12. Halloween 2.0

No es continuación del anterior "Halloween".


—Wow...

—No es solo "wow", es EL wow...— corrigió Kazutora.

—ES UNA MAID.— gritó Chifuyu a boca abierta. Sus manos sujetaron su cabeza.— ERES UNA MAID, _________.

—SI, CHIFUYU. TU ME AYUDASTE A ELEGIRLO.— gritaste siguiéndole el juego. El rubio se arrodilló frente a ti e hizo alabanzas, sus brazos de arriba hacia abajo y su cabeza pegada al suelo.

Claramente estaba exagerando.

—AHORA USTEDES.— todos carraspearon y prestaron atención a lo que les dirías. Sólo tú traías disfraz y ellos no, ahora era su turno.— Ya hablamos de lo disfraces, no se hagan los idiotas y pónganselos.

—Mmm, ________, tu idea de disfraces no me agradó nunca.— confesó Mikey. Su ceño se frunció levemente al igual que su boca.— Solo tú te veras bonita.

—Yo quería este año probar el disfraz de Adán.— confesó Baji. Chifuyu le miró con sus ojos entrecerrados, una mueca de confusión total.

—¿Cual Adán?

—El Adán, el que tiene sólo una hojita.

—Que... Mierda.— Chifuyu simplemente negó con la cabeza. Baji esta vez le vio de mala manera a cómo reaccionó.

—Al menos sé que mi vestido es el más bonito de todos.— Takemichi hizo un mini baile de la victoria moviendo sus brazos de un lado a otro.

—Aún no entiendo, ¿de qué se supone que iremos disfrazados?— Preguntó Angry. Tu amigo te observó con atención para que le respondas aquella pregunta.

—Emmm...

—De nada, básicamente _______ eligió nuestros vestidos así que pregúntale a ella.— Explicó Draken. El aún te lanzaba miradas recriminatorias hacia tu persona, alzando una de sus cejas para mayor ímpetu.

—Hicimos un trato.— Les recordaste comenzando a caminar al ropero.— Recuerden que me dijeron explícitamente: Si le pegas una patada en el trasero a Hanma, haremos lo que digas durante una semana. Este es el último día de ESA semana y necesito aprovecharlo.

—¿No lo aprovechaste antes?— Dijo Draken.— Nos disfrazamos todos estos días, incluso salimos a la calle con la temática que decías.

—Y me hacen caso porque son muy buenos amigos.— les sonreíste a todos.— además, todos son leales a su palabra, ninguno iba a negarse siendo que perdieron todos la apuesta.

—Tiene razón.— Opinó Inui. Todos suspiraron profundamente.

Sería deshonra que alguno se niegue. Y claro, viviría repleto de burlas por parte de todos.

—Admito que el martes sí que me veía bien con el disfraz.— habló Chifuyu. Todos le miraron.— niéguenmelo.

Comenzaste a recordar estos últimos días, la ToMan también se dio un momento para pensar en los disfraces que se colocaron por decisión tuya.



Lunes

—PERO NOOOOOOO.— Mikey comenzó a correr detrás de Chifuyu.— ESAS SON MIS SÁBANAS.

—Mikey, necesitamos las sábanas para ser fantasmas, no seas molesto.— Le reclamó Draken, acomodando la sábana sobre él antes de ponerse el bikini que antes habían comprado.

Apenas le cruzó al tener la espalda tan ancha y firme. Draken lo hizo notar con ciertos comentarios, únicamente para presumir.

Algo así como: Oooh, no se abrochan las tiras ¿por qué será?... Ya se, tengo una espalda enorme, si, eso es.

Día lunes, primer día de disfraces elegidos por ti. Elegiste ser fantasmas que irán a la playa.

Fantasmas con trajes de baño.

—Amo esto, te amo ________.— Emma siguió sacando fotos a todos, bueno, más fotos a Draken que a los demás.

—Soy un puto fantasma sexy.—Baji acomodó el bikini rojo.— Alguien denme un maldito lápiz labial rojo para combinar, gracias.

—Pero se marca todo, carajo.— Hakkai se quejó en voz baja, siguió intentando acomodar las bragas del bikini.

—Desventajas de tenerl...— te diste una cachetada.— Tener pito, eso.

Emma a la lejanía te apunto con su dedo índice y sonrió, cómplice de lo que ibas a decir. Repetiste la acción y se quedaron ambas riendo a la par.

—CALZÓN CHINO.— Kazutora gritó cuando le hizo aquella acción a Baji. De inmediato se puso a correr como demente por todo el patio, tu amigo afectado pensó antes de perseguirlo, después de todo ya tenia su disfraz y no quería quedar en ridiculo si se caía en medio de todos.

—ESPERA A QUE TERMINE EL DÍA, MALDITO HIJO DE PERRA.— Gritó Baji a la vez que acariciaba la zona afectada. Al estar junto a él, se apoyó en tu hombro para no caer al suelo a causa del dolor.

—Espero que mañana no se te ocurra algo más loco, ________.— Habló Mitsuya anudando las tiras de su bikini. Al terminar de vestirse se cruzó de brazos con algo de incomodidad.

—Nah, solo esta vez la quise pasar en grande.— sonreíste.

—Creo que la parte de abajo es muy pequeña.— a tu otro lado, Inui estaba con total rabia intentando subir aquella prenda. Reíste cuando comenzó a saltar en un pie para que el otro entre dentro de las bragas.

—Debes colocarla igual, Inui.— Smiley le llamo la atención.— No querrás que todos vean a un fantasma desnudo, ¿verdad?

—Jodete.— rió Inui.





Día martes

—Al menos puedo presumir.— Mikey observo su abdomen descubierto mirando el espejo frente a él. Se veía tierno con el tutu y orejas de conejo.

Era el antifaz con el cuerno de unicornio pero por alguna razón a Mikey le gustó más de conejito.

—Soy un conejo Playboy.— Kazutora comenzó a carcajearse al pensarlo. Nadie le siguió la burla, comenzando con Baji que estaba completamente entretenido inspeccionando sus orejas de conejo.

—¿Por qué tengo una oreja hacia abajo?— te preguntó.— Todos tienen las dos orejitas paradas, menos yo.

—Una se fue. No quiso estar contigo así que prefirió morir y estar agachada.— le explicó Smiley. Baji sacó el antifaz y se lo tiró con fuerza en la cara.

—Aún no entiendo porque quisiste que compremos todos la misma ropa interior rosada.— Draken observó debajo del tutú.— podía haber sido blanca o negra, no se.

—El tutu me gusta.— Chifuyu tocó el material.— es rosado pero de todas formas es bonito. Buena idea, _______.

—Creí que sería tierno tener a todos con tutu y orejas.— observaste a tus amigos, uno por uno. Varios te prestaron atención.— Y lo es pero no sé... Falta algo.

—Espero que ese "algo" no sea que nos pongamos a brincar.— Susurró con temor Angry. Hakkai le miró y luego te vió con terror, esperaba que no les des aquella idea.

—¡Ya se!— fuiste corriendo a tu habitación. Todos te siguieron con la mirada hasta que subiste al segundo piso.

—¿Por qué ella es la única que tiene una camiseta?— Le preguntó Mitsuya a Inui.

—¿Tu que crees?— el rubio le miró con sus brazos cruzados contra su pecho descubierto. Mitsuya tras procesar la información soltó una carcajada.

—¡TARAN!— regresaste con varios lentes oscuros.— Ahora seremos conejos cools, pónganselos.

Al verles ya con su disfraz puesto, pudiste confirmar que este fue uno de tus días favoritos.



Miércoles



—Está vez si que pensé en ustedes.— Aclaraste completamente sudada.— Deberían agradecerme.

—AMO SER UN DINOSAURIO.— Gritó repetidas veces Mikey mientras corría cuesta abajo. Takemichi le siguió cada paso, ambos con su disfraz gigante de dinosaurio inflable.

—PATADA VOLADORA.— Baji tomó impulso y luego corrió para alcanzar a Kazutora y patearle por la espalda. Tu pobre amigo salió volando y quedó flotando en el suelo, el disfraz impedía que se golpeara del todo.

—Uh, eso se ve divertido, Baji.— Chifuyu vio aquel acto como algo majestuoso y procedió a hacerlo.

¿A quien? A Baji. El rubio también corrió en su dirección y levantó el pie del dinosaurio directo al culo del pelinegro.

—Muchas patadas por aquí y allá pero vengan, veamos si pueden ser tan geniales como yo y andan en bicicleta con disfraz.— Mitsuya pedaleo más rápido.— Novatos.

—AHORA, PAH.— PeYan movió su mano para llamar a tu otro amigo. Ambos frente al otro.— 1... 2... 3.

