When I was your man (Newtmas)
Por fin llego a casa, cierro la puerta de un azote y observo mi departamento: sin su presencia es tan lúgubre y frío el lugar, incluso el humor de Kiwi -mi gato siamés- se veía más apagado, decaído. Suspiré y me quité mi abrigo para después lanzarlo al pequeño sofá marrón de gamuza.
—Hola Kiwi.—le saludé a mi único compañero peludo, él sólo bufó y se fue. Yo entiendo su actitud, ha estado así desde hace 7 meses; cuando él se fue.
Volví a reprenderme a mí mismo por no buscar un apartamento nuevo, uno para comenzar de nuevo con mi vida. Kiwi y yo lo necesitamos, este lugar vacío y carente de calidez nos está haciendo daño y nos está derrumbando. Para ser más específicos, me está derrumbando y no puedo soportar con la presión en mi pecho que no me deja avanzar. Porque siempre está en mi mente su brilloso y suave cabello rubio que a veces hacía cosquillas en mi cara al despertar, su melodiosa voz y armoniosa risa que calentaban mi alma, su dulce sonrisa que era capaz de remendar mis males, sus chistes terriblemente malos y su grande sensibilidad para llorar en las películas infantiles, de este modo podría seguir enumerando y jamás terminar.
Dicen que no extrañas algo que no valoras hasta perderle definitivamente, ¿y saben algo? yo he comprobado esto de la manera más dolorosa que pudo haberle pasado a alguien. Yo perdí al amor de mi vida y ni siquiera sabía que lo tenía.
Lo orgulloso que era, mi egoísmo y necesidades personales me impidieron ver al gran tesoro que tenía a mi lado. Y en cambio, logré alejar de mi vida a una persona tan fuerte, buena y noble como Newt lo era. Sé que nada podrá remediar el gran desastre que hice en nuestras vidas, por lo que mis pensamientos llenos de culpabilidad y rabia hacia mí me persiguen y no puedo cerrar los ojos por ello.
Creo que era tan joven y tan tonto para darme cuenta que Newt se merecía más de la mierda que le trataba. Porque él siempre estuvo para mí, me apoyó incondicionalmente hasta con los ojos cerrados. Y yo fui un idiota que ni siquiera pudo comprarle flores -él las ama- el día de nuestro aniversario.
Recuerdo haber visto cómo su alma se rompía en sus iris y cómo una falsa sonrisa quería ocultar el dolor. O cuando interrumpía su charla de cómo le había ido con el pretexto de que estaba cansado. Jamás olvidaré esa mirada rota, esa mirada que sabía que yo era el causante y nunca hice nada para cambiarlo.
Sacudí mi cabeza para difuminar esos pensamientos, sólo quería ir a mi cama para leer un libro mientras escucho la radio estando acostado. Arrastrando mis pies me dirigí a mi cuarto, me cambié a una ropa más cómoda y me recosté en el suave colchón blanco, volviendo a sentir su ausencia a mi lado. Sin él la cama es más grande pero no me gusta que sea así. Sintonicé mi pequeña radio a mi estación favorita y dadas las casualidades estaba esa canción que sólo era de nosotros dos, porque era la favorita de ambos. Apocalypse de Cigarettes After Sex ya no se sentía bien al escucharle, sólo sentía la presión de una daga hiriendo mi corazón.
|*|*|*| 3 meses después
—No quiero ir.—dije molesto a Brenda mientras empujaba mi carrito metálico de compras, ella corrió para alcanzarme.
—Vamos, Tom. Que ya es hora de que dejes pasar esa etapa de tu vida, a Newt y a su pareja les agradará mucho verte. Por favor, no evadas más lo inevitable.
Tal vez tenía razón, pero también sé que terminaría más arruinado de lo que estoy. Ir a una fiesta de cumpleaños de Newt con su novio no me parece saludable para mi estabilidad emocional.
—¿Y qué quieres que haga? ¿Que sea su amigo?
—No necesariamente, aunque harías feliz a Newt si así fuera.
