Take Control 1/?
Bueno ya saben que se me ocurre los más random cuando leo cosas sobre los signos zodiacales, ¿Que leí esta vez?
Resulta que estaba viendo sobre qué tan manipuladores son los signos dependiendo de cada uno de ellos y como lo hacen y pues me surgió la idea. Quizá esto será un poco más fuerte de lo que los tengo acostumbrados. Pero será por capítulos
Los Virgo manipulan a las personas con "enfermedades" para obtener de los demás lo que buscan aun que ellos no sepan qué será
Los escorpio son de los más manipuladores por su coqueteo y seducción
Sin más que decirles pues ahí va.
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Una relación confirmada, una que nadie esperaba, quizá todos pensarían que por el acercamiento de cada uno de los chico a distintas personas sería algo lo cual no esperaban; Degel y Defteros ya no eran solo un par de amigos.
Kardia apenas había regresado de una de sus tantas misiones como un santo, la noticia sí que lo había sorprendido por no decir afligido, ver a aquel peliverde con el que había compartido muchas cosas y muchas de ellas no necesariamente sutiles besos, ¿Pero después de todo quien era el para cuestionar al acuario sobre sus decisiones personales?. Aburrido en las afueras de su templo enterrando múltiples veces su aguja escarlata en objetivos sin importancia como aves o simples troncos cercanos logró divisar al moreno ladrón de quien llegó a considerar su chico, sabía claramente a dónde se diriguia por lo que atención fue lo que no le presto, no hasta tener al geminiano frente a frente.
-Escorpio tengo que pasar por tu casa-. El mencionado solo gruñó disconforme y se levantó caminando hacía abajo, no estaba de humor como para soportar la presencia de aquel chico cerca suyo.
Paso por la casa de libra, tenía la idea de ir a beber a un bar de Rodorio y perderse entre el alcohol y sus propios pensamientos y eso hubiera hecho de no ser por que al pasar por Virgo el santo de la casa lo hubiera detenido
-No ganarás nada con desahogar sentimientos tan mundanos-. Espetó el chico rubio
-Como sí a ti te importará, también te han quitado a tu juguete favorito ¿Me equivoco?- La sonrisa del escorpio era burlona y completamente cínica tal que sí el rubio fuera capaz de verla intentaría borrar su expresión.
Si bien Asmita muy pocas veces había intercambiado palabras con el peliazul, conocía bien por lo que escuchaba el temerario comportamiento del joven de la octava casa, ¿Quien decía que el no podía conseguir un nuevo juguete? El le enseñaría lo que era jugar al contrario.
Kardia se dispuso a seguir caminando y justo cuando había avanzado unos metros escucho como algo caía contra el suelo, su mirada apenas volvió un poco solo para ver al rubio desplomado en la fría piedra, para nadie era un secreto que su meditación era tan constante que el joven olvidaba comer y dormir días solo por tratar de juntar más cosmo con un fin que nadie conocía. El peliazul maldijo de forma baja, sus planes de aquella noche se habían arruinado.
Escorpio se encargó de levantar el delgado cuerpo del rubio y llevarlo hasta su habitación donde una improvisada cama de piedra era todo lo que había en el lugar, dejó ahí al chico y dió unas cuantas palmadas en sus mejillas para poder despertarle.
Asmita pareció volver en sí o eso fue lo que vieron los ojos del peliazul, sabía que el santo de Virgo era fuerte y respetado pero joder, como un tipo flacucho y con un cuerpo tan "frágil" podía ser capaz si quiera de llevar una armadura dorada.
-Necesito comida-. La voz del rubio sacó a Kardia de sus pensamientos y miro con molestia al propietario de la voz ¿Quien se creía para darle órdenes?-. Por favor... -Asmita había cambiado de posición abrazando sus propias rodillas, se veía indefenso y lastimado, con una voz afligida digna de alguien que ha perdido algo. Resignado puso una mano sobre los rubios cabellos del chico echando estos en su cara, no quería ver a uno de sus compañeros de armas de manera tan lamentable, luego de eso solo salió en busca de algo de comida.
