Méndes III

Título: Problemas de familia.
Tom Holland y Lectora.
Advertencia: Posiblemente haya un poco de lenguaje ofensivo. Medio largo.Habrá 4ta parte, creo...

-¿Qué?-Volví a preguntar, sin poder dar crédito a lo que me dijo. Sentí mi estómago revólverse. De pronto, me había quedado sin aire.

Me di la misera oportunidad de detallar al canadiense frente a mi. Este traía unos Jeans oscuros, una camisa blanca a rayas azules de mangas arremangadas a medias del brazo, justo debajo de sus codos, y una chaqueta gris colgando del brazo izquierdo.

Pero más allá del conjunto de ropa que cargaba, lo que me llamó la atención del poste de casi dos metros frente a mi fue su rostro. Lucía demacrado, ojeroso, cansado y definitivamente tenía cara de haber llorado toda la noche.

Otro detalle llamó mi atención. Si se supone que la noticia me involucraba a mí y a mi hermana, entonces... ¿Dónde carajos estaba Karla Camila?

Por alguna razón, pensar en ella me deprimió. Y eso me asustó.

-Nos vamos a casar.-Repitió con calma. De los dos, Shawn siempre fue el paciente de la relación.

-¿Dónde está mi hermana?-Inquiri casi al mismo tiempo en que él me decía aquello, su reacción me descolocó un poco.

Shawn se tensó ante mí pregunta, clanvando la vista al suelo y jugando con su anillo.

Frunci el ceño notoriamente, sin saber si todo esto era una mala broma o una atroz realidad.

-Ella...-Su voz tembló, y se quebró antes de que pudiera decir algo más. Inhalo con fuerza. Parecía estar tratando de creerse él mismo sus palabras, convencerse a sí mismo. Y eso no es que fuera muy propio de Shawn.

Despues de eso, no hablo más. Parecía ido. Perdido en algún recuerdo.

¿Se habrá drogado? No... Él no es de esos... ¿O sí? Quiero decir, tenía años sin saber nada de él. Algo debió de haber cambiado ¿no?

-Méndes, no estoy para juegos. Mírame, estoy en una relación con alguien increíble y a la espera de un hijo suyo.... Sinceramente no podría estar más feliz en estos momentos, o al menos así era hasta que te apareciste.-Mi brutal ataque de sinceridad pareció sacarlo de sus casillas, devolverlo a la realidad y abofetearlo con fuerza. O al menos eso fue lo que su rostro reflejo en menos de medio segundo.

Raúl pestañeo varias veces, ladeando la cabeza totalmente incrédulo a mis palabras.

-Espera... ¿Tú estas embarazada?-Su voz sonó extraña, como hueca y herida. Algo así como si hubiera estado en el agua mucho rato e intentara hablar después de salir de esta.

Y ahora la confundida era yo. Pues hace no mas de dos semanas le había dado la noticia a Camz de que sería tía. Por pura inferencia supuse que ella le habría dicho a Shawn desde el minuto cero. Y eso solo me hizo dudar aún más.

-¿Camila no te contó? Tengo dos meses y medio.-Ahora la confusión parecía ser la dueña de la conversación, pues tanto él como yo teníamos en la frente impresa esa palabra. Shawn no tuvo tiempo de responder cuando escuché una voz familiar a nuestras espaldas. Una voz que luego se convirtió en un mar de voces, lo que nos hizo girarnos para ver. Pues había en él varias que correspondían más a conocidos del cantante que del actor.

No sé si para salvación mía, suya, de Tom o de los tres, llegaron los padres de Tom al pasillo. Y a penas unos metros más atrás de ellos, venían a nosotros Andrew (el agente y manager de Shawn), Connor (quien se podría calificar como el mejor amigo del canadiense), Karen, Manuel, Aaliyah, Andrew y Will (el agente y el manager de Tom respectivamente), Hazza, mi mamá, Laurent ( el manager de mi hermana), Hugo (el abogado de los Holland), Grace (la abogada de los Méndes) y por último Louisa (la abogada de mi familia a la que solo veía cuando las cosas estaban realmente feas.)

Esta procesión de familia, amigos y entes legales venía directito a nosotros. Y yo pensé que lo único que faltaba en aquel gentío era incluir un fiscal, un juez y a mi hermana. Porque esto tenía toda la pinta de convertirse en un lio en cualquier momento.

-_______-Saludo Nicola con cierto alivio en la voz, abrazándome con fuerza, al igual que Dominic.

-Nicki, ¿qué ocurre?-Pregunté en voz baja, viendo de reojo a la procesión que poco a poco se acercaba más y más a nosotros.

