10. Embarazo

Aquí está el que pidieron antes.
La "bromita" hecha realidad.



—Mikey, tengo algo que contarles.

—¿Que pasho?— al parecer apenas habló porque estaba comiendo. Escuchaste junto a él más voces.

—Tendré un bebé, bro.— intentaste no mantener el susto tan evidente. Al otro lado de la línea se escuchó sólo su respiración.— Estoy embarazada, Mikey.

—Otra vez la misma.— casi podías ver como negaba con la cabeza.— Ya no es gracioso, deberías buscar otro tipo de broma para que te crea.

—Hablo en serio, Mikey.— te sentaste sobre tu cama y esperaste a que vuelva a hablar. Los ruidos a su alrededor cesaron.

—Kenchin, creo que ________ tiene un problema.— avisó Mikey. Lo único que supiste fue que le pasó el celular a Draken.— ¿qué pasó, _________?

—Vas a ser papi, Draken.— tu amigo gritó.— Mentira, relájate. La verdad es que esta vez si estoy embarazada.

—¿Segura?— volviste a asentir.— No te creo nada ahora, ________.

—Oh vamos, solo les he hecho una tonta broma sobre eso, estoy hablando en serio.

—¿Que pasó?— oíste la voz de Mitsuya.— es ________.— le contestó Draken. Tu amigo medio calvo dió un extenso suspiro, no sabía qué decir.

—Estoy hablando en serio.— repetiste sin pizca de broma.

Bueno, la vez pasada también lo dije bastante en serio

—Espera.— Draken pidió. Esperaste hasta que él pusiera altavoz.— Repítelo para que todos escuchen.

—Oigan, voy a tener un bebé.

—Mentira.— Smiley fue el primero en hablar. Esbozaste una mueca.— Ya no caeré en esa, ________.— Dijo Baji acercándose al móvil.

—Estoy hablando en serio esta vez.

—Deja de jugar con mis sentimientos, _______.— alegó Chifuyu.— nuestros sentimientos, digo...

—Idiotas, hablo en serio, ¿quieren que llore para que me crean o que?— escuchaste varios murmullos, susurros entre sí.

—La verdad la vez pasada fue más creíble.— opinó Kazutora.— Sin ofender.— quisiste pegarle.

—¿Les envío foto del puto papel donde lo confirma?— todos asintieron de inmediato. No te creían nada de nada.

Despegaste tu móvil del oído y abriste whatsapp para enviarles una foto del papel que acababan de darte los médicos. Cuando se los enviaste esperaste a que lo vean. Solían demorar en reaccionar así que tendrías para un rato escuchándoles.

—Abre la conversación con ________.— le dijo Angry a Mikey.— No la de Instagram, Mikey... Pon WhatsApp.— reclamó esta vez Mitsuya. Escuchaste como todos hablaban a la vez luego de eso.— Pasa para acá.— Dijo Draken quitándole el celular a Mikey. El mismo abrió el archivo.

—¿Ahora si me creen?

—Estas jodida.— Soltó Smiley sin ninguna pizca de tacto.— Pero _______, ¿que hiciste?— Takemichi se lamentaba entre susurros, podías apostar que pronto lloraría.

—La cague, lo sé.— Dijiste.— No es necesario que me lo digan.

—¿Y los condones que te di, _______?, tonta.— Baji estaba al borde del colapso.— ¿Y tú porque le diste eso?— le reclamó Inui. Ambos comenzaron a susurrarse palabras que no alcanzaste a escuchar.

—De seguro me los diste todos expirados, Baji.— Tus amigos comenzaron a reclamarle al nombrado.— La verdad ni me pregunten qué ocurrió, ese 1% de no efectividad me jodio.

—¿Y que vas a hacer?— preguntó Inui.

Silencio incómodo.

—Aún ni idea.

—¿Quien es el padre?— preguntó Hakkai. Se notó que estaba asustado, totalmente asustado.

Y eso que no era ni el padre

—Ni me lo recuerdes. De seguro fue un idiota que ni me dará la hora, no hablemos de él.— soltaste con pesimismo. Todos comenzaron a insultar al aire, maldiciendo hasta a su abuela.

—¿Quieres que vayamos a verte?— preguntó Angry. Sonreíste al escucharlo, era tan tierno.— Hablábamos en serio con lo de nosotros ayudarte, ________. Si decides tenerlo el pequeñuelo tendrá varios papis.— Recordó Kazutora.

—¿Ustedes creen?— tenías bastante pena ahora mismo. La ToMan siempre te apoyaba en todo, eso era lindo.

—Puf obvio, será el bebé de la ToMan.— dijo Chifuyu, casi podías ver su sonrisa emocionada.— Si le pones mi apellido sería perfecto, los demás niños le tendrían miedo.— Soltó Mikey más tranquilo que antes, lo dijo en serio.

Con solo escucharles te hacía ilusión tener al bebé

—Oh y lo presumiríamos por las redes sociales.— Escuchaste como Smiley soltó unas carcajadas.— Va a salir bonito si saca los rasgos de _________.— dijo esta vez Draken.— Estoy emocionado, ¡aaaaah!— chilló Chifuyu.

Tal vez no sería mala idea. Tus amigos nunca fueron de los que no cumplían su palabra.

Le enseñaré a pelear, sea niño o niña.— Soltó Baji.

Ahora me lo plantearé con más tiempo...

—Ya si después no lo quieres cuando nazca, ¿me lo das?— alguien golpeó a Chifuyu por decir eso.— ¿que te crees, que es un gato?— le reclamó Kazutora.

—¿Donde están ahora?— preguntaste evitando el tema.

—A Mikey se le antojó venir a comer esas cosas que tanto le gustan.— Respondió Smiley.— Hablando de antojos, ¡Tendrás antojos, _________!— Gritó Mitsuya.