—¿Y dónde está mi parte feliz, Brenda? Yo no pretendo hacer feliz a nadie, ni siquiera yo puedo hacerme feliz.—le gruñí.
—Mira, Tom. Es lo único que puedes hacer por él, ve a su cumpleaños. Después podrás mudarte a California y olvidarte de todos nosotros.—mi amiga castaña palmeó con firmeza mi hombro para después irse a paso rápido.
Esto no sería nada fácil.
|*|*|*|
Todo mi cuerpo temblaba, mis manos sudorosas mojaban el papel del envuelto del regalo que le compré a Newt. Finalmente, después de 10 meses, vería al amor de mi vida de la mano de otro hombre....
Llamé a la puerta y me quedé inmóvil hasta esperar que alguien abriera la puerta, no bastaron unos segundos para que Newt me recibiera. Al principio su cara esbozaba una exagerada sorpresa, pero después una dulce sonrisa adornó su rostro.
—Hola, Tommy.—y me abrazó, fue un abrazo que es capaz de romper todos mis miedos y unir las trizas de mi corazón roto. Las lágrimas amenazaron con salir de mis ojos al poder a volver sentir sus sedosos mechones entre mis largos dedos, inhalar su fresco olor vainilla y poder contemplar su nívea piel tan cerca.
Apreté su delgado cuerpo contra el mío y solté un sollozo que no pude evitar.
—Te extrañé muchísimo, no sabes cuánto.—confesé en su oído, él solamente acarició mi espalda para reconfortarme.
—Gracias por venir, Tommy.—pude escuchar cómo su voz flaqueaba por un instante. Se separó de mí y me sonrió.—Debes de estar hambriento, pasa, que Tere hizo canapés.
Asentí y le di mi regalo mal envuelto, Newt musitó un gracias y pasamos a su casa.
|*|*|*|
Todo era risas y chistes, música y una buena comida. El cumpleaños de Newt estaba siendo muy cálido y lleno de familiaridad. Realmente uno se sentía a gusto, me alegraba que Newt también estuviera contento, se veía bastante animado bailando a la par de Brenda.
En ese momento pude recordar que Newt amaba tanto las fiestas para que yo lo sacara a bailar. Él amaba bailar. Y yo era lo suficiente egoísta para no llevarlo a las fiestas, sabiendo que lo único que quería era bailar conmigo. Mi corazón se estrujó al recordarlo, debí llevarlo, debí invitarlo a bailar.
No noté cuando Newt se había posado a mi lado hasta que me habló:
—¿Te diviertes?
—¿Huh?
—Que si te diviertes, parece que estás en un funeral.
—¿Quién es el fallecido?
—Tal parece que tú, no estoy seguro: tienes cara de Zombie.
Lo miré reprimiendo mi sonrisa y lo vi riendo tímidamente. Jamás había visto sus lindas arrugas en el costado de sus ojos al sonreír, qué bellas son. Finalmente solté la carcajada que tenía atorada en mi toráx, me reí tanto que mi abdomen comenzó a doler y alguna que otra lágrima se me salió.
—¡Tonto!—exclamé al calmarme.
—Te reíste. Eso me basta.
Carraspeé y recuperé la compostura.
—¿Y tu novio?
—No ha llegado.—hizo un puchero.—dijo que era importante su asunto.
—¿Qué podría ser más importante que tu cumpleaños?—inquirí, recibiendo una mirada molesta de su parte.
—Estoy seguro que es más importante que dormir, Tommy.
Bajé la cabeza, sabiendo a lo que se refería.
—Tommy, lo siento.
Bajé mi mirada y jugueteé con mis dedos.