Ellos dos se habían incluido solos en este día, les encantó la idea de estar dentro de un dinosaurio.

Ambos corrieron para impactarse contra el otro. Las caras del dinosaurio al chocar casi se deformaron.

—No rompan los disfraces o tendremos que pagarlos.— Les recordaste caminando a paso lento, tu ya ibas casi ahogada en comparación con los demás. El caminar y andar con este tipo de disfraz era difícil.

—Mira _______, mueve la cintura.— miraste como Smiley giraba sus caderas y pelvis, al tener el disfraz se veía demasiado gracioso.— Se siente raro, jajajaja.

—Pero Inui, ¿Que haces dando vueltas?— le llamaste la atención a tu otro amigo. Era bonito ver como se divertían al menos.

Al poco tiempo de su común paseo, varias personas que iban pasando comenzaron a sacarles fotos a todos ustedes. Tus amigos claramente dieron un espectáculo digno de ver, comenzando a pelearse entre sí o a bailar.


Jueves

—Amo que todos seamos Spiderman.— Inui toco el material que se pegaba a sus brazos, le había gustado el disfraz.

—Está era la segunda opción. ________ quería que nos disfracemos de boxeadores.— Draken movió sus piernas, intentando acomodar el disfraz en las partes adecuadas.

—A quien le estamos arrendando los disfraces se volverá rico.— Comentó Angry viéndose en el espejo de cuerpo completo.

—Ah si, Koko debe estar bañándose en billetes.— apareciste en la habitación de sorpresa. Todos se giraron y chillaron al verte.— ¿que?

—¿POR QUÉ ERES EL NEGRO?— Mikey se levantó de su asiento y se acercó apresuradamente a ti. Diste un paso hacia atrás al ver su notable molestia, su rostro te observó a solo centímetros del tuyo.

Chifuyu hizo lo mismo y también se acercó, e incluso intentó bajar el cierre trasero del traje repitiendo que debías estar igual que el.

—Para destacar, es obvio.— alejaste a Chifuyu dándole un manotazo en su mano.— Ustedes son el normal, el rojito.

—Pero...— Chifuyu se cruzó de brazos.— Pero no es justo.

Lo malvado te queda, ________.— miraste mal a Smiley por aquel comentario.



Viernes



—No tengo ni jodida idea de cómo se llama esta máscara pero da igual.— la típica máscara blanca con una gran boca yacía cubriendo tu rostro. Todos tenían la misma.

—Es la de Scream, una mierda así.— dijo Mitsuya.

Todos iban de negro completamente, la máscara y un cuchillo.

Oh, y algunos tienen sangre falsa recorriendo todo su disfraz. Lo típico.

—Salgamos por al noche.— Miraste a Chifuyu.— Salgamos tipo once de la noche y asustemos a las personas.— soltó risillas traviesas posterior a eso. Esbozaste una sonrisa de oreja a oreja, te agradaba la idea.

—Si haremos eso entonces mejor disfracémonos de payasos asesinos.— Mikey dijo de burla. Por alguna razón a todos le agrado la idea en un instante.— ¿Eh?

—Llamaré a Koko.— te pusiste de pie y fuiste por tu móvil. Tu amigo si que conseguía lo que se proponía por un buen par de billetes.

En pocas horas ya estaban todos disfrazados de payasos asesinos. Tuvieron que además comprar varios sets de sangre falsa y heridas que parecían reales.

—Por la reverenda mierda, se supone ustedes deben dar miedo.— te quejaste viéndoles enojada. Todos dejaron de hacer lo que debían y te miraron.

—Hey, me estoy esforzando en ser tenebroso.— Mikey se levantó.— Pero con mi rostro tan lindo, se hace difícil.

—¿Y no damos miedo?— Kazutora realizo una mueca atemorizante.

—Dan de todo menos miedo.— admitiste. Variadas expresiones confundidas se hicieron presente en los rostros de los demás.

—No entiendo.— emitió Chifuyu.

—Si me encuentro a alguno de ustedes por la calle.— comenzaste a relatar, retocando tu maquillaje sangriento.— Probablemente los seguiría y pediría que me asusten. Algo así. ¿Que me secuestren? Mmm, podría pensarlo.

—Mierda, entonces el maquillaje no está funcionando.— Draken observó la pintura roja.

—Quiero asustar, no ligar.— Baji amarró su cabello en una coleta y se miró al espejo tras pensar que hacer para verse tenebroso.

—Oh, y mañana nos disfrazaremos con trajes.— mencionaste tras tener la idea.



Sabado


—Puta madre, que lindos se ven.— tapaste tus ojos de la emoción.— Esto es un sueño.— volviste a verles bajando tus manos, la ToMan con traje era superior a cualquier otra cosa.

—Me harás sonrojarme.— Angry se giró levemente para que no le veas.

—Hakkai, respira.— Mitsuya dejó un golpecito en su brazo al notar que no reaccionaba.

—Ok pero hablemos de ti.— Baji te halagó de igual forma.— ________, espero verte con ese traje muchas veces en mi vida.

—Te ves muy bonita.— coincidió Mikey viendo tu traje.— Aunque me gustas más cuando utilizas la sudadera que te di.

—Mis ojos duelen de tanta belleza.— Kazutora dramatizó imitando como si no quisiese verte.— Te robaras toda la atención hoy, eso es seguro.

—Si, te ves linda. Nunca te habíamos visto con traje.— Draken sonrió ampliamente.

—La verdad te queda bien cualquier atuendo, ________.— halagó Takemichi sonriendo un tanto nervioso.

—Muy preciosa.—Siguió hablando Smiley.

—Ya dejen de halagarme, mañana es el último día y si o si lo haremos a lo grande.— todos relajaron sus expresiones.— Ni crean que no me di cuenta antes de como planeaban decirme cosas bonitas para que no sea cruel con ustedes.

—Oh...— emitió Chifuyu, se desilusionó en un instante.

—Bueno, se intentó.— Soltó Draken volviendo a acomodar su corbata.

—Les dije que no iba a funcionar.— Hakkai habló cabizbajo.


Domingo


—Aún maldigo a quien dio la idea.— lamentó Smiley, sosteniendo su postura en uno de sus pies. Moviste tus manos para que te presten atención.

—Bien, ahora si que viene lo bueno.— abriste tu armario y frente a ti aparecieron los vestidos que ya tenías escogidos para tus amigos.— Yo les ayudaré a ponerlos porque... Porque son difíciles de colocar.

Mentira

—Creí que nos tendrías compasión.— Soltó Kazutora comenzando a sacar su camiseta.— Eres igual de extrema que yo, a veces caes mal.

—No seas mentiroso y quejoso, anda ven.

—Bueno, solo te haré caso por esta vez.— Kazutora arrastro sus pies hasta ti. Empujó con el codo a Baji.— Córrete tú.

—Bastardo.— Baji le respondió con un zape.

—¿Te gusta el azul?— le preguntaste sacando el vestido de tamaño mediano.

—Meh.— Kazutora observo raro el vestido. Lo estiraste bien y te alzaste de puntillas para alcanzar su cabeza, Kazutora se agachó un poco. Pasaste el vestido por su torso con dificultad.— Soy bastante musculoso, ¿no?

—No.— respondió detrás de él, Mikey.

—No lo eres, el problema es que el vestido es estrecho.— también comentó Mitsuya.

—________ tu dime que si.— Pidió Kazutora a lo que veía como tomabas su mano y le hacías que pase su brazo por la manga.

—Si, Tora.— Respondiste como dijo. El le sacó burla a los demás mientras les sacaba la lengua.

Bajó sus pantalones y pudiste acomodar el vestido mejor. Fue increíble el cambio que tuvo Kazutora al verse en el espejo.

—Carajo, que guapo.— sus manos fueron a su cintura y se giró levemente de un lado a otro.

—Mi turno.— Se aproximó ya semi desnudó Smiley. Parpadeaste un par de veces al tenerlo en un segundo frente a ti.— Mi vestido es el que me mostraste antes, ¿cierto?

—Sep.— sacaste del armario el dichoso vestido que él mismo había elegido.— Ahora debemos ver cómo hacemos entrar tu cabello.

—Fácil.— llevó sus manos a aplanarlo y pudiste ayudarle a colocar la prenda.— No me toquetees mucho porque muerdo.

Aja claro que si...

Pellizcaste su abdomen a propósito antes de bajar el vestido en su totalidad. Smiley sujetó una de tus muñecas y acercó tu mano a su rostro.

—¡Perdón! era broma, era broma.— te disculpaste de inmediato. Smiley sostuvo tu mano cerca de su boca, al oírte paro sus movimientos pero luego lentamente fue abriendo la boca.— Smiley no.

