Xmas truce (Newtmas)
24 de Diciembre de 1914
—Hey, Newtie.—Thomas le llamó para despertarlo sacudiendo su hombro levemente.—Abre los ojos, nene.
El rubio gruñó y se giró en su incómodo catre para darle la espalda al insistente chico. Quería dormir, estaba seguro que ni las cinco de la mañana eran para levantarse, ¿qué le costaba a Thomas dejarlo descansar un poco más? Realmente estaba exhausto.
—Vete de aquí.—susurró adormilado para que sus compañeros no despertaran.—El almirante te sancionará si se da cuenta que uno de sus soldados está fuera de cama para toquetear con dobles intenciones a su compañero que dormía tranquilamente.
Thomas soltó una risita entre dientes.
—Alby me autorizó despertarte, tienes que ver esto; los alemanes están haciendo algo extraño.
Newt se levantó en seguida, y sin rechistar, se colocó sus botas militares y su campera de camuflaje. De pronto se sentía nervioso, todo lo que tuviera que ver con alemanes lo alertaba, se asustaba y solamente quería abrazarse al castaño que lo miraba divertido mientras se alistaba.
—¿Por qué estás tan tranquilo, shank? ¡Vamos con Alby!
—Feliz víspera de Navidad, Newt.—dijo Thomas, acercándose a su persona para acomodarle un largo mechón rubio detrás de su oreja. Se aproximó de nuevo a él, esta vez quedando a centímetros de sus labios.—Te amo.
—Y yo a ti, Tommy.—respondió atontado por la cercanía de su chico, por lo regular no solían hacer esto por las situaciones en las que se encontraban, pero extrañamente Navidad era una ocasión en el que la calidez de un corazón no debía mantenerse hermética en el pecho, sino que debía exteriorizarse ante el mundo; aunque estuvieran en medio de una jodida guerra.—Feliz víspera de Navidad.
Y se besaron, fue un pequeño contacto, pero Newt se sintió la persona más feliz en ese momento. Con Thomas a su lado, todo mejoraba notablemente.
Al separarse, el castaño sonrió con ternura y le tomó de la mano para dirigirlo al campo de batalla. El corazón de Newt se aceleró, temía ver de todo, excepto a soldados del bando contrario adornando con muérdago, esferas y flores las trincheras. Quiso llorar cuando, a pesar del fuerte ulular del viento, escuchaba claramente los tarareos de la canción 'Silent night' versión alemana.
—Es la tregua de Navidad, Newtie. Es una tregua. Hoy podemos estar tranquilos.—le dijo Thomas con la voz quebrada antes de besar su cabeza.
[...]
—Y dime, Minho, ¿Cómo es Shanghái? (1)—preguntó Thomas, quién comía sopa enlatada de col con pescado salado.—Digo, porque ahí naciste, ¿no?
El aludido no pareció entender al instante, pero al cabo de unos segundos fulminó al chico que tenía a su lado con la mirada. Newt casi escupe sus macarrones al darse cuenta que cuando su amigo hacía eso, sus ojos desaparecían por completo.
—¡Eres tan cruel, Tommy!—se quejó tratando de aguantar las carcajadas.
—Gracias, Newt, al menos tú sí eres mi amigo.
—Descuida, no por nada eres mi chino favorito.
Thomas y Newt soltaron una risa escandalosa, que logró que muchos cercanos a la fogata -donde ellos se encontraban cenando las provisiones como si fueran un manjar- les dieran una mirada extrañada. No era cosa de todos los días ver al trío riendo de una forma tan jocosa.
Aunque bueno, ¿quién reiría en medio de tanto sufrimiento?
—Maldito garlopo, por eso mañana no te regalaré los calzones de corredor que había guardado para ti en tu cumpleaños.
—Mañana no es mi cumpleaños.—frunció el ceño al ver la sonrisa de su amigo asiático.—¿De qué me perdí?
—Parece que nada más tienes el nombre y el cumpleaños, porque de genio no tienes ni un pelo rubio.—se mofó Minho, recibiendo una mirada molesta de su parte.—Eres grande, Isaac Newton.
—Según los libros acorde al calendario Juliano (2), Isaac Newton nació el 25 de Diciembre de 1642. A eso se refiere Minho y su mal chiste, refiriéndose a tu nombre.—rió Thomas rodando los ojos.