No me hagas arrepentirme de mi decisión, puta madre.

—Y no me invitaron.— todos se callaron. Se les había olvidado.— ¿Pueden venir a verme?, quiero llorar.

—Estaremos allá en un segundo, no te preocupes.— Dijo Baji cerca del micrófono, su voz aturdió tu oído. Al instante se escuchó la puerta del local y varios pasos.— ¡BAJI, DEVUÉLVEME MI CELULAR!— Gritó Mikey.— No. _________, háblame ahora que solo estoy yo escuchándote, ¿quien es el papá?

—No es necesario, Baji. No le diré nada, ya sé que hubiese dicho y prefiero ahorrármelo.— Baji soltó una maldición entre dientes. Escuchaste los vehículos a su lado.

—Anda, dime.

—¿Quieres ir a amenazarlo o algo así?

—No, no, no, solo quiero saber quien fue el hij...— carraspeó.— Solo quiero chismear, es todo.

—Baji, olvídalo.

—Anda dime, ________. Prometo no buscarlo hasta por redes sociales para dar con el.— pusiste cara de póker.— Lo juro.

—Júralo por tu mamá.— esbozaste seria.

—No me hagas eso, ________.— Sonó afligido. Se quedó en silencio durante un rato, solo oías como los vehículos hacían sonar sus bocinas.

Parece que todos iban rápido...

—Está bien, lo juro por mi mamá que no haré nada.— sonreíste a lo que dijo. Igual no le dirías nada.

—Los espero aquí.— colgaste.

Casi pudiste oír el grito que te lanzó Baji al ver que cortaste la llamada.

Estabas nerviosa.

Más que nerviosa querías tirarte de las escaleras hacia abajo pero bueno, digamos que solo estabas un pelín nerviosa.

Quedaste esperando a tus amigos sentada en la orillita de tu cama. Estabas preparada para tener una extensa conversación de qué hacer. Hace un tiempo que vives sola y no tenías tanto contacto con tus padres así que la ToMan era fundamental para saber qué hacer en casos como estos.

De seguro te ayudarían a idear qué hacer en esta etapa.










—¡NO SE LE TIREN ENCIMA, SIMIOS!— Gritó Mitsuya tomando de la camiseta a Mikey y Chifuyu, los tiro hacia atrás cuando se lanzaron a abrazarte.

—Tengan cuidado que está en cinta.— Habló Baji.— ni idea que es eso pero lo he visto en las películas.

—Llegaron rápido.— les miraste uno a uno. Se notaba que en el camino hablaron para no mostrarse nerviosos frente a ti. Todos estaban tranquilos e incluso te sonreían.— Hola.

—A ver la hoja, ________.— Draken estiró su mano y se la diste. Tu amigo se sentó a tu lado y entrelazó tu mano con la suya mientras mantenía la hoja frente a su rostro, leyéndola.

Se puso modo papá comprensivo

—Primero lo primero.— al otro lado tuyo se sentó Inui.— ¿Estás bien?, ¿como te sientes?

—Si estoy bien, no hay de qué preocuparse.— le miraste con total sinceridad. Un momento bonito que fue interrumpido por los mocos de Takemichi, se limpió con un pañuelo mientras les veía.

—Bien, aquí dice que tienes ya tres semanas _________.— mencionó Draken aún fijándose en la hoja. El chico apretó tu mano en un gesto tranquilizador.

—¡AAAH!, ¿como no nos dimos cuenta?— se lamentó Chifuyu.

Sutilmente Angry se acercó hasta quedar frente a ti y se arrodilló para pegar su oído a tu estómago. Buscaba oír algo.

Digamos que es inocente y tierno al hacer eso.

—Angry... no.— susurraste dándole toques en su cabeza.

—Este es idiota.—Dijo Kazutora. Smiley le golpeó por decir eso de su hermano. El afectado se lo quiso devolver pero se contuvo.

—Bien, creo que entiendo lo que dice aquí.— Draken le pasó la hoja a Mitsuya, el igual comenzó a leerla detalladamente.— Si es verdad, _______. ¿Te hiciste algún test de embarazo?, por si acaso digo...

—¿Esos que venden en la farmacia?— Draken asintió.— Mmm no.

—Mierda, puede que sea un error.— Baji golpeó su frente.— Yo quería un bebé.

—Le pediré a Koko que traiga uno, esperen.— Inui acarició tu hombro antes de levantarse y encaminarse fuera de la habitación.

—Siempre le pide favores, parece su cartera.— susurró Hakkai. Después de decir aquello se acercó a tu lado, donde estaba Inui, y te abrazó.— No te sientas presionada, ________.

Tocaste su brazo que envolvía tu cuello, Hakkai sin pena alguna apoyó su mejilla a un lado de tu cabeza abrazándote con fuerza. Draken seguía tomando tu mano libre con las suyas.

Flash

—Primera foto para el álbum.— mencionó Smiley guardando su celular.— Se titulara; "El inicio de esta aventura". La descripción sería; nos esteramos del baby, posdata: #emoción.

—Lo bueno es que ________ lo está tomando de forma madura.— mencionó Mitsuya luego de la mirada de desagrado que le dió a Smiley.

—Ahora me ven así, de camino acá me peleé con quien se me atravesaba para evitar pensar en la noticia.— evitaré decir que me quede veinte minutos dejando pasar el bus ya que me puse a llorar como idiota.— Me convertí en Baji.

Lo bueno es que ahora estás tranquila.— sonrió Takemichi. Le devolviste la sonrisa.

Luego de un rato llegó Koko. El pobre se asustó cuando Inui le pidió el favor, pensó que su amigo tendría un bebé.

—Te compadezco, ________.— Koko te observó con lastima.

