostrando para nada disimuladamente el logo que estaba en la parte trasera y las mangas.— esta es mi reliquia, de cuando pertenecía a la Tojio Manji Gang.— sacudió la chaqueta en el aire para hacer más énfasis en que la observé bien.
—Oh ya veo... si he... si he oído de esa pandilla de hace unos años atrás.— el chico balbuceó un poco y pudiste observar como Draken sonreía de lado, satisfecho.
—Que bien que se hable de nosotros, a pesar del tiempo el pertenecer y ser el segundo al mando me dejo varias enseñanzas.— puso la chaqueta en uno de sus brazos y hizo una mueca realmente falsa de que se acordó de algo.— oh mira, incluso tengo una cicatriz aquí.— levantó un poco su camiseta y le mostró la cicatriz de una apuñalada que le dieron en uno de los tantos conflictos entre pandillas.— dolió como la mierda, pero soy más resistente que una piedra.
—Si claro.— tu hija que estaba únicamente observando algo enfadada habló .— como dicen por ahí, hierba mala nunca muere.
Draken bajo la camiseta y le miro mal.
—Bueno... entonces ya váyanse, se les hará tarde.— poco menos y los echaste, a lo que ambos se despidieron de ti y Draken con la mano.
—¿Crees que funcionó?.— el chico a tu lado murmuro ilusionado
—Si cariño, se hizo pis encima del miedo.— cerraste la puerta y Draken soltó una gran afirmación, casi gritando que llamara a Mikey y le contará.
Hakkai Shiba
—Ok hija ten algo de dinero por si acaso.— estabas junto a Hakkai en la entrada de la casa, este le dio unos billetes a su hija.— aunque debiese pagar él.— hizo un gesto con su cabeza a él novio de su hija que estaba detrás de ella.— pero bueno, uno nunca sabe.— soltaste una risa y tu hombre te volteo a ver esbozando una sonrisa tensa
—Está bien papá... no tienes que preocuparte tanto.— murmuro tu hija algo incomoda.
—Shh, además, n/n/h, no te conozco pero confiare en que cuidarás a mi hija... si la traes sin ningún rasguño, tal vez y considere aceptarte como nuero.— Hakkai esbozó una sonrisa amable y el otro chico asintió algo más relajado.
—Bien, digo lo mismo que Hakkai, cuida de mi hija si no yo misma te golpeo.— le advertiste al chico, que trago saliva.— y cariño...— miraste a Hakkai de reojo.— es yerno, no nuero.— soltó un ah ok.— adiós cielo.— te despediste de tu hija con un beso en su frente y Hakkai repitió tu acción, mientras con un brazo abrazaba tu cintura cariñosamente.
—Adiós, los amo.— tu y Hakkai sonrieron ampliamente al verla alejarse la mano con el chico que según su apariencia, podrías apostar que era uno de los buenos.
—Ese pedazo de... espero y no sea como lo eran mis amigos a su edad.— Hakkai soltó algo enfadado, a pesar de ser tan amable y gentil, con respecto a algo con su hija era algo bravo.— sino, llamaría a Mikey para que le de una paliza.
—Relájate, estarán bien.— le diste un beso en su mejilla y él te sonrió complacido.
Seishu Inui
Estabas en la puerta de entrada junto a Inui, frente a ustedes tú hija y su novio, estos últimos algo tensos.
—Mírame a los ojos, idiota.— Tu pareja soltó brusco.— no a mi jodida quemadura.— el chico que estaba al lado de tu hija abrió los ojos asustando y balbuceó incoherencias
—jajaja.— reíste de los puros nervios y te agarraste del brazo de Inui, él te volteo a ver y relajó su expresión.—bueno, espero que cuides a nuestra hija, que no le suceda nada, ¿está bien?
—Por supuesto, la protegeré con mi vida.— el chico asintió confiado y agarró la mano de tu hija.
Inui bajo su vista hasta las manos entrelazadas y el joven la soltó de inmediato, ganándose una queja de tu hija
—lo siento.—le murmuro a ella y volvió a tomar su mano, tú sonreíste complacida y le diste un beso en la mejilla a Inui
—Bueno, ya deberían marcharse, se les hará tarde y tu padre dijo que debías estar antes de las 11 aquí, hija.— Inui asintió y su mano fue a la tuya, acariciandola.
—Cuídate hija, cualquier inconveniente me llamas, estaré despierto hasta que llegues.— Inui hablo alzando un poco la voz. Su hija y su novio se despidieron con la mano y fueron caminando hacia el vehículo del chico.
—Inui, era innecesario el insulto.— aún observando cómo se perdían por la calle
—¿Pero viste como miraba mi quemadura?, que desubicado.— se le pasó totalmente su enojo y negó con la cabeza, tenía suavizado su rostro cuando giró a mirarte.
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