☭ U R S S ☭ Final

Warning: Cambio de fechas históricas, cosas que no pasaron en la realidad y trama bien fumada.

 
Era casi la media noche y ambos jóvenes habían bailado cada pieza de baile desde el inicio sin parecer cansados siquiera, el ruso mayor no podía estar más complacido mientras hablaba de banalidades con sus compañeros más cercanos; Imperio Alemán, Austria-Hungría, Prusia y Zarato de Polonia. Quienes ya habían notado su intento de plan y se burlaban pero igual recordándole que no metiese a su "hijo" entre los ojos de la joven y el motivo por el que ella se hallaba bajo su cuidado en Rusia.

 
   

  
  
  

  
  

     

 

En un momento entre la media noche el soviético se alejó de la joven en busca de algo de beber, esta lo esperaba pacientemente jugando con sus manos.. sintiendo las mejillas calientes por la extraña adrenalina que el de ojos celestes le provocaba al tocarla y estar tan cerca a ella, entonces sintió una respiración detrás de ella y creyendo que era una broma por parte del rubio, giró a darle la cara con una sonrisa...
 
   
 
Una sonrisa que se desvaneció en un segundo..
  
 

—¿Creiste que podrías escapar de mi?, ¿De tu propio padre?.. —Murmuró el ser de ojos azules mirándola con seriedad, su ojo visible parecía brillar gélido bajo la sombra de su sombrero ladeado— Mi pequeña Virreinato del Perú, que ilusa.

Ella no pudo alcanzar a gritar cuando ya tenía cubierta la boca y era arrastrada fuera del salón, para su desgracia nadie estaba cerca pues ya era algo tarde y muchos estaban ebrios o comiendo en el otro extremo del gran salón.

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Cuando recobró el conocimiento poco a poco su entorno se iba aclarando notando que iba en un tren, sus manos estaban atadas al igual que sus pies y su vestido bastante maltratado y hasta sucio, su cabeza daba vueltas y en lo que sus últimos recuerdos llegaban a ella comenzó a llorar, estaba atrapada.

El sonido de la puerta abriéndose alteró a la castaña que intentó gritar aún amordazada pensando en que sería el salvaje imperio, pero frente a ella se sentó la azabache conocida como Nueva España cuya expresión transmitía pena y esta quitó la tela de la boca de su hermana permitiéndole respirar mejor.

—Cuanto lo siento.... habían soplones en Francia, hace días llegó una carta y no pude quemarla, en serio lo siento mucho Perú.. —Murmuró la Azteca con sincera pena, ella amaba mucho a sus hermanos, sobre todo a la peruana puesto a que fue la primera a quien conoció y con quién convivió más a pesar de la tirria que la menor le tenía— Estamos por llegar a España, será mejor que no intentes hablar porque padre está aún furioso de haber tenido que cruzar el continente..

Luego de eso la mayor volvió a salir y la de ojos café quedó nuevamente sola en el vagón lamentándose por su destino, escapar ya no era una opción debido a que estaba atada y saltar del tren ya de por sí era casi suicidio. Ella suspiró mirando por la ventana el monumental cambio del paisaje que a diferencia del Este carecía de nieve aún, "«Soviet..»" dijo su mente y entonces su corazón sintió aún más profunda la pena, bastó ese corto tiempo para que ella lo quisiera y ahora ya no se verían nunca más...al menos no solos ya que la casarían con Trece Colonias, el chico norteamericano presumido y despreocupado que se sentía por encima de los demás. No se quería ver casada con alguien así y menos convivir con la fastidiosa familia Franco-Británica que eran tan falsos como una moneda de granito dorado, iba a ser un infierno eterno como ellos.

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Al llegar al castillo de Madrid fue arrastrada bajo las miradas de los humanos que desde luego conocían la situación de la joven y tras eso arrojada bruscamente a su habitación en donde su otras hermanas la esperaban, Capitanía General de Chile (Azul), Gobernación del Río de la Plata (Rosa) y Virreinato de Nueva Granada (Rojo) que la levantaron del suelo y la abrazaron para consolar su fuerte llanto que les partía el corazón.

Y así pasaron varios días, la hija del Sol recibió castigos y golpes por parte de su padre en su propia habitación para evitar que sus otras hijas interviniesen, no estaba de humor y no tenía tiempo para tratar con mocosas debido a los preparativos de la boda. Por su parte el otro príncipe estaba en compañía de su hermano más cercano en los jardines de su gran y fino palacio pero a pesar de tantos lujos ninguno de los dos se sentía de ánimo, su hermandad podría acabar producto a la boda del mayor una de las hijas de Imperio Español.

