18·Sin tiempo
Advertencias/Aclaraciones.
Mención de:
·muerte.
·mafia.
Estoy ardiendo, mi cuerpo se retuerce de dolor ante las llamarás de mi alrededor.
El aire que alguna vez me mantuvo con vida se me escapaba de las manos. No podía respirar, el oxígeno que apenas llegaba a mis pulmones me regresaba a la trágica realidad, el panorama de lo que alguna vez fue un bosque lleno de vida se había convertido en mi tumba.
Mis ojos se llenaron de repentinas lágrimas que no podían ser frenadas, sentía el ardor en cada parte de mi cuerpo, lo adolorido y magullado que se sentía y veía, así como la inexplicable opresión en mi pecho que no comprendía.
El cielo estaba pintado de rojo y la tierra era cubierta de llamas rojizas y moradas, el humo que desprendían estas lograba deteriorar la vista cubriéndola de negro, seguramente era la razón del porque no lograba respirar.
Mi garganta estaba desgarrada por los incontables gritos que salían de ella, mi llanto incontrolable incendiaba en mi la poco cordura que lograba quedarme, en mis manos ya hacia un pequeño cuerpo al que sólo podía ver como una silueta.
-JUAN!!.-exclame con mi último aliento, antes de que una repentina luz cegadora me impidiese hacer algún movimiento. Ya lo sabía. Estoy muerto.
Pi Pi Pi Pi
Logré despertar después de que el constante ruido de la alarma logró lastimar mis tímpanos, ahg, sigo vivo. Sin esperar mas tiempo me levanté de las suaves sábanas y comenzar a vestirme.
Estoy listo para un nuevo día de robo y tráfico de drogas, lo de todos los días, no?. Es una vida aburrida y repetitiva llena de riesgos. No tengo el gusto de desear seguir con esta rutina, pero fue mi decisión y estaba consciente de los peligros que conlleva este trabajo desde un inicio.
La gente me reconocería e inmediatamente llamarian a la policía para ponerme tras las rejas, adónde sea que vaya si es que intento volver a integrarme a la sociedad, cosa que dudo.
¿Que otro trabajo habría para alguien de una casta baja y peligrosa, como yo? O ¿Quien aceptaría a alguien que anteriormente no era más que un simple sirviente, que gracias a su apariencia, fuerza e intelecto logró llegar a ser narcotraficante de la yakusa, el líder de una de las bandas criminales más buscadas y grandes en esta dinastía? Mis amigos, pero aparte de ellos nadie, eso es seguro.
Soy peligro como enemigo, protector con mis amigos. Tanto volátil y audaz como destructivo. Creo que no está demás mencionar lo indiferente e insensible que soy con el resto, todo eso forma una parte de mi.
Tengo dinero, autoridad, protección, amigos-aún que eso no lo diré en voz alta-varias mansiones y fincas al rededor de toda la dinastía. Lo tengo todo. No necesito nada, pero...
Algo me falta.
A veces siento un vacío en mi pecho que suelo intentar llenar con elogios, talento y más trabajo, a pesar de que nunca se llena. Es como si una parte de mi hubiera desaparecido o hubiese sido arrebatada.
Suelen mirarme como una persona autosuficiente, cuando en realidad apenas puedo levantarme de mi cama sin la ayuda de otros. No soy ese hombre sin cargo de conciencia que mata a diestra y siniestra por toda la dinastía a cualquiera que le moleste o se meta en su camino, como suelen pintarme y describirme en las noticias. Más que nada soy como un alma en pena que quiere dejar ir el pasado, más no puede por sus pesadas cadenas que le obligan a seguir en el mismo lugar, arrastrando esta alma por esos nublados recuerdos, hundiendole en algo parecido al lodo.
Sacudí mi cabeza ante tales pensamientos, estoy bien, quiero convencerme de ello.
No.
Yo no debería tener ese tipo de pensamientos.
"Spreen" me sorprendo ante la mención de mi nombre a mis espaldas, esa voz desconocida pero al mismo tiempo tan familiar como respirar, su voz chocando contra mi oreja genera un tipo de fricción en mi espina dorsal. Me giró un poco tratando de encontrar la fuente de tal melodía, pero no alcanzó a ver a nadie, como en ese sueño.
-sueño. Sólo fue un sueño, otra vez, solo estaba soñando despierto.-me dije a mi mismo, mi voz a salido levemente rota y de mis mejillas ya resbalaban lágrimas, algo ya bastante usual desde hace unos días, por fin había logrado entender que decían mis gritos; Juan, ese debe ser su nombre.
La madera del piso rechino ante la presión de las pisadas, justo se detienen frente a mi puerta. El toque en ella me da una leve sensación de saber quién está llamando tras esta.
-Jefe, puedo pasar?
-adelante, Mariana.-le contestó tallando frenéticamente mis ojos intentando ocultar que hace sólo unos segundos lloraba desconsolado.
Mariana me mira preocupado, mis ojos han de verse hinchados y por lo tal debe ser ese instinto maternal que tiene el que le de una idea de lo que a sucedido.
-otra vez ese sueño, Jefe?.
Asiento con la cabeza, a lo que el sólo recurre a situarse a un lado mío, abrazándome con su cuerpo, intentado consolarme.
-le he escuchado desde la cocina, los demás están preocupados y querían venir, les he pedido que le dejasen sólo. El desayuno ya esté servido, quiere ir?.-suelta al final de sus palabras, se que también está preocupado, pero de todos mis seguidores el es el único que se toma el silencio de los demás como respuesta.
-esta bien.-respondo, a lo que Mariana suelta una sonrisa.
Junto a el bajo a la cocina en dónde encuentro a todos reunidos; en el comedor está Roier, Carre ,y Robleis y en los sofás de la sala Carola, Mayichi, Focus y Génesis. Apenas llegar ya tenia las miradas de todos en mi. Cómo odio esas miradas.
-dejen de verme haci.-les ordene a todos.
-haci como, jefe?.-pregunto Carola.
-ya saben cómo, con lastima.-le conteste con molestia en cada sílaba.
-lo sentimos, pero no es lastima jefe, es preocupación.-volvio a hablar un valiente, estabas fue Génesis.
-lastima, preocupación; es lo mismo al final.-le digo dando fin al tema.
Uno de mis hombres entra corriendo como alma que lleva el diablo, y apenas verme se detiene para tomar aire.
-noticias?.
-Juan, el hijo de la banda rival; murió.
-que?.-el mundo debe de haberse vuelto loco.
[=Cómo se encuentra la gente bonita?, El final a estado como que muy abierto, no?.
Meses sin actualización y aquí me tienen, con vida.
Cómo están? Que les pareció el final?.
Bue nos vemos, bay.
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