Aclaraciones/Advertencias.
Mención de:
·Muerte.
·Insinuación a la depresión.
·Suicidio.

Me toca recordar de que está es una historia ficticia, y las todo lo mencionado en esta, es experiencia propia, en ningún momento se está tomando como un juego éstos temas, todo es ficción y no tiene que ver con la realidad.

En la penumbra de la habitación, Spreen sostenía la carta, un pedazo de papel que se había convertido en el tesoro más preciado de su existencia. Las palabras de Juan, aunque ausente, resonaban con una claridad que traspasaba el silencio, llenando cada rincón con el eco de un amor que había sido su salvación.

Spreen recordaba aquellos días en que la soledad parecía ser su única compañera, días en que la luz del sol no era suficiente para calentar su alma helada. Pero entonces llegó Juan, con su sonrisa que desafiaba a la tristeza, con sus ojos que veían belleza en lo quebrado, con su voz que cantaba esperanza en medio de la desesperación.

Juntos, habían navegado por mares de incertidumbre, enfrentando tormentas de dudas y vientos de miedo. Pero siempre, siempre, encontraban la manera de volver a la calma, de anclar en la seguridad de su amor mutuo. Juan había sido más que un compañero; había sido el faro que guiaba a Spreen hacia un mañana prometedor.

Y ahora, con la partida de Juan, Spreen se encontraba en un océano de dolor, un lugar donde las olas de la soledad amenazaban con engullirlo. Pero en su corazón, una chispa de la esencia de Juan permanecía, una llama que se negaba a extinguirse.

"No me olvides, Spreen", había escrito Juan, y cómo podría olvidarlo, cuando cada latido de su corazón llevaba el nombre de Juan, cuando cada suspiro era un recordatorio de su amor. Spreen sabía que, aunque el destino había sido cruel, arrancándole a Juan de su lado, el amor que compartían era una fuerza que ni siquiera la muerte podía desvanecer.

Así que Spreen decidió honrar la memoria de Juan de la única manera que sabía: viviendo. Viviría por los dos, por cada sueño que habían compartido, por cada sonrisa que habían intercambiado, por cada "te amo" que habían susurrado en la oscuridad de la noche.

Y en la playa, donde todo comenzó, Spreen se permitió una última lágrima, una lágrima que llevaba consigo el dolor, la gratitud y el amor infinito. Luego, levantó la vista al cielo, donde las estrellas parpadeaban como señales de Juan, diciéndole que todo estaría bien.

"Gracias por salvarme, Juan", susurró Spreen al viento, sabiendo que, de alguna manera, Juan lo escucharía. "Y aunque nunca elegimos nuestra canción, cada paso que doy, cada palabra que digo, cada momento que respiro, será nuestro himno, nuestra melodía eterna."

Con esa promesa, Spreen comenzó a caminar hacia el futuro, un futuro incierto, pero uno que llevaría consigo el legado de Juan, un legado de amor, esperanza y redención.

[=Nuevo cap :}, estubo troste :'c
Gracias por los 2.23k de lecturas, se les ama

Editada: 25/04/24