—Supongo que escapar debe de ser tachado de la lista de impedimentos para esa mierda. —Habló el castaño acostado en el pasto al lado del de ojos verde, ambos miraban las nubes como costumbre diaria desde que eran pequeños—.

—Uno de los guardias me dijo que encontraron a la princesa en Rusia, estaba bastante lejos y aún así pudieron hallarla.. —Murmuró Acadia sintiendo pena por quien recordaba como una curiosa niña tímida con extraños, desde hace mucho que ellos no se veían—.

—Fueron los hombres de madre, fue descuidada cuando pasó por su territorio y la vendieron por el oro de la recompensa. Mala suerte para todos pues ya no podemos aplazar la fecha —El mayor de cuatro hermanos suspiró, no estaba listo para una boda acortando más su poca libertad bajo el yugo británico—.

—Trece Colonias, Padre te está llamando. —Habló Nueva Zelanda mientras jugaba con los bordes de su vestido lila, ella no se llevaba muy bien con el de franjas, aveces solía ser muy grosero—.

—Ugh, ya. Ahora vete Zeeland. —Suspiró cansado levantándose del suelo y limpiando su ropa en lo que la más baja se iba, a pesar de tener más años que Acadia y él, su Padre no la dejaba crecer también por el "simple" hecho de que al ser una chica no podría gobernar bien sus tierras y por ello seguían al mando del Británico que poco recordaba las veces que su esposa le pateó el trasero siendo una "chica"—.

—Grosero como siempre. —Gruñó la de ojos aguamarina mientras le daba una mala mirada y se iba de vuelta a sus obligaciones en el castillo—.

(Perdón Acadia, lo que te hice no tiene nombre 😖💔)

  

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Gobernación de Río de la Plata caminaba lo más rápido que la dejaba su apretado vestido para alcanzar a sus hermanas, recorrió una buena cantidad de pasillos hasta llegar a la habitación que compartían, estas al verla tan agitada se acercaron preocupadas.

—Debemos comenzar ya, tomen sus cosas y vamos a donde ordenó Nueva España —Comunicó la rubia mientras comenzaba a cambiar su vestimenta con rapidez, siendo imitada por sus hermanas—.

En otro lado del castillo la castaña permanecía ya por su segundo día de rodillas atada a un poste de madera como castigo puesto por el Imperio, la pobre había cometido el error de decir en voz alta el nombre del soviético mientras estaba en sus tareas diarias y no notó cuando su progenitor pasó detrás de ella oyendo su suspiro cargado de tristeza. Desde luego este no podía permitir que la joven tuviese aún en la mente a alguien que no fuese su futuro marido o tendría problemas con Reino Unido e incluso tuvo que mandarla a la fuerza con un grupo de mucamas para que revisasen si aún era casta, tras corroborarlo sintió un poco de alivio, sin embargo hizo que los guardias la arrastraran hasta el enorme patio de tierra.

—A ver si así aprendéis a respetar las órdenes de vuestro padre. Malditas Indias malcriadas, no deben olvidar que no tienen derechos aquí. —Escupió el de cabello miel mirando a la heredera de Inca que lloraba en silencio sabiendo que estaba condenada hasta su muerte—.

—Bien, ya fue suficiente —Dijo la azabache mayor mientras caminaba en dirección a su padre con la mirada seria dejándolo algo confundido por sus palabras y apariencia—.

—Pero qué hacéis vestida así, ve a cambiarte que pareces un hombre. —Ordenó el de ojos azules con cierta molestia, no le faltaban ganas de agarrarlas a todas y darles latigazos hasta que aprendieran a hacer las cosas sin replicar—.

—Consideralo mi carta de renuncia, Hispania. —Contestó la norteamericana de forma altanera para luego sacar su espada, la misma espada reluciente que le había regalado el imperio para su último cumpleaños—.

—Pero qué acaso habéis perdido la cabeza, ¡Mocosa estúpida! —Ya enfadado el español intentó sacar también la suya pero una flecha pasó cerca de su cara clavándose en el poste en donde estaba atada la castaña—.

—¡Ni un paso más, viejo culiao! —Gritó Capitanía de Chile usando el lenguaje por el cual se ganó infinidad de golpes en la cara, a su lado la de ojos miel cargaba también su arco lista para disparar cuando recibiese orden de su hermana—.