Pasados unos minutos escorpio volvió cargando comida que de manera déspota dejó sobre la cama de piedra del chico que por razones desconocidas no se encontraba ahí, no hasta que volteó la vista a la puerta donde el rubio cruzaba con los cabellos mojados y una expresión triste quizá apuntó de las lágrimas, ambos lo estaban viviendo, la falta de un ser querido que había ido a encontrar felicidad en los brazos de otros ¿Tanto era el aprecio del rubio por el geminiano que ahora estaba entre los brazos de Degel? De manera instintiva Kardia rodeo el cuerpo del santo de Virgo con sus brazos para tratar de confortar al adverso y también tratar de consolarse a sí mismo.
La noche avanzó de una manera tan lenta que el alba al llegar se encontró con dos chicos abrazados uno al otro.
Asmita fue el primero en despertar sus manos comenzaron a peinar el desordenado cabello del peliazul, un cabello tan similar pero con tantas diferencias, algo que estaba muy lejos de ser aquello que alguna vez anhelo, perdió e iba a recuperar.
Kardia despertó por un pequeño sollozo, este abrió los ojos solo para ver que el chico a su lado se encontraba llorando, trató de imaginar por una vez a Degel llorando en sus brazos pero no, aquel recuerdo no existía y jamás pasaría, ¿Se preguntaba cómo aquel chico era capaz de abrirse tan rapido a el? ¿Acaso tanto le afectaba?.
El escorpio jamás había sido del tipo de personas totalmente atentas y preocupadas, nunca abrazaba a los demás por voluntad propia, nunca limpiaba las lágrimas de otro, ¿Entonces por qué este ahora lo hacía? No lo comprendía, son sus dedos borró el rastro de lágrimas que pasaba por las mejillas del rubio cosa que hizo a ambos reaccionar.
Las manos del rubio acariciaron los brazos de chico subiendo hasta su rostro y tocando este para reconocer de mejor manera al chico, Kardia no se molesto por aquello dada la condición del santo de Virgo pensó que sería normal. Sus manos temblaron y se alejaron del chico mientras la expresión de su rostro volvía a ser triste.
-Puedes irte, después de todo nadie querría pasar tiempo con un ciego-. Asmita trato de levantarse a lo que obtuvo como respuesta dos fuertes manos sobre su cintura acercandolo a su cuerpo.
Kardia no dijo ni una palabra, por que las diría cuando sus acciones podrían demostrar más, después de todo a sus ojos, el rubio era más frágil de lo que todos creían. Fragilidad, quizá era esa la palabra para describir lo que pasaba, los labios de ambos se habían encontrado en un beso.
¿Cursilerías? Eso estaba fuera del vocabulario del escorpio, ¿Entonces por qué ahora no era salvaje y mordía los labios del chico como con Degel? ¿Por que no solo se limitaba a satisfacerse el mismo?
El beso se tan lento que el tiempo parecía detenerse, con tanta suavidad que ni la seda de las ropas del Virgo podía compararse, fue algo diferente. Cuando ambos se separaron volvieron a besarse esta vez siendo tan fugaz como una estrella, algo que ninguno espero, o mínimo eso creía uno de ellos.
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El viento ondeó la bufanda roja del escorpio que caminaba a su templo, quien al contrario de su típico pensamiento se mantenía callado pensando en una persona. ¿Quizá un chico que merecía su protección?
El cielo de grecia comenzaba a pintarse de color carmesí, el sol bajaba escondiéndose tras el horizonte, un cielo tan hermoso frente a una persona que no lo podía ver. Paso uno de sus dedos por sus propios labios de manera sugerente, mientras su cabello rubio se movía a causa de la brisa. Quizá no podría volver a tener al Deuteros, pero podría ser capaz de tener para el mismo su propia versión de este en los brazos de Kardia.
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Wiiii~ Esta será una historia que publicaré rápido, esperen la proxima parte mañana y bye bye
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