49
Título: Mary Jane doesn't deserve it. (Segunda parte de Into The Fire...)
Peter Parker y Lectora.
Advertencia: Básicamente, lo mismo que la primera parte, porque también está hecho en computadora. Así que ya saben...
Desperté algo descolocada y confundida. Tuve que ver la bolsa de sangre a medias a mi lado para recordar que estaba en un hospital, la pelea con Peter, Ernesto y M.J siendo chismosos, mi casi desangrado y el incendio.
-Vaya vida la tuya, ______ Monroe. En menos de doce horas salvaste a la tía de tu ex y a tu ex de morir en un incendio, te desangraste casi por completo, volviste a llorar por el idiota de tu ex y además peleaste con él, encontraste un psicoanalista/enfermero/chismoso y retomaste una vieja amistad con M.J, quien también es ex de tu ex....-Sí, mi vida no es normal. Ya entiendo porqué Ernesto se interesó tanto, soy un drama andante. Me reí de mi misma, era absurdo todo esto.
Con mi mano libre de vía, me apoye para poder sentarme en la camilla con cuidado. Pero me detuve al escuchar una segunda respiración en la sala. Que digo respiración, eran ronquidos. Unos que para desgracia mía, conocía demasiado bien como para ignorarn o para decir que no sabía de quien eran.
Me quedé quieta, con el corazón en la boca. Le había dicho claramente que quería que se largara... Ahgg, es demasiado terco.
Cuando logré por fin sentarme, busqué con la mirada al castaño. Encontrándome con que no sólo él se había quedado, sino que M.J y Miles también, estos últimos ocuparon dos camillas vacías y dormían placidamente en ellas, ambos cubiertos por unas mantas azules oscuras que son suavecitas y que ayudan a lidiar con el frío un poco, de esas de hospital. Mientras que a Peter me lo encontré dormido en un silla, con los brazos cruzados sobre su pecho y la barbilla pegada a estos, como si estuviera mirando hacia abajo. La boca la tenía semi abierta, y se había cubierto como pudo con la chaqueta marrón que le vi traer desde anoche, pero esta se había corrido notablemente hasta sus piernas. E incluso estando dormido, su frente estaba poblada por pequeñísimas arrugas, al igual que por entre sus cejas. A veces olvidaba que hasta dormido ponía el ceño fruncido...
No digo roncar si te duermes así, Parker. Muy Spiderman y todo lo que tú quieras, pero mínimo te levantas de ahí con torticulis... Solté en mi cabeza, viendolo con atención. Se notaba algo incomodo en aquella silla plástica, y sus ronquidos, a pesar de no ser escandalosos, sí eran bastante audibles.
No vi rastro alguno de Ernesto por ninguna parte, y es que cuando me fijé en la hora (eran como las dos y aldo de la tarde) en el reloj de pared, deduje que debía de ser su hora de almuerzo.
Me levanté con cuidado de la camilla, arrastrando conmigo el aparato que sostenía en alto mi bolsa de sangre, al hacerlo, me conseguí con un Post-It fosforescente de asas naranjas que eran como del tamaño de una hoja de papel grande. La tomé de ahí y la leí.
Seguro y te despiertas antes de que vuelva, tus vigilantes no creo que duren mucho más despiertos así que si se duermen no hay problema, los ví turnarse para echarse una siesta, pero creo que eso no les va a ayudar mucho...
En fin, tuve que hacerte un cambio de vía porque la primera se salió mientras dormías, fue un desastre, literalmente me embarraste de sangre. Pero no fue algo mayor, sólo me pidieron que a la cuenta añadiera una bolsa extra. Así que ahora son cinco lindas tranfusiones las que te vas a tener que aguantar. Tranquila, no te las haré de sopetón porque eso podría terminar cambiandote el ph y tu propia producción sanguínea, así que lo haremos de a tandas. Desgraciadamente para ti, eso se traduce en ponerte en control con un cardiólogo y que tu estadía en este hospital se alargue un poco más (Sthephen dijo que Christine y el hospital se harán cargo de los gastos que requieras, así que no debes correr asustada a chequear tu estatus bancario), tal vez y estés unos diez días.