La madre de mi novio notó de inmediato el timbre de alarma en mi voz y me llevó del brazo a una distancia relativamente prudente lejos de Méndes.

-Honestamente no tengo ni idea. Pensé que tú tal vez tendrias alguna clase de sospecha, pero ya vi que no.-Y ahí se me fueron las esperanzas de saber qué mierda pasaba de mano de alguien que no fuera a matarme (sí señores, me refiero a mi mamá)

-Es mejor que entres, Tom está hecho una fiera desde que vio a Shawn aquí. Y seguramente Hazz le ayude en su plan homicida si no lo detienes.-Murmuré bajito como respuesta, notablemente desilucionada y aún más ansiosa que antes.

Nicola me dedico una mirada de disculpa antes de ingresar a la habitación de Tom junto a su esposo. Justo al tiempo en que Shawn volvía a pararse frente a mi, su rostro reflejaba incluso aún más desconcierto y confusión que el mío. Pero debía preguntar.

-Shawn, ¿qué carajos esta pasando?-

El canadiense me dió una sonrisa diminuta y sin mostrar los dientes, cruzando nuevamente los brazos sobre su pecho, notablemente tenso.

-Parece que tu hermana se tomó en serio lo que Laurent y Andrew le digeron.-Su expresión era oscura, apagada e incluso aterrorizada.

-¿Y eso es?-Le inste a decirme.

-¿Recuerdas que te dije que tú y yo nos casaremos? Bueno, digamos que a los genios que nos representan se les ocurrió la magnífica idea de anunciar mi compromiso (aún inexistente porque ni tiempo de preguntar me dieron) con Camila sin mi consentimiento. No obstante, el insider se equivocó con el nombre al decírselo a la prensa ¡y bum! Boda con la Cabello errónea instantánea.-Sí, definitivamente estaba ofuscado y molesto...-¡Ah! Y tu hermana decidió dejarme sin chistar o darme la oportunidad de explicarle la situación, así que ahora cree que la engaño contigo.-Añadió con un tono mordaz que me hizo pensar que tal vez Shawn debía de sentirse viviendo una especie de déjà vu.

-Ironías de la vida.-Fue lo único que logré argumentar en medio de mi asombro. Siendo inevitable que una risita no se me escapara de la garganta como acompañante.- Pero, ¿por qué simplenmente no vas y acaras todo al ojo público?- Pregunté con notoria obviedad.

Mendes me miró como si acabara de decir la idiotez más grande de toda mi vida. Para luego decir:

-Porque ya se arreglaron los papeles, se enviaron las invitaciones y se armó el espectaculo del año. Además de que hay muchísima gente involucrada por contrato, yo soy uno de esos... Si retrocedo en algo de esto, no solo mi relación con tu hermana y mi carrera se irán al caño. Sino que va a arrasar con la tuya, la de Camila e incluso, la de Tom.

¿Cómo carajos las cosas se nos habían ido tan a la mierda en tan poco tiempo? Hace menos de una hora estaba más que feliz con el hombre que amo, y ahora estaba envuelta en un rollo familiar y legal.

¡GRACIAS A LA MALDITA PRENSA! ¡Siii! Hágase énfasis en mi sarcasmo, por favor.

Mi mamá llegó poco después de que el canadiense rugiera por lo bajo. Me veía con el fuego ardiendo en sus ojos cafés y la mandíbula tensa. Algo en ella me decía que Karla Camila se había ido por otra razón, y eso era perturbante.

Diosito mío, apiádate de mi alma.

-_______ Lucía Cabello...-Inicio ella con la fiereza en su voz.

Instintivamente, retrocedí tres o cuatro pasos, aún a mis veintiseis años aquella voz me ponía la piel de gallina... Protegiendo instintivamente mi vientre nada abultado mientras lo hacía.

Mi madre estaba a punto de darme un discurso moralista, cuando dos pares de brazos se me lanzan encima.

-¡Oh por Dios! ¡MÍRATE!- Aaliyha sin duda era mi angelito de la guarda.

La menor de los Méndes me apretó con fuerza contra ella, asombrándome por cuánto había crecido desde la última vez que la vi. Estaba casi del tamaño de su hermano, por lo que ya mi cabeza le llegaba poco más arriba de los pechos.

-Aali...-Salude casi sin aire, por la fuerza con la que me apretaba y el malestar prenatal que comenzaba a surgir. Eso... Y un posible ataque de pánico estaba a la orden del día.

Mi voz sonó extraña, como ida. Aaliyah lo notó y se separó de mi lo suficiente, tomándome por los hombros. Su mirada me escrutó con sus ojos tan parecidos a los de Shawn, envueltos en una preocupación demasiado grande como para notar el gentío a nuestro alrededor.