—Cállate, Koko.— Inui de inmediato lo echó de ahí después de darle unos billetes.

A pesar de ser amigos, al parecer le cobraba igual.

—Estoy nervioso.— mencionó Hakkai. Todos coincidieron.

—Debo mear en esta cosa.— soltaste luego de leer las instrucciones. Chifuyu soltó un fácil.

Miraste tu reflejo en el espejo del baño. Todos estaban dentro, acompañándote. Ninguno se movió para irse de ahí y dejar que hagas pis. Les miraste seria.

—No voy a hacer pipí frente a ustedes.— Ellos te miraron a la vez, fijándose en el espejo.

Estaban tan nerviosos que ni se daban cuenta lo que sucedía. Normal.

—Cierto, ya nos vamos.— Mitsuya empujó a los demás fuera del baño.— Nos gritas cualquier cosa, estaremos aquí fuerita.

Asentiste y comenzaste a hacer paso por paso lo que decía aquel papelito de instrucciones. No quisiste llamarlos apenas terminaste, esperaste a que el resultado se vea visible. Estarían más nerviosos si esperan junto a ti a que el test dé si es positivo o negativo.

Dos líneas.

—VENGAN.— gritaste. Abrieron la puerta de golpe y todos se metieron dentro, sus caras buscando algún espacio para ver el test.

—No veo nada.— Takemichi se quejó.— Angry tu cabello no me deja ver.— tu amigo se movió. Takemichi dió un grito.

—Bueno, era obvio.— te rehusaste y botaste el objeto.— Estoy jodida.

Lo único que sentiste fue como te abrazaron. Al menos tres personas se esforzaron en abrazarte, los demás no alcanzaban.

—Piensa estos días que harás, ________. Te apoyaremos en cualquier cosa que decidas.— Mitsuya habló sin presiones. Todos asintieron.

—A darle, lo tendré.— soltaste sin más. Ya estabas decidida.— Me siento lista. Tampoco es como si fuese tan joven, sé que puedo hacerlo.

–Si esa es tu decisión entonces está bien.— opinó Angry. Todos volvieron a asentir.

—Que emoción.— no pudo evitar decir Chifuyu.— Lo siento, sonó egoísta.— se disculpó de inmediato.

—Espero que cumplan lo que dijeron y no se vayan a comprar cigarrillos.— soltaste de broma, comenzaste a reír para aligerar el ambiente.

—Yo ni fumo, no te preocupes.— oíste la risa de Mikey.

—Tu irías a comprar Doriyakis.— le acusó Draken. Todos comenzaron a reírse. Al estar de espaldas no pudiste ver como Mikey empuñó su mano y le pegó un puñetazo en el estómago a su amigo, justo en su cicatriz.— Serás cabrón.









—No es necesario que hagan tanto, en serio.— observaste con ternura la cuna que compro Hakkai y ahora yacía en medio del comedor.— Gracias, Hakkai.

—No es nada, Yuzuha eligió el color así que espero te guste.— Hakkai sonrió algo apenado, no se fijó en ti ya que se avergonzaría más de lo que estaba ahora.

—Me vas a hacer llorar.— cubriste tu boca con ambas manos. Hakkai se asustó y corrió hasta ti, disculpándose.

—Pero no la asustes, idiota.— Kazutora también se acercó a ti.— Tranquila, no debes alterarte o le hará mal al bebé.— Kazutora se ubico frente a ti y comenzó a respirar profundamente.—Si lloras mueres, piensa eso. Respira conmigo.

—No sirves para esto, Kazutora. Mejor cállate.— vino al rescate Mitsuya.— ________, no es para tanto, nosotros queremos ayudarte en serio.

—Pero... Pasan casi todo el día aquí, me siento egoísta.— chillaste aún sin llorar del todo. Los tres chicos frente a ti no sabían dónde meterse para esconderse de tu llanto.

—No pienses en eso, en la habitación que tienes extra tengo un mini estudio. Así que estoy muy cómodo estando aquí contigo.— Trató de tranquilizarte Mitsuya.

Eso era cierto, había llevado hasta su máquina de coser preferida para que no te preocupes y le digas que vaya a su estudio. Lo que más había estado haciendo ese tiempo fue ropa para el bebé.

—Pero... y Kazutora...

—Eso es lo de menos, si tanto te preocupa digamos que literalmente no tengo nada más que hacer.— se burló de sí mismo Kazutora. Esbozaste un puchero.— ________, quiero estar contigo y ya, no necesito excusas.

—Hakkai... Tu pasas más conmigo que con tu hermana.— seguiste aumentando el puchero.

—Yuzuha me echa de la casa cuando voy.— Kazutora y Mitsuya comenzaron a reírse.— No se rían, es en serio. Me dice que debo estar contigo así que no hay problema con ella. De todas formas me gusta bastante estar aquí, estoy igual de emocionado por el bebé, ________.

Una lágrima recorrió tu mejilla y Hakkai paró de hablar.

—¡LLEGÓ LA ALEGRÍA DE ESTA CASA!— El portazo que dió Mikey se escuchó por toda la calle.

—No grites o asustarás a _______, imbecil.— le regañó Draken.

—Me cerraron la puerta en la cara.— se quejó Takemichi entrando a la casa junto a Inui.

Estos prácticamente viven conmigo

—¿¡Como está la bebé!?— Inui llegó con varios chupetes en su mano. En la otra llevaba biberones.

—Aún está dentro de ________.— Dijo Mitsuya. Inui fue directamente hacia ti.

—Me refería a ________.— El rubio llegó a abrazarte, tu rostro chocó con su pecho.— ¿Estás bien?— asentiste.— ¿y como va el bebé más pequeño?

Seguiste lloriqueando en voz baja, Kazutora respondió por ti.

—Todo bien, Inui.— Dijo Kazutora.— Solo ________ que está algo... Llorona.