Vas por la segunda bolsa ya. Cuando llegue, te voy a explicar lo que haremos...
Ernesto Shivert
Pd: Tu chico se negó a irse.... Y yo tampoco puedo botarlo, política del hospital. Así que trata de hablar un poco con él, se le notaba preocupado.
Pd2: Por cierto, ¿no tendrá un hermano gay por ahí? ¿O un clon? ¡Está buenisimo!
Reí al leer aquello. Negando divertida ante las ocurrencias de mi enfermero. Dejé la nota en una de las mesitas de utensilios, y volví a mi camino inicial. Acercándome con cuidado al castaño, y tomando el bordesillo de la chaqueta, colocándosela como se debe. Cubriendo su pecho y sus brazos, haciendo que mis dedos rozaran ligeramente estos últimos en el proceso, dándome un ligero cosquilleo.
Me quedé escasos segundos cerca de él, viéndolo dormir. Lo cual sin duda alguna era una de mis actividades favoritas. No porque fuera una loca (que tal vez sí lo sea), sino porque desde que conozco a Peter, de las pocas veces en las que lo pude ver tranquilo, era mientras dormía.
Sonreí a medias, dándome la vuelta después de corroborar que la chaqueta no se movería de su lugar. Regresé a mi camilla, y en el camino casi me da un infarto.
-Perdón por lo de anoche.-Dijo él con voz ronca a mis espaldas. Yo pegué un brinco por el susto, reprimiendo con todo lo que pude un gritico.-Me comporté como el mismísimo rey de los imbéciles, y lo sé.
Bufé para girarme a verlo. Encontrándomelo con los ojos abiertos, y sentado en la silla. Noté una pequeña mueca en su rostro cuando intentó mover el cuello. Me reí internamente.
-¿Nunca te dijeron que es de mala educación espantar a alguien así?- Inquirí con la mejor seriedad que pude fingir. Tratando de ignorar lo estupidamente sexy que se ve con el cabello alborotado y con esa vocecita ronca de recién levantado.
Cuando tus ovarios no quieren colaborar con tu molestia con tu ex...- Murmuré en mis adentros.
Él soltó una risa, y se disculpó con la mirada. Con esos orbes avellanados que derretian a cualquiera...
Mierda, ______ ¿la pérdida de sangre te afectó el cerebro o qué? Estas molesta con él. Recuerda la pelea de anoche, maldita sea... Es tu puto ex novio... Sí, soy un desastre..
-Perdón. Pensé que sabías que estaba despierto. Como te quedaste parada ahí...-Mis mejillas se tiñeron de rojo de forma inmediata. Y él entendio.-Ouh, ¿t-tú todavía tienes esa maña? No me malinterpretes, sabes que desde siempre me ha parecido adorable... P-Pero...-Hacía tiempo de no escucharlo nervioso, no pude evitar soltar una risista chiquita, de esas que uno saca cuando esta nervioso.
Peter sabía de mi manía con ver a las personas dormir. En más de una oportunidad me atrapó viéndole dormir y yo a él en las mismas, era una especie de pacto entre nosotros, aún no sé de qué. Pero lo era.
-Lo siento.-Dije ahora yo, algo incómoda.-No debí, pero es que...-
-Déjalo, si vamos a ponernos a disculparnos por eso, entonces yo tendría que disculparme por haberte visto dormir durante dos años.-Replicó, tratando de bajarle dos a la incomodidad. Cosa que logró.- ¿Cómo te sientes? ¿Necesitas algo? ¿Llamo a Ernesto?-Preguntó rápido y con dulzura, después de que yo finamlente llegara a mi camilla nuevamente conél detrás de mi. Ambos hablabamos bajito, para no despertar a los otros. Ambos sentados a la orilla de la camilla.
Lo miré con una ceja alzada y una sonrisa divertida, había olvidado lo preocupón que podía llegar a ser.
-Estoy bien, Pete. Tranquilo.-Respondí yo con calma, viendolo aún. Me sacaba más de una cabeza, por lo que tenía que subir un poco la mía para verlo a la cara.
