Piscina
Emilia Pov's
Que aburrido.
No tengo absolutamente nada que hacer.
Tenía pensado ir a joderle la paciencia a mi mamá, pero me dijo que iba a salir.
Pensé en ir dónde Ari, pero me daba penita.
Y como si fuera arte de magia.
Mi celular comenzó a sonar, en la pantalla mostró el nombre de Ari.
Conteste rápidamente.
Abichuela de mi corazón. ❤️
— Hola, mi niña.
¿Cómo estás?
Hola, Aricita.
Muy bien, ¿Y tú? —
— Bien, gracias.
Mira, ¿Quieres
Venir a mi casa?
Juan y yo haremos
Carnita asada y viene
Rivers, Ama y Filis,
Solo faltas tú.
Sí, claro que quiero
Ir, estoy bien
Aburrida acá. —
— Bueno, Venezolanita.
Te espero, y trae tú
Bikini. Besos, te amo.
Bye, Arii, te amo
También. —
—————————
No se diga más, subí rápidamente para buscar una bolsa y meter mi traje de baño, ropa de cambio, entre otras cosas.
Fuí a mi carro y me dirigí a la casa de Ari.
No estaba muy lejos, su casa me quedaba a treinta minutos, pero gracias al tráfico, serían unos cuarenta minutos.
Al llegar, me abrió Ari.
— ¡Hola, bebé! — Me abrazó.
— Hola, abichuela, ¿Ya están todos? Perdón por la tardanza, había demasiado tráfico.
— No te preocupes, sí ya estamos todos, pero sé que el tráfico es estresante.
Asentí dándole la razón y entré.
Saludé a todos hasta que me tocó llegar a Rivers.
Tengo un enamoramiento hacía ella desde hace mucho tiempo, y me ponía nerviosa el hecho de tenerla cerca.
— Hola, perra. — Me dijo ella, tan linda, ella y sus demostraciones de afecto.
— Hola, mamagueva.
— ¡Hey! No me estés diciendo así.
— ¡Tú empezaste! — No dijo nada, yo me reí y ella siguió mi risa, luego me abrazó, me quedé unos segundos sin saber que hacer, pues ella no era de dar abrazos, siempre los daba yo.
— ¡Uy! — Escuchamos de Ari. — La Rivers nunca da abrazos, wey.
Ella solo se sonrojó y le sacó el dedo, yo me reí y fuí otra vez con Ari, quién me miraba con su típica sonrisa de burla, ella sabía que me gustaba Rivers, al igual que Ama.
— Nada que ver, Ari, somos amigas.
Ella me miró incrédula y yo le alcé los hombros en respuesta.
— En fin, vengan, vamos a cambiarnos. — Ari me tomó de la mano jalandome arriba para ponernos los trajes de baños, atrás de nosotras iba Ama y Rivers.
— Yo me cambio en el baño de acá afuera del pasillo, Ari. — Asintió y yo salí.
Me metí al baño y luego me cambié.
Mi traje de baño, era uno de dos piezas, azul muy oscuro, que hacía resaltar mi tono de piel, pues soy muy blanquita.
Sin duda alguna, se me veía increíble.
Me tomé una foto la cuál subiría luego.
Salí y no escuché las voces de ninguna, ¿Tanto me tardé?
Dejé mi bolso en la habitación de Ari y bajé.
Efectivamente, las chicas estaban en el patio del lado de la piscina aún sin meterse.
Ari y Ama al verme, comenzaron a vitorear diciéndome cumplidos y diciendo que estaba preciosa.
Rivers solo se quedó mirándome cosa que me ponía nerviosa.
Luego de un rato, decidimos meternos.
Me metí con cuidado, pues no quería mojar mi cabello.
— Méteme bien, culera. — Me dijo Rivers y yo negué.
— No me quiero mojar el cabello, Rivers.
— Entonces, ¿Pa' que chinga'os te metes?
Yo rodé los ojos quedándome aún en la esquinita.
Rivers se acercó a mí y me extendió su mano, la miré confundida y habló.
— Ven, vamos con ellas.
Yo negué, ella es peligrosa.
— No, tú eres peligrosa.
— Veeen, no te voy a hacer nada, lo juro.
Yo seguía negando, hasta que se acercó más a mi y me tomó de la cintura, acción que me dejó sin palabras.
Puso mis piernas sobre su cintura y comenzó a caminar hacía la otra esquina de la gigante piscina.
La cercanía me ponía nerviosa, en un momento de distracción, Ari y Ama estaban con toda la atención a sus esposos y sus esposos a ellas.
Rivers me miró, vió mis ojos luego mis labios, se fue acercando poco a poco hasta que sus labios tocaron los mío.
Escuchamos los gritos de Ari y de Ama emocionadas.
Nos separamos y nos vimos a los ojos, me sonrió y me volvió a besar.
— ¡NO MAMES! — Gritaban las chicas.
Al volver a separarnos, las voltee a ver y les sonreí, ví las caras de los chicos y estaban sorprendidos con una sonrisa de oreja a oreja.
Llegamos al fin dónde estaban las chicas, que seguían algo histéricas.
Nos rogaron que nos besaramos de nuevo y eso hicimos.
Pasamos la tarde súper chévere, me divertí muchísimo.
Más que, a la hora de dormir Samy me confesó sus sentimientos hacía a mi.
Y ahora somos novias.
Ay, el amor. 😻
Sigo sin tener ideas para los otros.
Soo, se quedan con ésto y Love.
Bañense y lavense el tulín, los quiero, mamones.
Voten y comenten. 💚
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