Newt se sonrojó, había quedado en vergüenza con sus amigos por no haber prestado atención en sus clases en la academia. Sin embargo, adoraba que su Tommy fuera todo un genio que le platicaba todo lo que leía en esos libros de pasta desgastada. Si de algo estaba enamorado Newt, era ver la concentración con la que Thomas leía sus gruesos libros.
—Minho.—llamó Ben jadeando por haber corrido.—Te habla Teresa, al parecer está molesta porque desordenaste su botiquín como siempre.
—Está loca por mí.—les guiñó un ojo a sus amigos antes de irse con el chico hacia la enfermería. Dejándolos solos, en medio de un silencio roto por el crepitar del fuego.
—¿Sabes? Cuando volvamos a casa contraeré matrimonio contigo.—habló Thomas con una sonrisa risueña en su perfecto rostro.—Les pediré tu mano a tus padres, y nos casaremos. Claro, si tú aceptas.
Newt sonrió, aunque la idea de casarse con el amor de su vida resultaba ambiciosa, era muy descabellada. Los homosexuales no podían casarse, y estaba seguro que a un futuro cercano sería lo mismo.
Ahhhh... Esperaba que en el futuro, el amor entre el mismo sexo fuera aceptado como algo normal. Ojalá algún día todos se dieran cuenta que ni las preferencias, posiciones económicas o razas diferentes a las de la mayoría, tenían que ser malas o merecedores a un trato denigrante. Teníamos que entender que el mundo cambiará cuando el odio e intolerancia deje de crear barreras al amor.
—Claro que acepto, Tommy, con la condición de que tú uses el vestido de novia.—dijo con una risita, Thomas hizo una mueca dejando su lata de sopa a un lado.—Y ligas, por favor, que quiero quitártelas con los dientes en nuestra noche de bodas.
—Tendré que empezar a ponerme a dieta, espero que ese pescado no me haga subir de peso.—bufó, palmeando su abdomen.
—Te amo.—sonrió Newt, sintiendo que un sonrojo cubría sus abultadas mejillas.
Thomas se acercó a él y le murmuró en bajito:
—Y yo a ti, te besaría en este instante pero tengo aliento de pescado.
Aunque más bien era porque estaban en público, y demostrar el amor incondicional que sentían el uno para el otro era completamente inconcebible y repulsivo para algunos soldados del campamento. No querían armar un escándalo.
—Tal vez después, amor.
[...]
—Fröhliche Weihnachten! (3)—saludó un soldado alemán con una sonrisa amigable, era joven y no aparentaba más de 18 años.
—Feliz Navidad.—respondió Thomas lo más amable posible dándole un caluroso abrazo al chico alegre.—Wow, te gustan los abrazos ¿eh?
Newt soltó una pequeña risa al ver al muchacho aferrarse con fuerza a la cintura de su amado. Ese gesto significaba lo que siempre había creído desde joven: el amor rompe diferencias.
Tuvo que contener las lágrimas ante el pensamiento de que su familia lo esperaba en casa, con una comida caliente y esos espantosos suéteres que su madre siempre tejía. Imaginó a su hermana Lizzy jugar con sus muñecas que había recibido en su cumpleaños y a su padre bebiendo algún licor mientras despotricaba hacia el gobierno. Pudo incluso visualizar la imagen de un asiento vacío en esa mesa de caoba, aguardando a que Newt llegara a llenar ese espacio. Y pensar que, como la de él, miles de familias pasaban por lo mismo.
—Venga, Tommy, me voy a poner celoso.—bromeó riendo ligeramente, para espantar el llanto que picaba su nariz.—Ofrécele cigarrillos al chico como su regalo de Navidad.
Thomas rió y acató la petición de su novio, sacando de su bolsillo -aún en el abrazo- unos cuantos cigarros que el alemán aceptó gustoso.
—Gracias.—balbuceó el joven en inglés con un acento extraño, alejándose de Thomas para abrazar a Newt.—Muchas gracias, Dios los bendiga a todos.
Newt suspiró y acarició con suavidad la espalda del chico que temblaba en sus brazos como cachorro asustado. Y lo entendía, él se sentía de la misma forma.
—Que Dios nos perdone.—murmuró Newt, cuando el alemán se alejaba de la tierra de nadie (4) para ir a su propio campamento.—Que Dios nos perdone por matarnos los unos a los otros, Tommy.
Thomas no dijo nada, solamente pasó un brazo por sus hombros para atraerlo a su pecho. En ese momento, Newt se derrumbó en llanto.
[...]