Él me devolvió la sonrisa, con una pequeña risita de por medio, lo que me hzio verlo extrañada.
-¿Qué?-Pregunté, sin dejar la sonrisita.
Parker se encogió de hombros.
-Nada, había olvidado que eras tan chiquita.-Dijo él haciéndose el inocente. Yo le pegue en el hombro con la mano (esa que no tenía la vía) en respuesta, a lo que se ríe con fuerza, teniendo que taparse la boca con la mano para evitar despertar a la pelirroja y al moreno.-Auch... Oye-Se queja. Yo seguí con mi intento de maltrato. Énfasis en intento, porque yo bien sabía que eso no le dolía ni en lo más mínimo. Además, estaba jugando.
Peter notó que estaba de humor, por lo que me siguio el juego con cuidado.
-¿Así está la cosa? Bien...-Temblé ante el tono juguetón que empleo, aunado a su voz algo ronca. Sin poder darme tiempo para reaccionar, comenzó a picarme las costillas, haciéndome cosquillas en el proceso.
-Mierda, no...Peter. No.-Chillaba yo entre risas ahogadas a las que él acompañaba con las suyas.-Bastaaa...-Chillé agudamente, teniendo que abrazarme a él y hundir mi cara en su cuello para ahogar la risa. Pues en algún momento termine con sus dos manos en mis costillas, y yo ahogandome para evitar que los otros dos se levantaran.
No, no fue algo consciente. Tampoco planee hacerlo, sólo pasó. Estabamos jugando por Dios...
Peter cesó su tortura, y yo pude respirar tranquila. Sin darme cuenta que aún tenía mis manos alrededor de su cuello y mi cara entre su pecho. Y no lo hice hasta que su colonia inundó mis fosas nasales. Peter también pareció caer en cuenta de lo que pasó y se tensó.
¿Había cambiado de loción o era idea mía? Dios mio santo, ______. Deja las hormonas... Recuerda: Estás enojada con él.
Me aleje de sopetón de él, quedando nuevamente a una distancia prudente. Lo miré apenada, a lo que respondió con una pequeña sonrisa sin mostrar los dientes, con una de sus manos en su nuca.
Deja las hormonas. estás enojada con él. Repetí al sentir un estúpido e imprudente impulso de abrazarlo.
-Y-Yo...-Empecé a decir.
-No tienes porqué decir nada. Entiendo.-Increpo él con seriedad calmada en la voz y la mirada apagada.- Sólo estabamos jugando, además.-Añade, esta vez tratando de disimular la evidente decepción.
-S-Sí, eso.-Replico.
Ambos nos quedamos en silencio, sin vernos a la cara pero aún uno al lado del otro. Hasta que tuve la genial idea de recostar mi cabeza en su hombro. Lo sentí volverse a tensar, pero tampoco me apartó.
-¿Qué nos pasó?-Pregunte finalmente rompiendo el silencio. Diciendo al fin la interrogante que me estaba carcomiendo el cerebro desde que nos habíamos separado.
Estúpida, estúpida, estúpida... Que ganas las tuyas de meter el dedo en la yaga.
-Spiderman y Peter no supieron cómo balancear su vida. Y en el camino atropellaron muchas cosas y estropearon muchas otras. Lo nuestro incluido.-Responde él con nostalgia y algo que reconocí como arrepentimiento. Pasando una de sus manos por mi cintura, rodeandola. Al igual que él, me tensé, pero no lo quité.-Te hice daño. No llegaba a nuestras citas, a duras penas y nos veíamos. Tú te cansaste de todo, y yo tampoco es que hice un esfuerzo por arreglar las cosas. Pasó lo de Kletus, discutimos, me culpé de todo, tú intentaste hacerme recapacitar, yo me negué, y tú te haraste y te fuiste. Y yo de imbécil te deje ir.-
-Y en lugar de buscarme e intentar arreglar en algo las cosas, te fuiste con M.J.-Añadí con algo de amargura.-Y antes de que me salgas con que "M. J y yo no empezamos a salir a penas tú y yo cortamos", lo sé. Pero sabes que fue tu comodín en ese proceso.-
Aleluya, la señorita al fin recordó que está molesta...
