perfecto

-Deberíamos intentarlo sabes?-. Vox no creía en esas tonterías del amor a primera vista y mucho menos en el infierno, Tampoco creía que fuera posible que existiera amor en ese abismo, pero esa noche se dió cuenta que podía ser tan real y verdadero.

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Avía sido un día duro en el trabajo para ambos, por lo que, lo único que querian hacer esa noche era cojer como si no ubiera un mañana por el cual preocuparse.

Eran concientes, que siempre podían llegar con el otro y ser recibidos con la mayor atención y caricias posibles, para olvidar todo el estrés del día.

Vox estaba listo esperando en su habitación a que Valentino llegara, para sorprenderlo con un buen champagne y tener una buena ronda de sexo sin importar nada más en ese momento.

Pasaron las horas, ya había llegado el proxeneta a la habitación, habían tomado sin control asta que se vacío la botella. No tenían otra cosa que hacer después de haberse dicho las mierdas del trabajo por lo que decidieron que era hora de empezar lo que habían estado esperando.

Las prendas comenzaron a ser retiradas y quedar regadas por toda la habitación, aquellas alas fueron abiertas para dejar a la vista un bello vestido negro con detalles morados que fue retirado junto con su sombrero y aquellos lentes en forma de corazón.

Vox no sabía por qué, pero esa noche algo se sentía completamente diferente a las otras veces. Siempre cogian después del trabajo o en la oficina de cualquiera de los dos. A ellos nunca les avía importado tener sexo sin ser nada, mas que socios y era obvio que no les importaba una mierda el echo de cojer sin tener una relación, ya que uno de ellos era literalmente un proxeneta que podía cojer con extraños sin la necesidad de tener algo.

Solo eso no había más, Solo era cojer, cuando quisieran, dónde quisieran y con quién quisieran. Todo era perfecto así y no era un idiota como para hacer que todo eso se terminara. Además del sexo, estaba cómodo con Valentino siendo solo eso, compañeros de trabajo que cojen en la oficina del otro.

Ese era su ritmo y estaban bien así. Ninguno quería cagarla con mierdas cursis, sabían que si se confesaban, el otro lo tomaría como una burla o al menos esos eran sus pensamientos, pero era inevitable ver cada muestra de afecto o respeto como una de cariño y preocupación.

Al parecer velvette era la única que se daba cuenta de la puta tensión que avía cuando estaban esos dos juntos sin estar cogiendo. Ella avía estado presente en esos momentos de cordialidad hacia el otro y después se daba cuenta de la vergüenza y arrepentimiento al ver los sonrrojos en los rostros de ambos.

Fuera la simple acción de vox al levantar sus alas al caminar para que no se ensuciaran, la polilla lo veía como un hombre levantandole el vestido de novia a su mujer apunto de casarse, o el que le abriera la puerta de la limosina cuando iban a cenar, hacia que se viera como el novio llevando a su chica a su primera cita. Esos pensamientos eran realmente frustrantes para el proxeneta.

Solo deseaba confesarle su amor, dormir cada noche viendo la luz hipnotizante de su pantalla, cubrirlo con sus alas y acurrucarse encima de el, acariciándolo con sus antenas.

A veces quisieran poder estar juntos sin tener que cojer primero, Querían poder salir a cenar y tomarse de la mano libremente sin sentir que todo se acabaría en ese momento. Sabían que eso era algo demasiado ridículo incluso para ellos pero solo querían poder hacerlo sin sentirse de esa manera o parecer una burla ante el otro.

Querían sentirse especial para el otro y poder ser la única persona con la que podían ser ellos mismos, ya fuera siendo cursis adolescentes enamorados por primera vez, o comportarse como niños pequeños y hacer berrinches solo por un beso.

Querían pasar la tarde con velvette garabateando cosas sin sentido y dibujandose el uno al otro y ser Valentino el mejor, salir a pasear y tener citas, ese era su sueño, lastima que los dos tenían las mismas visiones sin saberlo y terminaran reprimiendose con un beso para callar al otro cada que quisiera mencionarlo.

Hacerse los que solo querían sexo duro cada noche con la intención de que el otro pensara lo mismo, fingir que no se morían por ser novios y tener que mantener aquella farsa de no sentir nada el uno por el otro, además de placer carnal.

Últimamente se quedaban en las noches así. Vox despierto pensando en todas las posibilidades de ser rechazado si algún día se le ocurría hacer esa estupidez, y Valentino fingiendo caer rendido y quedarse dormido encima del televisor solo para no poder dejar de sobrepensar en las mismas cosas y no poder dormir por mas cansado que estuviera.