El piso bajo mis pies se movió con brusquedad y me hizo trastabillar, pensé que era un temblor y me apresuré en buscar la puerta de la habitación de Tom con la mirada. Pero había un detalle: El resto de personas a mi alrededor parecía estar en perfecta calma.

Mi cerebro estaba extremadamente lento para ese momento, y tal vez por eso le costó tanto procesar el mareo que me tambaleó y me hizo aferrarme al segundo par de brazos que me sostenía además de los de Aaliyah.

Fue en ese momento cuando choque con la mirada semi verdosa de Karen Méndes puesta sobre mi. Sus manos me aferraron con fuerza y sus labios se movían frenéticos en un sin fin de palabras que mis oídos no eran capaces de apreciar y entender.

Y eso fue lo último que vi. Porque ahora sí me desmayé.

-¡________!

.
.
.

Mi respiración era pesada, mi pecho dolía y ardía a la vez. Mi nariz se sentía como el infierno cada vez que inhalaba, pero mis pulmones la obligaban a aguantar la tortura para mantenerme con vida.

Mi mente pareció procesar todo de golpe, y mis ojos se abrieron tan rápido como el recuerdo de la procesión de gente llegó a ella.

Me precipite en levantarme. Grave error: Mi mundo volvió a moverse. Y volví a caer de lleno en la camilla.

-Maldita sea...-Balbucee aguantandome de las barandillas de la camilla.

 Fue entonces cuando reparé en la vía venosa que tenía en mi mano, por la cual corría un líquido transparente a través de las canaletas. Tras un breve recorrido con mirada, me enteŕe de que tenía una bolsa de suero fisiológico conectada a la vía.

El aire olia raro y entraba con rapidez, y me atrevería a decir que con brusquedad, a mi nariz. Cuando lleve mi otra mano a esta, entendí que tenía un pequeño respirador colocado.

Entonces, entró el actor que tengo por novio, mi mamá, Shawn y Louisa. Ninguno tenía buena cara. Pero de todos, el que más me preocupaba, era Tom. Sus ojos denotaban la decepción y la ira que seguramente sentía, pero rápidamente la camufló.

Esto no iba a salir nada bien.

Con un suspiro resignado, Shawn abrió la boca para empezar a hablar, pero no dijo nada. Sus gestos y su cara en sí, denotaba el disgustazo que tenía por toda la situación y con una mirada se disculpó con anterioridad.

-Ya están listos los documentos.- Anunció Louisa con una sonrisa satisfactoria, haciendome preguntar internamente cuanto le estarían pagando como honorarios profesionales.

La ignoré olimpicamente y me fije de lleno en Thomas. Sus ojos estaban vacíos, sin expresión alguna, pero su cuerpo estaba tenso a niveles que desconocía. Él simplemente tomó la silla a mi lado izquierdo de la camilla y se sentó.

Quería llorar, quería gritar, mandar todo a la mierda y huir a Irlanda. Pero no podía. No cuando tenía el futuro profesional, no solo mio en los hombros, sino el de tres perosnas más. Ya había escado de mi pasado una vez, y miren como terminó.

-Por favor dime algo...-Suplique en un susurro. Thomas posó si mirada en mi por a penas unos segundos, y luego la quitó. Fijandola en Shawn.

-¿Qué se supone que pasa ahora? ¿Te vas con ella y juegan a ser felices por siempre en un exitazo de reconciliación?- El cinismo y el hecho de que hablara de mi como un objeto sin duda me hirió.

Shawn rodó los ojos ante la propuesta.

-No seas cruel con ella, Holland. Si quieres, mátame a golpes aquí mismo. Pero ella no tenía ni idea de todo esto hasta que se lo dije.- Por primera vez en mucho tiempo, Mendes tenía la razón en algo.

Tom soltó una carcajada irónica ante la intervención del canadiense. Volteandose a verme con la misma expresión vacía en los ojos.

-¡OH! Disculpame por favor. Es que me acabo de enterar que te vas a casar con otro, a mis espaldas.- Ruge Tom con la voz cargada de sarcasmo.

-¡Que yo no tenía idea de esto, Thomas! ¡¿Cómo carajos piensas que te haría algo así?! ¡¿Y con él?!-Señale a Shawn, notablemente alterada.- ¿Tan poco amor propio crees que me tengo como para volver a la misma mierda?- Quise agregar un "sin ofender, Shawn" pero sería mentir.