-Y en lugar de ir por ti, me fui por la opción segura.-Concuerda con una pequeña risa/bufido.-Pero discrepo en eso. Seré un imbécil, pero sé que un clavo no saca otro. Así que no fue mi comodin. Pero sí, admito que intente olvidarte con ella, al menos al principio.-
M. J, por favor dime que sigues dormida... Por favor dime que no escuchaste eso... Chillo mi subconsciente. Porque eso definitivamente sonaba mal viniendo de Peter.
-Eres un...-
-Idiota, lo sé. Me lo decías seguido.-Completa él.
Pasé mi brazo por su espalda, a lo que él se acomodo para quedar mas cerca. Recostando su cabeza de la mía. No tenía ni la más puta idea de lo que estaba haciendo.
-¿Puedo decirte algo?-Consultó bajito en un susurro algo ronco, sentí su boca cerca de mi oído, por lo que supe que hablaba así para evitarme un dolor de cabeza. Sin saber que en su lugar, lo que logró fue erizarme los pelos de la nuca.
No.
-Ya me estas diciendo algo.-Replique con una sonrisa, a lo que susupuse que él también sonrio, pues sentí su mejilla estirarse un poco contra mi piel.-Pero sí. Puedes decirme algo.
Serás mensa, niña.
-Aún te quiero.-Murmuró. Yo me aprete un poco más contra él por culpa del zoológico que esas tres palabras causaron en mi interior. Sintiendo el rubor subir rápidamente por mis mejillas.-Y dudo que deje de hacerlo en algún momento...-
No lo digas, no lo digas, no lo digas, no lo digas....
-Y yo a ti.-Tarde en decir.
Sentí su agarre afirmarse más, con sus dedos acariciando muy lentamente mi piel por sobre la bata. Escuché cómo tomó aire con fuerza, y sentí su pecho inflar se. Estaba en las mismas que yo...
-Es una pregunta realmente estúpida la que te voy a hacer a continuación, pero: ¿C-Crees... Crees que en algún momento podamos...-Su voz tembló, antes de separarse un poco de mi y colocar una de sus manos en mi mejilla, haciendome mirarlo a esos orbes avellana que expresaban casi por sí solos lo que el dueño no se atrevía a terminar de decir.- volver?-Cerré los ojos unos segundos, disfrutando cinco segundos más de su tacto.
Ya ni sé para qué quieres conciencia, si ni caso me haces...
"Cállate de una vez, ¿sí?" Gruñí internamente.
-Peter, yo...-Abrí los ojos, y por un micro segundo lo que estuvo frente a mi no fue el castaño de ojos avellana, sino el simbionte rojo y de grandes y filosos dientes. Por un micro segundo, volví a sentir esas malditas astillas clavarse en mi piel por montones, incrustandose cada vez más profundo. Cerré los ojos con fuerza ante el inexistente dolor y el pánico que de nuevo me comía con vida.
Los abrí con miedo, encontrándome con los ojos notablemente preocupados del arácnido. Quien me sostenía casi con miedo y me veía con los ojos desorbitados de tanto que los abrió.
-_____, ¿qué te hizo Carnage con exactitud?-Pregunto con seriedad y la voz presa de algo que intento disimular como decisión: pánico.
Yo lo miré sin entender la pregunta, él aún tenía su mano en mi mejilla, pero esta había dejado de moverse, y ahora solo estaba ahí quieta, con su pulgar cerca de mi sien.
-¿A qué te refieres?-Inquirí yo, algo asustada aún por mi encuentro cercano y ficticio con el simbionte.
Peter parecía estar maquinando algo, sin despegar sus ojos de los míos. Pero con ellos perdidos en algún recuerdo que hacía que su rostro se llenara de arrugas preocupadas y molestas.
-Peter.-Le llame y él pareció reaccionar. Pues sus ojos volvieron en sí, y sus arrugas se disiparon.-¿Qué pasó?-Pregunté.
