One Shot #1 - Universo alternativo

La joven escuchaba como los invitados reían, aplaudían, gritaban y silbaban ante la repentina declaración de amor que hizo aquel chico al que llamaban Camus, había acabado de declarar su amor frente a todos sus amigos y colegas sin importarle nada, de verdad le amaba, ella sonríe al ver el rostro de su amiga que solo denotaba emoción, sorpresa y amor mientras el joven ponía un anillo en su dedo, Tamara no podía de la dicha, se le notaba en su sonrisa amplia y sus ojos brillantes y lo mismo se podía decir ahora del joven que la observaba, ese brillo en sus ojos que solo lo hace el amor, Camus se acercó lentamente a ella y posó sus labios sobre los delicados labios rosa de Tamara, ella sin dudarlo un poco lo abrazó por el cuello apegandose a el lo cual hizo que todo el lugar erupsionara en silbidos y aplausos.

Ella sonríe aplaudiendo pero no puede evitar soltar unas cuantas lágrimas lo cual no pasa desapercibido por el que ella piensa es su novio, aunque aunque ahora no está muy segura de eso.

—¿oye que te pasa? Todo bien? -pregunta el ojiverde mientras la observa un segundo para luego ver a la feliz pareja
Ella niega —nada, es solo que es muy romántico...y tierno no te parece? -le sonríe un poco tratando de darle ese empujón pero su respuesta la deja en silencio.
—si, eso creo, muy tierno -dice serio y aún observandolos, la pareja continua abrazada y un nuevo beso aparece.
—ugh...mucho romance -dice Saga rodando los ojos, la joven lo escucha y siente su corazón partirse un poco más esa noche.
—es tierno Saga...-dice triste mientras se escabulle entre la gente y sale al patio donde está la piscina, se sienta allí en el borde y mete los pies en el agua suspirando fuerte.
—oye...estás bien? -pregunta su voz detrás de ella
—si, estoy bien -dice ella sin voltear a verlo
—hmm...está bien..y este...sabes? Va a haber un brindis y necesito que sirvas el vino -dice el joven rascándose la nuca.
—oh...-dice soltando una lágrima pero la limpia rápidamente —si, claro ya voy -dice ella levantandose rápidamente mientras va a la cocina y sirve las copas, ella las lleva a la mesa donde se encuentran todos los bocadillos y las deja allí para que los invitados las tomen, les sonrie a algunos de ellos para luego volver a la cocina, a ese lugar era el que pertenecía.

La fiesta continuó y ella seguía en la cocina pensando en mil y una cosa, Saga seguía charlando y comiendo con sus amigos sin dirigirle si acaso una mirada, ella suspira y comienza a ordenar, era su labor después de todo.

Los minutos pasaron y pronto varias parejas se encontraban en algunas de las habitaciones de la enorme casa, eran los más enamorados, entre ellos la pareja recién comprometida, ella levanta la mirada y ve a Saga acercarse.
—faltan algunas parejas, no subas al segundo piso si no quieres escucharlas -dice sacando un refresco y tomandolo.
—lo supuse -dice ella observandolo, estaban solos ya la mayoría de gente se había ido y era ahora o nunca, ella necesitaba estar segura, sin más ella se acerca a el y le toma la mano a lo que el la mira confundido, ella le sonríe un poco y se pone en puntas de pie para besar sus labios con toda la pasión que puede generar aún teniendo el corazón roto.

El la aparta un momento y voltea a ver qué no haya nadie que pudiera verlos y luego la besa de nuevo, ella suelta una lágrima en el beso pero le abraza aferrándose a el, ella le amaba tanto, más que a su vida pero al parecer el no a ella.

Ella se separa por falta de aire y lo mira a los ojos —¿Que quieres hacer ahora? -le pregunta, era una prueba silenciosa.
—eh...-se rasca la nuca —descansar -dice encogiéndose de hombros sin darle mucha importancia.