—Lo normal.— pasó a tu lado Draken y acarició tu cabeza.— Cualquier cosa que necesites estaré en tu patio, ________.

Oh, Draken también pasaba casi siempre contigo. Algunas motos que le pedían arreglar él les decía que la vayan a dejar a tu casa, según tu amigo hay bastante espacio en el patio trasero. Claramente no era del todo verdad, solo quería mantener un ojo sobre ti.

Mikey dejó un beso en tu mejilla bien ruidoso. Inui se separó del abrazo.

—_________, ¿quieres un Doriyaki?, solo a ti te compartiré.— Mikey sonrió mostrando sus dientes. Tu expresión cambió de inmediato y asentiste, eso si que mejoró tu ánimo.

Mikey tomó tu mano y te llevó hasta la cocina para que comieran Doriyakis. Para el rubio esto era una muestra de cariño puro, solo a ti y al bebé podía compartirle su preciada comida.

—Que fácil, al menos uno sabe como hacer que no llore.— Dijo Kazutora observando como Mikey compartía su comida contigo. Algo pocas veces visto.

—Debemos hablar de la habitación del retoño.— susurró Hakkai a los demás presentes. Todos se agruparon "disimuladamente" en medio del salón.

—Primero hay que saber si a _______ le agradará que hagamos un segundo piso.— susurró Mitsuya.— Y de a quien contrataremos para hacerlo.

—Podríamos construirlo nosotros.— Todos miraron a Kazutora. Era una malísima idea.— Mejor no, arruinaremos la casa de _______.

—Le pedí a Koko si sabía de alguien que construya habitaciones y ese tipo de cosas.— Mencionó Inui hablando rápido.— Dijo que me llamaría.

—Está todo listo entonces.— Hakkai lo dijo con plena felicidad.— No puedo esperar para que nazca, ¿como será?

Todos se miraron entre sí y comenzaron a pensar en su futuro sobrino o sobrina. Les fascinaba la idea.

Estuvieron durante harto rato pensando en silencio, imaginando varios escenarios tiernos y cursis. Todo en calma hasta que llegó Baji y Chifuyu.

—¡LLEGAMOS ________!— Gritó Chifuyu dando un portazo a la puerta apenas entró. Baji te buscó por todos lados hasta que dio contigo, sus manos iban detrás de su espalda.

—Hola chicos.— Chifuyu dejó un beso en tu mejilla y Baji le imitó, este último aguantaba de sonreír.— ¿Que sucede, Baji?

—Te traje un regalo.— siguió con sus manos detrás de su espalda, Chifuyu sonrió cómplice así que le miraste con duda.— Cierra los ojos.

Cerraste los ojos. Se escucharon risitas a tu alrededor y a Mikey alejarse de la mesa.

—TARAN.— por su señal abriste los ojos y observaste al pequeño gato frente a ti. Era blanco con una manchita en su oreja.— ¡un gato!

—Pero Baji.— tomaste al gato y lo dejaste en tu regazo. Sonreíste.

—Por la mierda Baji, es el quinto gato que traes a la casa.— le reclamó Mitsuya detrás de él.

—¿Y?, a _______ le gustan.— Baji se acercó a ti y acarició al felino junto contigo. Te reíste cuando rascó detrás de su oreja, pidió que lo acaricies ahí porque según el, al gato le gustaba.

—El gato no se alimenta de aire.— le acusó tu amigo cruzado de brazos. Chifuyu le mostró un saco de comida para gato que estaba en la entrada.— Aún así, deja de traer gatos solo porque tu mamá no te dejaba tenerlos antes. Madura.

—No.— Baji apoyó su mejilla en tu estómago mientras acariciaba al gato.








—¿Cuando va a pegarme una patadita?— Preguntó Mikey acariciando tu estómago. Ya se notaba que estabas embarazada.

Y no te gustaba.

—No quería engordar.— lloriqueaste cubriendo tu rostro. Todos te miraron atentos.

—Comeré lo mismo que tú así engordamos juntos, ¿te parece?— Propuso Kazutora, separaste tus dedos en tu rostro para verle con un ojo.— ¿Trato?

—No engordarás, ________. Simplemente tendrás más pancita que es necesaria para que el bebé crezca.— intentó calmarte Angry. Él había investigado bastante respecto a la maternidad así que ahora era un diccionario andante.

Y también fue él quien le enseñó a Smiley a hacerte buenos masajes. Realmente a veces agradecías estar embarazada para ser atendida por ellos.

—Exacto, además no le veo lo malo.— opinó Draken.

—Hablando de embarazo, cada vez estás más bonita ________. Te sienta bien.— halagó Chifuyu. Hiciste puchero al verle.— Pero no llores...

—Es que son tan tiernos.— lloriqueaste cubriendo tu cara nuevamente. Todos comenzaron a hablar a la vez intentando que no llores.

—¿Tienes algún antojo, linda?— la pregunta de Baji te llamó la atención. Negaste con la cabeza.—¿Quieres un abrazo?

—Bueno.— accediste. Baji se abrió paso entre los demás y se acercó a abrazarte, su mano acarició tu cabello con cariño.— Gracias.













—La puta madre, la re puta madre APÚRENSE MIERDAS.— Baji tocó la bocina de su motocicleta.

—VAS A CHOCAR, IDIOTA.— le respondió en otro grito Mikey.

—EL TAXI VA ADELANTE, RELAJA EL CULO, IMBECIL.— Gritó Inui ya al borde del enojo. Iban gritando Baji y Mikey durante todo el camino de un extremo a otro y para mala suerte él se encontraba en medio de ambos.

—ESTOY NERVIOSO, ESTOY NERVIOSO, ESTOY NERVIOSO.— Se unió a los gritos Hakkai. Yuzuha, que iba abrazada detrás de él, le hizo callar.