—¿Qué pasará mañana, Tommy?—dijo el rubio, viendo cómo el fuego incineraba las tablas de madera que habían usado para hacer una fogata.
—Seguro que mañana sale el sol, Newtie.—rió cuando Newt le dio un suave golpe en su pierna.—No lo sé, supongo que las cosas tomarán su rumbo cotidiano. Los abrazos, villancicos y oraciones al creador se quedaran al olvido, no hay nada más que eso. Es el fin del amor y paz.
Un nudo en su garganta se hizo presente, de pronto no quería que fuera mañana. Una extraña sensación lo embargó en todo el cuerpo que se estremeció.
—No quiero que sea otro día, quiero que estemos tú y yo juntos así, eternamente.—se abrazó a Thomas y este le acarició sus mechones dorados.—Te amo.
—Ya somos eternos, Newtie. Nada de lo que suceda acá evitará que deje de amarte; porque es un sentimiento que supera al tiempo o a la muerte. Lo que siento por ti es algo tan puro que sería capaz de mover cielos, mares y tierra para tenerte conmigo. Mis sentimientos por ti son tan fuertes y sempiternos que incluso mi lápida dirá lo mucho que amo a mi esposo Newt.—le sonrió, antes de besarle sus labios.—Te amo, mucho. Y no debes de temer nada, que yo voy a protegerte siempre.
Newt abrazó a su novio con fuerza y sollozó, su chico siempre sabía qué decir para hacer de él un torbellino de emociones. Eran eternos, la promesa de amor nunca escrita estaría tatuada en su alma de por vida.
[...]
—Newtie... Mírame...—jadeó Thomas, luchando por no cerrar los ojos.
Estaba desesperado, no podía parar la hemorragia de su abdomen a pesar de ya haber usado todas sus provisiones para curarlo. Pero no, la sangre no paraba y Thomas estaba cada vez más débil.
A lo lejos se escuchaban los disparos y estallidos de bombas. Seguía sin creer que todo esto estaba pasando cuando hacía unas horas, el ambiente era más ameno y pacífico. ¿Por qué hacer una tregua por un día en donde todo es amor y esperanza si al siguiente iban a terminar matándose de todos modos?
—Tommy, por favor, mantente despierto para mí.—sollozó, haciendo presión con un trozo de tela de su campera en la herida de su amado.—Minho fue por ayuda, ¿de acuerdo? Así que, por favor, no se te ocurra dejarme.
—Desde que te conocí, caí rendido por ti, todo tú me traía loco. Amaba cuando tus ojos se posaban sobre mí para estudiarme, Dios, pero tu boquita era mi perdición; hablabas y te quejabas de todo, yo solo quería callarte de un beso.
—Tommy...—musitó con la voz rota, en afán de callarlo, no quería que se despidiera.
—Me hiciste muy feliz cuando nos hicimos novios, pero uno de mis días favoritos fue cuando hicimos el amor por primera vez, me perdí entre tus piernas y supe que estaba en el verdadero paraíso cuando llegamos juntos a la cima. Sentir el relieve de tu sedosa piel desnuda bajo la yema de mis dedos por primera vez es algo que jamás se borrará de mi memoria.—continuó Thomas, haciendo caso omiso a lo dicho por el rubio.
—Por favor.—lloró.—No te despidas.
—Shhh...—sonrió el castaño con sus ojos somnolientos.—Pero lo que me enamoró de ti sobre todo, es tu manera de ser. Newt, eres la persona más bondadosa y gentil que no todo el mundo tiene la fortuna de conocer. Eres tan sensible que... Me encanta, amo siempre esa faceta tuya.—Thomas hizo una pausa para soltar un pequeño quejido por el dolor, Newt ya no podía soportarlo cuando lágrimas de su chico surcaban su bella cara.—N-No me gusta verte llorar, quiero verte feliz, necesito que sonrías. Quiero irme viendo tu sonrisa, nada más que eso.
»Prométeme que sobrevivirás a esta mierda y que por ningún motivo cometerás alguna tontería. Te quiero vivo, necesito que mantengas ese amor eterno por nosotros. Promételo, Newt, promete que vivirás tu vida y cumplirás tus sueños. Por favor.
—Tommy...—habló con las lágrimas en sus ojos, sintiendo que su corazón se desquebrajaba poco a poco por el dolor de ver al amor de su vida agonizar en sus brazos.
—Tommy nada. Promételo.—una de las manos temblorosas del castaño tomó la suya y le dio un frágil apretón para reconfortarlo.—T-Te lo suplico.