Su intento de despertar en el amor por ella en ese beso había sido inútil,  ella asiente
—esta bien, ve a descansar y yo terminaré de ordenar todo aquí -dice apartándose de el para empezar a ordenar algunas cosas, el la observa frunciendo el ceño, suspira y comienza a ayudarle un poco a ordenar.

Ella deja todo casi listo y se sienta en la mesa de la cocina esperando que las parejas terminen sus asuntos para irse a descansar, suspira triste mientras juega con el borde de la falda de su vestido.

Saga la observa y rueda un poco los ojos ¿Pero qué es lo que quiere esta chica? Piensa para luego acercarse a ella, tomar su mentón y besarla con pasión, ella se sorprende y le corresponde sin dudarlo, el sonríe un poco mientras comienza a subir sus manos por la suave piel de sus piernas, aventurandose debajo de su falda.

Ella suelta un suspiro y se aparta de el viéndolo con mejillas sonrojadas —¿Que...haces? -pregunta observándolo.
—hmm -la mira —pues lo que parece que hago.
—si pero...aquí? -pregunta ella aún con sus brazos en su cuello
—si aquí...será rápido -dice el con una sonrisa ladina a lo que ella frunce el ceño, ella no quería un "rapidito" con el...ella quería mucho más.
—Saga, no tienes que hacer esto por obligación...no te preocupes -dice empujándolo un poco para poder bajar de la mesa tratando de ocultar las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos.
—¿Obligación? -pregunta el confundido siguiéndola con la mirada —¿Por qué sería obligación?
Ella suspira y voltea a verlo.
—por que eso es para ti...eso soy yo para ti, una obligación para aparentar con tus padres -dice observándolo fijamente, el se queda callado y no dice nada.
—yo te creí Saga, cuando me dijiste que te habías enamorado de mi, lo dude al principio ya que era irreal que un hombre como tú se fijará en mi que solo soy una sirvienta, tú sirvienta, pero luego me invitaste a salir y me besabas con tanta dulzura que yo caí en tus mentiras, me deje llevar y terminé enamorada de ti, me hiciste feliz, y luego se te ocurrió hacer esta fiesta, era la última prueba, mi corazón saltaba de dicha al saber que por fin iba a conocer a tus amigos, que me ibas a presentar con ellos y qué tal vez...solo tal vez...harías esa declaración que me hiciste a mi a solas cuando me hiciste el amor por primera vez... Pero no fue así -dice ella sin ya poder controlar sus lágrimas que caían como cascadas por sus ojos —me presentaste con ellos como tu amiga y con algunos como tú sirvienta, lo entendí e igual sonreía aunque mi corazón doliera, luego llegó mi amiga tomada de la mano con tu mejor amigo, el sin dudarlo la presento como su novia, y tú lo abrazaste y felicitaste, yo sonreí al verte feliz, luego entraste y yo me quedé con mi amiga, ella está muy enamorada y yo sonreí al verla así, voltee a verte y te vi bebiendo una cerveza y luego lo ví a el, a tu amigo, solo tenía ojos para Tamara, la observaba con tal amor y tal dulzura que harian derretir al más frío corazón, sentí envidia pero talvez yo era una egoísta y estaba pidiendo mucho de ti, pero solo quería que me miraras así...no lo hiciste. La fiesta siguió y yo tuve que seguir con mis labores de sirvienta ya que así me habías presentado, decidiste tomarte un minuto de tu tiempo para bailar conmigo, pero me llevaste a un rincón, donde nadie nos vería, era de esperarse, te daba pena que te vieran bailar con la sirvienta. Luego llegó el gran momento -dice ella sonriendo sarcástica soltando más lagrimas, Saga simplemente la observaba callado. —tu amigo se le declaró a Tamara en tu fiesta...en TU fiesta...y yo -suspira limpiándose inútilmente las lágrimas —y yo como una idiota esperando que tal vez tú me sorprendieras de esa forma, pero no pasó, y luego todas las parejas felices se fueron a demostrarse cuanto se amaban y tú no me mirabas...y ahora por obligación al darte cuenta que estoy destrozada, vienes a tratar de repararlo con un "rapidito" -ella llora más fuerte aún —perdon Señor, por esto, por todo, me iré a descansar y mañana le prepararé el desayuno temprano -dice ella haciendo una reverencia a su jefe, como siempre debió haber sido.