-Dime loco, pero juro que por un momento tú...-Parecía buscar las palabras correctas para decir lo que ocurrió, y tardó un poco en encontrarlas.-tus ojos se pusieron rojos y juro por May que parecía como si....como si Carnage y tú...-No hizo falta que siguiera para que yo entendiera la situación.
-¿Crees que eso es posible?-Pregunte yo, de nuevo presa del miedo. Él pareció aterrado de darme la respuesta a eso.-Pete... Dime, ¿crees que eso es posible? ¿que Carnage...Dios mio, esto es tan repugnante de decir como de pensar, pero ¿Carnage podría estar...-No me dejo terminar, cuando ya se había levantado de la camilla y puesto frente a mí. Sus ojos denotaban el creciente desespero y el terror que le embargaban, pasándose una mano por el cabello desordenado.
-No lo sé...-Dice este con voz queda, pasando su vista de algún punto de la habitación a mi. Y yo quise poder levantarme sin que la vía en mi mano doliera, e intentar calmarlo, pues noté como sus nudillos de pronto se pusieron blancos.-Pero si eso está dentro de ti...Sabes lo que pasó con Normie, y él aún está luchando por mantenerlo a raya.-Su voz falló un poco, e intento mantener la compostura al hacer mención de su ahijado de nueve años, a quien Carnage había poseido hace no mucho tiempo, dejando al pobre niño con un notorio trauma y al padrino con un recuerdo no muy grato al haber tenido que golpearlo.
-En ese caso, podemos desechar esa idea.-Replique, razonando un poco las cosas.-Normie manifestó al carnicero a los pocos días, Peter. Ya han pasado años desde aquello, si estuviese atada a él, ya te hubiera intentado matar.-
-Recuerda que el maldito puede hibernar, y el hecho de que Strange tenga que hacerte tranfusiones cada que sangres puede mantenerlo atontado algún tiempo más. A menos que ya haya adaptado su anatomía.- Negué ante aquello.
-Si ese fuera el caso, ¿no crees que al menos psicológicamente yo ya habría comenzado a notar que "una voz" está en mi cabeza? Porque recuerdo claramente cuando Venom intentó hacer lo mismo conmigo, y no había terminado de meterse en mi médula, cuando ya lo escuchaba rebautizarme con el "nosotros... somos Venom".-Enarque una ceja. Peter pensó un poco, recordando tal vez que soy un imán para los desastres, sobretodo si tienen que ver con simbiontes.
-Venom es manso, incluso dócil, desde que Eddie lo tiene. Y además tú tienes una extraña capacidad para domar fieras.-Lo último lo dijo en un tono picaresco que me fue imposible ignorar.
Típico: te enteras de que posiblemente tu ex novia está poseída por un simbionte sanguinario, y te pones a bromear... Y para colmo con chistes en otro tono...
Me reí ligeramente de aquel comentario, siendome dificil no haber dicho:
-Bueno, al menos debo admitir que ese chiste estuvo mejor que el "juntemos tu chocolate en mi crema de maní".-Murmuré. Él rodó los ojos intentando reprimir una sonrisa, lo sé porque sus labios se curvaron ligeramente hacia arriba y los apretó.
-Esto es serio...-Exaspera él, volviendose a acercar a mi, acuclillandose para poner sus manos en mis rodillas.-Mírame, _____, ¿en serio crees que soy lo suficientemente fuerte psicológicamente para pelear con Carnage sabiendo que tú puedes salir herida en el proceso? No, peor aún: que vas a salir herida en el proceso.-A veces pensaba que Peter podía abandonar su carrera de científico y meterse en eso de escribir novelas, porque para hacerse dramas él sólo, tiene una mente... Que hasta wattpad le envidia.
Aunque lamentablemente tenía razón. Yo no quería asustarlo más. Suficiente tenía ya con el miedo creciente ante aquella posibilidad.