—SMILEY, ¿AL FINAL EN QUE NOMBRE QUEDAMOS?— le gritó su hermano.

—________ VA A ELEGIR.— gritó en respuesta.— DIJO QUE CUANDO LE VEA LA CARA IBA A DECIDIR SEGÚN COMO SEA.

Traducción; El aire que diera el bebé lo notarías y pondrías su nombre. Si tenía cara de Maria, se llamaría Maria.

—SIGO DICIENDO QUE ALA ES UN BONITO NOMBRE.— Gritó Mikey.

—DEJA TU NOMBRE DE MIERDA, ES HORRENDO.— Gritó Kazutora por otro lado.

—Respira conmigo, ________.— Hinata sostuvo tu mano con las suyas y comenzó a respirar profundamente.

—Tranquila, ya falta poco para llegar al hospital.— Emma tomó tu otra mano y repitió la acción, no sabías a quien mirar.

—Por favor señor apúrese.— Susurró Takemichi. Al estar de copiloto en el taxi tu amigo iba pálido y sudando. De verdad pensaba que era su bebé el que iba a nacer.

—Hay mucho tránsito, voy lo más rápido que puedo.— respondió el chófer. Desvío su mirada y se fijó a un costado.— Oh, chocaron más atrás.

Emma se giró de inmediato para ver que sucedió.

—Carajo...— soltó una palabrota.

—¿Que... pasó?— preguntaste en medio del dolor. La rubia dejó de mirar y volvió a sentarse a tu lado, tomó tu mano nuevamente.

—No es nada, no pasó nada.— dijo rápidamente observando a Takemichi. Le hizo un par de señas que el rubio no entendió por completo.

—Llegamos.— anunció el chofer.

—LLEGAMOS.— repitió Takemichi bajándose del auto a toda velocidad.

Los tres te ayudaron a bajar del taxi y a entrar al hospital. Cuando te acercaron una silla de ruedas casi lloraste de la alegría.

—¿Y los chicos?— preguntaste antes que nada a Emma y a Hinata. Ambas se vieron entre sí.

—Llegarán pronto, Mikey me avisó que se les cruzó una ardilla en el camino así que demorarán unos minutos.— sonrió la rubia. No le creíste pero tenías tanto dolor que se lo dejaste pasar.

Takemichi dejó que su novia y Emma te acompañen con las enfermeras. El no podría soportar verte sufrir tanto, es sensible.








—Mi hermosa moto.— se lamentó Draken. Todos iban corriendo hasta la entrada mientras gritaban el nombre de Takemichi.

—Mejor ve la mía, a mi me la rayaron más.— se quejó Mitsuya. El pobre estaba tan desesperado por seguir al taxi y a ti que había raspado su moto con otro vehículo. Draken, al ir cerca de él, también le sucedió.

—NO ME QUIERO PERDER EL NACIMIENTO DE MI POLLUELO.— Gritó Chifuyu comenzando a correr más rápido, revisando salón por salón para ver si estabas. Smiley le siguió.

—TAKEMICCHI.— gritó Mikey.— PSS PSS PSS PSS.— llamó como si fuese un perrito.

—Disculpe, ¿sabe dónde está la zona de maternidad?— Yuzuha consulto a una amable enfermera. La chica le explicó en que piso exacto.— Muchas gracias.— tomó del brazo a Hakkai y a Mitsuya.— Idiotas, aprendan a preguntar como se debe.

Yuzuha los guió a todos hasta donde te encontrabas. Chifuyu y Smiley llegaron después.

—¿Ya nació?— Takemichi negó a la pregunta de Baji.— ¿Como que no?

Todos se esmeraron en ver por el ventanal de la habitación donde estabas. Emma y Hinata los sacó de ahí de una patada.

—Esperemos que dicen los doctores.— les regañó la rubia. La ToMan se puso a reclamar; del tiempo, de donde estabas, de cuánto faltaba, del bebé, de qué harían después, de cómo estarías durante el parto, todo.

Y no faltaron los llantos.

Luego de un rato salió el doctor para notificar que lo harían mediante cesaría por... por unos puntos que tus amigos no entendieron del todo.

—¿Quien es el padre?— Preguntó el doctor.

—Yo.— hablaron todos a la vez.

Yuzuha tapó sus ojos con vergüenza. Emma y Hinata la imitaron al poco rato.

—¿Qué?— soltó el anciano con su rostro totalmente arrugado. Su confusión era notoria, e incluso se podía ver cómo trataba de imaginar lo que todos le decían.

Creyó que necesitaba hablar contigo apenas estuvieses consciente.

—Dijimos que yo sería el padre, no me jodan.— Soltó Mikey girándose hasta sus amigos. El rubio se cruzó de brazos totalmente enfadado.

—Solo lo dijimos para que no nos golpees, no quedamos en nada.— Sacó burla Smiley. También se cruzó de brazos imitando a Mikey.

—________ siempre dió a entender que yo haría de papá.— Dijo Inui provocando gritos en los demás.

—No dijo ni mierda de eso, mentiroso.— Kazutora le apuntó con su índice.

—Creo que lo mejor sería que yo entre.— Habló Draken viendo a los demás.

—A ver, yo merezco entrar porque le di varios gatitos, córranse idiotas.— Baji se posicionó frente al doctor.— Yo soy el padre.

—NO LE CREA, el papá de la bebecita soy yo.— Smiley lo tiró hacia atrás y se puso en frente.— Yo debería ir con ________.

—A ver... ¿quien es el novio de la chica?— el doctor acomodó sus lentes mientras hablaba. Todos quedaron mudos.

—Mierda... Nos cagó.— aceptó la derrota Kazutora.