—Smiley, si.— habló detrás suyo Mikey.

—¡Auch, idiota!— chillaste al sentir sus dientes pinchando el dorso de tu mano, te había mordido en un rápido movimiento.— ¡Te haré poner los tacones si sigues así!

—Ti hiri oinir lis ticinis.— De burló Smiley acomodando el mismo el vestido y alejándose de ti. Al instante, un tanto nervioso se acercó Hakkai.

—Acabemos con esta angustia cuanto antes.— declaró parándose frente a ti. Sonreíste.

—Hakkai, tú tienes el vestido más lindo.— susurraste solo para que él te escuche. Hakkai acercó su rostro mas al tuyo, completamente intrigado por lo que habías dicho.

—¿En serio?

Asentiste y te moviste para alcanzar el vestido rosa.

—Te aseguro que te quedará simplemente hermoso.— moviste la prenda manteniendo tu sonrisa ansiosa. Hakkai al ver el vestido tragó saliva, estaba un poco nervioso.

—Ayúdame a colocarlo si, no se como ponerme esa cosa.— declaró agachando su cabeza en tu dirección. Con cuidado le ayudaste a colocar el vestido rosa.— Gracias.

—¡Siguiente!— llamaste, todos te miraron a la lejanía.— ¿No van a querer?

—Bien, yo.— Baji antes de acercarse se estiró en su lugar y movió su cuello en círculos, preparándose.

Rojo, vestido rojo.

Me estas jodiendo, _________.— afirmó escondiendo su rostro con ambas manos.— ¿Quieres que resalte? Que maldita.

Sin decir nada y aguantando la risa, le ayudaste a sacar su camiseta y comenzaste a colocarle el vestido, cerraste el cierre que había en la espalda con dificultad pero lo hiciste.

Su piel en más de una ocasión atascó el cierre pero te dio igual.

—Pero que linda que eres, amiga mía. Tienes buen gusto.— Habló Baji al verse al espejo.— Carajo qué hermoso soy, si me colocas una bolsa de basura como vestido igual me vería hermoso.— Baji movió su cabello a sus espaldas y vio el escote.— Yo si me doy.

Varios silbidos se escucharon a sus espaldas, provenían de Kazutora y Chifuyu.

—Siguiente.— llamaste a los demás. Viste como se miraban entre sí para ver quien sería el valiente.

—Yo sigo.— Mitsuya un tanto cabizbajo se acercó a ti, ya sin camiseta y pantalones. Cuando le mostraste el vestido el colocó sus manos en sus caderas, inspeccionándolo como si no fuese lo suficiente lindo.

—¿Que? Te jodes, Mitsuya. Lo arrendé yo así que te lo pones.— comenzaste a desabrochar los botones que tenía en el escote. Mitsuya dejó caer sus hombros y simplemente asintió.

—Es del color de mi cabello.— Susurró Mitsuya viendo el vestido.

Le ayudaste a colocárselo también. Siguió el turno de Takemichi, el no dijo nada mientras le ayudabas a colocárselo. Luego de inmediato se sacó una foto frente al espejo y se la envío a Hinata, eso te dio bastante ternura.

Siguió Chifuyu, para él habías escogido uno un tanto corto y estrecho. El rubio te puteo con la mirada pero no opuso resistencia. Siguió Angry, una sorpresiva seguridad yacía en él cuando se acercó a que le ayudes con el vestido.

—Estoy seguro que me veré mejor que Smiley.— te confesó viendo su cuerpo en el espejo. Asentiste moviendo la cabeza, fuiste hasta su espalda y ajustaste el vestido para que quede entallado.

—Que nadie alce tanto sus brazos o se romperá el vestido.— advertiste viendo ya a los que estaban disfrazados. Chifuyu probó y alzó los brazos, se rajo el material a la altura de sus axilas.— Pero...

Mikey se acercó luego, a él le habías escogido un vestido blanco que de seguro terminara todo sucio al final de la noche. Aún así tenías la necesidad de verle con ese color.

—Estas como para casarte, Mikey.— Habló Baji y rió junto a Draken, ambos contagiaron a los demás, inclusive a ti.

—¿Para casarme con quien? ¿Tu mamá?— Le miró de mala manera, tu te enfocaste en ajustar el cinturón que tenía el vestido en su cintura.

—No metas a mi mamá en esto, jodido idiota.— le amenazó Baji en un instante. Chifuyu abrió la boca, sus ojos moviéndose de Mikey a Baji repetidas veces.— Ya vamos a pedir dulces, tengo ganas de golpear a alguien que se niegue a darme.

Yo te doy

Luego de que todos se hayan puesto sus vestidos; un rojo, otro lila, uno blanco, algunos colores pasteles, uno negro, algunos tacones con poca plataforma y joyas de fantasía para combinar, todos estuvieron listos. Parecía una película el que ahora estés en medio de todos, ellos con vestidos lindos y coloridos y tú con tu traje de Maid.

Claramente, tus amigos fueron sobreprotectores durante toda la noche. Toda la noche.

Más aún cuando decidieron ver qué pasaba en una gran fiesta que estaba cerca de tu casa. Solo fueron a chismear.

—¿QUE ANDAS MIRANDO, PERVERTIDO DE MIERDA?— aquel grito resonó en tu oído derecho, Smiley levantó su pie para alcanzar el tacón que llevaba y lo tiró lejos.

Casi escuchaste un Boing al ver como el tacón le daba en la cabeza a un chico que antes te había mirado más de la cuenta. Todos rieron exageradamente al verlo, Smiley tuvo la puntería perfecta.

Y lo mejor de todo era cuando les dejabas e ibas por un refresco. Todos se te quedaban viendo con poses realmente ideales al tener vestido, se veían bien con sus manos en sus caderas o cruzado de brazos mientras se apoyaban del todo con uno de sus pies.

Así te vigilaban y veían a los demás chicos que intentaban acercarse a ti para molestar, intentando intimidarlos a cada uno de ellos.

Tan divas

Al final, robaron unas botellas de alcohol y golosinas antes de ir a tu casa nuevamente. Varias personas les reclamaron cuando les vieron corriendo despavoridos con bastantes cosas sobre sus manos pero ni les importó, incluso reían como nunca.









Extra
Capítulo de Halloween anterior pero con la rayis buena para beber cerveza.

Fue un pedido, varias me lo hicieron saber por mensaje que les gustaría un punto de vista de qué hubiese hecho esta rayita.



—Poneme los cuernos, Baji.—inclinaste tu cabeza hacia el.

—¿Segura qué quieres ser una diabla?—Miró el cintillo de cuernitos que tenia en sus manos.

—Si, pónmelo.—apuntaste a tu cabeza.

—¿Que cosa?—se burló de ti soltando una carcajada.

—No bromees así que yo me lo creo eh, Baji.—Baji puso el accesorio de cuernitos en tu cabeza en medio de una sonrisa y fuiste a verte al espejo.— Perfectos, no pueden ser tan exagerados o de verdad pensarán que soy malota.

Y soy un pan de Dios. UN ÁNGEL.

—Para tu nivel de maldad, si son muy pequeños.—Baji se fue girando en cámara lenta para evitar que le tires algo o simplemente le pegues.—Voy a vestirme.

—¿Soy mala? Hijo de peeeee—Baji te vio alzando una de sus cejas, te callaste y le sonreíste.— Si necesitas ayuda en colocar la capa de vampiro o siquiera tus zapatos, dime. Tengo buenísima disposición.

Baji asintió con la cabeza mientras cerraba la puerta e iba a cambiarse de ropa.

Cuando te sentiste totalmente lista, bajaste al primer piso. Te entro una risa abismal cuando viste como Chifuyu vestido de marinero trataba de ponerles colmillos falsos a Baji.

—CHIFUYU YO LOS QUIERO, Baji ya tiene los dientes afilados.— dijiste lo suficientemente alto para que te escuché, Chifuyu ni te miró, estaba completamente concentrado en que Baji no lo golpee por hacer doler su boca.

—¡ARRIBA LAS MANOS!—Sentiste en tu cien como te presionaba algo. Al girarte no era más ni menos Kazutora.— Quedas detenida por exceso de alcohol... Tienes más cerveza que sangre en tu cuerpo y eso es delito.

Si, Kazutora estaba disfrazado de policía. Hasta tenía el gorrito y unos lentes negros para combinar. Que ironía.

Espósame dale

—Lo acepto, único policía guapo que he visto... Espóseme.—le dijiste extendiendo tus manos, aguantando reír. Te asustaste cuando algo se estrelló en la pared detrás de ti, llegaste a empujar a Kazutora del sobresalto.