-Ok, basta.-Pedí, colocando una de mis manos en su cabeza. Intentando arreglar el desastre castaño que tenía por pelo.-Pareces nuerótico. Tal vez sólo fue un reflejo de la luz, y tú y yo nos pusimos a conspirar metafóricamente sin tener idea de qué mierda me pasa. Quizas no sea nada. Yo aún sigo yendo a terapia con Carol y Jess por culpa de ese imbécil, así que tampoco es que soy la mejor de las personas para razonar sobre si estoy o no poseída por Carnage. Así que, si quieres quedarte tranquilo, puedo pedirle a Strange que me de una orden para hacer un despistaje de toxicología en sangre, sabes que él siempre deja rastros de algún desorden químico.-Explaye con un suspiro. Fijándome el rostro de mi contrario. Se veía cansado, tanto física como mentalmente. Tal vez por eso estaba en modo: drama en exceso. Mi intento de hacerlo callarse pareció funcionar. Pues soltó un bufido/gruñido y bajó la cabeza.
Yo por mi parte, estire mi mano hacia aquella mata de pelo castaño, reposandola ahí. Hasta que de a poco, e inconscientemente, comencé a hacerle piojitos.
Recostó su frente de mis rodillas, dejándome hacer con su cabello.
-Después me pregunto por qué May dice que exagero...-Murmura algo ofuscado. Yo reí bajito por su exasperación.
-Peter, eso se llama: falta de sueño.-Regañe, él gruñó.- Y tú, Benjamin, eres uno de los hombres que casi nunca duerme más de cuatro horas diarias, a menos que te enfermes. Y ahí sí te pones casi que a firmar tu testamento porque de pronto dormiste las ocho horas que se supone duerme la gente normal, y Nueva York se las tuvo que arreglar por sí sola mientras tú te recuperabas.-Lo sentí negar con la cabeza, ya me lo hacía riéndose bajito porque sabía que tenía razón.
¿Quieren filmar una novela? Vean a Peter enfermo. Eso es casi igual que ver la escena donde Roméo muere al creer que Julieta esta muerta, pero esta despierta y después se mata también.
Peter se incorporó poco después de aquello, y al hacerlo, me di cuenta de que, en lugar de acomodar su cabellera, lo que había hecho era desordenarla aún más...
-Ay por Dios...-Tuve que cubrir mi boca para evitar despertar al par que yacía todavía dormido a unas camas de distancia.
-¿Qué?-Interroga sin entender mucho. Yo le señalo su cabello y él parece entender.-Me lo has dejado peor, ¿o no recuerdas la noche en ese hotel?-Lo voy a matar...
Sentí mis mejillas arder, una trata de distraerlo y él sale con memorias eróticas de nuestra relación.
Por su parte, Peter sonrió satisfecho con mi bochorno.
-A veces eres alguien insoportable, ¿sabes?-Replico, él asiento, orgulloso.
-Me lo dicen seguido.-Aclara, encogiendose de hombros. Yo rodé los ojos.- Electro y Scorpion prefieren llamarme "niño inmaduro", pero insoportable también me queda.-Bromeo y yo no pude reprimir una sonrisa.
-¿No que era "araña entrometida"?-Pregunto, recordando una vez en la que electro lo rebautizó. El hace un gesto con su mano, como diciendo: "Sí, ese también"-¿O era "maldta escoria arácnida?-Peter se carcajea, acercándose de nuevo a la camilla y tomando asiento a mi lado.
-Ese es de Jameson, no de Electro.-Me recuerda. Yo me hago la sorprendida.-Eres mala, Monroe...-Replica al ver mi cara de inocencia fingida, dandome un leve codazo. a lo que me quejo en broma.
Peter negaba divertido, y yo noté a penas que estabamos peligrosamente cerca el uno del otro.
Estás molesta con él... Recordó mi subconciente.
Su mano se posó dudosa en mi mentón, y me sonrió algo nervioso, viendo fijamente mi boca e instintivamente yo imite su acción.
Estás molesta... Insistió
Se fue acercando lentamente, deteniendose a escasos milimetros, sentía su nariz rozar con la mía, haciendome aguantar la respiración.
Estás... mo-molesta. "Genial, hasta en mi cabeza me logras revolver las palabras, Parker."
Mi vista viajaba de sus ojos a su boca, y la de él igual. Separó sus labios ligeramente el uno del otro, quería decir algo, pero no dijo nada.
Ok, al diablo... "¿Qué decía sobre que estaba molesta?" Bufé.