—...¿Esto es acaso una rebelión?, ¿Realmente creéis que unas mocosas esclavas podrán contra tres imperios? —Gruñó el mayor hasta que sintió el frío la de hoja de una espada en su cuello—.

—Lucharemos hasta perecer si es necesario, además, te recuerdo que Imperio Portugués hace lo que Reino de Brasil le diga y Gran Bretaña no se va a ensuciar las manos por un bastardo como tú. —Habló Virreinato de Nueva Granada visualizando mentalmente la expresión de furia que debería tener el europeo, tras ella Perú se levantaba tambaleante mirando a sus hermanas de manera nerviosa, la que antes portaba vestido rojo había cortado la soga que la mantenía atada—.

—Perú, debes enviar tu energía ahora. Tu gente también necesita luchar junto a nosotros. —Al terminar de decir eso un fuerte halo de luz salió del pecho de la Azteca a una velocidad casi imperceptible recorriendo gran parte de la tierra siendo visualizada por distintos Ángeles hasta terminar en su propio territorio creando unas luces de colores similares a la aurora boreal en el cielo diurno, esa era la señal para que los habitantes de "Nueva España" se levantasen en armas para atacar a los Hispanos ocupantes de su tierra—.

Minutos después tres más salieron de las otras hermanas generando la misma impresión en los ajenos a la situación y finalmente avisando a sus humanos quienes también iniciaron la rebelión contra el yugo español. En el mismo continente pero a cientos de Kilómetros el Imperio Alemán caminaba en dirección a la salida de su castillo en compañía de un ángel con los ojos cubiertos por parches, segundos atrás habían sentido distintas energías y la última que pasó la reconocieron como la de la princesa raptada del territorio ruso hace casi dos semanas atrás e iban con prisa a la frontera totalmente seguros de que se cruzarían con el dueño de aquél territorio allanado durante la celebración de Invierno.

—Por mamá.. —Murmuró la de ojos café tomando la espada que le tendía la mayor luego de abrazarla, ahora las cinco hermanas estaban frente al temible Imperio que se hizo llamar su padre, detrás de este ya habían una gran cantidad de guardias armados esperando a su amo para atacar—.

—No tengan piedad. —Les ordenó este sin el más mínimo sentimiento por su propia sangre, entonces los humanos blandieron sus espadas en contra de las ex princesas—.


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Las siete horas que llevaban luchando ya habían dejado muchos muertos en los que se hallaban soldados españoles y esclavos de distintas colonias que también se habían unido para ayudar a las latinas, Nueva Granada tenía un corte de tamaño regular en la pierna izquierda pero aún así seguía peleando con toda la fuerza que podía reunir en su cuerpo, no había opción a rendirse...era Ganar o Morir.
En otro lugar de la ciudad Chile y Río de la Plata colocaban algunos sacos con pólvora para volar pilares importantes de puentes o estructuras, ambas eran inseparables al ser hijas de la misma madre, la Reina Mapuche. A pesar de estar tan separadas todas seguían luchando al lado de sus propios humanos quienes también añoraban la libertad de su gente, a causa de una distracción Perú fue empujada por el Imperio con tanta fuerza que voló algunos metros hasta caer al suelo, sin embargo su fuerte caída fue frustrada por unos brazos que la atraparon en el momento exacto.

—¡Soviet! —Gritó ella abrazando con fuerza al rubio quien le devolvió el gesto, el ruso sintió como aquella enorme angustia en su interior desaparecía al verla otra vez—.

—Creí que jamás volvería a verte... —Murmuró el de ojos celestes como si ambos fuesen los únicos en el lugar, sin embargo la burlona voz del joven alemán los devolvió a la realidad—.

—Oh si si, sigan en lo suyo que aquí los demás nos vamos a quedar esperando a que terminen su acto romántico, tórtolos —El que antes lucía como un niño, ahora era un adolescente de rasgos más marcados y actitud burlona de enorme ego, en adición a su fuerza en combate mano a mano y su nuevo gusto por la violencia, todo lo contrario a Weimar quien prefirió quedarse a cuidar del territorio alemán—.

—Estúpido mocoso, pero tiene razón....Tu independencia no se va a lograr sola —URSS bajó a la Sudamericana y luego de casi estamparle un beso en los labios la tomó de la mano empezando a correr—.