Te giraste y viste quien fue el culpable.

—TE DIJE QUE NO QUERÍA COLMILLOS FALSOS.—Baji había lanzado lejos el accesorio, Chifuyu se estaba riendo a carcajada limpia por lo enojado que estaba.

Recogiste los dientes falsos y los revoloteaste en su dirección, Baji te vio mal al sentir como impactó con su espalda.

—¿Elegiste de diabla?, porque no me sorprende...—Ignoraste a Baji y a Chifuyu y te enfocaste en como Mitsuya salía de la cocina, llevando un vaso de agua en la mano.

Mitsuya... ni idea de qué iba la verdad, traía un traje elegante color negro con blanco y la cara se la pintó como una calavera. ¿Algo así como un novio a punto de casarse muerto?

O mejor dicho, un novio que se mató para no casarse jaja

A su lado apareció Mikey, te moriste de risa por su disfraz.

—JAJAJAJAJJAJA, pero Mikey.—llegaste a apuntarle con tu índice, este te observo de mala forma sin duda deseando callarte de una patada.—¡Que tierno te vez! Si me dan ganas de darte dulces.

—Soy un vaquero pandillero.— se defendió tontamente. Iba de vaquero pero se había hecho unas "heridas" en la cara con pintura.

Luego, de uno a la vez fueron saliendo de la cocina hacia el comedor, observaste con atención sus disfraces.

—No se porque elegí este disfraz.—Inui murmuró lamentándose, este se fue a tirar al sofá, algo decepcionado.

En verdad se veía bien vestido de militar.

Dan ganas de ser un rifle ahora mismo... O una granada

—Es sencillo pero te ves realmente guapo, sin pena bro.—Te sentaste a su lado y le pinchaste con tu tridente rojizo en el estómago. Inui lo quito de un manotazo esbozando una sonrisa. Picaste su mejilla.

—Yuzuha me dijo que debía vestirme así, ella se disfrazó de Monja.—Hakkai venía vestido de cura. Tu alto amigo también venía algo cabizbajo así que le hiciste un espacio en el sofá y se sentó a tu lado.

—Te ves bien, a ti si que te confieso mis pecados.—inclinaste tu cabeza hacia el, Hakkai rió totalmente nervioso.— Agr, no, cierto que soy el diablo.—con tu tridente comenzaste a pincharle el brazo.— Dejo de castigarte si me das a tu hermana, la monjita.

—JAAAAAA, ANGRY EL DISFRAZ.—Chifuyu se carcajeó a todo volumen, burlándose del gemelo que tenía ganas de matarse.

—En mi defensa, perdí una apuesta y Smiley tuvo que elegir mi disfraz.—Angry iba del Guason, te causo demasiada gracia como le habían dibujado una sonrisa en la cara con pintura roja.

—El único que no me impresiona tanto es Draken.—Rebuscaste con tu mirada al susodicho, iba de boxeador; solo con una capa, sus guantes y shorts deportivos. Y claramente sus zapatillas.— Pero sé que solo se lo puso para presumir... DRAKEN, DEJA LAVAR ROPA EN TUS ABDOMINALES.

Draken te vió y negó con la cabeza. Le sacaste la lengua.

Takemichi iba todo de blanco con manchas de sangre, una capucha negra y una máscara algo turbia, supusiste era de la película "La Purga", de seguro Mitsuya le había sugerido que ponerse ya que combinaba sus prendas con todo lo demás.

—Smiley, soy fan de tu disfraz.—Tu amigo te sonrió ampliamente, el traje de supermán le quedaba prácticamente a su medida. Cuando este se dio una vuelta completa en su lugar para que le veas mejor, notaste algo indignante.—¡SMILEY! tienes tremendo culote. Regálame un poco.

—JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA, culon.—se burló al instante Mikey, este se carcajeó como nunca. Le seguiste de igual forma intentando tapar tu boca.

—¿Debería ofenderme? —Smiley se cruzó de brazos manteniendo su sonrisa. Negaste de inmediato, te parecía lindo.

—Ya vamos.—Draken corto el tema de conversación y comenzó a caminar a la salida.— mientras más temprano vayamos a pedir dulces, más rápido terminaremos.

Oh si, íbamos a pedir dulces. Idea de todos en realidad, mientras Yuzuha y Emma salieron de fiesta ustedes irían casa por casa a robarse dulces.

Esta vez intentaste calmar tus ansias de beber y divertirte en una fiesta. Al menos debías pedir dulces con tus amigos durante un rato, sin pensar en cerveza.

Soy cabrona pero buena amiga

—Jajaja llevo huevos por si acaso.— Kazutora mostró la cajita, alzándola. Te acercaste a ver cuantos tenía, si habían varios tal vez tú alcances a tirar algunos.

—No creo que alguien no nos dé dulces.—Opinó Hakkai acomodando su bata.

—Nah, todos nos darán dulces, lo puedo asegurar.—Baji soltó una risa maliciosa, tu le miraste de reojo.— y si no...

Kazutora comenzó a reírse de la amenaza indirecta de Baji.

—Mejor ya vámonos, tengo hambre.— Mikey agarro un látigo, accesorio del disfraz de vaquero y salió de la casa apresuradamente.

Todos comenzaron a salir de la casa al mismo tiempo, la verdad no era primera vez que se disfrazaban y pedían dulces juntos, lo habían hecho desde los doce años. La única diferencia era que cuando eran pequeños todos combinaban sus disfraces.

Recuerdas cuando se disfrazaron de los Teletubbies... Claro que no podían repetir los personajes así que algunos se disfrazaron de árboles.

Smiley fue el sol... El bebé sol.

—Sale mocoso.—Baji ladró a unos pequeños niños que iban delante caminando un poco lento.

—Que malo, hizo falta que les patees ahora.— le susurraste esbozando una sonrisa. Baji te vió y se giró para volver donde los niños.— ERA BROMA, mierda Baji, relájate.— alcanzaste su muñeca y le hiciste caminar.

—_______, deja de pincharme con esa cosa.—Hakkai se alejo de ti y tu accesorio punzante. Baji te miró de reojo y rió bastante entretenido.

—Eres un cura, mi deber es joderte la vida.— respondiste metiéndote en el papel de diabla.— Si te vienes de mi lado, entonces ya seremos socios.

—DULCE O TRUCO.— Mikey gritó a un lado de unos niñitos, la pareja que tenía un gran pote de dulces comenzó a repartirles a todos. A tu amigo le brillaron los ojos cuando entre todos los dulces vio que le dieron un chocolate.

—Dulce o truco.— al salirse los otros,  se adelantaron ustedes. Abrieron sus bolsas para que echen dulces pero ninguno llegó.

—¿No están muy viejos para pedir dulces?— ante tal respuesta, todos relajaron su expresión y fulminaron a la persona.

Esta sí que se merece un trucazo

—Espero que le guste su casa con huevos podridos.— Canturreó Kazutora antes de que todos se alejen de ahí.

Takemichi fue el más afectado, a pesar de traer su máscara sabías que el si quería dulces.

—Que se joda la perra, vamos a conseguir dulces si o si.— le consolaste mirando con odio la casa de la dueña desagradable.

—A la próxima si nos darán dulces.—Chifuyu estuvo de lo más entusiasmado. Todos asintieron a excepción de Baji y Kazutora que ya estaban sacando de sus mochilas unos huevos.

Te dio pereza ir a tirarlos con ellos en este momento, ademas, no tenían tantos huevos lamentablemente.

—Ustedes adelántense.—Baji se carcajeó observando los huevos de las cajas.— Vamos a hacer algo.

—Bien, vamos _______.—Takemichi agarro la punta de tu tridente y te hizo caminar detrás de él, llevándote consigo.

Seguiste al rubio, si tenían suerte podrían dar un poco de pena para conseguir dulces.

— Aun no es suficiente, iré de nuevo por si me dan otro poco.— giraste tu rostro para ver a Mikey devolverse a la anterior casa. Te causaba tanta gracia verle con un cuenco con forma de calabaza en su mano.

—Take espérame.—apuraste tus pasos para colocarte a su lado.— Esta vez podemos hacer un plan para que nos veamos menores.

—No creo que funcioné... Espero que con mi máscara no se note tanto mi edad.— Takemichi habló apresurando sus pasos para llegar a la siguiente casa y ver si le dan dulces esta vez.

Ambos se acercaron a la próxima casa que sospechosamente no habían niños pidiendo ahí.

—¿Estos serán igual de gruñones?—Takemichi te susurro abriendo la calabaza. Tu también abriste más tu bolsita que traías para los dulces.