Y efectivamente, todo se fue al diablo, en cuanto sentí una vez más su boca sobre la mía. No sabía dónde había quedado mi fuerza de voluntad, o mi ética, o mi moral...
Con cuidado, él colocó la mano que estaba en mi mentón en mi mejilla y la otra en mi nuca. Dejándome a mí con una de las mías en su camiseta, apretandola con fuerza en un puño. Reconocí esa clase de beso, era de esos nostálgicos, medio desesperados y emocionales, cargados de eso que no quieres decir, pero que tampoco puedes negar.
Nos separamos de a poco, lento. Yo no tarde en abrir mis ojos, encontrándome con esos orbes avellanas, arrugados a los costados por culpa de una sonrisa enorme. No pude evitar el bochorno, y terminé con mi cara escondida en su cuello.
-Si sabes que esto no es una respuesta tu pregunta de hace rato, ¿no?-Murmure contra su piel, y vi su nuca erizarse un poco. Sonreí ante aquello.
-Lo sé. Pero igual lo disfruté.-Admite con inocencia fingida.
-¡OH POR DIOS!-Chilló alguien a nuestras espaldas. Ahí caí en cuenta de las risitas que nos acompañaban.
-Mierda.-Murmuramos ambos, separando nos aún más.
Parker terminó de pie a cómo diez pasos de distancia de mi. Y yo me aleje hasta el otro extremo de la canilla.. Ambos nos giramos para ver a Ernesto, M. J y Miles viéndonos con satisfacción.
-Esto... Ustedes...-Deciamos totalmente nerviosos.-Ay Dios...-Chillamos un tanto ofuscados.
Miles miraba a Peter con una picardía que desconocía en él, mientras que M. J y Ernesto me veían con cara de "te lo dijimos". En eso estábamos cuando un teléfono comenzó a sonar. Era el de Peter.
Lo sacó rápido de su bolsillo.
-Yuri, ¿qué pasa?-Dice él. Hay un pequeño silencio y su gesto se encrispa de preocupación.-Voy en camino. Dame diez minutos.-Y colgó. Los cuatro lo vimos con la ceja en alto. Seguramente M. J y yo sabíamos más cosas que el par de morenos, y de seguro ella sabía más que yo. Porque la cara de Peter se transfiguro por completo.
Yuri Watanabe, la jefa del departamento de policías, estaba requiriendo de Spiderman. Y eso se traducia en: problemas.
Le sonreí sin mostrar los dientes. A lo que él correspondió. Suavizando su gesto.
-Tú y yo tenemos una conversación pendiente.-Me dice, señalandome mientras toma su chaqueta del espaldar de la silla. Yo asiento en respuesta. Con las mejillas ardiendo.
Iba ya saliendo cuando M. J le llama. Esta le dice algo al oído y él le responde de igual forma logro entender la última frase gracias a que este sube un poco el tono de voz, a penas lo suficiente para que yo escuche con claridad "Otto tomó el Devil's Breath de Oscorp mientras estábamos acá. Parece que va a detonarlo en el centro de la ciudad. Por favor, cuídala."
M. J traga con fuerza. Esta nerviosa y su rostro denota algo más: decepción, o molestia, tal vez ambas.
Peter se separa de ella antes de darme una pequeña mirada de reojo acompañada por una sonrisa y un guiño coqueto. Y finalmente desaparece de ahí. No sin que Ernesto le de una mirada que lo recorrió de pies a cabeza, él le sonríe incómodo y pasa de largo.
Dios mio santísimo. ¿Qué acaba de pasar?
Las miradas se fijaron entonces en mi. Y yo me convertí de nuevo en un tomate.
-No voy a decir nada.-Anuncie cubriendo mi cara del bochorno. Sintiendo mis mejillas arder ante la risita del trio aquel.
-Y nosotros haremos como que no los vimos juntitos y risueños.-Replica Miles, con diversión. Ahora es M. J quién rueda los ojos.
-Miles...-Regañe igual de divertida que él. Tratando de evitar la mirada de M. J.
¿Por qué me pasan estas cosas a mi?
