Tonterías y promesas

Sarada estaba sentada en un campo de entrenamiento abrazando sus rodillas y parecía enojada

Mientras tanto el séptimo Hokage atravesaba la aldea la miro y fue a hablarle

—¿Qué sucede Sarada-chan?— preguntó curioso

—Los hombres son unos tontos— exclamó enojada

—Bueno, tu madre siempre me lo dijo, pero no sé los demás— dijo con una sonrisa incómoda

—¿Mi mamá?—

—Sí, siempre era Naruto tonto o estúpido, siempre variada—

—¿Y no odia a mamá por eso?—

—Yo no era como dirían...— divago un poco —"Un pan de Dios"—

—¿No me está mintiendo?—dijo enojada y con un aura negra

—No, no— exclamó asustado y a la defensiva

—Porque mamá me dijo que me mintió al decir que era igual que mi padre—

—Solo fueron unas pequeñas mentiras blancas— dijo tratando de excusarse —Espera Sakura-chan sabe que menti... Estoy en graves problemas— dijo aterrado

—No creo, eso fue hace mucho— dijo más tranquila

—¿Me perdonas?— preguntó arrepentido

—Claro, séptimo— exclamó y sonrió

Al verla abrió sus ojos con asombro y miro hacia abajo

—Tu sonrisa es igual de reconfortante para mí como la de Sakura-chan— dijo melancólico y con una gran sonrisa

—¿Qué?—

—Son esas sonrisas que nunca me gustaría que se apagaran'ttebayo— dijo sonriendo

Sarada se quedó mirando atenta a Naruto dándose cuenta de ese pequeño brillo en los ojos azules del Hokage que solo ha visto cuando está viendo o hablando de su madre

—Hokage-sama...— dijo tímidamente

—¿Si, Sarada-chan?—

—Usted....— decía nerviosa —¿Porque llama Sakura-chan a mi madre?—

—Bueno, bueno tal vez sea la costumbre—

—Pero algunos llaman así a los niños y luego crecen y ya no se les llama se esa manera, y mi mamá hace mucho que dejó de ser niña y según yo usted y mi mamá tienen la misma edad

—¿Como decirlo?— pensó un poco —¡Ya se!, tu mamá— dijo calmado y miro al cielo apunto de atardecer —Es una persona muy importante para mí...—

—Estuvieron en el mismo equipo ¿No?—

—Si así es, pero no solo por eso, Sakura-chan es demasiado importante para mí— miró a Sarada —¿Me prometes algo?—

—Si— dijo atenta a las palabras del séptimo

—No le digas a nadie de esto ¿Bien? Ni a Boruto ni a nadie — dijo ofreciendo el dedo meñique

—Se lo prometo, ese idiota, ni nadie se enterara—menciono y tomo el dedo del séptimo en forma de promesa

—Yo me enamore de tu madre hace años, al ver sus lágrimas y llorar como una niña por una mala decisión, me prometí que siempre  protegería su sonrisa, no quiero que te enojes o estés triste porque fue una promesa de por vida y tú siendo heredera de esa sonrisa también es mi deber— dijo sonriendo con los ojos cerrados y con la pose de " tío genial " como diría  Rock Lee

Sarada abrió sus ojos de impacto y con sonrojo en sus mejillas sonrió

—Se lo prometo— dijo un tanto emocionada

—Hay algo más—

—¿Si?— cuestionó confundida

—Prométeme que cuidaras tu también la sonrisa de tú mamá—

—Siempre, aún sin que me lo dijera Séptimo—

—Me alegra— dijo riendo un poco —¿Porqué estabas enojada?—

—Tonterías del tonto de su hijo—

—Es un chico difícil ¿No?—

—Si— dijo un poco cansada

—Pero las chicas Haruno son las que nos ponen en nuestro lugar ¿Verdad, Sarada-chan?—

—¿Haruno?—

—Bueno, ese no es tú apellido principal pero a tu madre y a ti les tocó cargar con unos Uzumakis bastantes difíciles—

A lo lejos se escucho una voz  gritando

—¡Sarada!— exclamó la peli-rosa dirigiéndose a ella

—Es mamá—

—Parece que te busca— dijo con una sonrisa mirando el lugar donde provenía la voz

—Mamá— exclamó mientras  Sakura iba a abrazarla

—Que bien, pensé que te habías lastimado— dijo preocupada mientras Sarada miraba a Naruto con una mirada algo triste atrás de ellas a lo que al verla sonrió

—Sakura-chan yo también estoy aquí— dijo desilusionado

—Eres un tonto eso lo sé, Shikamaru te estaba buscando como loco—

—¿Estoy en problemas?— preguntó un tanto preocupado

—No, eran papeles fáciles así que me tomé la molestia de terminar TÚ trabajo— dijo enojada

—Gracias Sakura-chan—

—De nada Naruto...—

Sarada miraba y sentía el ambiente tranquilo y en paz que irradiaba su madre y el Hokage juntos, ahí se convenció que se apreciaban o así lo llamaba ella como grandes amigos, tenía que aceptar que en el futuro le gustaría tener una relación así con el "chico difícil"; Uzumaki Boruto y volvió en sí para seguir escuchando y caminar a un lado de los dos

—Naruto, es tarde— dijo la oji-jade mirando el cielo

—Si, eso creo'ttebayo—

—Será mejor que lleves un regalo para Hinata—

—¿En serio?— preguntó un poco enojado

—Lleva comida que tú también quieras comer y ya, seguro Hinata te dará— le dijo con una sonrisa

—Entonces de camino llegaré al Ichiraku y compraré algo ahí—

—Bien, y come bien, no solo ramen, Naruto— exclamó la peli-rosa

—Bien'ttebayo—exclamó corriendo con dirección al Ichiraku —¡Gracias y adiós Sakura-chan y Sarada-chan!—

Sakura miraba a Naruto y movió su mano para despedirse mientras en su rostro se le dibujaba una sonrisa

— Mamá ¿Que piensas del Hokage-sama?—

Sakura miró a Sarada le regalo una sonrisa y de nuevo miro a la dirección en donde se había ido Naruto

—Que es un idiota...—

—Eso dijo él— dijo riendo

—Entonces es verdad, te lo dije— dijo empezando a caminar y volvió a hablar —¿Y que hablaron?— preguntó curiosa

—De tonterías y promesas...—

FIN

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