—Pronto será la mía, ¿cuenta?— Dijo Mitsuya para que lo dejen entrar. El doctor no le creyó ni un poquito.

—Este... mejor yo entraré.— Yuzuha hizo que el doctor le preste atención.— Soy su hermana.

—Está bien señorita, pase.— el anciano abrió la puerta de la habitación y Yuzuha entró rápidamente. El caballero le cerró la puerta en las caras a los demás cuando quisieron entrar.

—Tu hermana me cae mal.— Le dijo Kazutora a Hakkai.

—Coincido con el idiota.— Dijo Mikey observando la puerta de la habitación con irritación. El si quería entrar.

—¿Y si nos colamos?— preguntó Chifuyu intentando abrir el cerrojo. Azotó la puerta.

—Esperen a que salga ________, van a romper algo.— les recomendó Hinata. Chifuyu siguió dando tirones a la puerta intentando abrirla. Tus amigas veían a los demás con seriedad, estaban igual de preocupadas pero no actuaban como los chicos, no hacían tonterías.

Todos buscaron donde sentarse a esperar, algunos como Baji simplemente se sentaron en el piso.

Ni pensaron en ver su móvil mientras esperaban, literalmente iban mirándose entre sí con nerviosismo. Meses conviviendo contigo y a la espera del bebé que no sabían qué hacer luego de que nazca. ¿La rutina será la misma?

Tal vez tú les pidas espacio para pasar tiempo con tu hija. Porque si, era niña.

—¿Piedra, papel o tijera?— preguntó Chifuyu. Todos le miraron.— Para ver lo del apellido...

—Tendrá el apellido de ________.— Dijo Hakkai.

—Pero el segundo.— contraatacó Chifuyu. Hakkai frunció el ceño mientras le miraba. Rápidamente a la vez se acercaron y extendieron sus manos, comenzando con él piedra, papel o tijeras.

Ganó Mikey.

—ESAAAA, Ala Sano ________.— celebró batiendo sus brazos de un lado a otro.

—A la tercera ronda.— propuso Inui. Todos coincidieron.

—Hijos de...— Mikey volvió a tranquilizarse y siguió jugando.

Todos habían empatado y quedaba solo una última ronda. Estuvieron varios minutos jugando hasta que el doctor les interrumpió.

—¿Familiares de ________?— Llamaron. Todos se pusieron de pie rápidamente, la gente de alrededor se les quedó mirando. Era un poco extraño tantos chicos con aspecto de... pandilleros.

Las vibras nunca se van

Luego de bastante rato que fue eterno para la ToMan al fin había nacido tu hija. No falta decir que algunos, para no decir todos, lagrimearon cuando vieron al retoño.

—Quedó dormida apenas cesó el parto.— Anunció la enfermera cargando al bebé. Yuzuha estaba junto a la camilla donde te encontrabas, sosteniendo tu mano mientras acariciaba tu cabello. Tu ibas durmiendo.

—¿La puedo cargar yo?— Hakkai se acercó a la enfermera y extendió sus brazos.

Antes de que le dé el bebé se interpuso Draken y la cargó con total cuidado. Hakkai comenzó a reclamarle.

—Yo soy más confiable, se te puede caer por la emoción Hakkai.— Sonrió Draken tras ver a la pequeña. Todos se acercaron y esbozaron un awwww.

—Cuidado con su cabecita.— Angry sujetó aquella zona de la bebé con precaución. Él sabía como tomarla, lo había estudiado.

—Pin.— Smiley pinchó la nariz de la bebé con su dedo.

—Ya dejen que se lleven a la bebé, no sean castrosos.— Soltó Yuzuha cuando todos se agruparon alrededor de la bendición. Si alguien los viese tendría un largo debate de quién era su padre.

Takemichi limpió sus mocos con un pañuelo, los demás también le pidieron uno a causa de la emoción. Hasta Baji lagrimeó un poco, aunque rápidamente las secó para que no le vean.

Ya luego despertarías para hablar con tus amigos.











—Creí que lo llorona se le iba a quitar.— Baji aún te observaba casi asustado a como llorabas. Aún no estaba acostumbrado al verte siendo tan expresiva.

—Ya cállate, _______. La vas a despertar.— Kazutora te regañó meciendo a la bebé como le había enseñado Angry. Había aprendido rápido.

Observaste primero como se paseaba de un lado a otro, al parecer su hobby ahora era cargar a la pequeña y pasearla por toda la casa mientras le hablaba. Aunque obviamente peleaba con los demás ya que todos querían consentir a tu hija.

—Es que son tan lindos.— murmuraste viéndoles tan preocupados de la bebé. Te fijaste en la cocina en como Mitsuya y Chifuyu iban con delantales. Querían probar en hacer una rica cena.

En vez de preocuparte al ver a Chifuyu en la cocina, te dió nostalgia. Hasta te dieron ganas de embarazarte de nuevo para ver más de estos escenarios.

Mentira...
Nunca más.

—Toma.— Inui te acercó una caja de pañuelos. Le sonreíste antes de tomar uno y limpiar tu cara.— Deberías estar feliz, _________.

—Y lo estoy, en serio.— El rubio se sentó a tu lado.— Lloro de emoción, lo juro.— Inui acarició tu cabello mientras secabas tus lágrimas, siempre ha sido muy atento contigo.

Sonó el timbre.

—¡YO VOY!— gritó Mikey dejando de ver la televisión. Tu amigo corrió hasta la puerta y la abrió sin siquiera ver quien era.— Hol... Adiós.— la cerró de golpe al ver quienes eran.

—Mikey...— murmuraste mirando su rostro enfadado. A tu amigo no le agradaban aquellos intrusos.

— Déjalos afuera un rato.— Escuchaste decir a Baji. Kazutora comenzó a reír en voz baja para no despertar a la bebé.

