Titulo: Salvenlo... Por favor.
Peter Parker
Advertencia: parte 2 de <<Lo siento>>

Las lágrimas comenzaron a salir. Él estaba en cirugía y las posibilidades de que saliera con vida eran muy bajas.

-Chica, ¿Eres su familia?-Me pregunto una de las enfermeras que estaba de guardia, haciendo referencia a Parker.

Yo negué con la cabeza, limpiando con mis manos mi cara.

-N-No, su tía esta esta en Estados Unidos y sus padres están muertos.-Aclare con la voz algo nasal.-Soy su novia...-Terminé por decir.

''O al menos lo era...''

La enfermera asintió y me pidió que la siguiera. Caminamos por un pasillo angosto y de paredes olivo, hasta llegar al escritorio de la recepcionista.

-¿Podrías llenar este formulario con los datos del chico? Son para el seguro.-Me tendió el formulario, lo tomé para empezar a rellenarlo.

-Voy a necesitar hablar con el gerente de este hospital dentro de un rato.-La enfermera me miró extrañada y muy petulantemente me dijo:

-¿Y tu quien crees que eres?-

Sonrei amargamente y le respondí.

-Un gusto, preciosa. Soy ____ Strange, hija del Dr Stephen Strange.-La enfermera casi le da un infarto al escuchar el nombre de mi "Padre".

En realidad, Strange no era nada mío, pero siempre me trato como a su hija, e incluso me dio permiso de usar su nombre para casos como este. Prácticamente estaba usando tráfico de influencias.

La chica asintió y salió casi disparada escaleras arriba, en busca del gerente, supuse.

Como señal divina, mi teléfono empezó a sonar. Pero no era la línea nacional, sino la que Stark me había regalado cuando esta en Estados Unidos.

Leí el nombre del contacto y el corazón se me paralizó en ese momento. Pálida, con las manos temblando y nervios a flor de piel, atendí la llamada.

-May...-Dije en un susurro triste.

En la otra línea se escucho la voz preocupada de la Sra Parker.

-¡Dime que aun esta respirando!-Expresó la mayor, el dolor y miedo se sentía a kilómetros.

-L-Lo esta, May.-Respondi con tristeza.-Él... Llegó casi muerto, esta en cirugía ahora.-Solloce-No puedo... May yo, no puedo...-Y sin más, me tire a llorar.

Así como cuando te pasa algo grave, así como cuando tocas fondo y no ves salida. Llore justo así.

Y es que... Peter lo era todo para mí. No podía consevir un mundo, ni siquiera una vida, sin él. Él fue, es y siempre será, la persona por la cual vivo.

Lo deje porque no tenía opción, era eso, o permitir que lo mataran, y no podía permitir eso.

Por la otra línea se escucho también un llanto.

-Todos debemos perder algo, para volver a comenzar, _____.-Su voz estaba muy cargada de tristeza.-Llego en unos 2 días. Por favor mantenlo con vida...-Y colgó.

May debía de estar peor que yo, al fin al cabo, Pete era su muchacho, su hijo.

Me senté en una de las sillas de la sala de espera, a llorar y a rogar por que él se aferrara a la vida.

Pasaban las horas, y aún no sabía nada de él.

Mi mamá había llegado, el colegio le había notificado y llegó tan pronto como pudo.

-¡Ay mi niña!-Soltó a penas me vio en la sala de espera. De seguro tenía los ojos rojos e hinchados de tanto llorar. Pero no me importó.

Ella me abrazo fuerte, mientras yo seguía llorando. Sé que de esa forma no arreglo nada, pero lloraba por muy distintas cosas:

El miedo latente a perder el amor de mi vida.

La culpa de todo lo que estaba ocurriendo.

El dejar a Los Vengadores en el momento menos adecuado.

Entre tantos varios.

Una enfermera salió de quirofano. Escuché pasos detrás mío. Pero no le di importancia, en ese momento solo me importaba una cosa: Peter.

-Familiares de Peter B. Parker.-Llamó. Debía tener unos veititantos años, cabello castaño y ojos claros.

Me acerque a ella a pasó veloz.

-A-aquí. Yo soy su... Novia.-Ex-novia. Aún me atormentaba a mi misma con eso.

-Bien... Tengo dos noticias para ti, cielo.-Ay no, eso no era muy bueno que digamos.-La primera es que la cirugía salió muy bien.-Mi respiración volvió a ser normal al escuchar aquella.-Pero...perdió mucha sangre y necesita un donante compatible, ya que en el banco de sangre no tenemos suficiente de su tipo.-

Hice una mueca, girando a ver a mi madre, quien asintió con la cabeza seguramente adivinando lo que haría a continuación.

-Yo puedo ser donante.-Aclare csi de inmediato.-

La enfermera asintió y ambas nos encaminamos hacia los laboratorios para que me atravesarán con 5 agujas cada brazo.

Resultó ser que Peter había perdido el equivalente a 3 litros y un poco más de sangre. Nadie sabe como resistió a tal pérdida, ya que el cuerpo humano promedio solo tiene 4 litros de sangre, y sólo resiste la pérdida de dos y medio de este.

Tuve que dar litro y medio cada 2 horas, por las siguientes 14 horas.

Como adivinaron, yo tampoco soy alguien normal. Mi padre es el multimillonario egocéntrico de Stark, y mi madre es una de las mejores agentes de SHIELD, añadiendo que es hija de Nicolás J Fury.

