15·Esclavo [2/2]

Aclaraciones/Advertencias.
Mención de:
·Esclavitud.
·Muerte.
·violencia.

Me veo en la necesidad de recordar, que está es una historia ficticia, nada de lo mencionado aqui tiene que ver con la realidad.

UA-Universo Alternativo:
Profeta-eduardo.
Padre de Spreen-Silverio.

[Pov-Spreen]

La pregunta de Juan resonó en la habitación como un trueno en la quietud de la noche.

-¿Por qué la lastimaste?- Cuestionó el bastardo, con molestia mezclada entre palabras. Su voz, antes un bálsamo, ahora era una espina que se clavaba en mi ya maltrecho orgullo.

El tono molesto de su voz me hizo temblar, y cuestionar mi respuesta, por alguna razón su voz que fue tranquila, la primera vez que la escuche y está que era arrogante, prepotente, hiriente, no me gustaba, su voz que había hecho que me sintiera libre en esta jaula en la que me han encerrado, ese tono amarilloso que tenía, tan brillante, se convirtió en algo desagradable.

El temblor en mi voz no era solo por el frío que se colaba por las rendijas de la ventana, sino por la incertidumbre que su tono impredecible sembraba en mi corazón.

-E-ella... me lastimó mis orejas, y las demás... rasparon mi piel.- balbuceé, sintiendo cómo la tristeza se mezclaba con la amargura, humedeciendo mis ojos y tiñendo mi nariz de un rojo vergonzoso.

-Muéstrame.- suspiro y ordeno Juan, su voz recuperando la calma, como si se diera cuenta de su error. Me levanté con cautela, acercando mis orejas a sus manos que, a pesar de pertenecer al hijo de mi enemigo, prometían una gentileza inesperada, se veían suaves, incapaces de hacer daño alguno.

El contacto fue una caricia, un alivio inesperado que me hizo ronronear involuntariamente. Sus manos rozando mi pelaje me dan una sensación semejante a nadar en nubes, simplemente relajante.

Si me hubieran dicho días atrás que estaría siendo acariciado por el hijo del hombre que mató a mi padre me burlaría en sus caras, eso sería algo demasiado fantasioso.

-Te agradezco que me hayas salvado.- susurré, y él chico de lentes, con una risa que no alcanzaba a ocultar la tristeza en sus ojos, tomó mi rostro entre sus manos y alza mi cabeza, hace un recorrido por mi cara, sus ojos se posan en los míos y sonríe con tristeza.

-¿Por qué me agradeces? Yo no te salvé, maté a tu padre y a tus súbditos.- dijo con una voz que se quebraba entre el desprecio y la autocrítica. Arruga su nariz y vuelve a habla.-Deberías odiarme, hace nada te alze la voz, alguien como yo...-cierra la boca, y mira a otro lado, dándole paso así al silencio, concluyó, cerrando los ojos como si quisiera bloquear el mundo.

Me acurruqué en sus brazos, buscando el consuelo que solo la cercanía podía ofrecer. Su abrazo, aunque más pequeño, me envolvía con una promesa de paz que parecía imposible en aquel lugar.

Las lágrimas brotaron, recordando las incontables noches de encierro y hambre, que pase en aquella cárcel, la desnutrición evidente en mi cuerpo, causada por los días interminables en que me dejaban sin probar bocado o beber una sola gota de agua. pero también lloraba por la liberación de saber que aquel calabozo había quedado atrás.

-Me salvaste de ese infierno, me quitaste esa carga que tenía.-me separó un poco de él y sonrió.-aun que me hubiese encantado ver cómo los matabas. .- le dije, y su sorpresa se transformó en una sonrisa que compartimos.

El beso en la punta de mi nariz selló un pacto no dicho entre nosotros.

Que inesperado final.

El «esclavo» y el «salvador».

Acaso tú, te lo esperabas?...

[=Nuevo cap =].

La neta se me antoja un spreen-bottom, pero no puedo porque mi cerebelo me dice que está mal xC.

Bue ya no tengo pila, bay


Editada: 01/05/24

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