Y ahi se encontraba Jacob Frye, siendo empujado por sus dos mejores amigos Edward y Ezio, mientras se resistía a ser llevado a una discoteca.

- ¡Vaaamos! ¡Jacob Frye! ¡No dejaras que un simple rechazo te arruine la buena onda!- Le grito Edward mientras lo empujaba desde la espalda y Ezio, lo jalaba desde los brazos hacía adelante. 

- Edward, tiene ¡Razon! Sabes muy bien que Arno es un niño mimado de papi y mami ¡Solo porque es rico no significa que puede lastimar así de feo!- Le dijo Ezio intentando animarle de nuevo. Odiaba que ese francés le haya tenido que rechazar así de fuerte. ¿Acaso Elise le dijo que rechazara a todos menos a ella?

Pobre ciego, no se da cuenta que ella lo usa por popularidad.

- Pero.. no tengo ganas.. solo quiero ir a casa y ahogarme con el helado- Se quejo Jacob, las palabras del francés lo habían lastimado más que diez puñaladas en el corazón. 

"Jacob, no me interesas, soy hetero y se me hace repugnante que un hombre me pida A MI.. ser su novio... además.. ¿Acaso no vez lo que afectaría a mi reputación si me ven besándome con un hombre?".

Fue demasiado cruel, un "no" ya le era suficiente, no que lo enterraran así de feo.

- ¡Olvida a ese imbécil!- Finalmente lograron meterlo en la discoteca. La sala oscura siendo iluminada por luces neon, la música a un volumen considerado para que todos oigan a la perfección. Mucha gente bailando, otras tomando y charlando entre ellos. -Veras que te vas a divertir y quien sabe... conocer a una chica hermosa- Le comento Ezio picaron.

- Eres idiota- Le respondió Jacob.

Ezio y Edward fueron por unos tragos y a conocer chicas por si alguna de ellas quisiera estar con el sensual Jacob Frye. Quien él, se fue al fondo de la disco y se apoyo contra la pared aburrido. En eso su mirada se fija en un chico un tanto mayor que él, apoyado contra la pared sólo fumando su cigarrillo.

Venía vestido de negro, lo que más le llamo la atención fueron sus ojos y aquella cicatriz que cruzaba en el ojo derecho.

La curiosidad le ganó que fue a hablarle a ese joven.

- Hey- Inició el conquistador Frye quien fue terriblemente rechazado por un francés. El joven o miró sorprendido y se calmo.

- Hey- Le respondió de vuelta un asentó poco irlandés pero más americano.

- Soy Jacob-

- Soy Shay-

Los dos chicos empezaron a hablar, y a medida que avanzaba la conversación, la risas empezaron a aparecer. De lejos Edward y Ezio miraban como su amigo hablaba plácidamente con otro joven. Le hicieron señas a la chica que venía detrás de ellos que ya no importaba, la joven indignada se fue y los dos chicos miraron con una enorme sonrisa a los dos jóvenes.

Jacob llevo a Shay a bailar junto a él, se divertían demasiado. Lo que los dos amigos de Jacob no esperaban es que de un momento a otro ya se estarían besando salvajemente.

- Es todo un Don Juan- Comento Edward.

- Confirmo- Afirmo Ezio.