Third Reich quien aún estaba a su lado soltó una carcajada por lo bruto que era ese príncipe ruso y tras ello se dedicó a seguir apuñalando y decapitando españoles en lo que su padre e Imperio Ruso usaban cañones contra los soldados, era todo muy caótico y pasaron toda la madrugada peleando aún, las princesas americanas apenas y podían mantenerse en pie luego de tantas horas se sentían débiles al igual que el de ojos azules pero este se negaba a mostrar debilidad.

  

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Sin saber cómo, lograron una oportunidad gracias a sus nuevos ayudantes y Nueva España estaba sobre la espalda de su progenitor tratando con toda su fuerza restante de retenerlo en lo que Perú se arrastraba hasta allá pues era la única lo suficientemente cerca y en pie para ayudarla, sólo un ángel podía matar a otro ángel, esa era la ley natural que los regía. Y finalmente, luego de tantas décadas de esclavitud y abusos lograron poner fin al implacable Hispania.

Tras de atravesar el pecho y el núcleo del mayor y ver cómo comenzaba a desintegrarse, las hermanas se dejaron caer al suelo mientras lloraban abrazadas, todo rastro de antipatía por parte de la castaña a la hija de Azteca habían desaparecido junto a las banderas de la Cruz Borgoña en sus rostros dando paso al pulcro blanco que las mostraba como naciones libres. Los españoles iban arrojando sus armas al suelo siendo reducidos por rusos, alemanes, austrohúngaros y ex esclavos que portaban sonrisas cansadas en sus rostros lastimados y sucios, al rato las cinco estaban reunidas nuevamente sentadas al lado del polvo cristalizado que solía ser su padre observando como la tierra se removía dejando ver a un nuevo ángel naciendo de esta, sabían que al haber acabado con el soberano de ese lugar se crearía otro independiente del anterior, ahora debían pensar en qué harían con él pues no planeaban quedarse o dejarlo a su suerte para que siga los pasos de su predecesor.

—Supongo que debería conservar el nombre —Propuso Chile limpiando la sangre de su cara con los restos de la bandera imperial humedecida con agua traída por los sirvientes del castillo que sobrevivieron y ahora atendían a los vencedores— El mocoso España.

—Da igual el nombre que tenga, el problema es quién se lo va a quedar —Suspiró México acostada en el suelo observando las nubes del amanecer—Oye Chile, adivina quién lleva media hora sin quitarte los ojos de encima y parecer una estatua, ya casi puedo verte como madrastra.

El grupo de féminas río mientras la de hebras castañas más oscuras se cubría la cara riendo avergonzada, Río de la Plata ya les había contado cómo su hermana y el germano se comían con la vista mientras peleaban juntos.
Tras recoger a los caídos en batalla e intentar limpiar un poco el lugar el grupo de ángeles se hallaba en el interior del castillo que estaba casi intacto, siendo medio día la mayor de ellas había ofrecido un banquete, algunos kilos de oro y tratados mercantes a los europeos que llegaron a apoyarlas gracias a la peruana que se encontraba cargando al bebé España ya que nadie quería tocarlo por verse muy similar al anterior tirano, a su lado el de ushanka marrón miraba entretenido al "recién nacido" y a su ahora pareja que se apoyaba en su hombro queriendo no alejarse más de él.

—Si esto no termina en una boda me voy a sentir muy ofendida —Bromeó Gran Colombia con la pierna vendada provocando las risas de todos, aunque al final el soviético si tomó en cuenta su consejo y planeaba pedirle matrimonio a la princesa Inca cuando la llevase de vuelta a sus dominios, su padre le había dicho que sería una manera de pedirle la mano en "presencia" de su madre Imperio Inca y así haría—.

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Dos días después se esparció la noticia de la destrucción y división de Hispania, desde luego Reino Unido estaba furioso por la manera tan estúpida en la que perdió las costosas tierras que estaba tan cerca de obtener, a su esposa Francia le daba igual y se la pasaba en su territorio en compañía de Acadia y Nueva Zelanda, Trece Colonias casi saltó al enterarse de que estaba libre del compromiso forzado y fue atraído por la idea de imitar la rebelión Latina para quitarse la cadena británica del cuello sin importar si sus hermanos lo apoyaban o no.

 
 
 
 
 
Al final, el 5 de Junio fue conocido como el día en que la sombra hispana desapareció de América, sin embargo las batallas por la libertad concluyeron en distintos días para cada parte del continente, todos los aliados celebran ese día con enormes festivales, ofrendas y canciones conmemorativas.








T h e  E n d.









 





 

(Nunca fumen aire sin haber comido bien o escribirán weas como esta, fksbdmsb, voten y comenten. ♥)

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