Además de esto, hace 8 años casi muero al ser lanzada de un avión caza a más de 1000 metros de altura. Fui bendecida y rescatada por una raza semi-extinta de seres míticos. Resumiendo, soy una mezcla extraña entre ángeles, hombres lobo, vampiros, brujos, humanos y demonios.

Ni siquiera sé cómo carajos sigo estando viva con tanta mezcla de gente en mi. Por si las dudas, solo tengo parte de los poderes de cada una de las criaturas antes mencionadas. De resto soy "normal".

Peter fue trasladado a una habitación, y yo sólo me separe de su lado para que me sacaran las tranfuciones que él necesitará.

Estaba dormida en el sofá, cuando los gritos de alguien me despertaron.

Gwen Stacy....

-¡¿Y tú que carajos haces aquí?!-Me grito la rubia de Stacy.

Me frote los ojos y asimile todo tan rápido como mis 30 minutos de sueño me permitieron.

-Pues, ¿no es obvio?-Pregunte de mal humor.-cuido a Peter.-Me levante al ver que la chica se preparaba para gritarme algo más.-Y si me vas a venir con eso de que no tengo derecho porque tú eres su novia-...-Dejame decirte que te puedes ir a la muy mierda, cariño. Porque vienes llegando justo cuando él está fuera de peligro alguno.-La cara de la chica cambió a un enfado muy notorio.

-Además de que YO fui la única persona que hizo posible que él siga vivo, ¿o es que tú fuiste quien donó más de 26 litros de sangre?-... - Ah no, cierto que eres rubia teñida y hubieses matado a Peter si le das de tu sangre.

No estaba de humor para aguantarme sus cosas de niña malcriada. Sí, ella podría ser muy novia de Pete, pero la verdad era que yo fui quien lo cuido y trato de mantenerlo con vida hasta los momentos.

-¡Eres una zorra!-Hubiese sido una buena excusa para terminar de matar a la rubia, pero al parecer la Sr Parker se me adelantó.

-Gwendolyn, Cariño. ¿Podrías por favor tomar todas tus porquería y largate? Mi sobrino no está en un estado de salud muy favorable y tú escándalo provocará que nos corran del hospital.

La indignación en ella fue muy grande, tanto que se largo gritando y pataleando sobre que su papi nos haría algo. May rodó los ojos y cerró la puerta en su cara.

-Gracias por mantenerlo con vida.-me dijo después de un rato. Yo asentí. No por ser mala ni nada, pero estaba muy cansada. Solo recoste mi cabeza en el borde de la cama de Peter y me dormí.

Peter no despertaría hasta dentro de unas horas.

Me levante al sentir que alguien me acariciaba el pelo, adornilada voltee mi cabeza. Encontrándome con los hermosos orbes cafés del trepamuros.

-Al fin despiertas, pequeña.-Me habló dulcemente, con voz pastosa. Sonreí un poco al verlo.

-¿No debería ser yo quien diga eso?-Pregunte divertida.-Digo, tienes más de 28 horas inconsciente.-Ambos reímos, aunque él se quejo un poco. Parker tomó mi mano y la acaricio con delicadeza.

-Gracias por cuidarme.-Suspiro-Y pensar que era yo el que debía protegerte.-Rodo los ojos algo frustrado, poniendo ambas manos en su rostro.

Odiaba verlo así. Sabía la presión que cargaba sobre sus hombros, y odiaba no poder hacer nada por ayudarlo.

Me acerque algo tímida a él y quite sus manos con cuidado.

-No digas eso, Parker. Eres un gran hombre, y un gran héroe.-Me miraba con intensidad a los ojos.-Nunca lo dudes, cariño.-Le sonríe un poco. Y por si lo preguntan, no me había dado cuenta que le llame:"cariño".

Estábamos a muy escasos centímetros él uno del otro. Nos quedamos así un rato, viéndonos a los ojos, en un silencio que no era para nada incomodo.

Era difícil de explicar la situación. Me sentía completa con él cerca de mí, su sola presencia me bastaba para ser feliz. Pero sabía que debía dejarlo ir, no era la persona indicada para él.

La felicidad duró poco. Solo escasos minutos. Ya que, luego de que me alejara para ir al baño y de que May volviera a la habitación junto con Gwendolyn, Peter tuvo una recaída.

Las alarmas de la habitación comenzaron a sonar, y en un abrir y cerrar de ojos las enfermeras se lo llevaron a quirofano de nuevo.

Antes de que la última de ellas saliera, la tome del brazo y con voz quebrada le suplique:

-Salvenlo... Por favor.-

La chica asintió.

-Es fuerte y se nota que tiene mucho por lo que luchar, tranquila. Estará bien.-Dicho eso, me guiño el ojo y salio de la habitación.

Yo me gire algo desconcertada hacia May, quien tenía la misma expresión que yo.

-Tu padre me pidió que te trajera esto.-Saco una caja de su maleta, entregandomela.

La reconocí casi de inmediato. Ahí tenía guardadas parte de las cosas del departamento de Peter. Verán, al cumplir los 17 años, papá le regaló al Mocoso un penthouse en Central Park, y Peter me pidió que viviéramos juntos ahí. Cómo toda adolescente enamorada, me fui con él.

Suspire y alcé mi vista unos segundos hacia la mayor, quien me sonrió.

-No importa lo que pase, tu siempre serás considerada como una Parker para mí.-Eso me saco una sonrisa. Pues fueron varias las veces en que pensé que Peter y yo terminariamos casados.

2/3