Veneno erótico

Nunca debes irrumpir en las casas ajenas sin permiso, no debes hablar de pronto a una persona asustadiza, ¿Por qué nadie puede entenderlo...?


Afrodita llevaba cuidadosamente su tubo de ensayo, sabía que si se rompía algo podría salir mal. Tenía puesto su cubreboca plástico y las mangas de la bata desdobladas, así los daños serían menores. Necesitaba una sola de sus rosas demoníacas para completar su veneno, sería fatal y si sus cálculos eran correctos, podría sacar buen provecho a sus plantas. ¿Quién dijo que a los dorados no les gusta la ciencia?

Bajó cuidadosamente para obtener una de las rosas, se incorporó de la misma forma y trituró la flor con su mano, para luego colocarla dentro del tubo....

–¡Afrodita! –gritó una voz notoriamente fingida.

Eso bastó para desconcentrar al sueco y asustarlo al mismo tiempo, haciendo que tirara al suelo el contenido del tubo de ensayo que llevaba consigo.

–¡Maldita sea, Angelo! –dijo, trabajos reaccionó.

–¿Qué? –respondió burlón–, los chicos y yo estuvimos gritando desde afuera, como no saliste, pues nos pasamos...¿Qué era eso?

–Era un estúpido veneno mortal...

–¿No tenemos ya suficiente con tus rosas y contigo? –Puso sus manos tras su nuca.

–¡Jódete!, ¡Ruega a Zeus para que me haya equivocado esta vez y el veneno no funcione! ¡Aunque me encantaría que lo hiciera!

–¡Ja! Te equivocas en todo... ¿Podemos pasar?

–Ya están más afuera que adentro...  ¡Largo!

–Bien, bien... vamos, chicos.

Los caballeros que pasaban en ese momento por ahí, rieron un poco ante los comentarios de Death Mask y siguieron su camino, por otro lado, Afrodita estaba furioso, su experimento estaba echando a perder; regresó molesto a su pequeño laboratorio y comenzó todo desde cero, pero al tomar el ingrediente principal se dio cuenta que la botella que lo contenía había sido cambiada por una similar, ya que tenía una etiqueta sobrepuesta y cuando la retiró... Se trataba de un líquido erótico muy...  pero MUY fuerte.

Trató de hacer cuentas rápidamente, ninguno de los otros ingredientes podría combatir su composición, sólo las rosas demoníacas pero no había alcanzado a poner si quiera un pedazo dentro de su tubo de ensayo... Eso debía ser obra de Death Mask, Milo y Aioria.

–Aioria... –refunfuñó.

–Heh, Dita –Una voz tras de sí, era Aioros–, el Patriarca nos llama.

–Si... voy.

Retiró su cubrebocas, bata, materiales y se colocó bien su camisa, para poder asistir al llamado del Pontífice. Corrió hasta la cámara del Patriarca, encontrando ya a todos ahí, al igual que él, sin portar armadura.

–Bienvenidos, caballeros –dijo Shion–. Me alegra que ya estén todos aquí, debemos contribuir a...

Se vio interrumpido por Dohko, quien comenzó a caminar hacia él sin decir ni una palabra; cuando estuvo frente al Patriarca le tomó la cara con ambas manos y sin previo aviso lo besó. No un beso tierno, sino más bien uno apasionado, ansioso de algo más. Los caballeros presentes se quedaron atónitos.

–¿M-Maestro Dohko? –exclamó Aioros.

El viejo maestro continuó con lo suyo sin hacer mucho caso a los demás, sin detener el beso se montó en el regazo del Patriarca y comenzó a mover las caderas, logrando un roce de entrepiernas, dejando que Shion sintiera la erección que tenía.

Con un notable sonrojo, todos los caballeros se miraban entre sí, ¿Qué diablos estaba ocurriendo?

Camus sintió un cuerpo entero caerle encima, era Milo haciendo movimientos parecidos a los de Dohko, sólo que este había logrado posicionarse entre las piernas del Acuariano, empujando por encima de la ropa mientras desnudaba al santo de la onceava casa.

La mente de Afrodita comenzó a pensar al tiempo que varios caballeros más se unían a lo que obviamente se convertiría en una escena sexual completa, sabía qué era lo que estaba pasando pero había algo raro... sólo atacaban a dos de los caballeros, ¿Por qué al resto no? ¿Por qué entre ellos no? ¿Por qué si el maestro tenía a varios al lado, se fue específicamente con  el Patriarca?

Entonces cayó en la cuenta de que sólo besaban a quienes no habían estado en el templo de Piscis cuando él rompió el frasco, debía recordar quienes eran los que no estaban allí... Si tenían a Camus y Aioria, eso quería decir que ellos no estaban, tampoco recordaba haber visto a Mü.

–Eso quiere decir que... –susurró, y casi al mismo tiempo veía cómo Kanon se lanzaba sobre el Aries.

Aún seguía la pregunta: ¿Por qué no entre ellos? Afrodita no paraba de pensar, si darse cuenta que detrás de él estaban Shura y Death Mask... Lo acorralaron contra la pared, comenzaron a besarlo y lamerlo mientras lo desnudaban.

