—Que lindos ojos tienes— Habló una pequeña niña castaña a un niño que se encontraba haciendo un gran castillo de arena. Lucía algo triste y con mirada perdida, y como le dijo su madre, si alguien esta triste, hay que hacer lo posible para que se sienta mejor y pueda sacarle una sonrisa, ¿y que mejor que decirle algo bueno de él?

El niño levantó la vista hacia la pequeña castaña, perteneciente del halago que acababa de recibir. Tenía los ojos alago llorosos.

—¿E-Eso crees?— Preguntó el tímidamente, y con la voz algo baja.

—¡Claro! Mi mamá me dijo que todos tenemos cualidades únicas y especiales

—Los demás niños no creen eso— Respondió el con lágrimas que luchaban por no salir.— Piensan que son raros y que nunca voy a tener amigos por eso

—Pues...¡Yo seré tu amiga! si eso quieres

—¿En serio?— Preguntó él castaño limpiándose la cara con las mangas de su remera.

—Si— Le extendió su mano— Me llamo Tenten

El pequeño tomó la mano de la niña y sonrió indicando agradecimiento y amabilidad.

— Mi nombre es Neji

Así pasaron meses. Neji y Tenten se volvieron inseparables acorde pasaba el tiempo, y a sus cortos siete años, hicieron un pequeño acuerdo. Bastante inocente y tierno. Tal vez se les olvide al mes.

—Cuando seamos grandes, ¿te vas a casar conmigo Tenten?

—Claro Neji, pero....¿por qué no ahora?

—Hmm...tienes razón, hagámoslo, pero no tengo dinero para un anillo, pero...¡Ya sé!— Rápidamente, Neji sacó de su mochila escolar, un paquete de gomitas azucaradas con formas circulares y un circulo pequeño en el centro, lo más parecido a un anillo, solo que comestible. —Podemos usar esto como anillo de bodas— Dijo alegremente Neji.

La pequeña castaña asintió con La cabeza y una gran sonrisa. En el siguiente receso, luego de sus clases, se dirigieron a un lugar algo alejado, cerca de un pequeño arbusto. Se tomaron las manos y se sonrieron.

—Yo, Neji, te declaro mi esposa

—Y yo, Tenten, te declaro mi esposo

Ambos se colocaron los anillos de golosina, rieron un poco, y se dieron un pequeño beso en la mejilla.

—Recuerda que no debes comer el anillo, hay que llevarlo puesto— Dijo el castaño.

—No lo haré, tranquilo—

Los días pasaron, y el pequeño castaño llevaba todos los días consigo el anillo. No se lo quitaba por nada, tenía la tentación de comerlo, ya que estos dulces eran su golosina favorita, pero se resistió. En cambio, Tenten no tanto.

—Tenten, ¿Y tu anillo?—Preguntó Neji algo extrañado.

—Etto... No te puedo mentir Neji, me lo comí

—¡DIJISTE QUE NO LO COMERÍAS!

—Lo siento Neji

—¡¿TAN POCO SIGNIFICA NUESTRO MATRIMONIO?!

#ModoDrama

—No, no es eso

—¿Sabes qué? Declaró nuestro compromiso roto

—¡Bien!

—¡Bien!

Antes de irse cada uno por su lado, Tenten le sacó la lengua a Neji, el cual repitió el acto, y se fue enojado.

Tenten se sentía indignada. Era una niña amante de los dulces, conociéndola, ¿Cómo esperaba Neji que no se comiera el "anillo"?

En cambio, Neji pensaba que Tenten era mala por comerse el anillo de bodas. ¿Qué pasaría en el futuro? ¿Se comería el anillo de verdad? Si es que había boda, ya que ambos estaban enojados el uno con el otro, pero aún así, no les impedía extrañarse. Los dos eran mejores amigos, y cuando fueron pasando las semanas, los dos estaban decididos a disculparse.

Ambos niños de encontraron en la salida de la Escuela primaria con las manos en la espalda, se miraron, y dejaron ver lo que escondían.

Un paquete de anillos de gomitas azucaradas.

—Lamento haberme comido el "anillo"

—Lamento haberte gritado— Se disculpó el niño, mientras intercambiaban los paquetes de golosinas.

Se sonrieron, y se sentaron a disfrutar del delicioso mar de dulzura de estas pequeñas golosinas que se habían regalado.

3 de marzo

Aniversario: 4 años de noviazgo

Neji Hyuga se encontraba extremadamente nervioso por primera vez en su vida. Ya había sido mucho el haberle pedido a Tenten que sea su novia, y pensaba que a la edad de veinticinco años, ya era hora de dar el siguiente paso hacia el matrimonio, pero el problema era proponérselo.

¿Y si cambiaba de opinión respecto a él y su relación? ¿Y si ella no quería casarse en este momento y el quedaba como tonto?

Bien, como dicen: el que no arriesga no gana.

—Tenten...tu..

—¿Si?

—....

—¿Neji?

—Lo siento... Es que estoy amm..

—¿Nervioso por proponerme matrimonio?

—Si, algo-, Espera.. ¿Qué? ¿Lo sabías?

La castaña río fuertemente ante la reacción de su novio y verlo rojo como si de un tomate se tratara y totalmente avergonzado. Según ella, era una vista perfecta.

—Tranquilo, mientras no me des un anillo de gomitas todo bien

—Y mientras tu no te comas el anillo todo bien

—Entonces acepto— Se acercó, y terminaron la conversación con un tierno beso.
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Holaa, esta historia va a tener One-Shots en partes y un poco más cortos si es posible. Espero que les guste. Voten y comenten.

¿Opiniones?

A propósito, esto está basado en que cuando era chiquita me "casé" con un compañero y amigo de jardín de infantes xd, sólo que son el final ni la pelea, pero si me comí el anillo.

Estos son los benditos caramelos creados por los dioses del Olimpo. 1000000000/10.