Sigues siendo el mismo
Dedicada a XimenaZarazua0
Estaba en el orfanato frente a una pareja que buscaban adoptar, todos tenían esperanzas de que los escogieran pero yo no, yo tenía una familia y no era una niña de 14 años, era una chica de 25 atrapada en este cuerpo por una falla en mis poderes, ya no podía crear hielo o manipularlo lo máximo que lograba era manifestar agua helada pero parecía como si me acabará de caer una fea tormenta encima o un miserable copo de nieve.
Por suerte la pareja no arruinó mi plan de escape, escogieron a un niño de aproximadamente 3 años y todos volvimos a nuestra habitación, al llegar a mi litera me agache y saqué una mochila roja desgastada con mis pocas pertenencias. Aproveché que la directora estaba distraída con el papeleo para la adopción y me escabulli a la cocina, no había nadie porque era la hora en la que iban a comprar los suministros y sin problema alguno salí por la puerta trasera.
Empecé a caminar sin rumbo alguno, no sabía a dónde ir, no tenía dinero, solo tenía un pequeño joyero con un collar y una foto mía con mi hermano Número Cinco. Seguí caminando hasta que anocheció, tenía planeado quedarme a dormir en el parque, no era el lugar más seguro pero era algo.
—¿Xime, en verdad eres tú?— Preguntó una voz que conocía muy bien.
—No, soy el doble de Ximena Hargreeves. Claro que soy yo idiota— Respondió sarcásticamente mientras se hacía a un lado dejando un espacio vacío para que se sentara Cinco.
—Sigues siendo esa chica sarcástica y ruda que me encanta— Confesó Cinco mientras un leve sonrojo adornaba su cara.
—Y tú sigues siendo él mismo niño sentimental que actúa como adulto— Dijo la chica.
—Esperaba otra respuesta por tu parte, pero no importa— Susurró el chico pero Ximena logró escuchar lo que dijo. —¿Dónde estuviste todo este tiempo?— Cuestionó intentando cambiar de tema.
—En un orfanato— Respondió simple la chica— 2 malditos años en un orfanato planeando mi escape, si no era que una pareja me adoptara antes. Y tú de seguro como siempre, sin importarte tu familia, sólo pensando en ti— Reclamó la chica, mientras le daba la espalda a él chico.
—Estuve todo este tiempo pensando en ti, en como estabas, si te iba bien o no. No sólo pienso en mi, pienso en nosotros— Dijo Número Cinco mientras se paraba y se ponía frente a ella.
—Esas son niñerias Cinco, y nadie más que tú debería entender que no hay un nosotros— Dijo mientras lo miraba fijamente a los ojos, sin mostrar una pizca de sentimientos. —Ahora déjame ponerme cómoda en mi cama por favor— Pidió sarcásticamente refiriéndose a la banca en la que tenía planeado pasar la noche.
—No lo hay todavía, pero puede haberlo— Respondió refiriéndose a el "nosotros" que algún día esperaba que fueran. —Por otra parte no puedo permitir que te quedes a pasar la noche aquí, un amigo me deja quedarme en su departamento, ahí podemos pasar la noche— Dijo firmemente. —No aceptaré un no como respuesta— Comentó dándole fin a la conversación.
Él empezó a caminar seguido por ella con rumbo al departamento de Elliot, llegaron y ni Diego ni Elliot estaban, Número Cinco la guió hacía la primera habitación que encontró.
—Ponte cómoda, mientras voy a ver que te puedo conseguir de ropa y traerte algo de cenar— Dijo nerviosamente mientras salía de la habitación.
Revisó por todos lados pero no encontró nada de ropa que le sirviera a Ximena, así que optó por mejor hacer su sándwich favorito al igual que el de él: mantequilla de maní con malvaviscos. Agarro una bandeja y puso los 2 platos con un sándwich cada uno y dos vasos con leche.
—No conseguí ropa, pero te traje algo que se que te gustar....— No terminó de decir al ver a Ximena tan solo en ropa interior, lo que ocasionó un gran sonrojó en todo su rostro.
—Por si no lo sabías se tiene que tocar la puerta antes de entrar— Reclamó la chica sin tomarle importancia a que Número Cinco la estuviera viendo en poca ropa. —Y que bueno que conseguiste algo de comer, muero de hambre— Dijo mientras quitaba la bandeja de las manos del chico y se sentaba como si nada a disfrutar su sándwich. Por otra parte Cinco sintió un molesto dolor en su entrepierna, sabiendo lo que era solo pudo correr al baño y encerrarse dejando a Número Ocho confundida.
Ella terminó de comer y aún no volvía Cinco, preocupada fue a buscarlo.
—¿Oye estás bien?— Preguntó mientras tocaba la puerta del baño.
—Si-i, si— Respondió con la voz agitada.
—Que bueno, porque necesito usar el baño. Así que sal o tendré que entrar— Amenazó.
—Espera, ahorita salg— No pudo terminar de decir porque Ximena ya había abierto la puerta encontrándose a el chico sudado, con los shorts abajo y su mano dentro del bóxer.
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Lo sé, lo sé te quedé a deber el smut pero no es así, va a ser el primer pedido con segunda parte. No me maten por dejarl@s en suspenso.
No olviden votar, comentar, seguirme y compartir.
Ann♤
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