-<<Estoy esperando un hijo tuyo, nojoda. ¿En serio crees que con eso te dejaría asi porque sí? Te he dicho mil veces que pase lo que pase iba a estar para ti. Y te juro que creí que ibas por lo mismo. Pero parece que no...- Mis palabras lo hirireron, sin duda alguna. Pero se mantuvo firme en su declaración de la ley del hielo.

Y justo cuando abrio ligeramente los labios, mi mamá hizo su intervención estelar.

-¡¿Estás embarazada?! ¡Como pudieron ser tan irresponsables para...!- Uff, eso dolió. Sin duda me esperaba un sermón que me comparase con lo "perfecta" que es mi hermana. Pero no tal acusación de lleno.

-Ahórrate la charla, mamá. No es contigo con quien hablo.- Rugí de inmediato. Viendo por primera vez en mucho tiempo a mi madre con veneno en los ojos.

-Sinahué... Por favor, ahora no.- Dijeron Shawn y Tom al mismo tiempo. Ambos usando una connotación diferente. El británico coincidió conmigo en el tono mordaz, pero el canadiense intentaba calmar las aguas. 

Ambos hombres se vieron entre sí, con una pequeñisima chispa de odio reluciendo en sus  ojos.

Tom inhaló profundamente antes de hablarle directamente a Louisa.  Pero me le adelanté

-¿En qué consiste el acta de... matrimonio?- A pesar de intentar mantener la postura política, ella sabía que debía responderme eligiendo sus palabras, de lo contrario, Chernobyl podría convertirse en un simple accidentucho a comparación del conflicto que sin duda alguna le armaría.

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Mi mamá, la abogada y Shawn salieron de la habitación después de dar por finalizada la charla. No sabía cuanto había durado. Pero ya era de noche.

Me limpié por novena vez las lágrimas del rostro, antes de mirar al británico a mi lado. Este veía el piso con atención. Aunque seguramente estuviera metido en su cabeza. Suspiré.

-No quise decir eso. Perdón.- Dijo de pronto. Volteando a verme. Yo lo miré sin entender.- No quise ser un imbécil contigo. Perdóname por favor. Es sólo que tu madre llegó a mi cuarto diciendo a los cuatro vientos que "se alegraba" de tu boda con Shawn, y yo empecé a hacerme una película en la cabeza. Después Mendes llegó y me reafirmó que se casarían. E inmediatamente se desataron los demonios en mi.- El arrepentimiento era notorio, pero no justificaba su actuar.

-Tom, te he dicho miles de veces que lo mío con él murió hace mucho. Tan pronto me enteré que estaba con mi hermana... No entiendo por qué insistes en que aún hay algo.-Replique.- Yo nunca te recriminé de nada cuando los medios decían que me engañabas con Zendaya o cuando publicaste esa foto de Nadia. -Holland me bajo la mirada en ese momento, sabía que tenía razón.

-Lo sé... Lo sé. Aún trabajo en eso de calmar los celos irracionales.- Comenta con ambas cejas en alto.- No quiero perderte, eso es lo que pasa.

<< Por primera vez soy una excelente versión de mi. Y en una gran parte eso se debe a ti. A que has estado en las malas, las peores y en los desastres, pero te quedaste. En más de una oportunidad me tendiste la mano cuando mis piernas no podían con el peso. Te celebras mis triunfos como si fueran tuyos también, me haces sentir orgulloso de estar con alguien con quien puedo contar. Y no tienes idea de las ganas que tengo de retribuirte todo.

<<Carajo, sobrevivimos a una pandemia mundial. A que te enfermaras y te recuperaras. Pero llegan los medios de nuevo intentan boicotear todo...- La frustración definitavamente se lo comía vivo.

-Y vamos a salir de esta, también.- Le dije, tomando su mano entre las mías.- Tú lo dijiste: en las negras, en las blancas y en las grises. Pasé lo que pasé.

Tom me sonrió sin mostrar los labios. Aunque seguramente se preguntaba cómo le haríamos. Estabamos de manos atadas. O bueno, casi.

-¿Recuerdas lo que dijo Louisa de la clausula 6?

-¿Lo de que no sería efecto el compromiso de haber un contrato previo que se interponga como conyugal a la expedición del acta de matrimonio?- Pregunta él. Yo asentí.

Tom pareció seguir la misma vía de mis cavilaciones.

-¿Segura de que quieres hacer esto?

-Tampoco es como si no lo hubieramos pensado antes. Solo... nos adelantamos un poco.-Contesto, un tanto nerviosa. - Y tú, ¿seguro de que quieres atarte de por vida a esta loca?

-Nunca he estado tan seguro en mi vida de algo.-Dicho eso, besa el dorso de mi mano antes de sacar su telefono y llamar a Shawn, Hazza y Hugo.

A saltar al vacio se ha dicho.


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