—Si son gruñones, le pido a Koko un par de rollos de papel higiénico y le cubrimos la casa.— ambos tocaron el timbre, esperando a que les abran y den dulces. Más atrás venían los demás aunque sin ningún apuro ya que sabían que en las próximas casas no les darían nada de nada.

Mikey si traía su calabaza más llena.

— Dulce o truco.— empezaron ambos a hablar pero te callaste en medio de la frase. Takemichi sonrió a los chicos frente a él sin percatarse ya que sus ojos estaban achinados bajo la máscara.

Codeaste a Takemichi para que deje de acercar su calabaza a quienes tenía en frente. El rubio abrió los ojos y dio un grito. Se asustó al ver tantos pares de ojos viéndole.

Eran todos jodidamente lindos. Literalmente no había otra palabra para describirlos. Y lo peor era que pareciese estaban haciendo una maldita revista para algún calendario para mayores de edad. TODOS ESTABAN VESTIDOS DE SANTA.

solo con el gorrito y una chaqueta roja.

—Mierda Takemichi, ¿estamos en el polo norte?— ni te importo hablarle a tu amigo frente a todos los demás chicos. El rubio dio unos pasos hacia atrás, dejándote en frente a ti sola.— Take esta bien que me guste la vista pero no te vayas, joder.

—Hola, ¿andan pidiendo dulces?—Uno de ellos se atrevió a hablar.

No, fíjate que ando predicando la palabra del mesías, la puta madre tu que crees.

—Si.— tu voz un tanto brusca.— ¿No ves la bolsita acaso?

Mierda, son papá Noel, no puedo hablar tan seca

Aunque sí que puedo, el año pasado no me trajo ni un puto regalo

—________ aléjate parece que son strippers.— Takemichi te susurro desde atrás y tironeo tu disfraz para que retrocedas.

Como dices?

Alo? _________ quedó embobada

—Oh tenemos a una chica vestida de diablita aquí.— otro chico llamo, mirando hacia un costado de la gran casa.

¿Diabla?

SOY DIABLA, mierda verdad... ¿Por qué se me olvidó si estoy re sobria?

Otros chicos se asomaron por la puerta, al mirarte varios te sonrieron al parecer muy gentiles. Hiciste una mueca algo sorprendida aún a lo que Takemichi seguía tironeandote hacia atrás.

— ¿Quieres pasar?, tenemos dulces y cerveza acá adentro.— el que estaba sosteniendo la puerta apuntó a sus espaldas.

PERO DIOS, digo... DIABLO...

Tengo frente a mí tres cosas que me gustan. Dos ya las dijo y la otra la estoy viendo ahora mismo.

—¿Tendrán un traje de sobra?— llevaste tu mano a los cuernos que estaban sobre tu cabeza y se los pasaste a Takemichi, el sin entender los recibió.— Ya saben, la de mamá Noel.

—________, llamaré a los demás.— te susurró Takemichi bien despacio. Asentiste con la cabeza.

—¿Entonces?— mencionó uno viéndote con atención, y no necesariamente tu cara. Te giraste a Takemichi.

— Entraré un rato, entretiene a los demás hasta que beba lo suficiente, gracias, te amo.— pasaste a la casa y de inmediato buscaste con la mirada el alcohol.— Ojo, ando con una navaja entre las tetas así que ningún movimiento extraño, santas.— Advertiste apenas cerraron la puerta.

—Oh bien, no haremos nada así que relájate, diabla.— murmuró sonriente quien te había dejado entrar en primer lugar. Le viste intimidante por unos segundos hasta que fuiste a un gran sofá el cual en frente habían frascos llenos de dulces.

—Sacare dulces, permiso.— abriste tu canasta y comenzaste a meter los que más pudiste. Algunos los guardaste en los bolsillos de tu vestido. Los santas miraban divertidos tu atrevimiento y a la vez por lo que dijiste.

Siempre he sido educada, ¿por qué tanta novedad?

—¿Y que hacen todos vestidos así?— preguntaste para acabar con el ambiente tan silencioso.

—Estamos en una sesión de fotografías.— habló alguien a tu derecha.

—¿Para un calendario? Apuesto a que se lo venden a abuelitas. ¿Esto lo hacen cada halloween o está es su primera vez? ¿Quien les saca las fotos?— reíste y seguiste guardando dulces, los demás estaban tan concentrados en tus preguntas que ni se percataron de cómo les robabas en sus narices.

—Si es un calendario, uno que será muy bueno.— oíste como reía uno.

—Para todo publico, dulzura. No hay límite de edad para quienes compran nuestros calendarios.— habló otro. Asentiste mientras veías bajo la mesa si habían más dulces.

—Todos los Halloween, siempre es una temática diferente.— contó otro Santa.

—¿El año pasado qué temática fue?— te pusiste de rodillas para alcanzar un chocolate que estaba más abajo.

—Oh el año pasado fue de surfistas.— mierda Santa, quiero el calendario.

—Quien nos saca las fotos ahora debe estar publicándolas en su oficina.— te contó otro chico.

—¿Ya terminaron la sesión de fotos entonces?— te levantaste tomando el canasto y con tus bolsillos llenos de dulces.— ¿Alcohol donde dijeron que había?

—Si, ya terminamos la sesión de fotos por suerte. Están allá.— uno de ellos apuntó a la otra esquina, había un gran mueble con varios tipos de alcohol.— Estamos desde temprano aquí, la verdad esto cansa bastante.

—¿Si? Que lastima, chicos.— fuiste directamente al mueble y buscaste el tequila más fuerte que había.— Vamos, cuéntenme más cosillas mientras estoy aquí. Siento que son bastante profesionales en esto de las fotos, y además parecen modelos de pasarela y todo eso.

Agarraste una botella de tequila y buscaste algún otro tipo de alcohol, la botella que se te parecía más cara posible querías llevarla.

—¿Eso crees? Siento que no soy un modelo.— se lamentó uno de ellos un poco cabizbajo. Todos comenzaron a expresarse, hablar de cómo era su vida y lo que sentían al ser fotografiados.

—¿Parezco modelo yo? Eso debe decir que soy guapo.— te giraste a ver quien lo había dicho, si era bastante lindo.

—Oowww si eres guapo, ¿Saldrás en qué mes? Hablo del calendario.— especificaste rebuscando más botellas de entre los cajones.

—En junio.— esbozaste un aaah cool.

Ya teniendo las botellas más costosas, como pudiste te las arreglaste para llevarlas todas sin que se caigan. Una la llevabas presionada en tu cuello, bajaste la cara para que no se caiga. Y algunas en tus manos, presionándolas contra tu torso.

—Bueno chicos, les deje mi número sobre la mesita mientras no me veían.— mentiste cuando te abrieron la puerta de la casa. Hablaste todos los minutos que estuviste dentro solo para despistarlos, y funcionó.— Vendré a visitarles tal vez en unos minutos más, ¿va?

—Genial, diablita. Cuando se vaya el fotógrafo te llamaremos para que vengas.— coqueteó uno casi descaradamente. Asentiste con la cabeza, convenciéndole de inmediato.

—Volveré.— te alzaste para dar un casto beso en su mejilla, cuando querías parecer segura de algo te gustaba ir a lo extremo.— Espérenme con el disfraz y todo, gracias.

Saliste de la casa mientras ellos se despedían, diciendo algunos halagos de tu disfraz y agradeciendo que hayas dejado tu número en la mesa de centro.

Vamos carajo, ventajas de ser buena actriz

Al ver que cerraron la puerta comenzaste a correr buscando a la ToMan. Unas casas más lejos les viste cómo tiraban huevos podridos a una casa en específico.

—CHICOOOOOOSS, MIREN.— gritaste comenzando a trotar. Todos se giraron en tu dirección y fruncieron sus cejas al verte. No tu rostro, prácticamente estabas con tantas cosas en tus brazos que apenas te veías.— TRAJE PROVISIONES.

—No me jodas que es alcohol.— se lamentó Mikey cruzándose de brazos. Los demás te ayudaron con las botellas y tú le mostraste los dulces que tenías en tu canasto y bolsillos.— EEEEEEEEEH DULCES.

—¡DULCES!— chilló Chifuyu alzando los brazos. Smiley le imitó y tú hiciste lo mismo.

—¿Y de donde sacaste todo esto?— Mitsuya vio una botella de tequila, leyó la etiqueta.— Mierda, esta es la más cara del mercado.

—¡¿TE LA ROBASTE?!— Kazutora alzó las cejas e intentó sonreír, como que le enorgulleció...

— Como se te ocurre decir eso, Besto Friendo.— te cruzaste de brazos tras verle. Kazutora extendió sus brazos a los lados, indicando que vayas a abrazarle.— No abrazo a los policías, gracias.