A menos que estuvieran realmente borrachos o drogados estando juntos no podrían evitarlo, por lo que cada que querian reventarse lo hacían estando solos, y si se les ocurría hacerlo estando el otro lo más probable es que después de drogarse terminarán follando sin decir ni una palabra siendo concientes de las estupideces que podrían salir fácilmente de sus bocas estando en ese estado.

Usualmente se emborrachaban en sus respectivos trabajos para sacar toda la mierda tanto como quisieran y después no arrepentirse ya sea de decir cosas hirientes o solamente sus tortuosos sentimientos.

Pero esa noche bebieron tanto que se abian olvidado la parte en la que no estaban solos por lo que comenzaron con las mierdas y una de esas fueron sus putos sentimientos. los dos la habían cagado.

-sabes tengo que decirte algo, Voxxy-. La polilla en ese momento ni siquiera estaba conciente de lo que estaba a punto de decir y solo lo soltó como un jodido balde de agua helada sobre aquella pantalla.

-yo también Val-. El televisor estando en el mismo estado, aprovecho la situación para decir lo que avía estado reprimiendo por tantos años.

En ese momento ya no importaba si todo se iba a la mierda o no, sabía que después de eso no recordaría nada al día siguiente, era conciente de que era lo mejor para los dos, sin saber cuál sería el resultado si fuera bueno o malo, lo olvidarian de todos modos y seguirían siendo los mismos de siempre.

-que te parece si lo decimos al mismo tiempo-. Proponía la polilla tambaleándose mientras se paraba de aquella cama en la que avía estado tantas veces con el televisor.

-val yo, estoy enamorado de ti
-estoy enamorado de ti-. Decían al mismo tiempo sin tener la menor idea de lo que diría el otro, al principio quedándose callados para que después las lágrimas empezarán a salir sin control alguno.

                                        *

Mientras lloraban murmuraban sus miedos sobre no ser correspondidos para después celebrarlo haciendo el amor después de todas esas noches de perversiones y lujuria. Por fin se entregaban el uno al otro sin lencerías costosas, juguetes o estar amarrados a la cama.

Está vez solo eran ellos mismos disfrutando del amor mutuo que se tenían y que ahora sabían que era correspondido, está vez solo había caricias llenas de afecto y no unas que solo eran de posesión y celos.

Esta vez no se reprimieron en gritar el nombre del otro cuando estaban cerca, está vez se dieron un te amo cuando las descargas electricas comenzaron a llegar. Y está vez por fin después de tantos años al fin pudieron confesar sus verdaderos sentimientos.

Cuando terminaron y se dieron cuenta de lo que acababan de hacer simplemente se miraron a los ojos decidiendo dejar a su cuerpo hablar por ellos, aceptando lo que ahora eran.

En ese momento se dieron cuenta que lo que tenían si podía ser mucho más perfecto de lo que pensaban. Eran perfectos el uno para el otro con todo y sus diferencias. Podían discutir y gritarse pero eso no cambiaria el echo de que se amaban más que cualquier otro demonio o pecador en ese infierno

                                       *

Los dos eran concientes de lo que pasaría esa noche, por alguna extraña razón lo presentian. Sabían que esa no sería una noche de copas como las anteriores que habían tenido, sabían que esa noche cambiaría su relación.

Realmente en un momento de la noche se acabaron aquella botella que avía traído el televisor, pero para su mala suerte ninguno de los dos estaba ebrio. Al parecer tenían el mismo plan de seguir con aquella mentira para ver qué camino tomaba y sinceramente fue la mejor decisión que pudieron aver elegido.

Realmente les fue difícil seguir fingiendo cuando escucharon las palabras del otro, no sabían cómo reaccionar por lo que por más ridículo que allá sido, Vox fue el primero en seguir actuando después de ver el error que había cometido al quedarse como estatua empezó a llorar de la forma más dramática posible para seguir asiendo creer a su compañero que de verdad estaba asta el culo.

Por lo que la polilla solo copio la actuación del televisor para no ser descubierto de igual forma.

La verdad salió a la luz en el momento en que Vox empezó con las caricias suaves en las alas y rostro de la polilla apreciandolo de una manera en la que se podía ver el amor que le tenía en sus ojos. Esa mirada que reflejaba que no era una actuación aquello que estaba haciendo.

Siempre había soñado con tener algo así en vida con alastor e incluso en el infierno, pero ahora se daba cuenta que no podía pedir más.

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Bueno no voy a mentir que este fue un capitulo difícil de escribir, como para que quedara con la canción perfecta de miranda y al mismo tiempo con staticmoth.

Estaba sufriendo por qué al principio se veía igual a los últimos dos capitulos pero está vez con val sintiendo lo mismo, lo bueno es que lo pude cambiar.

Espero les guste y gracias por leer.

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