–¿Por qué yo...? Ah...

–Porque tu olor me prende, Afrodita... –susurró el Cáncer en el oído del sueco.

¿El aroma? ¡Claro!, eso debía ser, como él llevaba una máscara, no pudo respirar aquel veneno erótico... El aroma debía ser lo que los hacía desear a quienes no lo respiraron, seguramente aquella sustancia había elevado sus hormonas y además les agudizó el sentido del olfato, pero este se debía bloquear cuando estaban con otro contaminado... Como vio que Aioros se resistió hasta que lo besaron, eso mostraba que la sustancia al ser combinada con saliva creaba relajación y de igual forma un aumento de hormonas, pero no el suficiente como para que los que no respiraron el químico perdieran su tan delicioso olor...

Sus pensamientos se interrumpieron por un apasionante beso por parte de Shura, haciéndolo perder por completo el control, siendo el último de los caballeros  en caer.

Los ropajes del Patriarca estaban regados por el suelo, Dohko saltaba enérgicamente en el miembro de Shion mientras que este lo apoyaba con sus manos para que pudiera subir y bajar con más fuerza.

–¡Ah!, ¡Shion!, ¡Más...!

Libra hablaba con dificultad, el placer que su contrario le proporcionaba era impresionante; Shion lo detuvo y se levantaron del asiento del Pontífice, el tibetano lo colocó bruscamente de espalda e hizo que se inclinara hasta el suelo, y después de penetrarlo frenéticamente cargó sus piernas, por lo que el castaño sólo lograba sostenerse con sus manos.

Mü no podía respirar correctamente, el sexo que entraba y salía de su boca se lo impedía, Kanon estaba siendo rudo con respecto a eso pero no sólo era él, Albarán empujaba de tal manera que el Aries ya había alcanzado el climax y sus piernas ya no soportaban más, sus brazos estaban cansados, pero no podía quedarse ahí, él quería más. Las grandes manos del Tauro masturbaban al joven tibetano que penetraba con tanto frenesí, mientras que Kanon sostenía el largo cabello lila de Mü, permitiendo ver perfectamente la suave espalda del guardián de la primera casa. El brasileño tomó los brazos del Aries logrando que se incorporara rápidamente hacia atrás, haciendo un arco perfecto, permitiendo a Aldebarán una penetración más profunda, al tiempo que el géminis menor lamía y mordía sus tetillas.

Con un poco de trabajo Shaka intentaba lamer y chupar los testículos de Aioros, el placer que este le provocaba con su mano lo hacía actuar torpemente; el Sagitario preparaba la entrada de Shaka y la de su hermano, pues ambos ya deseaban el cuerpo de Aioria, este estaba dispuesto a darles gusto. Con el castaño menor recostado en el suelo, Shaka saltando sobre su miembro, su hermano mayor penetrándolo se sentía en el paraíso, lo que hacia Aioros alcanzaba el punto climax del Leo y Shaka apretaba su miembro. Se detuvieron por un momento dejando a Shaka colocarse de rodillas para luego ser penetrado por Aioria y al mismo tiempo el Sagitario introducía su miembro en la entrada de su hermano.

El pecho caliente de Shura rozaba constantemente con la espalda del Piscis, mientras que el guardián de la cuarta casa se encargaba de entrar y salir del sueco, al mismo tiempo que Shura. Afrodita se encontraba recostado sobre el español y encima del Piscis, Death Mask. Estaba siendo penetrado por los dos caballeros a la vez, sentía cómo la cadera de Shura se movía para intentar obtener más placer, veía sus piernas sobre los hombros del Cáncer y las caderas del mismo ir hacia enfrente y hacia atrás, sentía ambos miembros moverse dentro de él, haciendo que incrustara sus cortas uñas en los brazos de Death Mask.

Milo pasaba su miembro por los glúteos del Acuariano, metiéndolo un poco, sacándolo después, prácticamente jugaba con el placer del francés. Saga estaba sentado en el suelo siendo complacido por la boca y las manos de Camus, lo hacía de una manera tan profesional que parecía que ya lo había hecho muchas veces.

–Oye –Se dirigió a Milo–, si vas a jugar, mejor déjalo...

–Calma, no sabes cuánto había estado esperando esto...

Entró en el acuario de una sola estocada, firme, tras dar un golpe en el trasero de Camus comenzó a moverse enérgicamente, dificultando un poco el trabajo de este, que metía y sacaba de su boca el sexo de Saga gimiendo sensualmente mientras lo hacía. El géminis mayor se levantó de pronto y se acercó a Milo.

–Quítate, es mi turno.

El escorpión salió del interior de Camus, Saga recostó al acuario en el suelo y lo embistió mientras que el octavo guardián metia el sexo de Camus a su boca.

Algunos se vinieron antes, otros después, no puedo recordar el orden, pero lo que sí sé, es que ha nadie pudo volver a ver al Patriarca a la cara durante un buen tiempo...

Y Afrodita... bueno... guardó una buena ración de ese liquido en un frasco, cerrado bajo llave.




















Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top