—Pero soy un policía guapo.— se excusó moviendo sus lentes negros hacia arriba. Tras pensar, intentando ser difícil, terminaste por acceder.

—Abrazó entonces.— le abrazaste al igual que él a ti. En un segundo se unieron Chifuyu y Baji, casi quitando a Kazutora de su abrazo contigo.

—Ya sigamos pidiendo dulces.— ideó Mikey, colocando cinco dulces a su boca de sopetón.

Todos siguieron su camino, te ayudaron a llevar las cosas claro esta. Ahora sólo ibas con una botella de tequila en la mano mientras bebías. Takemichi había puesto el accesorio de los cuernos sobre tu cabeza y volviste a ser diabla.

Mierda, el tridente se me perdió

—Quiero más dulces.— habló quejoso Mikey, arrastrando sus pies hasta la otra avenida.

—Tenemos bastantes gracias a ________.— le respondió Draken viéndole de reojo. Inui asintió mientras se echaba un dulce a la boca.

A lo que se acercaban a una gran casa, ni se dieron cuenta la música a alto volumen que salía de allí. Tu y tus amigos iban riéndose a carcajada limpia del tropezón que se había dado Hakkai antes por culpa de su bata.

—Jajaja el cura casi se nos va al cielo.— Smiley río más exageradamente.

Tocaste el timbre de la casa y esperaste a que abran la puerta.

—No te pongas tan cerca, _______.— Draken te hizo hacia atrás ya que prácticamente ibas pegada a la puerta. Al hacerlo botó un poco de tequila así que le viste mal.

Al abrir la puerta se asomó un chico de tu edad con varias botellas pegadas a su pecho.

—Oh bienvenidos, entren.— se hizo a un costado, dejando ver el caos que estaba dentro.

—No, nosotros venimos a...— Mikey se calló al ver cómo Emma bailaba al fondo del salón.— Hey, esa es mi hermana.

Efectivamente Emma se encontraba perreando hasta abajo acompañada de Yuzuha, que se tuvo que girar para que te dieras cuenta era ella. Hakkai chilló.

—¡Y esa es mi hermana!.— Hakkai metió la cabeza dentro de la casa, fijándose en Yuzuha.

—¿No van a entrar?— el chico que les recibió volvió a hablar. Miraste a tus amigos con cierta duda.

—Con permiso.— le quitaste una botella de cerveza al chico y pasaste a la casa. Diste un sorbo del tequila que ya tenías a la mitad y observaste la fiesta.

—Pasemos un rato.— Draken se abrió paso y entró a la casa.

Recorriste la pista de baile con ambas botellas, una a cada mano. Al divisar a Emma fuiste hasta ella y le diste un gran abrazo que le descoloco. No te había visto llegar.

—¿Y tú? Pensé que irás con los demás a pedir dulces.— La rubia te sonrió y observó las botellas de alcohol en tus manos.

—Larguísima historia.— Yuzuha se te acercó también y ambas se saludaron con un abrazo y un beso.— Me tope con la tropa de príncipes Disney, hablando de caras, y con el físico de... Mierda, de los tipos que tienen un abdomen perfecto.

—AAAAAAAA.— la rubia chilló y movió sus manos, agitándolas.— _________ luego de la fiesta me cuentas todo.

—Luego, AHORA BAILEMOS.— Gritó Yuzuha ya que la música resonaba por todo el lugar, en un momento le subieron hasta incluso podías apostar toda la cuadra.

Se escucha aún así como los vehículos se estacionaban en el patio de la casa, a la gente más gritona llegar a la fiesta y como las botellas de alcohol abundaban hasta en los pisos de la casa, estrellándose por montón.

Tus amigas y tú comenzaron a bailar en medio de la pista, simplemente según la canción que colocaban.

—ES FANATICA DE LO SENSUAL.— Cantaron todas, ahora tú detrás de Yuzuha mientras ella perreaba.

Diste un largo trago para terminar la botella de tequila, un poco del líquido bajo por tu barbilla hasta tu cuello y se perdió por el escote de tu disfraz. Emma te imito y terminó su vaso de cerveza en un segundo.

—ELLA TIENE UNA FOTO MÍA.— Oíste cantar a Kazutora, algunos de tus amigos se acercaron hasta ustedes. Ahí pudiste ver que estaban tomados.

—ANOCHE, ANOCHE SOÑÉ CONTIGO.— Kazutora haciendo de las suyas.— SOÑABA QUE ME BESABAS Y QUÉ TE ACORRALABA.— tu amigo estaba sobre una mesa cantando a todo pulmón la canción del parlante a su lado.

La casa de un rato a otro se llenó completamente por lo que tuvieron que llevar la fiesta hasta el patio trasero. Y contando con que había una piscina fuera, ya que al parecer el dueño tenía bastante dinero, la gente se iba deshaciendo de sus prendas y corriendo por toda la casa hasta darse un chapuzón.

Si no tuviera frío, el vestido ya estaría volando por los aires

—¡_______!— Smiley se acercó junto a Inui, ambos ya habían bebido bastante.— ¡VEN!, ¡VEN!

—VOY.— corriste hasta ellos, dejaste las botellas a un lado de Baji que estaba cantando junto a Kazutora y saliste de la casa.

—SUBÁMONOS AL JUEGO INFLABLE.— gritó cerca de tu rostro Smiley. Acercaste tu oído hasta el para escucharle mejor.

—¿Cual?— inquiriste sonriendo ampliamente, casi igual que Smiley.

Inui y Smiley tomaron cada una de tus manos y tras moverse contigo a rastras, ahí fue cuando viste el gran castillo inflable. Lo bueno es que no tenía techo, así que si alguien saltaba muy alto no se golpeaba con nada.

—QUIERO SUBIRME A ESA COSA.— tus dos amigos te llevaron dentro y comenzaron a saltar a la vez. Te reíste cuando Smiley hizo una vuelta hacia atrás totalmente en el aire. Inui trato de saltar lo más alto posible y si, casi y golpea su cabeza con el árbol arriba de él.— SALTA MÁS ALTO, INUI. Mira, así.

Diste un gran brinco, rozaste con el árbol y tus dos amigos comenzaron a reírse exageradamente.

No pudiste contar todas las veces que te caíste de culo. Los tres entre risas seguían saltando.

—CUIDADO ABAJO.— el grito seguido de ánimos y silbidos les hizo parar.

Desde el techo de la casa estaba nada más y nada menos que Kazutora. Tras tener su cabello amarrado se preparó para tirarse a la piscina a un costado del juego inflable. Frunciste el ceño cuando tiró su gorro de policía hacia abajo y varias chicas se pelearon por el accesorio.

—KAZUTORA, ESE GORRO ERA PARA MI, CABRON.— saliste del juego y te colocaste a un lado de la piscina.— NI TE ATREVES A TIRARTE.

Si se atreve pero quiero molestarlo

—TÍRATE KAZUTORA.— Baji gritó al otro costado de la piscina, tenía también una botella de cerveza en su mano.

—Baji.— negaste con la cabeza mientras te carcajeabas. Tu amigo de cabello largo se apresuró a llegar hasta ti y de la mano te quito de la orilla de la piscina.— ¿Que haces?

—Te vas a mojar si te quedas ahí.—Baji sonrió aún viendo a Kazutora como hacia qué se tiraba y se devolvía, causando revuelo en el público.

—Que lindo, pero mejor preocupémonos de Kazu que si se llega a romper un hueso lo mato.— ambos miraron como Kazutora se preparaba y hacía a la gente gritar.— SI TE LLEGA A PASAR UNA MIERDA, CAGASTE KAZU.

También en el patio pudiste divisar como Chifuyu hacia qué bebiera Angry y Hakkai junto a él. Takemichi se encontraba viendo a Kazutora con una mueca de terror puro. No viste a Emma, Yuzuha ni a Draken. Mitsuya estaba...

—MITSUYA SALE DEL AGUA.— te acercaste a la orilla aún vigilando a Kazutora.

—Estoy relajado aquí...— estaba flotando con los brazos extendidos, como una estrella. De un brazo lo acercaste a la orilla e intentaste sacarlo de ahí.

—Ya, carajo si quieres quédate ahí.— te rehusaste y te pusiste de pie.

En el momento que todas las personas dieron un grito diciendo un "YA" fue cuando Kazutora se tiró a la piscina. No alcanzaste a salirte de ahí a tiempo y quedaste prácticamente empapada de agua. Mitsuya casi se ahogó. El chapuzón fue lo suficientemente brusco para mojar a muchas personas alrededor.

—¡________!— Quedaste algo aturdida porque el agua te había entrado hasta en los ojos.— Mitsuya sale de ahí.