—Tienes razón, Newt. En todo, ¿sabes? Creo que era demasiado imbécil e inmaduro para darme cuenta de que lo que te di no era ni la décima parte de lo que te merecías. Que debí comprarte flores cuando pude. Sostener tu mano cada vez que pudiera. Debí dedicarte todo mi tiempo, dedicarle todo mi tiempo al gran tesoro que tenía a mi lado. Llevarte a cada fiesta para tener un pretexto para bailar contigo.—hice una pausa.— Me duele tanto no haberme dado cuenta, por eso ahora que lo sé, diré que estoy equivocado; sé que es tarde para pedirte perdón y remendar mis errores. Así que sólo te diré que espero que él sí te traiga flores y pueda disfrutar el delicioso tacto de tu mano cada vez que pueda. Espero que él sea lo suficientemente inteligente para regalarte todo su tiempo y escucharte esos relatos tan maravillosos que tienes. Ojalá y te lleve a las fiestas y te saque a bailar, sé cuánto amas bailar y ser el mejor en la pista.—sonreí.—Espero que haga todas y cada una de las cosas que debí hacer cuando era tu hombre.*
Cuando alcé la vista pude ver los ojos marrón del rubio cristalizados, me sentí mal por ser el causante de esa mirada... Otra vez.
—Tommy...
—¡Llegó por fin Minho!—gritó Tere emocionada. Seguido de ello, un chico asiático entró con un enorme ramo de flores. Todas las chicas gritaron, incluso la madre de Newt, quien parecía adorar al tal Minho. A diferencia de mí, claro.
El chico con rasgos asiáticos tenía brazos fuertes y su cabello azabache era algo corto. Una sonrisa adornaba su rostro a tal punto de que sus ojos se achicaban tanto que aparentaba no tener ojos. Y no sé cómo, pero su sonrisa se agrandó al ver al rubio que estaba sentado a mi lado.
—Disculpa.—musitó Newt mirando y sonriendo a su pareja mientras se levantaba de su asiento y corría a los brazos de Minho, que casi tira las flores. Jamás lo había visto tan feliz...
Y después del conmovedor encuentro, alguien puso música -supongo que Teresa-, todos formaron un círculo alrededor de la pareja que comenzaba a bailar al compás del son. Pude apreciar cómo las robustas manos de Minho se aferraban suavemente a la fina cintura de Newt, quien había apoyado su cabeza en el hombro del chico y sus manos apoyadas firmemente en su pecho. Ambos se veían tan bien, tan felices.
Un nudo se me formó en la garganta, impidiéndome emitir algún sonido y en cambio soltar unas cuantas lágrimas. Alguien palmeó suavemente mi espalda y vi a mi amiga Brenda mirándome con lástima.
—Vamos, te llevo a casa.
Volví a mirar de reojo a los felices novios y miré a Brenda para asentir. Me levanté y ella me dirigió hacia la salida del hogar que hacía unos meses visitaba con frecuencia. Antes de salir por la puerta, eché un vistazo hacia ellos: Fue cuando vi que su cabeza que estaba apoyada en su hombro y sus ojos cerrados con una sonrisa formándose en esos dulces rosados labios contenían una enorme tranquilidad que por un momento yo quise tenerla.
Por ser fuerte y masoquista, nunca aparté la mirada. Entonces él abrió sus ojos, dejándome ver una vez más ese tono chocolate que coloreaban sus ojos. Y me vieron, aquellos ojos que amo me vieron. Yo asentí con una sonrisa, Newt imitó mi gesto. Por supuesto, con una sonrisa más grande. Veía en su mirada algo de nostalgia y felicidad, incluso soltó una pequeña risa. Minho le preguntó algo, pero Newt sólo movió su cabeza de manera negativa y besó su mejilla. Me despedí con una reverencia hacia él y procedí a marcharme para siempre de su vida.
Porque ahora mi bebé estaba bailando, pero con otro hombre.
✂️✂️✂️
Sólo quiero decirles que no me pude resistir ante esta canción y que ahora me duele tanto la vida por estar escribiendo esto ;-;
Espero y les haya gustado u.u ❤️
Valórense, amores míos, si uno se valora no podrá aceptar a cualquiera que no les dé ni el octavo de los que ustedes se merecen. Porque ustedes se merecen todo el amor del mundo c:
*Como ustedes lo notaron, ese párrafo prácticamente dice la letra de la canción, sólo que traté de hacerlo un poco más descriptivo para no poner la "traducción" literal c:
Los amo mucho ❤️❤️❤️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top