Te levantaste a pesar de las quejas de tus amigos y del agarre que mantenía Inui detrás de tu camiseta. No quería ninguno que vayas a abrir la puerta.

—¡AL FIN!— gritó Ran alzando sus brazos. Rindo le imitó.

—Hola, chicos.— apenas terminaste de hablar saltó a abrazarte Rindo.— Me vas a ahogar.

—Aléjate, idiota.— detrás tuyo chilló Baji.

Acariciaste la espalda de Rindo y el te abrazó más a sí mismo. Antes te habían visitado pero en casi todas las ocasiones tus amigos los habían echado.

Ahora por suerte te diste cuenta de su visita.

—Me toca.— Kakucho quitó a Rindo y se lanzó a abrazarte.— Tanto tiempo, ________. ¿Cómo estás?

—Súper bien.— Te separaste del abrazo y Ran luego de dejar un beso en tu mejilla se escabulló hasta entrar a tu casa.

—¿Donde está la mini _______?— Ran entró y apenas vió a Kazutora con la bebé se acercó sin dudarlo.

—No, ni jodas. Aléjate.— Kazutora le dió la espalda.

—Es un egoísta.— alegó Hanma. Tu amigo antes de entrar te dió unas bolsas con regalos para tu hija.— ¡Feliz cumpleaños!

—Em... No es su cumpleaños aún pero gracias.— le agradeciste de igual forma.

Cuando ellos pasaron toda la ToMan dejó lo que estaba haciendo y se centró en el salón principal. Sus miradas se intensificaron hacia aquellos chicos, sus ojos incluso entrecerrándose para intimidarlos.

Tuviste que cargar a la bebé para que ellos pudiesen acercarse a verla. Kazutora ni de chiste los dejaba siquiera que caminen hacia el.

—Una lindura igual que su mami.— Izana acarició su mejilla. Te dió ternura como Ran le susurraba cosas a la bebé.

—Awww, que tierna que es.— habló con voz melosa Rindo. Con cada palabra, tus demás amigos le miraban de peor forma. Kazutora hasta empezó a tener un tic en el ojo bastante notorio.

— Que pequeñita.— mencionó Hanma mirándole con atención desde su altura. Mitsuya soltó una risa irónica.

—Es obvio que es pequeña, tiene recién dos meses y quince días, imbecil.— Soltó Mitsuya muy atento a lo que decían y hacían a la bebé.

Hasta se sabía los días que tenía, lloro

Creo que habló una mosca.— contraatacó Hanma. Mitsuya se resistió de decirle otra cosa, no quería arruinar el momento y que la pequeña se altere.

—Nos debes invitar a cada cumpleaños de la peque, _______.— pidió Kakucho acariciando tu hombro.— incluso nosotros podríamos celebrárselo.

—No.— dijeron al unísono la ToMan. Kakucho les ignoró.

—Les avisaré chicos, no es necesario que me lo pidan.— viste hacia abajo a la pequeña que aún yacía durmiendo envuelta en una manta color blanco. Te fijaste en la curiosidad de Izana y decidiste hablarle.— ¿Quieres tomarla?

—¿Ah?, ¿qué?, ¿yo?— Izana se sobresaltó antes de apuntarse a sí mismo. Asentiste.— ¿en serio?

—Mhhh.— escuchaste unos gruñidos molestos detrás tuyo.

— Anda inténtalo.— acomodaste a la bebé y le llamaste moviendo tu cabeza. Izana se acercó con algo de miedo.— No pasará nada.

Se agachó a cargar a la bebé en sus brazos y se volvió a enderezar en su lugar. Los demás celosos estaban atentos, varios ni estaban del todo sentados por la preocupación que tenían. Por sus cabezas pasaban los peores escenarios.

Oh...— susurró moviendo un poco la manta para observar el rostro de tu hija.— Es muy liviana... Pensé que seria mas difícil cargarla.— Admitió sin quitarle los ojos de encima.

Ran y Rindo se pusieron a cada lado de él para observar a la pequeña. Sus rostros demostraban ternura total, era muy extraño la verdad. No iba aquella faceta con sus personalidades.

—¿Y estos viven ahora contigo y la pequeña?— Hanma movió la cabeza en dirección a tus demás amigos. Le encantaba retarlos, era algo característico de él.

—Cierra la boca.— soltó Draken. Mikey lo había ido a buscar al patio apenas llegaron los invitados así que estaba como un espectador más.

—No viven aquí pero les gusta pasar tiempo con ________.— Dijiste el nombre de la bebé. Observaste como Izana comenzó a mover delicadamente a la pequeña de un lado a otro cuando se removió inquieta.

—La verdad nos turnamos y si que nos quedamos días enteros aquí.— Soltó Inui con un toque de burla.— Probablemente si vienen a visitar a _______ y a la princesita algún otro día entonces también estemos nosotros, qué lástima.

—Si, que lastima.— asintió con la cabeza Mikey.

—Quiero ser su papi, ¿puedo ser su papi?— Rindo pidió a Izana que le deje cargar a la bebé así que con cuidado se la pasó.— ________, míranos, nos vemos bonitos.

—No te encariñes tanto que te la querrás robar luego y ahí si que no.— amenazó Kazutora apuntándole con su índice a Rindo. El ni se inmutó.

La pequeña al comenzar a abrir sus ojos dejó en blanco a Rindo. Ran chilló y acercó su rostro hasta ella para ver de más cerca.

—Tiene tus ojos ________.— Ran confirmó luego de un rato. Kakucho acercó su mano para sostener la manita de la pequeña y sonrió cuando ella apretó su pulgar.

—Aaaaaah, me la quiero llevar a casa.— esbozo emocionado tu amigo de cicatriz.

—ABRIÓ SU BOQUITA.— gritó Hanma como si hubiese visto algo realmente asombroso.— QUE LINDA.