Unos pulgares se pasearon por tus ojos para sacar restos de agua. Los gritos a tu alrededor eran demasiados, todos halagando a Kazutora por su atrevimiento.

—Mierda, me entró hasta en los oídos.— te quejaste moviendo tu cabeza. Al abrir los ojos viste a Chifuyu algo sonrojado en las mejillas y nariz. Iba tomado.— CHIFU, BEBISTE.

—¿Te mojaste mucho?— te observó aún así preocupado. El olor a whiskey choco en tu nariz, ni bebió cerveza.

Aprendió de mi, que lindo...

Siempre a lo fuerte, grr

—No tanto, de todas formas me iba a meter a la piscina luego.— te pusiste de pie, tratando de alisar tu cabello con tus dedos.

—Lo siento.— Mitsuya sonrió apenado ya estando fuera del agua. Su maquillaje se había movido un poco pero seguía la calavera estando ahí en su rostro.

—A la otra me intento ahogar contigo, ¿va?— le sonreíste y tras decir que irías a sentarte trataste de pasar por entre la gente para alejarte de ahí. Detrás de ti te iba siguiendo Chifuyu y Mitsuya.

Al entrar a la casa ignoraste el hecho de que Mikey estaba sobre dos sillas durmiendo profundamente y a su lado estaba sentado Draken con una cerveza en la mano. Al parecer tu alto amigo le había tapado con su capa de boxeador a Mikey y ahora le cuidaba.

—Yuzuha golpéame.— habló Emma. Al llegar hasta el sofá ya se encontraban tus amigas ahí. La rubia veía a Draken con la boca abierta.

No, Emma haz fila que yo voy primero. Amaría que Yuzuha me pegue

—_______, hola.— Yuzuha sonrío y te hizo un lado en el sofá. Te sentaste a un costado sin importar tu estado actual.— ¿Te metiste a la piscina?

—No, solo que me acerque a un Mitsuya que se creía pescado.— Yuzuha hizo una mueca al verte empapada. Emma al mirarte comenzó a reír, era normal que seas tan random.

—¿Quieres que te preste mi chaqueta?— Emma apuntó a su prenda. Negaste con la cabeza y simplemente dejaste caer tu nuca contra el respaldo, dando un suspiro hondo.

—¿Donde hay cervez...

Te callaste al observar como Chifuyu se acercaba a ti, demasiado nervioso.

Mierda, aún no bebí tanto para no saber a que se refiere esto.

—Te traje una cerveza, ________.— Recibiste la botella que te ofrecía Chifuyu y le sonreíste.

—Gracias.— diste un sorbo de inmediato. Te conocía bastante bien.

—Chicas... Mhm ¿me podrían dejar a solas con _________? — el rubio les miró mientras tomaba asiento a tu lado. Te atragantaste con la cerveza.

—Claro Chifuyu.— tus dos amigas se levantaron y partieron rumbo a la pista de seguro.

Cuando bebe mucho se pone raro... Como todos, la verdad.

________.— El rubio te llamó ya sentado a tu lado. Te fijaste que no traía su sombrero de marinero al girar tu cabeza hasta el. Tus ojos observaron los suyos celestes.— Yo... tengo algo que decirte.

—Si me lo dices así me da miedo...— te incorporaste un poco contra el sillón.— ¿Que sucede?

Chifuyu comenzó a abrir y cerrar su boca sin saber cómo decirlo. Apoyaste tu pierna sobre el sofá y te giraste hasta el, viéndole de frente. El rubio despeinó su cabello varias veces antes de hablar nuevamente.

—Em...— Te entró nervios al ver como Chifuyu bajó su mirada hasta tu boca por un microsegundo. La música no te dejaba escucharle bien pero al parecer susurró algo en voz baja.

—Chifuyu no te escucho.— te acercaste un poco más a él, a su rostro. El rubio se sonrojó aún más por tu cercanía repentina pero en vez de alejarse se acercó más.

Ay ay ay ay ay alguien pellízqueme

El chico chocó sus labios con los tuyos en un breve beso. Fue un impacto brusco y torpe, pero su duración no alcanzó para que siquiera cerrases los ojos. Chifuyu se separó totalmente nervioso y sujetó la tela del disfraz con inquietud.

—Lo siento, _______.— el rubio bajó la mirada algo avergonzado.— Me gustas, _______, demasiado.

Tu mente se tornó de figuras abstractas, elefantes sobre un monopatín, triángulos que se transformaban en círculos e infinidades de cosas raras.

A causa de la impresión tenías la boca entreabierta, sospechabas que algo así ocurría por su actitud pero aquella declaración fue dicha de la nada. Fijaste tu mirada en sus ojos celestes que estaban algo más amplios del lo normal, estaba nervioso.

Mierda, haré una locura y luego si pasa algo malo culpare al alcohol

Eso haré.

Te inclinaste hacia él y tus manos sujetaron sus mejillas cuando le besaste de vuelta. Chifuyu fue el más sorprendido de tu acción, no correspondió al instante en que sintió tus labios.

Atrapaste su cuello en tus brazos cuando el rubio dejó que el alcohol que corría en su cuerpo tome control de él y correspondió tu beso con ganas. ¿Timidez? Puf, Chifuyu ya ni supo que era eso, ahora sólo pensaba en el alcohol que se filtraba en el beso y como tus labios presionaban los suyos con deleite total.

Un fuerte sonido en el parlante junto a ustedes les hizo separarse

—La puta cerveza se cayó.— te lamentaste en un susurro al ver la botella. Al abrazar a Chifuyu ladeaste la lata y se desparramó en el sillón, esbozaste un puchero.

—Eh.... Voy y vuelvo.— soltó Chifuyu levantándose del sofá y trotando hacia el patio, probablemente donde estaba Takemichi.

De seguro le quería contar lo que había pasado.

Sacaste la capa de tu disfraz y la tiraste al piso. Ya sentías como mañana amanecerías con un resfriado de primera. Te quedaste en el sofá bastante tiempo, simplemente disfrutaste la cerveza en silencio.

—RAKATA RAKATA SI SE ME PEGA VOY A DARLE.— Frente a ti Kazutora comenzó a cantar a todo pulmón, iba todo mojado pero poco le importaba.—RAKATA RAKATA ESTA NOCHE QUIERO HACERLEEEEEE RAKATA RAKATA.

Bizcochito dame un beso con sabor a caramelo,
gritalo

—GRÍTALO.— Baji a un costado también cantó.

—PAPI DAME LO QUE QUIERO.— gritaste, te siguió Yuzuha que estaba de pie frente a ti.

—CIELO A ESE TRAGO LE HACE
FALTA HIELO, GRÍTALO.— Kazutora volvió a gritar, simulando un micrófono con una botella de cerveza.

—PAPI DAME LO QUE QUIERO.— nuevamente gritaron. Kazutora agitó una botella de cerveza mientras intentaba bailar, el líquido salió volando provocando risas en ti.

Que se pasa bien con estos chicos

Comenzaron a cambiar de canción luego de que terminara. Al parecer también el dueño de la casa iba con una cámara grabando todo lo que ocurría; desde el karaoke de tus amigos hasta quienes se liaban a una esquina del salón ya que incluso te enfocaron a ti. Mostraste la cerveza mientras esbozabas una mueca coqueta, le guiñaste al ojo al camarógrafo antes de que enfoque a otra persona.

Baji estaba ya bastante bebido al igual que Kazutora.

Baji había sacado su capa de vampiro y se encontraba con la camisa casi desabrochada por completo. Kazutora no iba con gorro, ni con esposas en sus pantalones, ni con la corbata de su disfraz.

Tú les observabas ya recostada sobre el sillón. Tu vestido rojo aún seguía mojado por el agua, tu cabello lo habías recogido en un moño y ahora estaba en una coleta, destapando tu cuello. Habías subido tus piernas sobre el sofá y tus manos hacían de almohada contra tu mejilla.

Las latas de cerveza estaban bajo el sofá, varias totalmente vacías regadas sin fin alguno. Te dio sueño.

—Ella hace todo por seducirme y yo voy voy voy.— Baji cantó mirándote con atención.—haciendo lo que ella me pide y yo voy voy voy.— alzaste las cejas con sorpresa al verle guiñarte un ojo y apuntarte con su dedo índice, su mano sosteniendo una botella de cerveza.

—No me coquetees, conch...— estornudaste.— Me enfermé, mierda...

Baji a lo que cantaba a todo volumen su mirada estaba fija en ti. Teniendo en cuenta que estabas con sueño y ahora estornudando, ni te fijaste en las indirectas.