Newt asintió, y en un arranque de desesperación, besó los fríos labios de su novio. Los tocó y saboreó miles de veces, para recordar cómo se sentía su tacto. Paseó los dedos por la tersa superficie del rostro de Thomas, no quería olvidar nada de él. Nada.
—Lo prometo, Tommy. Te amo.
Bastaron esas palabras para que Thomas asintiera complacido, tratando de mantener su vista en Newt, pero el cansancio era muy evidente; su cuerpo ya quería cerrar los ojos y descansar para siempre.
—Sonríe, Newt. Amo ver tu sonrisa, y bueno, también otras cosas pero ese es un tema aparte.—rió un poco, hasta que el dolor le dijo que se había excedido.
—Tonto.—sonrió genuinamente entre lágrimas.
—Y así me amas.
—Mucho.—admitió, dejando que el sufrimiento consumiera poco a poco su alma.
—Newtie... Te prometo que la próxima vez que nos encontremos me casaré contigo. Sabrás que soy yo porque me comporto como imbécil, pero igual te enamoraré.
—No lo dudo.—sollozó Newt, recordando los momentos que tuvo con su Thomas cuando se conocieron.—Te esperaré.
—Te amo, Newtie, no lo olvides. Feliz Navidad.
Fueron las últimas palabras que Thomas pronunció antes de cerrar sus ojos y sumergirse en un sueño mortal. En ese entonces, ya había perdido la cuenta de cuánto había llorado hasta que Minho arribó al lugar 40 minutos después de la tragedia. Demasiado tarde.
Newt ya no iba a ser el mismo.
[...]
25 de Diciembre de 1918.
Cada paso que avanzaba en ese sendero estrecho de concreto le dolía como el infierno, y cómo no si se había jodido la pierna en una de esas batallas donde había estado.
Pero por fin su pesadilla había terminado, la guerra mundial había acabado. Llevándose consigo miles de vidas perdidas y entre ellas, estaba la del amor de su vida.
Y por eso allí estaba, en el cementerio de las vidas perdidas durante el conflicto bélico, buscando en específico el nombre de Thomas en una de las tantas lápidas.
Dejó caer su ramo de flores cuando en una tumba pudo leer claramente:
Thomas O'Brien
Agosto 1892- Diciembre 1914
En memoria del soldado que luchó hasta su último aliento.
Y en letras muy pequeñas, pero talladas en dorado, pudo leer algo que aceleró su corazón notablemente:
«Aún lo sigo haciendo»
—Yo también, Tommy, mi amor por ti es sempiterno.—recogió las flores que estaban en el suelo y las colocó en su tumba.—Feliz Navidad.
—Feliz Navidad, Newtie.
⭐️⭐️⭐️
(1) Una de las ciudades más grandes de China.
(2) Calendario que fue introducido por Julio César en el año 46 a. C. Este calendario contaba con 304 días los cuales se distribuían en 10 meses.
(3)'Feliz Navidad' en alemán según Google traductor xd
(4) Territorio que no se encuentra ocupado o disputado por dos fuerzas en combate, este lugar se encontraba situado entre dos trincheras enemigas, que por lo general no lo usaban porque quedaban muy expuestos ante el enemigo
Y pues más o menos ya se dieron cuenta de que quise narrar un hecho histórico, según leí, esta tregua se da en Bélgica entre las tropas del imperio alemán e inglés. Básicamente fue un pequeño alto al fuego no oficial por las fiestas. Les recomiendo que si les interesa, vayan a leer sobre eso, porque si les explico más, la nota será más larga que el OS xd
Ya sé, es 26 de Diciembre, me pasé por un día. Pero sinceramente no iba a publicar nada, hasta que a las 10:30 pm se me ocurrió una idea y pues... Acá la tienen xd
No sé si se han dado cuenta, pero justamente ayer el libro de One-shots hizo dos años de su publicación. ¿No es excelente? :'D
¿Ya se inscribieron a los Dylmas-Newtmas Awards? Queda menos de una semana para que las inscripciones se cierren, ¿qué esperan para participar? :3 Acá les dejo la cuenta: -DylmasAwards
Y bueno, les deseo que se la hayan pasado muy bien en sus fiestas. Que tengan un próspero año lleno de amor, bendiciones y éxito. Acá les mando un amoroso abrazo de mi parte❤️❤️
¡Los amo! ❤️❤️
—Saeta🌸💖
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