—No grites, jodido de mierda.— Baji tapó sus oídos.

Todo se convirtió en un lío de gritos y chillidos emocionados cuando la bebé alzó sus manitas y las movió totalmente entretenida. Cuando rió todos se derritieron.

Los de la ToMan se pusieron celosos.

O bueno, los que estaban ahí en ese momento.

—¿No tienen cosas que hacer?— Dijo Chifuyu ya más molesto que otra cosa. Su ceño estaba fruncido, su expresión de chico malo salió a la luz.

—La verdad, no.— confesó Ran enseñándole sus anillos a la bebé.

—No tienen nada más que hacer que joder a la pobre mariposita.— Masculló Baji cruzado de brazos.

—No le hagan ninguna tontería o los echo a patadas de aquí.— advirtió por otro lado Mikey. Draken dejó palmadas en su espalda tratando de calmarlo.

—Tranquilo Mikey, dudo que hagan lo que hiciste cuando la bebé tenía semanas de nacer.— Mikey le observó en un instante para que no abra más la boca.— Eso de cargarla y cantar la canción del Rey Leon fue bastante innecesario.

—Cállate, Kenchin.— Mikey le dió un empujón.— me estás dejando en vergüenza.

—Que cosita más linda y tierna, cuchi cuchi cuchi.— Izana se volvió ternura total y comenzó a hacerle mimos cada vez más chillones a la pequeña. La mueca en el rostro de tus otros amigos cada vez se hacía más exagerada.

—Que risita tan bonita, voy a morir de ternura.— avisó Kakucho al oír a la pequeña reír.

No me digan que también tendré a estos chicos en mi casa tan seguido...

—Oh, le mostraré algo que le compré.— Hanma se acercó a ti, en específico a las bolsas que ellos trajeron, y saco un peluche en forma de oso. Era bastante lindo.— Mira, hija.

—¿¡QUE DIJO!?— Soltó Kazutora colocándose de pie. Mitsuya lo sujetó con toda la paciencia del mundo, a pesar de él querer tirarle un zapato a Hanma.

—¿Que mierda con esa confianza...?— susurró Inui a los demás, evitando que la pequeña le oiga.

Hanma acercó el pequeño peluche a la bebé y lo dejó cerca de sus manitas. Todos ellos esbozaron un awwww al verla con aquel osito cerca.

—________, cuando sea más grande la peque podrías dejarla con sus niñeros de turno y salir con nosotros, ¿que dices?— Hanma dejó de observar a la bebé y se concentró en ti. La ToMan se puso de pie de inmediato.

—Bien, adiós.— Baji se colocó frente a Hanma y le miró sin gracia alguna. Literalmente se interpuso entre tú y el así que no pudiste ver a tu amigo.— Los "niñeros" tienen trabajo que hacer aquí y ustedes sólo molestan.

Sin duda las burlas de Hanma funcionaron. Izana le pegó un zape al idiota de tu amigo.

—Cabrón, tenías que abrir la bocota.— Le regañó el peliblanco en un susurro.— Quería pasar más tiempo con la pequeña.

Rindo algo apenado se acercó a que cargues a tu hija. Todo bajo la vigilancia de la ToMan.

—Bueno, de todas formas ya se nos hace tarde.— Recompuso Kakucho soltando unas leves carcajadas. Tu amigo se acercó y dejó un breve beso sobre tu cabeza.— Nos vemos, ________. Adiós, cariño.— acarició la mejilla de la bebé.

—Adiós, Kaku.— reíste a su sonrisa. Al parecer le gustaban los bebés.

—Vendré a verla más seguido, lo juro ________.— Rindo también se despidió de ambas.

—Adiós, preciosa.— Ran besó tu mejilla y se despidió de la pequeña moviendo su mano. No faltó el alegato de tus otros amigos al escucharle.

—Nos vemos pronto, cuida a tu retoño.— Hanma también se despidió de ti tal como hizo Ran.

Todos se despidieron y salieron de tu casa. Izana antes de irse le sacó una foto a la bebé para colocarla de fondo de pantalla en su móvil. Afirmó que nunca había estado tan cerca de una cosita tan tierna como ella y debía recordarla al menos si veía su celular.

—Al fin se fueron.— el alivio en Mikey era notorio.— Si se quedaban un rato más a la bebita se le iba a pegar lo feo que son.

—No digas eso.— le regañó Baji emitiendo una mueca. Se negaba a pensar que la fealdad se pegaba.

—Terminaré la cena.— anunció Mitsuya yendo a la cocina. Ni te habías fijado que en ningún momento se quitó el delantal rosa.

—Vas a tener que cambiarle de ropa a la pequeña, ________. Esos... Esas cosas dejaron sucia a la bebé de seguro.— exageró Kazutora inspeccionando a la pequeña. Tiró el peluche de oso sobre el sillón, lejos de ella.

—Kazutora no seas malo, a ella le gustó.— te levantaste para recoger el peluche y dárselo nuevamente. Tu amigo te imitó con burla.

Si se ponían celosos por tus amigos, no querías ni imaginar en algún futuro como serían con tu hija de sobreprotectores.

Sobre todo cuando tenga una pareja.

Aquel pensamiento fugaz provocó un escalofrío en ti. Ibas a tener que hablar seriamente con ellos de aquel límite. Dejarían en vergüenza a tu hija si esto seguía ocurriendo.

—¡________!, es hora de que la bebé coma algo.— gritó Draken antes de salir al patio nuevamente. De inmediato carraspeaste y te colocaste de pie. Tenía toda la razón.












Ayuda, me dio diabetes de tanta dulzura

Tengo unas ganas de hacer un libro de One-Shots de Blue Lock... AAAA

Pero bueno, cuando acabe este me lo plantearé <3

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