—Porque fue la que siempre quise.— Baji se bajó de la mesa y fue donde ti. Kazutora le siguió con la mirada cantando el coro. Tu amigo se sentó en él apoya brazos del sofá así que sacaste tu cabeza de ahí.— Si estoy con ella no es un crimen.— se inclinó hacia abajo, quedando a un lado de tu rostro.

Y a este que mosca le picó

Su mano despegó el mechón de cabello que quedaba contra tu mejilla para darte un beso en esa zona. Presionó por al menos seis segundos y se separó de ti en medio de una sonrisa.

—¿Que te fumaste, bro?— le viste entrecerrando los ojos.

—________, ven sígueme.— Draken te llamo con su mano, alzando una mochila en su otra mano. Algo extrañada te levantaste del sofá, Baji maldijo y se dejó caer recostándose en el sofá, viendo como te alejabas con tu amigo.

Casi tropezaste un par de veces antes de que Draken te sujete del brazo.

—¿Que tienes ahí?— Draken abrió una puerta al azar, por suerte si era el baño.— ¿Te imaginas no era el baño si no una habitación? Que vergüenza, Draken... Una imagen que te haría desaparecer con una terapia eh.

—Ven entra.— entraste junto a él y puso pestillo a la puerta. Bajaste tus comisuras, una mueca que decía: mish, y a este no que le gustaba Emma.— Le guarde ropa a Mikey en la mochila que traía pero mejor póntela tú, ya que veo te enfermarás si sigues un minuto más con eso.— abrió la mochila y saco ropa que bien conocías de Mikey.

—AAAAAWWWW, pelao te amo.—Te alzaste para abrazar su cuello y lo moviste de un lado a otro, le oíste reír sutilmente.— Gracias Draken. No diré que estoy tan feliz porque es la ropa de Mikey pero bueno, se agradece ser la segunda opción.

Draken se separó de ti y se cruzó de brazos, se enojó.

—Es bromita.— sonreíste de oreja a oreja.

Alguien golpeó la puerta poco después, llegaste a saltar del susto.

—¡Está ocupado!— gritó tu amigo con la voz intimidante que siempre llevaba.— Vístete yo me giro.

Draken paso por tu lado y quedo pegado a la puerta. El baño no era que quedaba realmente grande, pero era suficiente para cambiarte a gusto. Te sacaste el disfraz mojado y Draken te indico que había una camiseta dentro con la que te podrías secar.

Luego de estar medianamente seca, te colocaste la sudadera de Mikey y unos bermudas holgados. También te pusiste unas chanclas de Mikey, agradecías que tu amigo no calzaba tanto y solo te quedaron unos centímetros sueltas.

—Listo.— Draken se giró y te ayudo a guardar el disfraz dentro de la mochila.— ¿Me veo bien?

—Si. Deberías traer ropa en una mochila también.— Draken se la colocó contra uno de sus hombros.— siempre te lo he dicho y nunca me haces caso.

Es que me da pereza traer mochila

Además, estoy segura que se me perdería

Si, Draken era de preocuparse mucho por todos, y más por ti ya que eras la única chica en su grupo de amigos.

Luego de disculparte entre risas de no ser tan precavida, ambos salieron del baño sin siquiera mirar quien estaba esperando a que se desocupe. Fueron al comedor de antes de inmediato.

Draken fue hasta Mikey para cuidarlo de cerca y tu te sentaste nuevamente en el sofá. Ahora seguían todos bailando entre sí y cantando las canciones que sonaban pero tus dos amigos gritones no estaban. Luces led de colores parpadearon únicamente, dejando todo en oscuridad. Los flashes no alumbraban lo suficiente.

Tapaste tus ojos de las luces, tu palma sobre ellos mientras te acomodabas para dormir.

Unos veinte minutos después, se escucharon gritos. ¿De sorpresa, terror o emoción?, da igual.

Como si de flash se tratase fuiste cargada por alguien.

—LAS CHANCLAS.— gritaste al sentir como salían volando de tus pies.

Te sostuviste del cuello de Baji con fuerza al sentir que corría como demente. Al ver detrás de él iban todos tus demás amigos, y más atrás se presenciaba como todo se prendía fuego.

—¿OTRA VEZ, BAJI?— le regañaste en un grito. El pelinegro comenzó a carcajearse, dando vuelta su cabeza para de vez en cuando mirar hacia atrás.

Todas las personas comenzaron a salir de la casa, huyendo del incendio que comenzó a propagarse. La construcción de tres pisos ardió por completo.

Se escucharon sirenas de policía acercarse y todos apresuraron sus pasos. Varios comenzaron a grabar como se quemaba todo y para documentar el pánico de las demás personas.

—SOY MUY JOVEN PARA QUE ME METAN EN PRISION.— Mikey se apuró y adelantó a Baji. Kazutora iba a un costado muerto de risa, ya su cabello no iba en una coleta sino que suelto.

—¿A DONDE VAMOS?— gritó Hakkai algo borracho. Yuzuha le iba empujando desde atrás, apurando a su hermano a que corra más y más rápido.

Takemichi se tropezó con el pavimento y cayó sobre una mata de arbustos.

A un lado de ti iba Smiley sujetando a Angry de la mano, llevándole consigo para que corra de manera rápida y no se quede atrás. Su hermano también iba algo tomado.

A los pocos segundos aparecieron detrás de ti Takemichi, Chifuyu e Inui. Al parecer ambos le habían levantado de su caída y le hicieron correr de nuevo.

—Mitsuya apura el culo.— Draken sostenía a Emma en su espalda ya que la rubia iba inconsciente. Mitsuya iba más atrás, sin un zapato.

—¿POR QUÉ SIEMPRE MIKEY SE VA DE LOS PRIMEROS?— se quejó Kazutora a viva voz cuando ya no vio más a Mikey, se había alejado lo suficiente.

—Tomó una larga siesta, debe estar con energía.— le defendiste a tu rubio amigo. Te sostuviste más de Baji y le dejaste llevarte. La verdad podías correr perfectamente pero tu flojera fue más allá.— Tu, Baji idiota... Te dije que comieras dulces si tenías hambre.

—¿Yo?— Baji te miro de reojo.— No tengo nada que ver en esto, ________.

La sonrisa perversa que esbozó te confirmo que si tenía que ver con el incendio. Y lo re contra confirmo Kazutora ya que comenzó a reírse de Baji.

—Vamos a mi casa.— te inclinaste contra el hombro de Baji para mirar a tus demás amigos detrás suyo. Todos asintieron a la vez.

Disminuyeron su velocidad al ver tu casa con Mikey fuera, este tratando de abrir tu ventana y meterse por ella.

—¿Quieren pasar? Mikey la llave está bajo el tapete.— el rubio abrió la puerta y entró, gritando que iría al baño.

—Mejor no... ya debo irme a casa.— Takemichi estaba agotado de tanto correr. Todos se despidieron de ti, al parecer no podían quedarse contigo por esa noche.

—Yo... adiós _______.— Chifuyu simplemente movió su mano, despidiéndose. Tu ceño se frunció levemente, el paró su andar.— Te hablare cuando esté en mi casa. Para conversar lo que... Lo qué pasó.

—Está bien...— inquiriste un poco dudosa. Se le notaba extraño.

—Uh, ¿me perdí de algo?— Viste a Baji, el iba de mirarle a su amigo hasta mirarte a ti, así viceversa.

—Mejor ya bájame, Baji.— moviste tus pies, aún el estaba cargándote como si fueses una princesa.

—Bien, pero primero.— su rostro se cernió sobre el tuyo y en un segundo chocó sus labios, entrelazándolos entre sí. Su beso fue más decisivo, a pesar de ser igual de fugaz que el anterior que te habían robado. Al separarse de ti observo tu boca por un segundo y dejó un beso corto para luego bajarte de sus brazos.— si no era ahora, no era nunca.

—PERO BAJI IDIOTA, ¿QUE HICISTE?— gritaste moviéndote lo suficientemente lejos de él. El pelinegro simplemente rió al ver tu impacto y dramatismo, no hizo más que alejarse rápidamente antes de que le dijeras algo más.

Pensaste en golpear a Baji pero no tenías nada a mano, a tu lado habían piedras pero eso podía ser peligroso. Simplemente quedaste quieta en tu lugar mientras intentabas pensar lo que había ocurrido estos últimos segundos.

—Nos vemos mañana.— Baji gritó desde la lejanía.

Quedaste a la entrada de tu casa totalmente pensativa, sin saber que había pasado esta noche.






FUAAAAAAAAA

GRRRRRRRRRRR

MEOOOOOWWWWW MEOOOOOWWWWW

WOOOF WOOF WOOOF

NYAAAAAAAAAAAAAAA

MEOOOWWW NYA WOOOFFFF OIKKKK

*se muere*

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