Saga la observaba aún callado, no sabía que decir a lo que ella sale corriendo y se encierra en su habitación, toma una pequeña maleta y alista sus cosas para luego abrazar una almohada y llorar sin restricciones.

Saga se queda allí pensativo pero sale de sus pensamientos al escuchar pasos, levanta la mirada y ve a Camus con Tamara salir de la habitación de huéspedes con una sonrisa en ambos rostros.

—Hola Saga, eh...gracias por la fiesta, estuvo increíble y discúlpame con la sirvienta, hicimos un poco de desorden -dice algo apenado Camus mientras Tamara esconde su rostro en el brazo de el.
—Esta bien...no se preocupen por eso -dice con algo de tristeza.
—oye perdón que me meta, pero donde está ella? Mi amiga -pregunta Tamara.
Saga se queda callado y la observa para luego suspirar —en su habitación, fue a descansar.
—ahm...ella me dijo que ustedes...eran novios? -pregunta Tamara algo curiosa pero Camus suelta una carcajada sonora
—¿Novios? Por favor -rie de nuevo —Aqui mi amigo -dice dándole una palmada en la espalda —es todo un casanova, y sin ánimos de ofender pero acaso no viste como la trato toda la noche?
Saga no puede evitar gruñir entre dientes algo molesto ante las palabras de su amigo, le da una mirada furiosa a lo que Camus decide callar.
—bueno Saga, mejor nos vamos -dice el joven tomando a su prometida de la mano para salir de allí.

Saga va hasta la puerta de la joven y levanta el brazo para golpear pero niega y se va de allí a su habitación.

Ella despierta muy temprano, se pone su uniforme y comienza a ordenar toda la casa como era su deber, ordena las habitaciones y deja todo reluciente, mira la hora y comienza a preparar el desayuno, lo sirve en una bandeja y ve que faltaban 15 minutos para que el despertara, ella pone el plato con su comida favorita en la bandeja, toma un papel y comienza a escribir.

Señor Saga: Dejo su desayuno preparado, espero sea de su agrado, la casa está reluciente e impecable, le agradezco por estos meses que me ofreció la oportunidad de trabajar para usted pero creo que ha llegado el momento de partir, de todo corazón le deseo que encuentre esa chica con la cual quiera pasar el resto de sus días, con la que sus ojos brillen al verla y con la que no sienta pena ni vergüenza decir que la ama, que de su corazón salgan los más bellos detalles y las más dulces palabras para ella, sé que usted tiene un buen corazón y logrará encontrarla, gracias por darme la oportunidad de sentir la ilusión de que yo fuera esa chica, lamento no serlo, lamento no ser una chica de clase alta ni de buenos modales ni con gran belleza pero espero algún día encontrar alguien que me quiera como soy, adiós Señor.... Cuidese

Ella suelta algunas lágrimas y envuelve la carta para dejarla al lado de su plato, ve el reloj, faltan 7 minutos, corre a su habitación y toma su maleta, mira todo con nostalgia y abre la puerta de la gran casa para salir de allí caminando con la mirada baja.

Suena el despertador y saga gruñe en su sueño, estira sus brazos y da un bostezo, después de unos segundos se levanta y baja con algo de pereza las escaleras, ve que todo está limpio y ordenado y sonríe un poco, camina un poco más y llega a la cocina donde ve su desayuno servido y ampliamente sonríe aún más, se sienta y comienza a comer, toma lo que penso que era una servilleta pero era un papel, frunce el ceño y lo abre, era una carta, la lee con atención y su ceño se frunce en tremenda confusion y sosobra Al leer cada una de esas palabras, al terminar arruga el papel y lo bota a la basura.

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Bueno...espero les haya gustado, la parte dos la publicaré en la tarde :3

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