La pelirroja trataba de disimular. Pero estaba dolida. Y yo lo noté.
Por favor... Dime que así no me veía yo anoche... Dan ganas de abrazarla y decirle que Peter es un idiota.
"Eso fue lo que ella hizo contigo. Imbécil."
Y ahí caí en cuenta del tremendo lío en el que me había metido. Ernesto quitó su sonrisa al ver cómo me encontraba, y muy disimuladamente les pidió a los dos mosqueteros restantes que salieran unos segundos, con la excusa de que debían asearse. Ellos se dejaron hacer, y salieron.
A penas vi que el moreno cerró la puerta. Yo solté:
-¿Qué mierda hice?-Exasperé, viéndolo con ojos abiertos. Sintiéndome culpable.-Ernesto, ella... Dios mío, me odio a mi misma en este momento. Soy una idiota. No debí hablar con Peter aquí. No con ella cerca...-Chillé.
Él me miró sin entender mucho, acercándose a mi con cuidado. Sentándose en la silla en la que previamente habia estado el castaño.
-Hey, tranquila. Primero cuéntame qué pasó.-Intenta calmar él, al ver mis ojos llorosos.-Tampoco puede ser tan ma...
-Peter me confesó haber intentado olvidarme usando a M. J.-Le increpe, interrumpiendolo. Él abrió los ojos desmesuradamente y se pasó una mano por la frente.
-OK, eso sí es malo. ¿Ella escuchó?-Inquiere.
-No lo sé... Creo que sí. Viste su cara. Está..-Desespere.
-Dolida.-Completa. Yo asiento. Sintiéndome la peor persona del mundo.-Pero también pudo ser porque los vio así, hasta a mi me dolió.-Bromea, intentado calmar el ambiente.
-Puede ser... Pero...-Él me interrumpe.
-______, sé que suena feo. Pero tú y ella sabían que estaban en una especie de pelea por él. Tampoco puedes sentirte culpable por haber aclarado las cosas.-Tenía razón.
-¡Pero no así!-Exaltó.-Ernesto, ella podrá ser muy amiga mía. Pero también es ex de Peter, incluso me atrevo a decir que ellos dos tienen un prontuario muchísimo más extenso que el mío con él. Y eso no se borra de la noche a la mañana. No tienes idea de las veces que la escuche toda ilusionada hablando de CASARSE con Peter.-Chillé.-Y yo la apoye. Y después ella a mi cuando comencé a salir con él. Pero hay una diferencia entre ella y yo: de las dos, la gente siempre pensó que ella y Peter son la pareja perfecta.-Y ahí él pareció entender mi dilema moral.
-Dios mio, debí esperar para hablar con él. No debí de mencionar el tema de lo suyo con ella, sabiendo que tal vez podría escuchar.-
-¿Lo hiciste a drede?-Inquiere de pronto. Asombrado.
-¡No!-Exclamé en respuesta.-Intenté en vano mantener mi molestia de anoche, y en eso solté un comentario hiriente ¡Pero yo tampoco me espere que él soltara la sopa así como así!-
Ernesto rodó los ojos, y suspiro. Apoyando una de sus manos en su mentón.
-Entonces no te sientas culpable. No lo hiciste con la intención de herirla. Además, su respuesta estaba fuera de tus manos.-Termina por decir.
-Pero la herí...-Continue.-Por estúpido que parezca, la quiero mucho. Es una de las pocas personas que siempre estuvo ahí para mí. Y ahora pasa esto. Y ella no merece esto. Ni ella ni nadie, en realidad.-
Ernesto se levantó de su puesto y comenzó a chequear las cosas, cortando el tema. Justo al tiempo en que el dúo dinámico entrase de nuevo.
To be continued...
Nawebonada de drama que me lancé... Y aún me queda más por contar, porque ni se crean que esta locura de O. S se va a quedar así...
Sin embargo, publicó esto y me desaparezco nuevamente, porque aún no salgo de clases (es mi última semana wuuuujuuuu) y necesito terminar los deberes.
Nos vemos. Espero les haya gustado. El próximo O. S será de Tom.
-Alex.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top